martes, 15 de julio de 2014

La Antigua Biblioteca de Alejandría…

ANTIGUA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA

La Biblioteca Real de Alejandría fue en su época la más grande del mundo. Situada en la ciudad egipcia de Alejandría, se cree que fue creada a comienzos del siglo III adC por Ptolomeo I Sóter y que llegó a albergar hasta 700.000 volúmenes, los cuales equivalen aproximadamente a unos 100.000 libros impresos de hoy.

La destrucción de la Biblioteca de Alejandría es uno de los más grandes misterios de la civilización occidental. Se carece de testimonios precisos sobre sus aspectos más esenciales, y no se han encontrado las ruinas del Museo, siendo las del Serapeo muy escasas. En el Oriente y en el Occidente, entre los cristianos y los musulmanes, se han cruzado durante siglos mutuas acusaciones de culpabilidad acerca de la destrucción de este gran centro intelectual. El carácter polémico, evasivo, y cordialmente tedioso del tema ha propiciado decenas de hipótesis.

La Gran Sala de la antigua Biblioteca de Alejandría en Egipto. Reconstrucción basada en datos documentales

Desde el siglo XIX, los eruditos han intentado comprender la organización y estructura de la biblioteca, y se ha debatido largo y tendido sobre su final. Los conocimientos sobre la Biblioteca, cómo fue, cómo trabajaron sus sabios, el número exacto de volúmenes e incluso su misma situación son escasos, ya que muy pocos testimonios tratan sobre tan gran institución, y aun estos son esporádicos y desperdigados. 

Los investigadores y los historiadores de los siglos XX y XXI han insistido en que se ha formado una utopía retrospectiva en torno a la Biblioteca de Alejandría. No hay duda de que la biblioteca existió, pero apenas hay certezas en lo escrito sobre ella. Se han hecho centenares de afirmaciones contradictorias, dudosas y simplemente falsas, realizando suposiciones a partir de muy pocos datos que, la mayoría de las veces, son sólo aproximaciones.

La biblioteca en la Antigüedad
Ptolomeo II Filadelfo (308-246 a.C.) y su esposa, impulsores de la Biblioteca.

Demetrio de Falera (350? a.C.-?)

Tolomeo I Sóter (367/6-283/2 a.C.)

La Gran Biblioteca de Alejandría, llamada así para distinguirla de la pequeña o hermana biblioteca en el Serapeo, fue fundada por los primeros Ptolomeos con el propósito de ayudar al mantenimiento de la civilización griega en el seno de la muy conservadora civilización egipcia que rodeaba a la ciudad alejandrina. Si bien es cierto que el traslado de Demetrio Falereo a Alejandría (en el año 296-295 adC) está relacionado con la organización de la biblioteca, también es seguro que al menos el plan de esta institución fue elaborado bajo Ptolomeo Sóter (muerto alrededor de 284 adC), y que la finalización de la obra y su conexión con el Museo fue la obra máxima de su sucesor, Ptolomeo II Filadelfo. Como Estrabón no hace mención de la biblioteca en su descripción de los edificios del puerto, parece evidente que no estaba en esta parte de la ciudad; además, su conexión con el Museo permitiría ubicarla en el Brucheion, el distrito real situado en el noreste de la ciudad.


Este santuario acogía un pequeño zoológico, jardines, una gran sala para reuniones e incluso un laboratorio. Las salas que se dedicaron a la biblioteca acabaron siendo las más importantes de toda la institución, que fue conocida en el mundo intelectual de la antigüedad al ser única. Durante siglos, los Ptolomeos apoyaron y conservaron la biblioteca que, desde sus comienzos, mantuvo un ambiente de estudio y de trabajo. Dedicaron grandes sumas a la adquisición de libros, con obras de Grecia, Persia, India, Palestina, África y otras culturas, aunque predominaba la literatura griega.

La biblioteca del Museo constaba de diez estancias dedicadas a la investigación, cada una de ellas dedicada a una disciplina diferente. Un gran número de poetas y filósofos, que llegaron a ser más de cien en sus mejores años, se ocupaban de su mantenimiento, con una dedicación total. En realidad se consideraba el edificio del Museo como un verdadero templo dedicado al saber.

Se sabe que desde el principio la biblioteca fue un apartado al servicio del Museo. Pero más tarde, cuando esta entidad adquirió gran importancia y volumen, hubo necesidad de crear un anexo cercano. Se cree que esta segunda biblioteca (la biblioteca hija) fue creada por Ptolomeo III Evergetes (246 adC-221 adC), y se estableció en la colina del barrio de Racotis (hoy llamada Karmuz), en un lugar de Alejandría más alejado del mar; concretamente, en el antiguo templo erigido por los primeros Ptolomeos al dios Serapis, llamado el Serapeo, considerado como uno de los edificios más bellos de la Antigüedad. En la época del Imperio Romano, los emperadores la protegieron y modernizaron en gran medida, incorporando incluso calefacción central mediante tuberías con el fin de mantener los libros bien secos en los depósitos subterráneos.

Los redactores de la biblioteca de Alexandría eran especialmente conocidos en Grecia por su trabajo sobre los textos homéricos. Los redactores más famosos generalmente llevaron el título de bibliotecario principal.

La diversidad geográfica de los eruditos muestra que la biblioteca era de hecho un gran centro de investigación y aprendizaje. En 2004, un equipo egipcio encontró lo que parece ser una parte de la biblioteca mientras excavaba en el Brucheion. Los arqueólogos descubieron trece salas de conferencias, cada una con un podiumcentral. Zahi Hawass, el presidente del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, calcula que en las salas excavadas hasta ahora se habría podido acoger a unos 5.000 estudiantes , lo que indica que era una institución muy grande para su época. En el siglo II adC, Eumenes II fundó un centro a imitación de la biblioteca en Pérgamo.

Organización

Reconstrucción de los armarios de la Biblioteca de Alejandría

Ptolomeo II encargó al poeta y filósofo Calímaco la tarea de catalogación de todos los volúmenes y libros. Fue el primer bibliotecario de Alejandría, y en estos años las obras catalogadas llegaron al medio millón. Unas se presentaban en rollos de papiro o pergamino, que es lo que se llamaba “volúmenes”, y otras en hojas cortadas, que formaban lo que se denominaba “tomos”. Cada una de estas obras podía dividirse en “partes” o “libros”. Se hacían copias a mano de las obras originales, es decir “ediciones”, que eran muy estimadas (incluso más que las originales) por las correcciones llevadas a cabo. Las personas encargadas de la organización de la biblioteca y que ayudaban a Calímaco rebuscaban por todas las culturas y en todas las lenguas conocidas del mundo antiguo y enviaban negociadores que pudieran hacerse con bibliotecas enteras, unas veces para comprarlas tal cual, otras como préstamo para hacer copias.

Los grandes buques que llegaban al famoso puerto de Alejandría cargados de mercancías diversas eran inspeccionados por la guardia, tanto en busca de contrabando como de textos. Cuando encontraban algún rollo, lo confiscaban y lo llevaban en depósito a la biblioteca, donde los amanuenses se encargaban de copiarlo. Una vez hecha esa labor, el rollo era generalmente devuelto a sus dueños. El valor de estas copias era altísimo y muy estimado. La biblioteca de Alejandría llegó a ser la depositaria de las copias de todos los libros del mundo antiguo. Allí fue donde realmente se llevó a cabo por primera vez el arte de la edición crítica.

