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martes, 4 de agosto de 2020

4 Testimonios Sorprendentes sobre personas que afirman haber tenido una Experiencia Cercana a la Muerte


4 sorprendentes testimonios de experiencias del más allá

* Mujer que habló con Jesús.
* Hombre vio seres de luz.
* Hombre estuvo en el infierno.
* Hombre vio ángeles.

Vídeo:





EXTRANOTIX MISTERIO

lunes, 25 de mayo de 2020

El Batería de Death Angel dice que Fue Al Infierno y Conoció a Satanás mientras estaba en Coma por coronavirus


Las muertes por la pandemia de COVID-19 han pasado la línea roja de más de 343.000 hasta el momento. La gente lleva demasiado tiempo confinada para poder meditar. Y aunque ahora los gobiernos han decido otorgar un “respiro” antes de la temida segunda ola, son muchos los que piensan en su propia mortalidad.

 En estas circunstancias, es natural preguntarse cómo es la muerte y si hay algo después. Morir es quizás el miedo más primitivo de la humanidad. Pero tal vez no debería ser así. Probablemente no sea el final, y tal vez ni siquiera sea tan terrible como parece.

La mayoría de las investigaciones sobre las experiencias cercanas a la muerte (ECM) nos hablan de túneles, luces, experiencias extracorporales y, muy de vez en cuando, una ‘revisión de la vida’. Las personas que sobreviven a tales experiencias en ocasiones informan de cambios profundos en su personalidad, preferencias y, sobre todo, motivaciones. 





Abundan las historias de personas que perdieron interés en ganar la mayor cantidad de dinero posible y cambiaron de dirección. Desde el comienzo de la investigación de ECM, estaba claro que la vida de las personas podía cambiar para siempre después de tener un contacto cercano con la muerte. 

Y son muchos los médicos que están convencidos de que la muerte no es el final, solo el principio de una nueva realidad. Pero si tenemos que hablar de testimonios de las ECM, una de las más sorprendentes es la que ha explicado recientemente Will Carroll, batería de la banda estadounidense de thrash metal Death Angel.

La experiencia de Will Carroll

El batería de Death Angel Will Carroll dice que fue al infierno y ‘conoció a Satanás’ mientras estaba en coma luchando contra el coronavirus. El rockero de heavy metal, de 47 años, dio positivo de COVID-19 a mediados de marzo después de regresar a su casa en San Francisco luego de una gira por Europa.

 El 18 de marzo, lo hospitalizaron de urgencia en el centro médico California Pacific Medical Center, donde lo conectaron a un respirador y le aplicaron coma inducido cuando los médicos descubrieron litros de líquido en sus pulmones.

Carroll pasó los siguientes 12 días en estado de coma, durante el cual se vio a sí mismo dejando su cuerpo y cayendo al infierno, donde Satanás lo castigó por el pecado mortal de la pereza. 

Según explicó al San Francisco Chronicle, la mujer demonio lo transformó en Jabba el Hutt, la criatura de la saga Star Wars, y que vomitó sangre hasta que sufrió un ataque al corazón. 

La experiencia ha llevado al músico a reevaluar su vida. Carroll dice que ha adoptado una creencia en un “poder superior” y ahora ha abandonado el alcohol y el cannabis.

“No creo que Satanás sea tan genial como solía serlo”, dijo Carroll.

Los médicos que trataron a Carroll dijeron a The San Francisco Chronicle que “paralizaron químicamente” al batería para que su cuerpo pudiera soportar estar en un respirador.

 El corazón del músico falló durante los primeros días porque la medicación necesaria para mantenerlo en un respirador era muy agotador para su cuerpo. Finalmente pudo salir del coma y apagar el respirador el 30 de marzo.

“Me desperté en la cama del hospital con tubos entrando y saliendo de mí, y había una enfermera allí y mis primeras palabras fueron: “¿Todavía estoy en el infierno?” Ella me ignoró”, continuó explicando Carroll.

En las seis semanas posteriores, Carroll ha cambiado su vida por completo. Dice que ya no fuma marihuana ni alcohol, aunque continuará comiendo “comida basura” y ocasionalmente sidras.

“Todavía voy a escuchar el black metal, y todavía amo a Deicide y bandas como esa”, enfatizó el batería. “Pero en cuanto a mi vida personal y mi experiencia de lo que pasé, no creo que Satanás sea tan genial como solía serlo.”


Ahora también cree en ‘un Dios’ después de su experiencia cercana a la muerte, porque ‘siente que las oraciones de su familia y amigos lo ayudaron a salir adelante’.

 Carroll fue uno de los primeros pacientes con coronavirus en estado crítico en ser tratado en el California Pacific Medical Center. Sin embargo, no es el único en haber tenido una experiencia cercana a la muerte por el coronavirus.





Son muchos los pacientes que han asegurado haber tenido un contacto cercano con el mas allá, donde extrañas personas les hicieron cambiar su forma de vida terrenal. 

Tal vez sea algún tipo de respuesta psicológica, tal como explican algunos científicos, pero también cabe la posibilidad de que ciertas entidades de otras dimensiones, llámense ángeles o espíritus, están ayudando a salvar la vida de aquellos que por desgracia son víctimas de un virus de origen desconocido. Pero la salvación no es solamente física, sino que también a nivel personal.

¿Qué opinas sobre este tipo de experiencias cercanas a la muerte? ¿Tienen una explicación lógica y racional? ¿O es algo que va más allá de lo que podemos comprender?



jueves, 14 de mayo de 2020

Un video muestra el aterrador momento en que Un Cadáver se Mueve en el interior de un Ataúd


Estamos asistiendo a un verdadero drama mundial. Los ataúdes que esperan el entierro se alinean en las iglesias y los cadáveres de los que murieron en su casa se mantienen encerrados en habitaciones selladas durante días mientras los servicios funerarios intentan atender todas las defunciones por la pandemia de coronavirus

Hasta este miércoles, Covid-19 ha matado a casi 300.00 personas, enterrados o incinerados sin ningún tipo de ceremonia. Los que mueren en el hospital lo hacen solos, con sus pertenencias en bolsas al lado de los ataúdes antes de ser recogidos por los trabajadores funerarios.

Por ejemplo, en Bérgamo, una de las áreas de Italia más devastada por el coronavirus, se grabaron camiones del ejercito en fila llevando innumerables ataúdes en medio de la noche, una terrorífica escena que se ha repetido en todo el mundo. 





Y en Guayaquil, Ecuador, conseguir un entierro digno se ha convertido en una quimera, donde los servicios sanitarios y funerarios han colapsado ante la rápida propagación del coronavirus y pese a los intentos del Gobierno para agilizar la recogida de cadáveres. Sin duda alguna, los momentos en los que vivimos serán recordados amargamente para siempre, formando parte de la historia oscura de la humanidad.

Ahora bien, son muchos los que se preguntan que ocurre con el alma de aquellos que han muerto repentinamente durante la pandemia, sin poder despedirse de sus familiares y amigos. 

Lo cierto es que los expertos en la materia nos dicen que la mayoría de fallecidos logran abandonar nuestra dimensión y pasan al reino espiritual, pero hay otros, como ya ha ocurrido antes en las grandes tragedias, que se niegan a abandonarnos y se quedan como espíritus errantes. Y tal vez esta sea la explicación para el incidente ocurrido durante un entierro en Indonesia.

