"Nos tomamos muy en serio los informes sobre cualquier avión que entre en nuestro espacio aéreo, ya sea identificado o no, y estamos investigando cada uno de ellos", dijo a los periodistas en una reunión informativa, cuya transcripción se publicó en el sitio web de la Casa Blanca.
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La portavoz de la Casa Blanca también fue preguntado sobre la disposición de las autoridades estadounidenses a publicar íntegramente el informe sobre los supuestos ovnis, que actualmente está elaborando la Oficina del Director de Inteligencia Nacional en colaboración con el Pentágono.
En respuesta, Psaki señaló que el presidente de EE.UU., Joe Biden, apoya la elaboración de este documento, pero que el grado de publicación se decidirá en la oficina del director de inteligencia nacional.
Añadió que las autoridades estadounidenses "por diversas razones no discuten públicamente" la amenaza que pueden suponer los supuestos ovnis.
Anteriormente, el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en la cadena de televisión CBS, confirmó que las autoridades estadounidenses tenían fotografías de fenómenos aéreos, cuya naturaleza, según él, sigue siendo desconocida. Sin embargo, rechazó las acusaciones de que el gobierno del país "guarda a los extraterrestres y sus naves" en algún laboratorio secreto.
A finales de 2017, se supo que el Pentágono había operado previamente un programa clasificado para recoger y analizar datos sobre "amenazas aeroespaciales anómalas." En 2007-2012, se asignaron 22 millones de dólares para hacer frente a estas amenazas. Inicialmente, el Servicio de Inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos era el responsable del programa.
El programa estaba dirigido por Luis Elisondo, un oficial de carrera de la inteligencia militar estadounidense, que dimitió en 2017. Según él, la razón de tal paso fue la falta de seriedad en su trabajo por parte de los dirigentes del Pentágono.
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