Los libros

Se sabe que en la biblioteca se llegaron a depositar el siguiente número de libros:

200.000 volúmenes en la época de Ptolomeo I

400.000 en la época de Ptolomeo II

700.000 en el año 48 adC, con Julio César

900.000 cuando Marco Antonio ofreció 200.000 volúmenes a Cleopatra, traídos de la Biblioteca de Pérgamo.

Cada uno de estos volúmenes era un manuscrito que podía versar sobre temas diferentes. Se cree que allí estaban depositados tres volúmenes con el título de Historia del mundo, cuyo autor era un sacerdote babilónico llamado Beroso, y que el primer volumen narraba desde la Creación hasta el Diluvio, periodo que según él había durado 432.000 años, es decir, cien veces más que en la cronología que se cita en el Antiguo Testamento. Ese número permitió identificar el origen del saber de Beroso, la India. También se sabe que allí estaban depositadas más de cien obras del dramaturgo griego Sófocles, de las que sólo han perdurado siete.

Los libros perdidos de Aristarco, tal como podían estar guardados en los estantes de la Biblioteca de Alejandría

Los sabios

Los sabios que estudiaban, criticaban y corregían obras se clasificaron a sí mismos en dos grupos: filólogos y filósofos.

Los filólogos estudiaban a fondo los textos y la gramática. La Filología llegó a ser una ciencia en aquella época, y comprendía otras disciplinas, como la historiografía y la mitografía.

Los filósofos eran todos los demás, ya que la Filosofía abarcaba las ramas del pensamiento y la ciencia: física, ingeniería, biología, medicina, astronomía, geografía, matemáticas, ingeniería, literatura, y lo que nosotros llamamos filosofía.

Vat. gr. 190, vol. 1 fols. 38 verso – 39 recto Vat. gr. 204 fol. 116 recto

Los Elementos de Euclides, escritos alrededor del año 300 a.C., obra sobre temas de Geometría, Proporciones y Teoría de los Números. Ha sido la obra de vigencia más prolongada de la Historia. Después de la Biblia es el libro del cual se han hecho mayor cantidad de impresiones. Este manuscrito preserva una version antigua del texto. Aquí se muestra la Proposición 47 del Libro I (para ver la imagen con mayor detalle haga clic sobre ella), el Teorema de Pitágoras: «El cuadrado de la hipotenusa de un triángulo rectángulo es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.» Este importante enunciado ha sido objeto de varias notas en el manuscrito. Éste es el manuscrito más viejo de una colección de trabajos sobre Astronomía y Matemática de Autólico, Euclides, Aristarco, Hipsicles, y Teodosio. El más curioso es el de Aristarco: Sobre el Tamaño y la Distancia del Sol y la Luna. Aquí se muestra la Proposición 13 (con unas cuantas glosas), la cual se refiere a la razón de la prolongación del arco que divide la parte iluminada de la parte oscura de la Luna en un eclipse de Luna a los diámetros del Sol y la Luna.

Entre ellos se encontraban personajes tan conocidos como Arquímedes, el más notable científico y matemático de la antigüedad; Euclides que desarrolló allí su Geometría; Hiparco de Nicea, que explicó a todos la Trigonometría, y defendió la visión geocéntrica del Universo; Aristarco, que defendió todo lo contrario, es decir, el sistema heliocéntrico siglos antes de Copérnico; Eratóstenes, que escribió una Geografía y compuso un mapa bastante exacto del mundo conocido; Herófilo de Calcedonia, un fisiólogo que llegó a la conclusión de que la inteligencia no está en el corazón sino en el cerebro; los astrónomos Timócaris y Aristilo; Apolonio de Pérgamo, gran matemático; Herón de Alejandría, un inventor de cajas de engranajes y también de unos aparatos movidos por vapor: es el autor de la obra Autómata, la primera obra conocida sobre robots; el astrónomo y geógrafo Claudio Ptolomeo; Galeno, quien escribió bastantes obras sobre el arte de la curación y sobre anatomía. La última persona insigne del Museo fue una mujer, Hipatia de Alejandría, gran matemática y astrónoma, que tuvo una muerte atroz a manos de fanáticos cristianos.


Arquímedes Euclides


Hiparco de Nicea Aristarco de Samos

Desde Calímaco en adelante, el catálogo de manuscritos se hizo de acuerdo a la división del conocimiento de Aristóteles, o por lo menos —como hizo él— separando de la “Filosofía” a las Ciencias Observacionales y Deductivas.
Matemática


Los matemáticos alejandrinos en su mayor parte eran geómetras, pero se sabe que también realizaron algunas investigaciones en Teoría de los Números. Eratóstenes, el Director de la Biblioteca, inventó “El Cedazo”, un método para encontrar nuevos números primos, los cuales ejercían fascinación desde los tiempos de los pitagóricos. Eudoxo de Cnido, el alumno de Euclides desarrolló un método temprano de integración, estudió el uso de proporciones para resolver problemas y contribuyó con varias fórmulas para medir figuras tridimensionales. Papo, un estudioso del siglo IV, fue uno de los últimos matemáticos griegos. Se concentró en los números grandes y en las construcciones con semicírculos; también fue uno de los que introdujeron en la cultura europea la Astrología, de origen oriental. Teón y su hija Hipatia continuaron el trabajo en Astronomía, Geometría y Matemática e hicieron comentarios sobre sus predecesores, pero ninguno de sus trabajos sobrevive.

Astronomía

Para los griegos, la Astronomía era la proyección de la Geometría Tridimensional en una cuarta variable, el tiempo. Los movimientos de las estrellas y el sol eran esenciales para determinar posiciones terrestres, ya que ellos proporcionaban puntos universales de referencia. En Egipto, esto era particularmente vital para los derechos de propiedad, porque la inundación anual alteraba a menudo hitos físicos y límites entre los campos. (La Geometría, como arte de medir la tierra, nació probablemente en Egipto.) Para Alejandría, cuya sangre vital era la exportación de granos y papiro al resto el Mediterráneo, los desarrollos en Astronomía les permitían a los marineros evitar la consulta de oráculos cuando se arriesgaban a navegar sin ver la costa por tiempos largos. Los primeros astrónomos griegos se habían concentrado en los modelos teóricos del Universo; los alejandrinos se encargaron de hacer observaciones detalladas y de crear modelos matemáticos basados en ideas anteriores. Eratóstenes, el versátil cuarto director de la Biblioteca, realizó un catálogo completo de 44 constelaciones con los mitos correspondientes, así como una lista de 475 estrellas fijas. 