El cadáver moviéndose

El terrorífico incidente se grabó durante un funeral en la ciudad de Manado, Indonesia, el 5 de mayo. El video muestra a los familiares y amigos del fallecido devastados mientras un sacerdote lee oraciones durante el entierro. Pero a medida que la cámara se acerca al ataúd, se puede ver el contorno siniestro de lo que parece ser una mano moviéndose debajo del panel de vidrio del ataúd.

“Dios ha dicho en el libro de Juan: Yo soy la resurrección y la vida. Quien crea en mí vivirá, aunque esté muerto”, se escucha decir al sacerdote en el video.

Momentos después, una mano parece tocar la tapa del ataúd. Al parecer, nadie se dio cuenta en ese momento y el entierro continuó como si no pasara absolutamente nada. Pero fue después de revisar las imágenes que los familiares observaron atónitos como “algo” se mueve dentro del ataúd. 

Sin saber muy bien lo que hacer, decidieron subir el video a las redes sociales, provocando una conmoción en todos aquellos que visualizaban las imágenes.

Rápidamente, algunos dijeron que se trataba del espíritu del fallecido intentando dar su ultimo adiós a todos aquellos que se encontraban despidiéndole. Sin embargo, surgió otra explicación mucho mas inquietante: que estaban enterrando vivía a la supuesta fallecida y esta intentaba pedir ayuda, sin éxito. 

También hay que decir que esta última explicación queda descartada ya que los presentes hubieran escuchado algún sonido procedente del ataúd, y supuestamente no fue el caso.

A pesar de las teorías sobrenaturales, los científicos dicen que el cadáver probablemente se movió debido al rigor mortis: el endurecimiento del cuerpo clasificado como la tercera etapa de la muerte. 

EL periódico británico The Sun citó un estudio publicado en la revista científica Science Alert en 2019, en el cual investigadores australianos descubrieron que un año después de la muerte, los cadáveres se mueven “significativamente”.

La investigación se realzó utilizando cámaras de lapso de tiempo para grabar cadáveres en descomposición durante un período de 17 meses. 

Los investigadores de la Instalación Australiana de Investigación Experimental Tafonómica (AFTER por sus siglas en inglés) usaron las cámaras para tomar imágenes aéreas de un cadáver cada 30 minutos durante las horas del día. 





Descubrieron que durante todo el tiempo, el cadáver continuó moviéndose.

Y los investigadores de la Universidad Central de Queensland en Rockhampton, Australia, descubrieron que, sin ninguna “ayuda” externa, los restos humanos pueden cambiar su posición.

 Lo cierto es que es interesante siempre conocer la versión escéptica, pero en este caso en concreto la ausencia de ruido en el interior del ataúd y el hecho de que nadie de los presentes viera nada inusual en ese momento, parece demostrar que el espíritu del fallecido estaba dando el ultimo adiós a sus seres queridos aún vivos.

¿Qué te parece el video del ataúd? ¿Puede ser el espíritu del fallecido? ¿O tal vez es el rigor mortis?




miércoles, 5 de febrero de 2020

ECM: el mayor Secreto del Budismo Tibetano

«El Libro Tibetano de los Muertos», un antiguo texto budista, constituye la descripción de lo que hoy en día se han dado en llamar experiencias cercanas a la muerte (ECM). Ese podría ser uno de los grandes secretos del budismo tibetano.

ecm secreto budista tibetano

Escrito en el siglo VIII d. C. por Guru Padmasambhava, legendario maestro espiritual que introdujo el budismo en el Tíbet y estableció las bases del Vajrayana –amalgama de enseñanzas budistas y elementos de la tradición indígena Bön, mayoritaria en el Tíbet antes de la llegada del propio Padmasambhava–, el Bardo Thodol está basado en conocimientos mucho más antiguos, transmitidos oralmente durante milenios. 

El Libro tibetano de los muertos alude al proceso durante el cual el espíritu abandona el cuerpo físico cuando tiene lugar el deceso, descripción similar a los relatos de aquellos que han protagonizado una experiencia cercana a la muerte (ECM):





 «En tales circunstancias es cuando emerge el principio causal de la conciencia (del difunto), el cual no logra reconocer su situación, preguntándose si está muerto o no. Se ve, como antes, entre sus parientes y los oye sollozar (…) Él puede verlos, pero ellos no pueden hacerlo; él puede oír cómo lo llaman, pero ellos no pueden oír cómo lo hace él. Por eso se aleja descorazonado». 

La luz clara del conocimiento

En cuanto cesa la respiración del moribundo, el Bardo Thodol explica que hace acto de presencia «la luz clara del conocimiento», exactamente lo mismo que cuentan aquellos que han pasado por el proceso de una ECM. 

Resultado de imagen de Bardo Thodol"
«No has de tener miedo en esa circunstancia de la luz amarilla, clara y resplandeciente, ni de su intensidad –leemos en el antiguo texto budista–. ¡Reconócela como la sabiduría prístina! 

¡Permanece serenamente en el estado más allá de la acción, dejando que tu conciencia trascendente se pose en aquella luz! (…) 

Si logras reconocerla como el resplandor de tu conciencia trascendente (…), todos los reflejos y rayos de luz se fundirán en ti y obtendrás el estado búdico (…) ¡Permanece serenamente en el estado más allá de la acción y más allá de toda intelección, dejando que la conciencia trascendente se pose en aquella luz!». 

Según los que han tenido la oportunidad de contemplarla, esa luminosidad, elemento clásico en las ECM, es de una belleza indescriptible y genera un sentimiento de paz y armonía, hasta el punto de que muchos de los que han vivido una experiencia cercana a la muerte sienten que dicho resplandor es su verdadero hogar, que ellos son parte del mismo, al igual que todos los seres vivos de la creación.

Como trata de explicar el pasaje del Bardo Thodol que hemos transcrito anteriormente, la conciencia de cada uno de nosotros forma parte de esa luz, el origen de toda existencia, Dios o como la queramos denominar. 

Si el espíritu rehúye la luminosidad, aún tendrá otra oportunidad de reconocerse en ella, si no se verá arrastrado a una complicada secuencia de aventuras espirituales, en el transcurso de las cuales su conciencia se irá alejando progresivamente de la «verdad» y, por lo tanto, se verá obligada a nacer de nuevo en la Tierra. «La forma corporal (de la vida) anterior se irá desvaneciendo y se hará cada vez más clara la forma corporal (de tu vida) sucesiva», explica el Bardo Thodol. 

Juicio a la propia vida

Tras abandonar el cuerpo físico, el alma permanece durante algún tiempo en el bardo, el estado intermedio entre el más allá y el mundo de los vivos, el cual se asemeja a una especie de sueño del que ha de despertar hacia su nueva existencia en el «otro lado». 

Allí el espíritu se da cuenta de que su nuevo cuerpo no está constituido de materia y de que se puede mover impulsado por sus pensamientos. Existe la posibilidad de desaparecer y surgir a voluntad en cualquier punto que desee.

 Tiene incluso la capacidad de estar en varios lugares al mismo tiempo y de viajar a la Tierra, observando lo que allí sucede y atravesando objetos físicos. El peligro estriba en que los espíritus se queden apegados a esa «mágica realidad», permaneciendo como destacados observadores de lo que pasa en el mundo de los vivos. 

En el Espejo del Karma se reflejan todas las acciones del espíritu durante su paso por la Tierra 

De todos modos, aquellos que han realizado acciones malévolas durante su paso por nuestra realidad tridimensional, sufrirán las consecuencias kármicas de sus actos, experimentando la pena que han causado a sus semejantes o, por contra, un estado de felicidad y bienestar. En el más allá, explica el Libro tibetano de los muertos, las almas también deberán enfrentarse a un proceso en el que se juzga su vida. 

