Ayu-Dag o Bear Mountain es un lugar único. Además, la singularidad no radica tanto en la belleza, sino en los frecuentes fenómenos anómalos. Aquí se registraron casos de movimiento espontáneo en distancias o en el tiempo. Además, a menudo se observan vuelos de ovnis. En las aguas que rodean la montaña, turistas, investigadores y simples transeúntes se han encontrado con lo inexplicable.
Esta es una historia que contó uno de esos buzos que es difícil de creer, pero el afirma que todo sucedió en la realidad.
En mayo de 2008, cerca del Monte Ayu-Dag, el buzo Sergei Makhovsky y sus colegas se sumergieron en el agua para explorar grutas y cuevas escondidas bajo el agua. El baño duró unos 18-20 minutos a una profundidad de 25-30 metros. Durante el mismo, tres hombres vieron luces rojas encendidas en las profundidades de una de las cuevas. Como si alguien o algo invitara a los buzos a visitar este lugar. Durante esta inmersión, decidimos....
Vídeo con la historia completa:
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