Hiparco inventó el sistema de latitud y longitud e importó el sistema circular de 360 grados de Babilonia; calculó la longitud del año con un error de seis minutos; reunió mapas del cielo; y especuló acerca del nacimiento y muerte de las estrellas. Aristarco aplicó la trigonometría (nacida en Alejandría) para estimar las distancias y tamaños del Sol y la Luna, y también postuló un universo heliocéntrico. Por esto último, otro estudioso del Museo, el estoico Cleanto, lo acusó de impiadoso. Durante el reinado de Tolomeo VII, Hiparco de Bitinia descubrió y midió la precesión de los equinoccios, el tamaño y la trayectoria del Sol y la trayectoria de la Luna. Unos 300 años después Tolomeo (sin ninguna relación conocida con la realeza) dio forma matemática a su elegante modelo de los epiciclos para apoyar la visión geocéntrica (aristotélica) y escribió un tratado de Astrología que se convertiría en un paradigma de la Edad Media.
Geometría

Los alejandrinos compilaron muchos de los principios geométricos de matemáticos griegos anteriores y también tuvieron acceso al conocimiento de los babilonios y egipcios sobre ese tema. Sin dudas es ésta el área en la que el Museo descolló. Se dice que Demetrio de Falera invitó al estudioso Euclides a Alejandría: los Elementos de Euclides fueron la base de la Geometría hasta mediados del siglo XIX. Sus sucesores, entre los que se destaca Apolonio (siglo II a.C.), continuaron la investigación sobre las secciones cónicas. Arquímedes tuvo entre sus muchos logros el descubrimiento del número pi. Eratóstenes calculó la circunferencia de la tierra con un error del 1%, basado en la distancia conocida de Aswán a Alejandría y en la medida del segmento del arco determinado por la diferencia entre las longitudes de las sombras a mediodía en esas dos ciudades. Él sugirió también que los mares estaban conectados; que África podría circunnavegarse; y que “la India podría ser localizada navegando hacia el oeste de España”. Finalmente, a partir de observaciones de astrónomos egipcios y del Oriente Cercano, calculó que el año tenía 365 1/4 días y fue el primero en sugerir el agregado de un “día de salto” cada cuatro años.
Mecánica: ciencia aplicada

Arquímedes fue uno de los primeros estudiosos afiliados a Alejandría. Su misión era aplicar las teorías del movimiento de astrónomos y geómetras a dispositivos mecánicos. Entre sus descubrimientos estuvo la palanca —como una extensión del mismo principio—, y el que hoy llamamos “Tornillo de Archimedes”, un dispositivo para levantar agua. Él es el protagonista del cuento del físico que se levanta de su tina gritando «Eureka», después de descubrir que la reducción de peso que sufre un cuerpo sumergido en el agua es igual al peso del agua que desplaza. La hidráulica nació en Alejandría y en la extensión de sus principios se basaba la Neumática de Herón, un trabajo largo que detalla muchas máquinas y “robots” que simulan acciones humanas. La distinción entre práctico e imaginativo probablemente no le preocupaba a él cuando hacía sus experimentos mentales que incluían estatuas que vertían libaciones, mezclaban bebidas, bebían, y hasta cantaban (usando aire comprimido). Herón también inventó un órgano de tubos comandado por un molino de viento, una olla de vapor que se adaptó luego para los baños romanos y la candelaria, en la cual el calor de la llama de una vela hacía girar figuras pequeñas. La aplicación a veces caprichosa de las ciencias infantiles que se hacía en las “invenciones” de Rube Goldberg durante la revolución tecnológica del siglo XX recuerda la obra de Herón.

Medicina

El estudio de la anatomía, que inició Aristóteles, fue continuado extensamente por muchos alejandrinos que pueden haber aprovechado los jardines zoológicos para observar distintas especies de animales y las prácticas de entierro egipcio realizadas por personas con gran conocimiento de la anatomía humana. Uno de los primeros estudiosos, Herófilo, coleccionaba y compilaba la obra de Hipócrates, y se embarcó en estudios propios. 

Fue él quien primero vio en el cerebro y el sistema nervioso una unidad; especuló sobre la función del corazón, la circulación de sangre, y probablemente varios otros rasgos anatómicos. Su sucesor Erístrato se concentró en el sistema digestivo y los efectos de la nutrición; postuló que la nutrición así como los nervios y el cerebro influyen en enfermedades mentales. Finalmente, en el siglo II, Galeno utilizó los resultados de las investigaciones de Alejandría y sus propias investigaciones para compilar quince libros acerca de la Anatomía y el Arte de la Medicina.

Galeno Aristóteles

Testimonios

Estrabón.

Todo lo que se sabe en la actualidad sobre la historia de la antigua biblioteca se debe a algunas referencias de posteriores escritores, a veces de gente que incluso la llegó a conocer, pero son alusiones de pasada, no hay nada dedicado en exclusiva a comentar o describir el edificio o la vida que en ella se desarrollaba.

El geógrafo y gran viajero griego Estrabón (c. 63 adC – c. 24 adC) hace una pequeña descripción, pues parece ser que estuvo en Alejandría a finales del siglo I adC. Habla del Museo y dice que consta de una exedra (εξεδρα), es decir, una obra hecha al descubierto, de forma circular y con unos asientos pegados a la parte interior de la curva. Cuenta que también vio una estancia muy amplia donde se celebraban las comidas de los sabios y los empleados. Y habla también de la biblioteca, de la gran biblioteca, algo “obligatorio” en el Museo.

Aristeas, en el siglo II adC, habló en las cartas dirigidas a su hermano Filócrates de la biblioteca y de todo el asunto de la traducción de los LXX .

Marco Anneo Lucano, historiador del siglo I, natural de Hispania y sobrino de Séneca, cuenta en su obra Farsalia cómo ocurrió el incendio del puerto, cómo se propagaron las llamas ayudadas por el viento, que no cesaba, desde los barcos también incendiados y anclados en el gran puerto oriental.

Tito Livio dice en sus referencias que la biblioteca de Alejandría era uno de los edificios más bellos que él había visto, con muchas salas llenas de estantes para los libros y habitaciones donde sólo los copistas podían estar, sin que fueran molestados. Incluso apunta el hecho de que cobraban por cada línea copiada.

- Lucio Anneo Séneca, filósofo cordobés y tío de Lucano (poeta cordobés), en el siglo I, escribió un libro llamado De tranquilitate animi. En él cuenta, a través de una cita de Tito Livio, que en aquel incendio se llegaron a quemar 40.000 libros.

- El biógrafo Plutarco (c. 46-125) viajó en varias ocasiones a Egipto, donde en Alejandría debió escuchar muchas historias sobre el famoso incendio. Escribió una biografía sobre Julio César y al tratar sobre la batalla en el mar, en ningún momento cuenta el incendio de la biblioteca, ya que en el desastre estaba implicado César y parece ser que no quiso manchar su nombre con aquel hecho. El mismo Julio César, en su obra Bellum civile donde habla de aquella batalla, omite por completo el incendio de la biblioteca. Otros escritores de la misma época también silencian la relación de César con el incendio de Alejandría.

- Mucho más tarde, en el siglo IV, San Juan Crisóstomo hace una relación del estado en que se encontraba en aquellos años la brillante ciudad de Alejandría, y comenta que la desolación y destrucción son tales que no se puede adivinar ni el lugar donde se encontraba el Soma (el mausoleo de Alejandro) ni la sombra de la gran Biblioteca.

- En el siglo XV, un escriba se molestó en traducir al latín los comentarios de Juan Tzetzes (c. 1110 – c. 1180), que fue un filólogo bizantino. Dichos comentarios estaban tomados de la obra Prolegómenos a Aristófanes. Tzetzes habla en ellos acerca de la Biblioteca.

La enciclopedia Suda (SOL Suda on-line) de la Universidad de Kentucky ha recopilado un conjunto de informaciones según fuentes provenientes de la época de Alejandro Magno y posterior.

Los bibliotecarios

A finales del siglo XIX se encontraron en el yacimiento de Oxirrinco, en el pueblo de El-Bahnasa (un pequeño pueblo a 190 km al sur de El Cairo) miles de papiros, que fueron estudiados a fondo por los eruditos. En algunos de ellos se hablaba de la famosa Biblioteca y se daba una lista de nombres de varios directores o bibliotecarios a partir del año de su fundación.

Respecto a Demetrio de Falero, no se puede hablar de él como bibliotecario, ya que la biblioteca como tal fue fundada tras su muerte. La inclusión como bibliotecarios de Calímaco de Cirene y Apolonio de Rodas tiene poca autoridad y parece cronológicamente imposible. Más allá del año 131 adC, las fechas se tornan bastante inciertas.