El magistrado supremo es el Dharma Raja (Rey de la Ley) o Yama Raja (Rey de la Muerte), que se muestra pisando una figura de Mara, símbolo de la naturaleza ilusoria de la existencia humana. En su mano derecha sostiene una espada, que representa el poder espiritual, y en la izquierda el Espejo del Karma, en el que se reflejan todas las acciones, tanto buenas como malas, del individuo que está siendo juzgado. 





Siguiendo las instrucciones de Dharma o Yama Raja, otra serie de deidades colocan en una balanza una cantidad determinada de piedras negras o blancas, según el número de actuaciones positivas o negativas del «acusado». El encargado de la báscula es Shinje, un dios con cabeza de mono. Acto seguido, un consejo de sabios decide en cuál de los seis ámbitos de la existencia ultraterrena deberá permanecer ese espíritu. 

Dichas parcelas del «otro lado» van desde la más elevada, a donde van a parar las almas más evolucionadas, conocida como estado de los dioses, a la más baja: el ámbito del Inframundo. De todos modos, estos procesos nunca son eternos, y el espíritu siempre puede alcanzar nuevas metas a medida que se hace consciente de las verdaderas consecuencias de sus actos. 

Después de este juicio, el alma también puede ser «condenada» a renacer en la Tierra, tanto en forma humana como de animal. Esta nueva existencia le ofrecerá oportunidades para la práctica espiritual y para actuar con bondad y justicia, experimentando en la escuela terrenal y preparándose para un nuevo proceso después de desencarnar otra vez.


martes, 21 de enero de 2020

¿Existe el INFIERNO? Hablan los Que Han ESTADO AHÍ







viernes, 8 de noviembre de 2019

La Gran Trampa: Tras la Muerte ¡Nos absorben en una Rueda de Energia!







sábado, 26 de octubre de 2019

El Hombre que FALLECIÓ y REGRESÓ Para Contar Cómo MURIÓ: Impactante Caso Demostrado







martes, 3 de septiembre de 2019

Visiones de los seres queridos fallecidos, más allá de la muerte

En este artículo vamos hablar de un fenómeno que va más allá de la intuición o de las corazonadas. Las personas han informado de que han visto a sus familiares justo antes de estar muy grave a casi morir.

 Estas personas no conocían de antemano acerca de la muerte de sus seres queridos.

A continuación se muestra una selección de casos recogidos por el Dr. Bruce Greyson de la Universidad de Virginia en su informe de 2010 "Visiones de los muertos, sin saber acerca de su muerte", que fue publicado por la Asociación Americana de Antropología.

El Dr. Grayson dice: "Estos casos son la evidencia más convincente de que la conciencia sobrevive a la muerte."





Niño con fiebre ve a su hermana y a sus parientes muertos.

Un niño de nueve años de edad llamado Eddie Kumo sufrió de fiebre durante casi dos días.

 Se despertó a las 3:00 de la mañana, cuando la temperatura bajó, al despertar el le dijo a sus padres y al doctor K. Dale, he vistó a los miembros de la familia muertos, incluyendo a mi abuelo. 

El niño también vio a su hermana de 19 años de edad, Teresa, que estaba en la universidad.

El padre de Eddie habló con ella hace unos días, y ella estaba bien, por lo cual sorprendieron que hubiera mensioado a Teresa. 

Pero al final del día, la familia se enteró de que Teresa murió en un accidente automovilístico en la medianoche - un par de horas antes de que Eddie se durmiera por la fuerte biebre que tenía.

Este caso fue escrito por el médico KM Dale y se menciona en el libro "Los Niños del Mundo: la sorprendente verdad acerca de las experiencias cercanas a la muerte de los niños" escrito en 1995 por Brad y Sherry Hansen Staydzherov.

Una mujer en un accidente de coche vio a su padre, que murió una hora antes 

Una mujer indígena tuvo un accidente de coche y se estaba muriendo.

 Ella le dijo a un extraño que se detuvo a ayudarla: "Si alguna vez pasas cerca de la reserva indígena, por favor, dile a mi madre que yo estoy bien. 

No sólo bien, estoy muy feliz porque yo ya estoy con mi papá. "El extraño encontró a su madre y le transmitió el mensaje. Resulta que el padre de la mujer había muerto inesperadamente de un infarto una hora antes del accidente de coche. 

Este relato fue relacionado por el psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en su libro escrito en 1983 "Por la Niñez y de la muerte." 

Una mujer tuvo una visión de su hijo antes de morir.

En el siglo 19 en Inglaterra, la señora Hicks estaba en su lecho de muerte. 

Su hijo, Eddie, vivia en Australia estaba sano y bien en lo que todo el mundo en Inglaterra sabía. 

La señora Hicks dijo: "Pobre Eddie; oh, él está muy enfermo; ha tenido una caída.

 "Ella continuó hablando de" pobre Eddie "hasta que murió más tarde ese día.

 Como se descubrió más tarde, Eddie había enfermado y el había caído de su caballo, el murio en el mismo día en que su madre tuvo la visión.

Esta Historia fue relatada en las "Actas de la Sociedad para la Investigación Psíquica" en 1899.

Un niño vio al amor de su madre en la escuela.

Un niño de 7 años de edad, estaba muriendo de leucemia cuando le dijo a su madre que había estado en el cielo. En el cielo, dijo el muchacho, que un hombre se le había presentado como su antiguo novio que estaba paralizado en un accidente de coche.

 La madre estaba segura de que nunca había dicho a su hijo acerca de este antiguo novio. Más tarde la madre se enteró de que su antiguo novio había muerto el mismo día en que su hijo tuvo la visión.

Este relato fue relacionado por el pediatra Melvin Morse en su libro de 1990 "Más cerca de la Luz: Aprendiendo de las Experiencias Cercanas a la Muerte de Niños", co-escrito con Paul Perry.





'Oh, Will, ¿estás ahí?'

Una anciana se estaba muriendo en los Estados Unidos, rodeada de sus nietos. Justo antes de morir, ella dijo, "Oh, Will, ¿estás ahí?" La única persona nombrada en el testamento de la familia era un tío abuelo en Inglaterra. Su familia más tarde se enteró de que Will había muerto dos días antes de que la anciana muriera.

Este relato fue relatado por el Dr. Ian Stevenson en su libro de 1959 "Los hechos incómodos acerca de la percepción extrasensorial."



lunes, 2 de septiembre de 2019

Mujer que «murió» por 27 minutos escribe lo que vio del otro lado

 La mujer de Arizona (EE.UU.), que estuvo muerta por 27 minutos y luego resucitó, inmediatamente pidió un papel para escribir un mensaje sobre lo que vio en el más allá.

 En junio de este año, Madie Johnson compartió fotos en su Instagram sobre su nuevo tatuaje, inspirado en una nota escrita por su tía, Tina Hines, quien sufrió un paro cardíaco el año pasado.

 «Su historia es demasiado real como para no compartirla y me ha dado una mayor confianza en una fe que a menudo no puede verse», escribió Madie. Su tía, de Phoenix, estaba preparándose para ir a escalar con su esposo, cuando de pronto colapsó. «Sus ojos no se cerraron, y se volvieron para atrás», dijo Brian Hines. «Se puso morada y no hacía ningún ruido o respiraba».





 Y aunque Brian pudo resucitar a su esposa poco antes que los paramédicos arribaran al lugar, la mujer sufrió múltiples infartos camino al hospital local, donde fue entubada.

