El expresidente de la Generalitat se ha disculpado en el Parlament por la "crispación" de su primera comparecencia en la Cámara catalana para dar explicaciones sobre la fortuna que ocultó
El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol a su llegada a la sesión de la comisión de investigación del Parlament. (EFE)
El expresidente catalán Jordi Pujol se atrincheró esta tarde en su confesión del pasado mes de julio (en la que admitía que su familia tenía cuentas corrientes secretas en Andorra durante más de 30 años) y en su declaración en el juzgado de instrucción número 31 de Barcelona el pasado 27 de enero para mantener todas las incógnitas sobre el enriquecimiento de su familia.Pujol reiteró que el dinero escondido provenía de una herencia de su padre, Florenci Pujol, insistió en que no es un corrupto y descartó que los fondos ocultos proviniesen de actividades ilícitas.
Pero Pujol dejó aún más dudas sobre la mesa. Una de las preguntas clave de la sesión la planteó el diputado Carlos Carrizosa, de Ciutadans. ¿Es verdad que incluso la casa de Premià que su padre le dejó en herencia fue inscrita en el registro en 1995, cuando ya había prescrito la obligación de abonar el Impuesto de Sucesiones? ¿Y además no veía usted el enriquecimiento de las personas que merodeaban, de amigos empresarios y, sobre todo, el enriquecimiento excepcional de sus hijos?”. No era la pregunta en sí, sino la respuesta: “Siempre he procurado ser estricto en las declaraciones ante Hacienda. Usted tergiversa la realidad y no entraré en el detalle de lo que dice. Sobre el dinero que hayan podido ganar mis hijos, pregúnteselo a ellos”.
El president adujo, a lo largo de su comparecencia, que se le acababa la pila del audífono y eso le impedía muchas veces oír con claridad a los diputados. Leyó una pequeña declaración inicial y advirtió que no iba a contestar preguntas, lo que entra dentro de su derecho. Pero, al final, contestó a muchas. A las fáciles, claro, porque a las molestas o a las que le ponían en un compromiso se negó en redondo. A la diputada Isabel Vallet, de la CUP, le recriminó que se basase en el “dicen, dicen, dicen”. “No contestaré a nada que se base en esta expresión porque no es serio”, aclaró más adelante.
La diputada de la CUP había sido muy clara. Pujol admitió que conocía las inversiones de su hijo Jordi Pujol Ferrusola en Puerto Rosario (Argentina).Por lo menos, sabía algo más que su conseller en cap (consejero jefe), Artur Mas, quien negó conocer ese negocio pese a inaugurar las obras de ampliación. “Pero eso no es delictivo. Rosario es un gran Puerto. ¿Y no dicen que los catalanes hemos de salir afuera? Pues salgamos. Yo conocía Rosario de antes, de siempre, porque era un puerto del comercio de cereales. Y por afecto filial fui allí y lo visité y visité algunas cosas de la Argentina, porque me interesaba su política y su economía. Y lo hice con una naturalidad absoluta”. “¿Pero hasta dónde llegaba el amor filial? ¿Hasta los tentáculos de la Generalitat?”, le repreguntó Vallet aludiendo a la utilización de las estructuras del Gobierno para hacer negocio. Pero se le acabó la pila y acabó sorteando la pregunta y evitando la respuesta.
Un clan, no una familia
La representante independentista le recordó, no obstante que “usted no está en disposición de dar lecciones. Se ha equivocado. Nos consta que hubo actuaciones por parte de la unidad familiar que se movió más como clan que como familia. Su idea de que con dinero lavará su imagen está equivocada. Puede pagara los mejores abogados, pero no lo logrará. Hoy tenía usted la oportunidad de redactar un epitafio mínimamente digno de su gestión”.
También Oriol Amorós, de ERC, estuvo duro, aunque muy correcto. Le recriminó no despejar dudas aportando documentos y sembró la duda sobre su gestión. “¿Cómo es que tanta gente de su entorno tuvo contacto directo con las adjudicaciones de la Generalitat?”, espetó el republicano. Pujol le respondió que no era ése el momento para hacer un balance de su gestión de 23 años de presidencia, porque era tema de debate de pleno parlamentario. Pero Amorós le asedió preguntando si era cierto que tuvo pactos secretos con PSOE y PP para esconderse mutuamente las vergüenzas.