BIBLIOTECARIO DESDE HASTA


Destrucción

Atribución del incendio a Julio César

Suele afirmarse, equivocadamente, que el primero de todos los ataques contra la Biblioteca de Alejandría fue el perpetrado por los romanos: Julio César, en persecución de Pompeyo, derrotado en Farsalia, arribó a Egipto para encontrarse con que su antiguo compañero y yerno había sido asesinado por orden de Potino, el visir del rey Ptolomeo XIII Filópator, para congraciarse con su persona. Egipto padecía una guerra civil por la sucesión del trono, y pronto César se inclinó a favor de la hermana del rey, Cleopatra VII. 

Consciente de que no podría derrotar a Roma, pero sí a César, y ganarse la gratitud de sus rivales en el Senado, Potino le declaró la guerra. El 9 de noviembre del 48 adC, las tropas egipcias, comandadas por un general mercenario de nombre Aquila, asediaron a César en el palacio real de la ciudad e intentaron capturar las naves romanas en el puerto. En medio de los combates, teas incendiarias fueron lanzadas por orden de César contra la flota egipcia, reduciéndola a las llamas en pocas horas.

Julio Cesar

Por algunas fuentes clásicas puede parecer que este incendio se habría extendido hasta los depósitos de libros de la Gran Biblioteca, cercanos al puerto. Séneca confirma en su De tranquilitate animi la pérdida de 40.000 rollos en este desafortunado incidente (“quadraginta milia librorum Alexandriae arserunt”), citando su fuente, el perdido libro CXII de Tito Livio, quien fue contemporáneo del desastre. Paulo Orosio reitera en pleno siglo V esta cifra en su Historiarum adversum paganos: “…al invadir las llamas parte de la ciudad consumieron cuarenta mil libros depositados por casualidad en los edificios…” Dión Casio alude a la destrucción de los almacenes (apothekai) del puerto, algunos de los cuales contenían rollos. Por su parte, Plutarco de Queronea es el primero en mencionar de modo explícito la extensión del fuego a la gran Biblioteca de Alejandría como si hubiera quedado reducida a cenizas para siempre, y no sólo un descalabro parcial. Sin embargo, tajante afirmación de Plutarco acerca del incendio de la Biblioteca parece tener origen en un error filológico, provocado por el cambio de significado de término griego bibliotheke a finales del siglo I y principios del II. La palabra perdió su connotación de “biblioteca” para significar “colección de libros” (como la “Biblioteca Histórica” de Diodoro Sículo). Entretanto, “biblioteca” se designaría como apothekai tôn bibliôn (literalmente: almacén de libros), y el diferente significado atribuido a estos términos habría dado lugar a la confusión. Aulo Gelio , y el muy posterior Amiano Marcelino aportan una información similar a la anterior, siendo víctimas del mismo error de significado, probablemente repetido por la ignorancia o la credulidad de sus contemporáneos.

Se pueda afirmar sin duda alguna que la Gran Biblioteca alejandrina y sus tesoros no resultaron destruidos en el incendio del año 48 adC. Los famosos 400.000 tomos que habrían ardido fueron en realidad 40.000, depositados en almacenes del puerto, probablemente en espera de ser catalogados para la Biblioteca, o para su exportación a Roma, tal como indican el Bellum Alexadrinum, Séneca y Dión Casio.

Supervivencia de la Biblioteca

Inscripción de Tiberio Claudio Balbilo, confirmando la existencia de la Biblioteca en el siglo I, tal como afirman las fuentes clásicas.

Después del desastroso incendio, la muerte de César y del ascenso de Augusto, Cleopatra VII se refugió en la ciudad de Tarso (en la actual Turquía) junto con Marco Antonio. Fue entonces cuando el triunvito le ofreció los 200.000 manuscritos traídos desde la biblioteca de Pérgamo (en Asia Menor), que Cleopatra depositó en la biblioteca como compensación por cualquier posible pérdida.

La existencia de la Biblioteca tras su supuesta destrucción queda confirmada por una inscripción hallada a principios del siglo XX, dedicada a Tiberio Claudio Balbilo. Como se apunta en Handbuch der Bibliothekswissenschaft (Georg Leyh, Wiesbaden 1955), Balbilus desempeñaba un cargo “supra Museum et ab Alexandrina bibliotheca” combinando la dirección del Museo y las bibliotecas como si de una academia se tratara.

Cayo Suetonio Tranquilo tampoco dice nada de la destrucción de la Gran Biblioteca. Es más, en su biografía de Claudio refiere que el Emperador, tras escribir en griego una historia de los etruscos y otra sobre los cartagineses (hoy perdidas), quiso celebrar la escritura de estos libros y creó un anexo del Museo:

“…añadió al antiguo Museo de Alejandría otro nuevo que llevaba su nombre y se estableció que todos los años, en determinados días, se habría leer en las salas públicas de recitación, en uno de los museos, la historia de los etruscos, y la de los cartagineses en el otro, ambas, y cambiando de lector a cada libro…

Vidas de los Doce Césares, Vida de Claudio, 42

. Ello da a entender de manera más que manifiesta que el viejo Museo seguía existiendo y en pleno funcionamiento. El mismo Suetonio, al narrar la vida de Domiciano, indica que mandó restaurar con grandes gastos bibliotecas incendiadas a lo largo y ancho del Imperio, haciendo buscar por todas partes nuevos ejemplares de las obras perdidas, y “envió a Alejandría una misión para sacar esmeradas copias o corregir los textos” . Un tercer testimonio es el de Ateneo de Naúcratis (c. 200) que escribió detalladamente en su Deipnosophistae sobre la riqueza de Ptolomeo II, y el número y poderío de sus flotas. Pero al llegar al Museo y a la Gran Biblioteca, dice:

“¿Para qué referirse a los libros, al establecimiento de las bibliotecas y las colecciones en el Museo, cuando están en la memoria de todo hombre?”

Los desastres de los siglos III y IV

Sin embargo, a finales del siglo II y a lo largo del III, una serie de desastres se abatieron sobre la antigua capital de los Ptolomeos: en primer lugar, la llamada Guerra Bucólica (172-5), que se extendió hasta Alejandría; a ésta siguieron la rebelión de los usurpadores Avidio Casio (175) y Pescenio Níger (193-4); el brutal saco de Alejandría por capricho de Caracalla (215); la pléyade de tumultos y revueltas civiles y militares que hubo durante la Anarquía Militar a raíz de la crisis económica y la aplastante presión fiscal; los ataques de los blemmíes… La ciudad fue destrozada por Valeriano (253); de nuevo en 269, cuando se dio la desastrosa conquista de la ciudad por Zenobia, reina de Palmira; y en el 273, cuando Aureliano, al reconquistarla para los romanos, saqueó y destruyó completamente el Bruchión, desastre al que no pudieron sobrevivir ni el Museo ni la Biblioteca. Se dice que en aquella ocasión los sabios griegos se refugiaron en el Serapeo, que nunca sufrió con tales desastres, y otros emigraron a Bizancio. Finalmente, en 297 la revuelta del usurpador Lucio Domicio Domiciano acabó con Alejandría tomada y saqueada por las tropas de Diocleciano, tras un asedio de ocho meses (victoria conmemorada por el llamado “Pilar de Pompeyo”). Se dice que tras la capitulación de la ciudad, Diocleciano ordenó que la carnicería continuara hasta que la sangre llegara a las rodillas de su caballo. La accidental caída de éste libró a los alejandrinos de la muerte, y para conmemorar el hecho erigieron una estatua al caballo. Diocleciano ordenó asimismo quemar millares de libros relacionados con la alquimia y las ciencias herméticas, para evitar que alguien pusiera en peligro la estabilidad monetaria que a duras penas se había conseguido restaurar.