«En total la desfribilamos tres veces en la escena y dos en el camino», dijo uno de los bomberos de Phoenix. «Nunca había desfibrilado a alguien tantas veces». 

Milagrosamente, la madre de cuatro despertó e inmediatamente hizo un ademán para que le alcancen un bolígrafo y un bloc de notas en donde escribió como pudo lo siguiente: «Es real».

Al preguntársele «¿qué es real?», Tina respondió apuntando al cielo con lágrimas en sus ojos, según cuenta su sobrina. 

El bloc de notas donde Tina escribió el mensaje, ya que temporalmente estaba entubada y no podía hablar.

«Fue tan real, los colores eran tan vibrantes», detalló la mujer refiriéndose a su visión, en la que afirma estaba el propio Jesús parado frente a unas puertas negras y con un resplandor dorado tras él. 

Es por esto que Madie quiso hacerse un tatuaje para tener un recuerdo permanente del viaje de su tía Tina al más allá, el cual le hizo ver como «tangible a la esperanza eterna». El tatuaje dice ‘It’s real’ (Es real, en inglés). 

La artista que hizo el tatuaje, Suede Silver, compartió en Facebook la foto de su obra junto con la historia que la acompaña. Desde entonces ha sido compartida más de 400 veces y cosechado miles de reacciones y comentarios de gente que dice haber tenido experiencias cercanas a la muerte (ECMs) similares.

 Un estudio sobre el fenómeno publicado en 2013, en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, halló que los altos niveles en las ondas cerebrales presentes en ratas al momento de la muerte podrían explicar este tipo de experiencias vívidas descritas por los sobrevivientes. 





La feliz familia. «Un montón de gente piensa que el cerebro, luego de la muerte clínica, está inactivo o hipoactivo, con menos actividad que en estado de vigilia. Sin embargo hemos demostrado que defininitivamente no es así», explicó el Dr. Jimo Borjigin, autor principal del estudio.

 «De hecho, [el cerebro] está más activo durante el proceso de muerte que en el estado de vigilia». Fuente: Yahoo News.


lunes, 15 de julio de 2019

El extraño Mensaje que reveló una mujer al Morir 27 minutos







martes, 25 de junio de 2019

Personas que Adquirieron Habilidades Sobrehumanas tras Volver del Más Allá







viernes, 26 de abril de 2019

La Irreversibilidad de la Muerte Cerebral, Cuestionada

Un experimento con cerebros de cerdos ha logrado preservar algunas funciones de sus neuronas horas después de su muerte. 

Los resultados podrían afectar a las consideraciones médicas y éticas de pacientes en estado crítico en espera de un órgano para trasplante, y a la inversa: cómo convencerse de que una situación de muerte clínica es irreversible.

Los resultados de una investigación con cerebros de cerdos, publicada la semana pasada en la revista Nature, cuestionan el hecho asumido hasta ahora de que el cerebro de los mamíferos sufre daños irreversibles minutos después de que la sangre deja de circular y plantea la posibilidad de que la recuperación del cerebro sea posible incluso después de que el corazón haya dejado de latir por un tiempo prolongado.

Una persona es declarada clínicamente muerta si hay una pérdida irreversible de la función cerebral. Es lo que se llama muerte cerebral y se pone en evidencia por la pérdida de actividad cerebral indicada por el electroencefalograma isoeléctrico o plano.

Con la interrupción del flujo sanguíneo cerebral, una cascada neuroquímica dispara mecanismos de muerte neuronal





La falta de actividad cerebral se considera un síntoma infalible de muerte biológica y la Organización Mundial de la Salud establece al respecto un conjunto de criterios ineludibles para establecer con certeza la muerte. Pero no todos los tejidos y órganos pierden sus características funcionales al mismo tiempo. Se asume que ciertos órganos pueden preservar su vitalidad tras la muerte cerebral.

Diversos estudios, realizados tanto en humanos como en animales experimentales, han demostrado que la actividad eléctrica global y la consciencia se pierden a los pocos minutos de la interrupción del flujo sanguíneo cerebral. 

A menos que la perfusión sanguínea se restaure rápidamente, varios mecanismos bien conocidos desencadenan la pérdida de la homeostasis iónica y la acumulación de glutamato, el neurotransmisor excitador más abundante del cerebro, hasta alcanzar niveles tóxicos para las neuronas. Esta cascada progresiva e irreversiblemente dispara mecanismos de muerte neuronal y daño axonal.

Ahora, la nueva investigación liderada por la Universidad de Yale ha descrito la recuperación de ciertas propiedades estructurales y funcionales en cerebros de cerdos sacrificados cuatro horas antes.
Un líquido especial

Esta recuperación se logró tras perfundir extracorpóreamente los cerebros a través de sus arterias carótidas con un líquido especial que contenía una serie de compuestos citoprotectores, anticoagulantes nutritivos, etc, además de hemoglobina como elemento portador del oxígeno necesario para la actividad vital de las células. 

Este líquido fue bombeado a través del sistema vascular cerebral con picos y valles de presión, tratando de simular así la actividad cardiaca.Tras la muerte clínica de los cerdos, se logró preservar la funcionalidad de las neuronas y de sus sistemas de comunicación sináptica

Tras la muerte clínica, este tratamiento restauró y mantuvo la circulación en las principales arterias, vasos sanguíneos y capilares, preservando el metabolismo cerebral y la capacidad de respuesta celular a fármacos. Igualmente, estudios electrofisiológicos realizados en rodajas tomadas de estos cerebros tras un tiempo considerable de estar mantenidos en estas condiciones (hasta seis horas) indicaron la preservación de la funcionalidad de las neuronas y de sus sistemas de comunicación sináptica.

Pruebas histológicas indicaron la salvaguarda de la estructura neuronal más allá de lo esperable e incluso se evitaron algunos cambios macroscópicos observados en los cerebros no tratados con este sistema (dilatación de los ventrículos cerebrales). Estos hallazgos prueban que, en condiciones adecuadas, el cerebro de los mamíferos posee una capacidad, hasta ahora subestimada, para preservar y restablecer la actividad molecular y celular tras un intervalo prolongado post mortem.

Es importante señalar que, aunque se preserva y reanima la actividad neurofisiológica con este procedimiento, la actividad eléctrica cerebral global, es decir, el electroencefalograma de estos cerebros reanimados, no se recuperó, al menos en el periodo de tiempo estudiado (seis horas).

El cerebro no volvió a funcionar

Los registros de la corteza cerebral mediante electrodos indicaron una falta de actividad coordinada total, lo que lleva a pensar que aunque los elementos que constituyen el cerebro (neuronas, células de glía, componentes vasculares, etc) se pueden preservar más allá de lo que se imaginaba, el cerebro no recupera la capacidad de funcionar como un todo, y por tanto se duda de que la consciencia, o la capacidad de experimentar sensaciones (dolor o angustia) se recuperen con este procedimiento.
Se duda de que puedan recuperarse la consciencia o la capacidad de sentir

La preservación de ciertas características fisiológicas celulares y metabólicas cerebrales no resultan, por tanto, en el resurgimiento automático de la función cerebral normal y bien organizada, posible signo de consciencia. Se logra un cerebro con sus elementos celulares vivos, pero sin función integrada o emergente. Por qué esto es así requerirá de más investigación.

De hecho, estudios anteriores lograron mantener vivos cerebros de ratas y cobayas durante horas, extraídos del cuerpo. Estos cerebros sí mantuvieron la actividad electroencefalográfica global, además de funciones celulares y moleculares. 