Con Felipe González, CiU no apoyó la investigación sobre Juan Guerra y los socialistas rechazaron investigar a Lluís Prenafeta, que había sido el secretario general de Presidencia una década. Luego, tampoco se investigó el trato de favor a Europraxis (propiedad de Josep Pujol Ferrusola) mientras los convergentes renunciaban a investigar Movilma, un escándalo que podía salpicar a los socialistas. Y con el PP pactó no investigar el caso Treball… “”¿Tiene base para decir eso?”, le espetó el expresident. Y la discusión acabó cuando comenzó a reformular preguntas de sus 23 años de mandato.
Marc Vidal, portavoz de ICV le sacó de sus casillas, lanzando preguntas muy directas que fueron directamente al cajón del olvido.”Expliqué el origen del dinero. Además, no tengo cuentas en Luxemburgo. No tengo cuentas en Suiza. No tengo cuentas en el extranjero. No se pueden lanzar insinuaciones con tanta alegría”. Negó, asimismo, que Artur Mas supiese de las cuentas “hasta la misma mañana del 25 de julio, en que se lo dije”. Pero se calló a la pregunta de Vidal de si Artur Mas le había dicho, mientras era su consejero de Economía, que su padre, Arturo Mas Barnet, tenía cuentas en Liechtenstein. El diputado ecosocialista le puso en un brete. “Si usted dice que no conocía las cuentas ni sus detalles, ni siquiera el país donde estaban, ni su evolución, ¿cómo puede decir que no se estaban engrosando con dinero blanqueado? ¿Sabía usted o no sabía? ¿Quién era el defraudador, su hijo, su esposa o usted?”
El socialista Jordi Terrades le insistió también en si era consciente de que su entorno familiar “hacía negocio con adjudicaciones de la Generalitat”.Y la callada por respuesta. El popular Santi Rodríguez le conminó a decir qué pruebas han sido falsificadas para acusarlo, como sostuvo en su declaración inicial. Pero todas estas preguntas, como otras más concretas, quedaron en el aire. No hubo respuesta. Sólo el “dicen, dice, dicen…” repetido varias veces a lo largo de la comparecencia por todos. “Explique, explique, explique”, le pidió el socialista Terrades. Y Vallet (CUP), le advirtió: “Detrás del ‘dicen, dice, dicen’, no nos queremos encontrar una trama de ‘roban, roban, roban’”.
Marta Ferrusola: "No tenemos ni un duro"
La mujer del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, Marta Ferrusola, se ha referido este lunes a sus finanzas y a las de su marido en la comisión de investigación del Parlament sobre el fraude: "No tenemos ni un duro".
En su comparecencia en el Parlament, también ha defendido la actuación de sus hijos en sus respectivos negocios, y ha negado que hagan ostentación de su riqueza: "Van con una mano delante y otra detrás".
Marta Ferrusola aseguró que "nunca" viajó a Andorra para gestionar el fondo de dinero oculto que tuvieron 34 años sin regularizar y que las ocasiones que ha acudido al país pirenaico ha sido, en gran parte, para esquiar.
En respuesta a las preguntas del diputado de ERC, Oriol Amorós, en su comparecencia en la comisión de investigación sobre el fraude fiscal, ha tachado de "trola" que viajara en muchas ocasiones a Andorra.
"Esquiamos y ya está", ha aseverado Ferrusola, quien ha usado la ironía para desmentir que a esos viajes le acompañaran agentes de los Mossos armados". Ferrusola ha recurrido a la ironía al preguntársele si la acompañaban en sus viajes al Principado agentes de los Mossos armados: "Sí, hasta arriba: cuatro fusiles, seis escopetas y un tanque. ¡Por el amor de Dios!".
http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2015-02-23/pujol-salva-a-mas-no-supo-nada-de-nuestras-cuentas-en-el-extranjero-hasta-julio_716815/