Diocleciano

En 330, con la fundación de la nueva capital imperial, Constantinopla, es probable que parte del contenido del Serapeum fuera incautado por las autoridades imperiales y trasladado a la Nueva Roma.

Para colmo, entre 320 y 1303 hubo 23 terremotos en Alejandría. El del 21 de julio de 365 fue particularmente devastador. Según las fuentes, hubo 50.000 muertos en Alejandría, y el equipo de Franck Goddio del Institut Européen d´ Archéologie Sous-Marine, ha encontrado en el fondo de las aguas del puerto cientos de objetos y pedazos de columnas que demuestran que al menos el veinte por ciento de la ciudad de los ptolomeos se hundió en las aguas, incluyendo el Bruchión, supuesto enclave de la Biblioteca.

Los cristianos

A finales del siglo IV, el emperador Teodosio el Grande, en respuesta a una petición del patriarca de Alejandría, envió una sentencia de destrucción contra el paganismo en Egipto: en el año 391, el patriarca Teófilo de Alejandría demolió el Serapeo al frente de una muchedumbre fanática y sobre sus restos se edificó un templo cristiano. Parece que es en este momento cuando la Biblioteca-hija del Serapeo fue saqueada y desperdigada o destruida. El sucesor de Teófilo, su sobrino Cirilo, se dedicó a eliminar a los filósofos, entre los que se encontraba la última directora de la Academia, Hipatia; su asesinato en el 412 marca el fin de la filosofía y la enseñanza neoplatónica en todo el Imperio romano.

Hipatia de Alejandría

Aunque el Serapeum fuera destruido por órdenes de Teófilo, no hay un acuerdo entre los historiadores en torno a quiénes destruyeron los libros del Museo. Algunos creen que seguramente se salvaron buena parte de los libros de la biblioteca, toda vez que la destrucción era previsible. Pero en la colina donde estaba el templo de Serapis nunca se volvió a reconstruir la biblioteca. Cuatro años después de la muerte de Hipatia, en 416, el teólogo e historiador hispanorromano Paulo Orosio vio con mucha tristeza las ruinas de aquella ciudad que había sido magnífica y los restos de la biblioteca en la colina, confirmando que “sus armarios vacíos… fueron saqueados por hombres de nuestro tiempo”.

Los árabes

En el siglo VI hubo en Alejandría luchas violentas entre monofisitas y melquitas y más tarde aún, en el 616 los persas de Cosroes II tomaron la ciudad. Alejandría seguía siendo, no obstante, una de las mayores metrópolis mediterráneas en el momento de la conquista musulmana, en 642, tras 14 meses de asedio. El historiador Eutiquio cita una carta escrita hacia el viernes de la luna nueva de Moharram del año vigésimo de la Hégira donde el comandante musulmán Amr ibn al-Ass, al entrar en la ciudad, se dirigió al segundo sucesor de Mahoma, al califa Umar ibn al-Jattab e hizo un inventario de lo encontrado en la ciudad de Alejandría: “4.000 palacios, 4.000 baños, 12.000 mercaderes de aceite, 12.000 jardineros, 40.000 judíos y 400 teatros y lugares de esparcimiento”.

El cronista y pensador atristotélico Ibn al-Kifti, afirmó en sus páginas que Amr se entrevistó con el comentarista aristotélico Juan Filópono, quien le pidió tomar una decisión sobre el futuro de los libros de la Biblioteca debido a que las actividades de este lugar estaban momentáneamente suspendidas. Amr no se atrevió a responder, y prefirió enviar otra misiva al califa, pidiendo instrucciones. La epístola tardó más de treinta días en llegar a las manos del polémico Omar, quien estaba ocupado para ese entonces en sus conquistas y en la redacción escrita del Corán. Pasados treinta días más, Amr recibió la respuesta través de un mensajero y leyó, no sin pesadumbre, a Filópono la decisión de Omar:

“Con relación a los libros que mencionas, aquí está mi respuesta. Si los libros contienen la misma doctrina del Corán, no sirven para nada porque repiten; si los libros no están de acuerdo con la doctrina del Corán, no tiene caso conservarlos”.

Amr lamentó este criterio, pero fue obediente, según el historiador Abd al-Latif, y no vaciló en cumplir la orden recibida, con lo que la biblioteca de Alejandría fue incendiada y totalmente destruida. Añade Ibn al-Kifti que los papiros sirvieron como combustible para los baños públicos por espacio de seis meses.

No obstante, hay historiadores que consideran espurios estos datos por dos razones:
No hay ningún testigo coetáneo de los hechos. Abd al-Latif e Ibn al-Kifti vivieron entre los siglos XII y XIII, es decir, al menos seis y siete siglos posteriores al acto.
Juan Filópono no pudo conversar con Amr, porque vivió en el siglo VI y no en el VII.

Algunos, como Bernard Lewis, sostienen que esta historia es falsa de principio a fin.

En cualquier caso, ninguno de los restantes reductos de la cultura helénica que aún atesoraba la antigua ciudad de los lágidas sobrevivió a la ocupación árabe. Si acusar a los árabes como únicos responsables de la destrucción de la Gran Biblioteca es un error, el exculparlos lo es igualmente. No se puede descartar la responsabilidad de los sarracenos, ya que Cartago, Cesarea de Palestina, Leptis Magna y otras grandes metrópolis romanas que aún subsitían en el siglo VII fueron arrasadas durante la expansión del Islam. La biblioteca de Cesarea, que contenía la mayor colección de obras cristianas del Imperio, desapareció sin que se sepa su destino, y seguramente fue destruida.

Con respecto a Alejandría, en 645 la ciudad abrió sus puertas a una expedición romana de auxilio, pero al año siguiente cayó nuevamente en manos musulmanas. A partir de entonces la importancia y población de la ciudad cayeron en picado, en beneficio de la nueva capital de los conquistadores Fustat (El Cairo).

Curiosidades y anécdotas

En la literatura apócrifa judía existe un libro que lleva el título de Cartas de Aristeas a su hermano Filócrates, que se supone escrito entre los años 127 a 118 adC. En esta obra se narra un hecho histórico: En el reinado de Ptolomeo II (285-247 adC) trabajaba en el Museo un bibliotecario llamado Demetrio de Falero (o Falerio), un entusiasta de la biblioteca que luchó toda su vida por su engrandecimiento. Demetrio rogó al rey que pidiera por medios diplomáticos a la ciudad de Jerusalén el libro de la Ley judía y que también hiciera venir a Alejandría a unos cuantos traductores para traducir al griego los cinco volúmenes de dicho texto hebreo de la Torá (llamado después de la traducción Pentateuco, en griego), es decir los cinco primeros libros del Antiguo Testamento. Eleazar, el sacerdote de Jerusalén, envió a Alejandría a 72 sabios traductores que se recluyeron en la isla de Faros (frente a Alejandría) para hacer el trabajo, se dice que en 72 días. Se considera que esta fue la primera traducción de la historia, a la que se llamó Septuaginta o Biblia de los Setenta o de los LXX, porque redondearon el número de 72 traductores a 70.