No sabemos si este hecho se debe al menor tamaño de los cerebros o al procedimiento experimental (la muerte cerebral nunca tuvo lugar), más rápido y respetuoso con la integridad cerebral.

Consecuencias para los humanos

En mi opinión, se está aun muy lejos de aplicar estos métodos para poder restaurar estructuras y funciones cerebrales de personas que en la actualidad serían declaradas clínicamente muertas. De hecho, este método es tremendamente invasivo y su aplicación a humanos se vislumbra un tanto difícil. 

Sin embargo, no existe impedimento biológico claro para pensar que no podría aplicarse a seres humanos en condiciones especiales.Este método es tremendamente invasivo, pero no existe impedimento biológico claro para pensar que no podría aplicarse a seres humanos





No hay razón para pensar que este líquido ‘resucitante’ especialmente formulado no pueda funcionar igualmente en los seres humanos. Al fin y al cabo, todos los animales, incluyendo los mamíferos, compartimos principios vitales fundamentales.Probarlo experimentalmente representa un problema bioético de enorme magnitud y no creo que esté previsto a corto plazo.

Sin embargo, los resultados de esta investigación constituyen una prueba de concepto que podría afectar a las consideraciones médicas y éticas de pacientes en estado crítico en espera de un órgano para trasplante, y a la inversa: cómo convencerse de que una situación de muerte clínica es irreversible, dando pie a la donación de órganos.

Hipotéticamente, si esta tecnología se mejorara y se desarrollara para su uso en humanos, las personas con muerte cerebral, especialmente aquella resultante de la falta de oxígeno, podrían convertirse en candidatos a una reanimación cerebral.

La neurociencia no deja de sacudir la conciencia humana y social con sus hallazgos. Los científicos nos limitamos a describir lo que encontramos. La sociedad, una vez más, habrá de encontrar el camino para adaptarse al progreso del conocimiento.


lunes, 15 de abril de 2019

Despues de la Muerte cuatro trampas nos esperan






domingo, 10 de marzo de 2019

Médico demuestra que nuestros Seres Queridos fallecidos Nos Esperan en el momento de nuestra Muerte

Los sueños siempre han sido considerados como el espejo de nuestra mente subconsciente y se dice que revelan más sobre nuestra vida de lo que sabemos.

 Incluso la psicología moderna admite que muchas de las cosas que ocurren en los sueños va más allá de lo que podemos entender. 

Lo que está claro es que el mundo onírico está relacionado con nuestra vida y muerte. Esto sucede muchas veces cuando escuchas a alguien decir que tuvo una pesadilla o un sueño extraño y después de varios días recibió una mala noticia.

Curiosamente, hace uno días publicamos en Mundo Esotérico y Paranormal como la Dra. Julia Mossbridge, una neurocientífica cuyo trabajo en la Universidad Northwestern, EE.UU., concluyó después de 15 años de extensas investigaciones que los sueños precognitivos, soñar eventos futuros antes de que sucedan, son reales. 

Es más, demostró que entre el 15 y el 30 por ciento de las personas han experimentado alguna vez en sus vidas este tipo de sueños. Incluso así, el misterio completo de los sueños permanece sin resolver. Muchos expertos en la materia afirman que los sueños no pueden ser descifrados completamente porque están conectados a otras dimensiones. 





Cierto o no, lo que sabemos con toda seguridad es que no se deben ignorar los sueños, ya que siempre llevan un mensaje que debe entenderse, e incluso podría ser una advertencia. Y esto es lo que ha demostrado un médico estadounidense, quien asegura que muchas personas sueñan con sus seres queridos fallecidos antes de morir.

Sueños y visiones de seres queridos fallecidos

Las experiencias al final de la vida son intrínsecas al proceso de morir, y se han informado a lo largo de la historia y en todas las culturas. Sin embargo, los sueños y las visiones de los moribundos han sido descartados por la comunidad médica como meras alucinaciones. Nadie le había preguntado directamente a los pacientes moribundos o había intentado cuantificar sus experiencias al final de la vida, hasta ahora.

El Dr. Christopher Kerr y su equipo han entrevistado a más de 14.000 pacientes con enfermedades terminales, y son los primeros en cuantificar y documentar los sueños y visiones del final de la vida directamente de los pacientes durante sus últimos días. 

La gran mayoría de los pacientes informaron al menos una experiencia al final de la vida y compartieron un hilo común en el contenido de sus sueños: el 72 por ciento soñaba con seres queridos fallecidos; El 59 por ciento soñaba con viajar o prepararse para marchar; El 29 por ciento soñaba con los vivos; y el 28 por ciento tuvo “otras experiencias significativas”.

Los investigadores también descubrieron que los diferentes tipos de visiones y sueños proporcionaban diferentes niveles de tranquilidad. En una escala de 1 a 5, donde 5 es el nivel más alto de tranquilidad, aquellos que soñaron con seres queridos fallecidos registraron un nivel de 4.23; Los que soñaban con la vida era de 3.03. 

Las personas cercanas a la muerte a menudo informaron sueños de seres queridos fallecidos en sus lechos de muerte, generalmente “invisibles” para los demás en la sala.

“Entré y la enfermera ni siquiera levantó la vista”, dijo el Dr. Kerr a la cadena de televisión CBSde Pittsburgh. “Y ella dijo: “No, no, él se está muriendo”, y yo dije: ‘¿Por qué dices eso?’ Y ella dijo: ‘Bueno, él está viendo a su madre fallecida’ y yo estaba como [riendo] ‘Sí, claro’.”

En uno de los casos, una mujer que estaba a punto de morir llamada Mary se encontraba en la cama rodeada de sus cuatro hijos. Un día ella estaba sentada y acunando a un bebé que nadie más podía ver. Llamó al bebé Danny, pero ninguno de sus hijos se llamaba Danny. Al día siguiente, la hermana de Mary la visitó y dijo que Danny era el primer hijo de Mary, un hijo muerto.





 La pérdida fue tan profunda que Mary nunca habló de Danny; pero cuando se enfrentó al final de la vida, su indescriptible pérdida volvió a ella transformada en amor y paz. Muchos pacientes moribundos, como Mary, tienen heridas físicas que no se pueden curar, pero a través de los sueños del final de la vida, sus heridas espirituales se curan.

El Dr. Kerr, quien es director del hospicio Buffalo, ubicado en el estado de Nueva York (EE.UU.), era escéptico con estos temas, pero los casos investigados le cambiaron su percepción sobre la muerte. Sin embargo, ahora dice que los médicos no están preparados para lidiar con estos sueños.

“Lo que está claro es que la gente está diciendo universalmente que esto se siente más real y diferente a cualquier sueño que haya tenido antes”, concluyó el Dr. Kerr.

En la misma semana hemos sido testigos de cómo los científicos están cambiando su forma de pensar sobre nuestra existencia: la reconocida neurocientífica Dra. Julia Mossbridge afirmó que los sueños predicen el futuro y ahora el Dr. Christopher Kerr ha demostrado que las personas moribundas ven a sus seres queridos fallecidos en sueños y visiones.

Entonces, podemos decir que cuando está llegando el momento de la muerte, difuntos amigos y seres queridos están esperando a los moribundos. Sin duda alguna, esto puede ser reconfortante para todos aquellos que no saben que les espera más allá de esta vida.

¿Has tenido experiencias similares con familiares a punto de morir? No dudes en explicarlas a continuación.

