Más de tres cuartas partes de todos los disturbios humanos (batallas, levantamientos, disturbios, revoluciones y guerras) se producen durante los períodos de máxima actividad de manchas solares en el Sol. Este temporizador cósmico es tan poderoso que incluso puede afectar nuestro tamaño físico, nuestra longevidad, nuestra estabilidad mental, nuestra propensión a la violencia y quizás incluso lo que consideramos nuestra motivación individual única.
En 1922, un joven científico bielorruso, Alexander Chizhevsky, presentó al mundo una teoría ridícula: todas las grandes conmociones en la historia de la humanidad, como disturbios sociales, guerras y revoluciones, fueron causadas por la actividad solar.
Estas extraordinarias afirmaciones, contenidas en su primer libro, Los factores físicos del proceso histórico, fueron recibidas con burla casi universal y durante un tiempo el melancólico y pálido adolescente de veinticinco años de edad, descendiente de un tenor de la corte representante de la nobleza hereditaria, que ya había sido mancillada por su ascendencia aristocrática a los ojos de sus compatriotas, se convirtió en el hazmerreír del recién formado Partido Bolchevique, que lo apodó despectivamente "El Adorador del Sol".
Después de todo, esencialmente asumió que todos los eventos turbulentos que condujeron a la liberación de Rusia del corrupto régimen zarista no tenían nada que ver con la ideología o la motivación de los trabajadores del país y todo tenía que ver con las manchas solares, y también....
Vídeo con las imágenes y la historia completa:
https://www.extranotix.com/2023/01/cientifico-bielorruso-tenia-razon-el.html
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