En otra ocasión, Demetrio de Falero (que además era un gran viajero), estando en Grecia, convenció a los atenienses para que enviasen a Alejandría los manuscritos de Esquilo (que estaban depositados en el archivo del teatro de Dionisos, en la ciudad de Atenas), para ser copiados. Cuando se hacía una petición como ésta, la costumbre era depositar una elevada cantidad de dinero hasta la devolución de los textos. Los manuscritos llegaron al Museo, se hicieron las copias correctamente, pero no volvieron a su lugar de origen, sino que lo que se devolvió fueron las copias realizadas en la biblioteca. De esta manera Ptolomeo Filadelfo perdió la gran suma del depósito cedido, pero prefirió quedarse para su biblioteca el tesoro que suponían los manuscritos.

En el Concilio de Nicea (año 325) se decidió que la fecha para la Pascua de la Resurrección fuera calculada en Alejandría, pues por aquel entonces el Museo de esta ciudad era considerado como el centro astronómico más importante. Después de muchos estudios resultó una labor imposible; los conocimientos para poderlo llevar a cabo no eran todavía suficientes. El principal problema era la diferencia de días, llamada spacta, entre el año solar y el año lunar además de la diferencia que había entre el año astronómico y el año del calendario juliano, que era el que estaba en uso.

La biblioteca completa del filósofo Aristóteles, su obra y sus libros se custodiaban en este lugar. Algunos autores creen que la compró Ptolomeo II. Todo se perdió. Había también veinte versiones diferentes de la Odisea, la obra La esfera y el movimiento de Autólico de Pitano, Los Elementos de Hipócrates de Quíos y tantas obras de las que no se conserva más que el nombre y el recuerdo.

En Alejandría las copias se hacían siempre en papiro y además se exportaba este material a diversas regiones. La ciudad de Pérgamo era una de las que más utilizaba el papiro, hasta que los reyes de Egipto decidieron no exportar más para tener ellos en exclusiva dicho material para sus copias. En Pérgamo empezaron a utilizar entonces el pergamino, conocido desde muchos siglos atrás, pero que se había sustituido por el papiro por ser este último más barato y fácil de conseguir.

Los papiros jamás se plegaban: se enrollaban. Las primeras obras se presentaban en rollos (volumen en latín). Cada volumen estaba formado por hojas de papiro unidas unas a otras formando una banda que se enrollaba sobre un cilindro de madera. Los textos estaban escritos en columnas, en idioma griego o demótico, con tinta amarilla diluida en mirra. Los escribas utilizaban un solo lado y escribían con una caña afilada, el cálamo. Los rollos etiquetados, estaban colocados en cajas que se depositaban en el interior de armarios murales (armaria), ordenados por materias: textos literarios, filosóficos, científicos y técnicos. Posteriormente, se hizo según el orden alfabético de los nombres de autores.

FISK / La historia oculta de Gaza que los israelíes no están contando

ROBERT FISK – OK, así pues hasta esta tarde el balance de dos jornadas de intercambio letal se eleva a 40-0 a favor de Israel. Veamos ahora la historia de Gaza que no oirá contar a nadie en las próximas horas.

Se trata de la tierra. Los israelíes de Sderot sufren el fuego de cohetes lanzados por los palestinos de Gaza y ahora los palestinos están recibiendo su merecido. Claro. Pero, un momento: ¿cómo es que todos esos palestinos —millón y medio en total— han acabado hacinados en Gaza? Bueno, pues resulta que sus familias vivieron una vez en lo que ahora se llama Israel. Y que fueron expulsados —o huyeron para salvar la vida— cuando se creó el Estado de Israel.

Y resulta también que —se aconseja aquí tomar aire con una profunda inspiración— las personas que vivían en Sderot a principios de 1948 no eran israelíes sino árabes palestinos. Su aldea se llamaba Huj. Tampoco eran enemigos de Israel. Dos años antes, esos mismos árabes habían escondido del ejército británico a combatientes de la Haganah judía. Sin embargo, cuando el 31 de mayo de 1948 el ejército israelí se plantó en Huj expulsó a todos los habitantes árabes de la población, ¡a la Franja de Gaza! Y se convirtieron en refugiados. David Ben Gurion (el primer Primer Ministro de Israel) lo llamó una “acción injusta e injustificada”. Una pena. A los palestinos de Huj nunca se les permitió regresar a sus hogares.

Y hoy, más de 6.000 descendientes de los palestinos de Huj —ahora Sederot— viven en la misérrima Gaza entre los “terroristas” que Israel proclama querer destruir y que disparan cohetes contra lo que otrora fue Huj. Interesante historia.

Y lo mismo cabe decir por lo que respecta al derecho de autodefensa de Israel. Lo hemos vuelto a oír hoy mismo. ¿Qué pasaría si los ciudadanos de Londres fueran bombardeados como lo son los ciudadanos israelíes? ¿Acaso no devolverían el golpe? Bueno, sí, pero los británicos no tenemos a más de un millón de antiguos habitantes del Reino Unido encerrados en campos de refugiados en unos pocos kilómetros cuadrados alrededor de Hastings.

La última vez que se utilizó este argumento falaz fue en 2008, cuando Israel invadió Gaza y mató al menos a 1.100 palestinos (tipo de cambio: 1.100 contra 13). ¿Qué pasaría si a Dublín la atacaran con cohetes?, preguntó entonces el embajador de Israel. Ahora bien, en la década de 1970 la ciudad británica de Crossmaglen, en Irlanda del Norte, sufrió el ataque de cohetes lanzados desde la República de Irlanda pero no por ello la RAF se vengó bombardeando Dublín y matando a mujeres y niños irlandeses. En Canadá, en 2008, los partidarios de Israel blandieron el mismo argumento falaz. ¿Qué pasaría si a la gente de Vancouver o Toronto o Montreal la atacasen con cohetes disparados desde sus propios suburbios? ¿Cómo se sentirían? Sin embargo, los canadienses no han empujado a campos de refugiados a los habitantes originales del territorio canadiense.

Y ahora vámonos a Cisjordania. Al principio Benjamin Netanyahu dijo que no podía hablar con el “Presidente” palestino Mahmoud Abbas porque no representaba también a Hamas. Luego, cuando Abbas formó un gobierno de unidad [con Hamas], Netanyahu dijo que no podía hablar con Abbas porque se había aliado con la “terrorista” Hamas. Ahora dice que sólo se puede hablar con Abbas si rompe con Hamas, aunque si lo hace dejará de representar a Hamas.

Mientras tanto, el gran filósofo israelí de izquierdas Uri Avnery —90 años de edad y por fortuna tan recio como siempre—, ha llamado la atención sobre la última obsesión de su país: el peligro de que Isis lance un asalto hacia el oeste desde su “califato” sirio-irakí y llegue hasta la ribera oriental del río Jordán.

“Y Netanyahu dijo”, según Avnery, que “si no son detenidos por una guarnición israelí permanente estacionada allí (en el río Jordán), llegarán hasta las mismas puertas de Tel Aviv”. La verdad, por supuesto, es que la aviación israelí aplastaría a Isis en el mismo instante en que osara cruzar la frontera con Jordania desde Irak o Siria.

La importancia de eso, sin embargo, es que si Israel mantiene su ejército en el Jordán (para proteger a Israel de Isis), un futuro Estado “Palestino” no tendrá fronteras y será un enclave dentro de Israel rodeado por todas partes por territorio controlado por los israelíes.