Por MEP
Publicado el 08/03/2019
https://www.mundoesotericoparanormal.com/medico-demuestra-nuestros-seres-queridos-fallecidos-nos-esperan-momento-nuestra-muerte/

lunes, 4 de febrero de 2019

El actor británico que estuvo muerto 7 minutos cuenta qué vio en el más allá


Foto: Pixabay
Por RT

Este hombre de 60 años pinta cuadros con las escenas que habría contemplado durante ese periodo.

Shiv Grewal, actor de la compañía de teatro británica Royal Shakespeare Company (RSC), ha revelado al diferentes medios de de Reino Unido qué vio en el ‘más allá’ cuando experimentó una muerte clínica.





Hace cinco años, este artista sufrió un paro cardiaco y permaneció clínicamente muerto durante siete minutos antes de que le reanimaran, un periodo en el que experimentó algo similar a sentirse “en un vacío” aunque, al mismo tiempo, “tenía emociones y sensaciones“.

Shiv Grewal@shiv_shivinder



Man who died for seven minutes paints pictures of what he saw in the ‘afterlife’

Royal Shakespeare Company actor Shiv Grewal, 60, suffered a massive cardiac arrest at his home after dining out with wife Alison and was technically dead for seven minutes

mirror.co.uk

Grewal ha confesado que “era consciente de que mi cerebro se estaba muriendo y pedía ayuda a gritos“, pero también sabía que había una posibilidad de volver a casa“.

Este británico de 60 años ha descrito su experiencia como “soñar despierto” o “un viaje cósmico“: “En un momento dado, viajaba sobre la Luna y podía ver meteoritos y todo el espacio“.

Asimismo, ha detallado que pudo elegir permanecer allí o regresar a la vida: “Sentí que había un conjunto de posibilidades y que me ofrecían varias vidas y reencarnaciones, pero no las quise“.



Hoy en día, Shiv Grewal pinta cuadros con todo lo que cree que vio durante esos instantes.

http://selenitaconsciente.com/?p=285758#more-285758


sábado, 22 de diciembre de 2018

Visiones de los seres queridos Fallecidos, más allá de la muerte

En este artículo vamos hablar de un fenómeno que va más allá de la intuición o de las corazonadas.

 Las personas han informado de que han visto a sus familiares justo antes de estar muy grave a casi morir. 

Estas personas no conocían de antemano acerca de la muerte de sus seres queridos.

A continuación se muestra una selección de casos recogidos por el Dr. Bruce Greyson de la Universidad de Virginia en su informe de 2010 

"Visiones de los muertos, sin saber acerca de su muerte", que fue publicado por la Asociación Americana de Antropología.

El Dr. Grayson dice: "Estos casos son la evidencia más convincente de que la conciencia sobrevive a la muerte."

Niño con fiebre ve a su hermana y a sus parientes muertos.





Un niño de nueve años de edad llamado Eddie Kumo sufrió de fiebre durante casi dos días.

Se despertó a las 3:00 de la mañana, cuando la temperatura bajó, al despertar el le dijo a sus padres y al doctor K. Dale, he vistó a los miembros de la familia muertos, incluyendo a mi abuelo. 

El niño también vio a su hermana de 19 años de edad, Teresa, que estaba en la universidad.

El padre de Eddie habló con ella hace unos días, y ella estaba bien, por lo cual sorprendieron que hubiera mensioado a Teresa.

Pero al final del día, la familia se enteró de que Teresa murió en un accidente automovilístico en la medianoche - un par de horas antes de que Eddie se durmiera por la fuerte biebre que tenía.

Este caso fue escrito por el médico KM Dale y se menciona en el libro "Los Niños del Mundo: la sorprendente verdad acerca de las experiencias cercanas a la muerte de los niños" escrito en 1995 por Brad y Sherry Hansen Staydzherov.

Una mujer en un accidente de coche vio a su padre, que murió una hora antes 

Una mujer indígena tuvo un accidente de coche y se estaba muriendo. Ella le dijo a un extraño que se detuvo a ayudarla:

 "Si alguna vez pasas cerca de la reserva indígena, por favor, dile a mi madre que yo estoy bien. No sólo bien, estoy muy feliz porque yo ya estoy con mi papá. 

"El extraño encontró a su madre y le transmitió el mensaje. Resulta que el padre de la mujer había muerto inesperadamente de un infarto una hora antes del accidente de coche. 

Este relato fue relacionado por el psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross en su libro escrito en 1983 "Por la Niñez y de la muerte." 

Una mujer tuvo una visión de su hijo antes de morir.

En el siglo 19 en Inglaterra, la señora Hicks estaba en su lecho de muerte. 

Su hijo, Eddie, vivia en Australia estaba sano y bien en lo que todo el mundo en Inglaterra sabía. La señora Hicks dijo: "Pobre Eddie; oh, él está muy enfermo; ha tenido una caída.

 "Ella continuó hablando de" pobre Eddie "hasta que murió más tarde ese día.

Como se descubrió más tarde, Eddie había enfermado y el había caído de su caballo, el murio en el mismo día en que su madre tuvo la visión.





Esta Historia fue relatada en las "Actas de la Sociedad para la Investigación Psíquica" en 1899.

Un niño vio al amor de su madre en la escuela.

Un niño de 7 años de edad, estaba muriendo de leucemia cuando le dijo a su madre que había estado en el cielo. En el cielo, dijo el muchacho, que un hombre se le había presentado como su antiguo novio que estaba paralizado en un accidente de coche.

 La madre estaba segura de que nunca había dicho a su hijo acerca de este antiguo novio. Más tarde la madre se enteró de que su antiguo novio había muerto el mismo día en que su hijo tuvo la visión.

Este relato fue relacionado por el pediatra Melvin Morse en su libro de 1990 "Más cerca de la Luz: Aprendiendo de las Experiencias Cercanas a la Muerte de Niños", co-escrito con Paul Perry.

'Oh, Will, ¿estás ahí?'

Una anciana se estaba muriendo en los Estados Unidos, rodeada de sus nietos. Justo antes de morir, ella dijo, "Oh, Will, ¿estás ahí?" La única persona nombrada en el testamento de la familia era un tío abuelo en Inglaterra. Su familia más tarde se enteró de que Will había muerto dos días antes de que la anciana muriera.

Este relato fue relatado por el Dr. Ian Stevenson en su libro de 1959 "Los hechos incómodos acerca de la percepción extrasensorial."



martes, 4 de diciembre de 2018

Los ojos de las alas de los ángeles: cómo las Experiencias Cercanas a la Muerte transforman la visión para siempre

Resultado de imagen de Experiencias Cercanas a la MuerteLas experiencias cercanas a la muerte son uno de los fenómenos que no han podido ser explicados de manera satisfactoria por la ciencia desde un paradigma materialista, en el que se identifica el cerebro con la conciencia. 

Como dice el Dr. Bruce Grayson, quien ha estudiado por décadas estas experiencias en la Universidad de Virginia, ante estos relatos la ciencia se enfrenta con el hecho asombroso de que las personas reportan una función mental aumentada en un evento en el que su cerebro debería encontrarse en un estado de funcionamiento reducido, cuando no simplemente inerte, sin ninguna posibilidad de tener una experiencia consciente. 

Pese a estar clínicamente “muertos” o en estado de coma, personas llegan a experimentar visiones beatíficas, estados de unión mística, percepciones de fenómenos simultáneos (como si el tiempo no existiera) e, incluso, logran describir eventos que suceden durante su coma o “muerte” clínica y que luego son corroborados por otras personas.