“Igual que un bantustán sudafricano”, dice Avnery. En otras palabras, jamás existirá un Estado palestino “viable”. Después de todo, ¿acaso no es Isis lo mismo que Hamas? Por supuesto que no.

Pero no es eso lo que le oímos decir a Mark Regev, portavoz de Netanyahu. No, lo que le dijo a Al Jazeera fue que Hamas era “una organización terrorista extremista no muy diferente de Isis en Irak, Hezbollah en el Líbano, Boko Haram …” Basura. Hezbolá es una milicia chií que en Siria combate a muerte contra los musulmanes sunitas de Isis. Y Boko Haram —a miles de kilómetros de Israel— no es una amenaza para Tel Aviv.

Pero usted ya ha captado el concepto. Los palestinos de Gaza —y, por favor, olviden para siempre a los 6.000 palestinos cuyas familias son oriundas de Sederot— están aliados con las decenas de miles de islamistas que amenazan a Maliki en Bagdad, a Assad de Damasco o al presidente Goodluck Jonathan en Abuja. Más interesante aún: si Isis se dirige hacia las lindes de Cisjordania, ¿por qué el gobierno israelí sigue construyendo allí colonias para los civiles israelíes de forma ilegal y en tierras árabes?

Todo esto no tiene que ver solamente con el vil asesinato de tres israelíes en la Cisjordania ocupada o con el vil asesinato de un palestino en la Jerusalén Este ocupada. Tampoco con la detención de numerosos militantes y políticos de Hamas en Cisjordania. Tampoco con los cohetes. Como de costumbre, el meollo del asunto es la tierra.

http://www.contrainjerencia.com/?p=90253

Una niña filipina de 3 años ‘resucita’ durante su entierro

Una niña filipina de 3 años dada por muerta ha recuperado el conocimiento cuando se encontraba en el ataúd durante la preparación de la ceremonia funeraria, informa 


El incidente tuvo lugar en la localidad de Aurora, en la provincia de Zamboanga del Sur de la isla de Mindanao, en el sur de las Filipinas.

La Policía local informó que los médicos habían declarado la muerte de la menor al no encontrarle el pulso. 

En realidad la niña, que sufría una fuerte fiebre, había entrado en estado de coma, lo que confundió a los doctores.
RT /  Sott.net

Hitler y la Thule Gesellschaft

“Una leyenda profunda de Oriente nos cuenta que los espíritus del poder del mal son mantenidos cautivos en la noche, sellada por la prudente mano de Dios. Hasta que la suerte, una vez por milenio, concede a un único pescador el poder de romper sus cadenas, si no vuelve inmediatamente a tirar al mar su botín. Para mi padre el destino ha hablado. Dependió una vez de él devolver al demonio a su celda. Mi padre ha quebrado el sello. No sintió el aliento del maligno. Ha dejado libre al demonio, vagando por el mundo.”

Texto de Albrecht Haushofer, ejecutado por la Gestapo en 1945.

Situémonos en una Alemania agotada, derrotada y desgarrada por el fin de la Primera Guerra Mundial, en un mundo en plena confusión que intenta recomponerse. En otra parte, en Rusia, la familia imperial va a ser exterminada en Ekaterinburg; una epidemia que se parece más a la peste que a la gripe mata a 21 millones de personas en todo el mundo (la famosa y mal llamada Gripe Española). Dos años más tarde, se inicia en Estados Unidos la Ley Seca o de la Prohibición.

Busto de Rudolf Glandeck, Barón von Sebottendorf (1875-1945), fundador de la Thule Gesellschaft.

En Munich, Baviera, el Barón Rudolf von Sebottendorf funda, en el seno de la Germanenorde (Orden Germana), una sociedad secreta mágica bautizada con el nombre de “Thule Gesellschaft”. Ese agrupamiento basa sus rituales sobre los de la franmasonería turca a la cual el barón bávaro ha sido iniciado. Pero von Sebottendorf no aporta tan solo rituales…

Posee un antiquísimo recipiente o ampolla de varios miles de años que, según se dice, contiene un demonio. Una entidad eterna extremadamente corrompida que puede ser consultada como un oráculo. Esa botella del tamaño de una naranja y de un blanco lechoso irisado se parece, como dos gotas de agua, a la descrita por Robert Louis Stevenson en su novela “The Bottle Imp.”

Una leyenda pretende que el rey Salomón ha encerrado en ella al demonio Belial, antes de tirarla a un pozo en Babilonia, y que cada mil años este objeto resurge para de nuevo intentar aniquilar la humanidad. Pobre de aquel que se dejase subyugar por el poder hipnótico de la entidad… En la Biblia, el demonio Belial representa el mal absoluto y fue adorado en Sodoma antes de que fuera aniquilada por un diluvio de fuego. Se dice que Atila, el rey de los Hunos, se dejo seducir por él…



Grabado representando al demonio Belial, en un libro esotérico de 1475. Abajo, en la ilustración inferior, el sello de Belial extraído del Diccionario Infernal de Collin de Plancy.

En 1919, siete miembros de la Thule Gesellschaft deciden, contra la opinión del Barón von Sebottendorf, despertar lo que duerme en la botella y consultar el oráculo. Financieramente poderosos, desean saber qué partido sostener en la reconstrucción de una Alemania fuerte y competitiva. Belial puede responder a esa pregunta. Pero su odio por los Judíos, comunistas y masones ahoga cualquier sentimiento de prudencia de cara a los riesgos que entraña una acción mágica incontrolable.

Según el calendario mágico de Croze y Orazi (París, 1896), el mes consagrado a los horóscopos es el de abril. El ritual de purificación indispensable durará un mes y llegará a su punto culminante el 30, durante la noche de los brujos: la Walpurgisnacht. Es el momento más intenso de la magia germánica, el equivalente a seis meses de distancia de la noche de Halloween anglo-americana.

Están presentes en el grupo el príncipe von Thurn und Taxis, la condesa von Weistrap, el barón von Seydlitz y cuatro miembros más que la Historia no ha retenido los nombres… El Barón von Sebottendorf, presintiendo un inmimente peligro, abandonó la capital bávara a toda prisa a principios del mes de abril… y con razón!

El 9 de abril, la revolución roja spartakista estalla en la ciudad; el 26 toman por la fuerza el Hotel de las Cuatro-Estaciones en la Maximilianenstrasse, sede de la Thule Gesellschaft y arrestan a los allí presentes. En el asalto al hotel, muchos objetos son destruídos entre ellos la botella milenaria. El 30 de abril, los siete conspiradores son ejecutados; el mismo día, el cuartel general spartakista es reducido a cenizas a golpe de lanzallamas… un diluvio de fuego. Liberado de su “cárcel”, Belial puede hacer de las suyas.

Dietrich Eckart (1868-1923), Gran Maestre de la Thule Gesellschaft y mentor de Hitler. Abajo, fotografía de Alfred Rosenberg (1893-1946).


Tras el fracaso del “putsch” comunista, los supervivientes de la Thule Gesellschaft se reunen de nuevo; entre ellos destaquemos a Dietrich Eckart, Alfred Rosenberg y Karl Haushofer. En cuanto al Barón von Sebottendorf, éste jamás regresaría a Munich; se instaló en la localidad de Bad Sascha hasta 1934 para después refugiarse en Turquía. Pese a su huída, su intento de echar tierra de por medio no le salvaría de su trágico final.

Para obligar a la entidad a reintegrar su sitio en la botella, se necesitaba estar en posesión de un sello mágico babilónico que se encontraba precisamente en Iraq.