Grayson ha dicho que, más allá de lo fascinante que pueden ser las descripciones visionarias y las implicaciones que éstas pueden para el paradigma materialista de la ciencia, lo que más le llama la atención es el efecto profundamente transformador que tienen las famosas “near death experiences” (NDE). Como resultado de estas experiencias, las personas suelen perder el miedo a la muerte (y con ello también a la vida), encontrar propósito y sentido existencial, y en general volverse más abiertas y espirituales.

 Y esto suele ser algo que los acompaña por el resto de su vida. Esto me hace recordar lo que ha dicho Peter Kingsley, el gran experto en la filosofía de Parménides y su método de “incubación” meditativa: la vida se trata de morir antes de morir. Experimentar la muerte o algo que realmente comunique la esencia de la muerte y ponga a prueba al espíritu… y seguir viviendo. Una especie de petite résurrection.

En los últimos años se han documentado numerosos y fascinantes casos de experiencias cercanas a la muerte. Uno de los más notables fue el del Dr Eben Alexander, un neurocirujano de Harvard que tuvo una experiencia tan intensa que después de ella, en el furor de una prolongada euforia, escribió un libro asegurando que el cielo existía y que él tenía las pruebas. Sin duda, quien se interesa por investigar y debatir la explicación científica de este tema hará bien en revisar estos casos, especialmente el trabajo del Dr. Grayson. 

A mi lo que me interesa, sin embargo, es el sentido filosófico y sobre todo poético de estos encuentros íntimos con la muerte. Y para ello quiero traer a colación dos casos de grandes personajes del siglo XX, quienes vivieron inolvidables experiencias cercanas a la muerte. Uno es el padre Sergii Bulgakov, considerado por muchos el más grande teólogo de la Iglesia Ortodoxa del siglo XX y el principal sistematizador de la sophiología, el otro es el psicólogo suizo Carl Jung.

Una visita del Ángel Guardián

Bulgakov tuvo dos experiencias cercanas a la muerte, en 1926 y en 1939, y además sufrió la muerte de su pequeño hijo Ivan, lo cual también fue importante en su comprensión espiritual y cristológica de la muerte. Bulgakov escribió sobre estas experiencias en su ensayoSophiología de la Muerte y en su libro sobre los ángeles: 

La escalera de Jacob. 

Según glosa el teólogo Andrew Louth, Bulgakov entendió su acercamiento a la muerte como “un evento solitario en el que se experimenta de forma novedosa la presencia del ángel guardián… la soledad se experimenta como la presencia del pecado, en una hoguera en la que uno perecería, pero donde se encuentra una cierta frescura”. 

Una frescura, un alivio, que viene de la presencia del ángel guardián. Para Bulgakov, el ángel guardián o ángel de la guarda es “un amigo espiritual” creado al mismo tiempo que el alma, “en la posibilidad del amor divino”, el cual puede conocerse solamente cuando el alma entra en un estado de pureza y silencio, “cuando es colmada de luz y lavada por los rayos de la inmortalidad, entonces, lo siente inclinarse con inexpresable amor, un ser tan cercano, similar, tierno, calmo, amoroso, fiel, sereno, afectivo, luminoso…”. 

El ángel guardián ejerce una sutil pedagogía celeste, sin nunca llegar a la coerción, sólo sugiriendo e influyendo a través de una bondadosa presencia invisible que puede despertar el “conocimiento de nuestro yo superior”.

Cuando Bulgakov estaba enfermo, rodeado de sus seres más cercanos, en lo que ya había sido preparado como su lecho de muerte, tuvo una visión en la que ingresaba a un mundo beatífico, bañado por una luz divina, donde se le acercó un “compañero”: su ángel guardián, quien le dijo que debía regresar. Era enviado de vuelta a la vida, pues su tiempo no había llegado aún. Pero era regresado no sin antes obtener una visión inefable, la cual prefirió no describir.

 Esta experiencia, según cuenta Louth, lo marco hasta el punto de que Bulgakov la recordaba todos los días y vivía cada día como si fuera el último de su vida. La hermana Joanna Reitlinger, quien tenía a Bulgakov como supervisor espiritual, cuenta que celebraba sus sermones como si fueran todos el último y tenía la disposición de nunca dejar un conflicto sin resolverse antes del atardecer.

 Joanna señala que Bulgakov se movía ya en sus últimos años con un aire de santidad. Sergii Bulgakov murió en julio de 1944 de cáncer en la garganta, en la ciudad de París, un día después de la fiesta ortodoxa de Espíritu Santo, justo el aniversario de su ordenación como padre. El día antes de morir él mismo presidió una liturgia.

Después de contar la historia de Bulgakov, Louth nos regala una deliciosa conexión, apenas sugerida, la cual le viene de otro teólogo ortodoxo, Olivier Clément. Clément narra una bella leyenda, “posiblemente originada en Medio Oriente”, en la que se cuenta que “justo cuando alguien va a morir, Dios envía al ángel de la muerte para que tome su alma. Este ángel tiene las alas cubiertas de ojos”, como el querubín de la visión del profeta Ezekiel. 

En ocasiones, quizá porque él o ella es muy necesitado todavía en la Tierra ( o “por una lágrima o una plegaria”), Dios modifica su orden “y llama de regreso al ángel.” Entonces el ángel desprende un par de ojos de sus alas “y se los da a quien, regresando de la muerte, ahora ve todas las cosas con esos ojos.” Clément agrega: “Esa mirada transparente: ¿acaso no es la que deberíamos de buscar siempre?”

¿Acaso Sergii Bulgakov obtuvo de su experiencia cercana de la muerte esa “mirada transparente”, la mirada del ángel que tal vez le brindó los ojos de sus alas, el ángel que sólo puede conocerse en el silencio y en la luz, en la resonancia virginal del alma? 

La historia es realmente hermosa, pues para la tradición cristiana los ángeles son los “mensajeros” justamente porque tienen impreso en su esencia el “mensaje” primordial de la creación -la gloria divina-, puesto que ellos gozan en la eternidad de la visión de Dios, más o menos cerca o con más o menos claridad y plenitud según su lugar en la jerarquía celestial. 

Es adecuado, entonces, que los ángeles sean los dadores de visión, de esa visión que es “la paz que da el entendimiento de toda las cosas” (y viceversa: el entendimiento que da la paz perpetua). E, igualmente apropiado, es que esos ojos sean los ojos de sus alas. Pues la misma visión celestial eleva: es, como la belleza, de naturaleza anagógica. 

Y el alma en la Tierra, al recordar, como por una anamnesis platónica, vuelve a las alturas celestiales, sus visión la remonta a ese estado beatífico supratemporal donde se hace realidad “la posibilidad del amor divino”. 





Todo esto, por otro lado, es una forma poética de explicar ese hecho que el Dr Greyson considera el más relevante de las experiencias cercanas a la muerte: que transforman de manera radical la visión que tienen la personas del mundo. Esa mirada transparente. ¿O cómo de “berilio resplandeciente”, como en el carro angélico de Ezekiel?

La boda mística al fin del tiempo: el universo como un jardín de granadas

En 1944 -el año en el que murió Bulgakov- Jung sufrió un infarto cardiaco y experimentó lo que bien podemos llamar una “experiencia cercana de la muerte”, acompañada de una serie de visiones similares a las que se encuentran en la literatura médica, si bien con el añadido de la gran riqueza imaginativa y asociación simbólica que caracterizó al psicólogo suizo. J

ung cuenta haber tenido una especie de desdoblamiento en el que primero empezó a ascender por encima de la tierra, viendo los mares y desiertos del planeta. 

Cuando estaba flotando en el universo, una piedra llamó la atención de Jung -quien después de todo era un moderno alquimista en busca de “la piedra”-. La piedra era un templo en el que había un hombre indio en estado de absorción meditativa sobre un trono de loto.

Cuando se acercaba a los peldaños de la entrada, Jung sintió como toda su existencia se borraba, sus cuitas, deseos y apegos se desembarazaban; esto era algo doloroso pero a la vez aliviante. “No existía ya nada que yo pretendiese o desease, sino que permanecía, por así decirlo, objetivo: era esto lo que había vivido. 

Es verdad que primero predominó la sensación de la aniquilación, de ser arrebatado o de ser despojado, pero repentinamente también esto pasó. Todo parecía expirado, quedaba un fait accompli, sin relación alguna con lo antiguo.”

 Mientras sucedía esto, y Jung tenía la sensación de que iba a “encontrar las respuestas a todas cuestiones” que se habían quedado sin respuesta, algo le llamó la atención. Desde abajo, “desde Europa, se elevó una imagen. Era mi médico”. Su médico, que le aparecía como un monarca del templo de Kos, la ciudad donde Esculapio tenía su templo y donde nació Hipócrates, lo llamaba y le decía que no debía abandonar la Tierra. Su médico estaba como transfigurado en el arquetipo de la medicina. 

 “Me sentía profundamente desilusionado; pues ahora todo parecía haber sido en vano. El doloroso proceso de “exfoliación” había sido inútil y no me estaba permitido ir al templo y ver a los hombres a los que yo pertenecía.”

Después de esto, Jung estuvo tres semanas en convalecencia, sin ganas de vivir. Pero, además, sentía una gran preocupación porque misteriosamente le había llegado el conocimiento de que el médico debía morir en lugar de él (y así fue, según cuenta). Jung le intentaba decir lo que estaba sucediendo pero se dirigía a él como si fuera un “basileus Kos”, lo cual al aparecer no ayudó a transmitir el mensaje.

Antes de finalmente recuperarse, Jung empezó a tener visiones y éxtasis en la noches. En el día se sentía miserablemente, pero después de dormir por la tarde, se despertaba sintiéndose como si estuviera flotando en el espacio, “como si yo estuviese oculto en el seno del universo -en un vacío inmenso, pero desbordante de una sensación de máxima felicidad.

 ¡Esto es la eterna bienaventuranza, no hay modo de describirlo, es demasiado maravillosa!, pensaba.” Una de esas noches, la enfermera que le traía la comida le pareció ser “una anciana judía” que le traía comidas rituales, con un halo azul que iluminaba su cabeza.

Yo mismo me encontraba -así me lo parecía- en el Pardes rimmonim, en el jardín de las granadas y tenía lugar la boda de Tieferet con Malkut. O yo era como el rabí Simon ben Jochai, cuyas bodas se celebraban entonces.

 Se trataba de las bodas místicas, tal como se representan en la tradición cabalística. No puedo decirles a ustedes lo maravilloso que esto era. Sólo podía pensar incesantemente: “¡Éste es el jardín de las granadas! Ahora son las bodas entre Malkut y Tiferet.” No sé exactamente qué papel desempeñaba yo allí. En el fondo se trataba de mí mismo: yo era las bodas. Y mi bienaventuranza era una boda bienaventurada.

Paulatinamente la vivencia del jardín de las granadas fue desvaneciéndose y se transformó. Siguió “la fiesta pascual” en Jerusalén, que estaba solemnemente adornado. No soy capaz de describirlo en detalles. Eran estados de bienaventuranza indescriptibles. Había ángeles y luz. Yo mismo era la “fiesta pascual”.

También esto desapareció y se me presentó una nueva representación, la última visión. Ascendía por un amplio valle hasta la cumbre, al borde de una apacible cordillera. El final del valle formaba un anfiteatro antiguo. Se veía extraordinariamente bello en medio del verde paisaje. 

Y allí, en el teatro, tenía lugar el hierosgamos. Bailarines y bailarinas entraron en el escenario y, en un lugar adornado con flores, ejecutaron el hierosgamos para Zeus, el padre del universo, y Hera, como se describe en la Ilíada. (Recuerdos, sueños, pensamiento, C.G. Jung)

Las visiones se repitieron varias noches. Según Jung: “Fueron lo más inmenso que he experimentado en mi vida”, de una belleza y una intensidad indescriptibles. En comparación con esta altivez espiritual, la vida cotidiana parecía “demasiado material, demasiado grosera, demasiado torpe”, hasta el punto de que, aunque las visiones le dieron una “fe revalorizada en el mundo”, nunca se libró de la impresión de que la vida material es como una sombra de la eternidad.

Jung cuenta todo esto en sus memorias, escritas poco antes de morir. Fue esta experiencia, señala, la que le dio la fuerza para completar “mis obras principales”. “El conocimiento, o la visión del fin de todas las cosas me dieron valor para nuevas formulaciones”. 

Quedaban por escribir sus grandes obras sobre la alquimia, el arquetipo del sí mismo y el problema del mal, Mysterium Coniunctionis, Aion y Respuesta a Job, discutiblemente las obras claves -sin contar el Libro Rojo– en la psicología analítica de Jung, que se revela más como una continuación de la tradición de la magia, la alquimia y hasta del gnosticisimo en algunos aspectos.

Lo fundamental de la visión de Jung -y lo que la conecta con Bulgakov*- es que para él la muerte, “el fin de todas las cosas”, se reveló como una boda sagrada, una conjunción alquímica de los opuestos, todo el universo un inmenso “jardín de granadas”, una especie de tálamo nupcial que se prepara para esa boda. 

Bulgakov fue más discreto que Jung, pues consideraba que su visión no podía y no debía ser articulada en palabras. Sin embargo, su última obra La Esposa del Cordero trata justamente sobre escatología y particularmente sobre la noción cristiana que se encuentra en San Pablo de que Dios será “todo en todos”, lo cual relaciona con la visión del Apocalipsis de Juan, el último libro de la Biblia, que cierra justamente con un llamado a ser parte de la boda santa entre el Cordero (Jesús) y su Esposa (la Iglesia). 

Este matrimonio, para Bulgakov, quien defiende una visión de salvación universal, no estaba limitado a un grupo reducido de “elegidos”, era algo destinado para la totalidad de las almas e incluso, en su visión sophiológica, para todo el universo, que habría de sufrir una deificación.

Tanto Jung como Bulgakov imaginaban el final de todas las cosas como un eterno matrimonio, oficiado por el Espíritu, de dulzura indescriptible. Y quizá la muerte -en su vistazo a través del ojo del ángel- era ya una anticipación, un vislumbre de esa unión divina, un microcosmos del Apocalipsis. 

En La Esposa del Cordero, Bulgakov escribe “la muerte es la liberación del alma de las ataduras del cuerpo y es una gran consagración, una revelación del mundo espiritual”. Y añade: “esta revelación del mundo espiritual en la muerte es una gran alegría y una inefable celebración para aquellos que fueron separados de él en esta vida y lo anhelaron, y un inexpresable terror, sufrimiento y tormento para quienes no quisieron este mundo espiritual, no lo conocieron y lo rechazaron”. 





 Este sufrimiento, sin embargo, no es la condena de un infierno eterno o una “perdición”, es para Bulgakov sólo la purificación o purgación -“el juicio”- del alma en su proceso inevitable de deificación o unión con Dios. En otras palabras, todos son invitados a la boda universal con Dios y todos serán parte del cuerpo espiritual de su Esposa, sólo que algunos deben pasar antes a bañarse y arreglarse para el supremo evento.


diciembre 3, 2018

Twitter del autor: @alepholo

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