A los miembros de la Thule les era necesario controlar al demonio. Por ello, los otros miembros del grupo tomaron la decisión de alojar a Belial en una criatura sin alma, un golem, facilmente controlable y que sería invulnerable mientras permaneciera el huésped en él. Lo más dificil era encontrar a esa perla rara! Era imperativo encontrar a un ser frustrado, con bajos instintos, facilmente satisfecho por el demonio pero poseyendo excepcionales cualidades de medium; el sujeto perfecto debía haber nacido preferentemente un mes de abril.



El 10 de septiembre de 1919, el Infierno les regaló el sujeto perfecto y buscado en la persona de un pequeño caporal vienés chillón, que respondía al nombre de Adolf Hitler. Acababa de adherirse al D.A.P., el futuro partido nazi.

Hasta 1923, su educación fue a cargo de Dietrich Eckart, gran maestre de la Thule Gesellschaft. A la muerte de éste, un joven oficial nazi iluminado tomó el relevo; miembro de la sociedad secreta, Rudolf Hess se convirtió en el guardián de Hitler. En cuanto a la milenaria botella del malvado genio, ésta fue prudentemente escondida en alguna parte de la ciudad de Bonn. Pero, ¿quién controlaba a quién?

Rudolf Hess (1894-1987).

Poco a poco, Hitler se deshizo de la influencia de la secta. En 1934, durante la famosa “Noche de los Cuchillos Largos”, muchos de los que le estorbaban fueron liquidados. Luego vino la guerra y el Führer pasó a ser incontrolable.

En 1941, los nazis hicieron una desesperada tentativa para hacerse con el sello babilónico escondido en Iraq, país que se encontraba bajo el control británico. Rudolf Hess sabía que si Hitler se suicidaba, única manera de liberar a la criatura demoníaca, él se convertiría automáticamente en el siguiente anfitrión, y eso empezaba a preocuparle muy seriamente…

Albrecht Haushofer (1903-1945).

El 10 de mayo de 1941, a instancias del general Karl Haushofer y de su hijo Albrecht Haushofer, Rudolf Hess cogió un avión y se dirigió a Escocia en la esperanza de ganar tiempo y frenar el conflicto. Entre las propuestas de paz, una cláusula preveía el regreso de Iraq bajo el control alemán. Nadie quiso creer en su historia, al menos oficialmente, y se le hizo pasar por loco.


Rudolf Hess y Joachim von Ribbentrop sentados en el banquillo durante los juicios de Nuremberg, en 1946.

El final es de sobras conocido. Adolf Hitler se suicidó en su bunker de la cancillería de Berlín, el 30 de abril de 1945. Albrecht Haushofer sería ejecutado por la Gestapo poco antes, acusado de trahición. Su padre el general Karl Haushofer y su madre se suicidaron tras serles notificada la ejecución sumaria de Albrecht. Alfred Rosenberg sería condenado a muerte y ahorcado en Nuremberg; el cuerpo del Barón von Sebottendorf sería rescatado de las aguas del Bósforo, aparentemente muerto por ahogamiento (mayo de 1945).

Tan solo Rudolf Hess escaparía al la pena capital, aunque condenado de por vida al encarcelamiento en la prisión de Spandau. Ningún prisionero de guerra fue tan bien guardado como él. Una fotografía de él en su celda de Spandau sería publicada en la revista francesa “Paris Match”, mostrándole flanqueado por los guardias de las cuatro naciones especialmente dedicados a su custodia. Se supone que se suicidó en 1987.

A finales de 1949, tres miembros de una sociedad secreta en contacto con los ejércitos aliados iniciaron unas investigaciones y búsquedas en Berlín y luego en Bonn, para dar con las pruebas materiales de esta descabellada historia. Encontraron la muerte en misteriosas y atroces circunstancias. Un sargento del ejército belga que estuvo al cargo del rescate y traslado de los restos de éstos desde Bonn hasta un hospital militar de Lieja, jamás regresó a su base. Éste llevaba, aparte de los cadáveres de aquellos tres investigadores, unos objetos encontrados en Bonn: una botella rota de vidrio blanco lechoso del tamaño de una naranja, conservada en una caja de galletas, algunos objetos nazis muy curiosos y siete figuritas representando a los protagonistas de la contienda (Hitler, Mussolini, Churchill, Stalin, De Gaulle, Roosevelt, Hess) más una representando a un mago turco de cuclillas, identificado como von Sebottendorf. Todos esos objetos serían cedidos al Coleccionista.

Las figuritas, realizadas como los típicos soldados de plomo de juguete y pintadas a mano, se fechan entre 1930 y finales de 1940; junto con el mago turco, conforman una especie de “ouija” u oráculo que puede contestar a cualquier pregunta referente a la Segunda Guerra Mundial, haciendo pivotar el mago sobre su base y éste contesta señalando a una figurita en concreto. A la pregunta de “¿quién fue el anfitrión del demonio durante la guerra?”, el mago señaló con su varita a Hitler… A la pregunta de “¿adonde huyó Rudolf Hess en 1941?”, señaló a Churchill. A la pregunta de “desde la muerte de Hess y la destrucción de Spandau, ¿dónde se esconde la entidad?”, el mago señaló un ordenador conectado a internet… según los testigos que presenciaron la demostración realizada por el poseedor de esos curiosos juguetes. Éstos añaden que el Coleccionista consiguió hacerse con el famoso sello babilónico que, con tanto ahinco y desesperación, trataron infructuosamente de recuperar los miembros de la Thule en Iraq.


Fotografía de la famosa botella rota que contuvo a Belial y el Sello Mágico Babilónico que sirve para controlar a la entidad demoníaca.

Fuente: Retratos de la Historia

El ejército de Marruecos cuenta con aviones no tripulados operativos que España tardará años en tener en servicio

UAV Predator XP, modelo similar al que tiene Marruecos.

Dedicados a misiones de reconocimiento e inteligencia, se hallan ahora desplegados sobre todo en la frontera con Argelia y en el Sahara

Marruecos suma y sigue. Las fuerzas armadas de nuestro vecino se encuentran inmersas en una carrera armamentística por tierra, mar y aire. Sobre todo por aire donde, a la moderna flota de aeronaves que ha ido construyendo, se le unen ahora avanzados aviones no tripulados (UAV) ya operativos. Los militares españoles advierten: “Van por delante de nosotros”.

Tal y como contó El Confidencial Digital, los aviones no tripulados son la apuesta de futuro del ministerio español de Defensa. Por ello, en los planes del Estado Mayor se incluye el objetivo de aumentar considerablemente la inversión en estos medios aéreos.

Sin noticia de los drones

La Dirección General de Armamento y Material (DGAM) anunció el pasado mes de marzo, durante la feria de sistemas no tripulados UNVEX 14, que en junio estaría listo el ‘Plan Director’ en el que se establecerían los plazos y objetivos de la futura flota de UAVs de España.

Pasada esa fecha, y sin noticias aún de ese ‘libro blanco’ de los drones españoles, hay militares que comienzan amostrar sus dudas sobre el futuro de un sector estratégico para las Fuerzas Armadas.

Quienes más críticos se muestran con la política de desarrollo de la tecnología no tripuladaindican que otros países socios, como ocurre con Francia, Italia y Reino Unido, han avanzado considerablemente en este campo en los últimos 5-10años. “Incluso Marruecos”, aseguran expertos en el sector consultados por El Confidencial Digital

Rabat, “muy por delante”

El caso de Marruecos resulta especialmente relevante, por las implicaciones que significa para España.

El ‘vecino del sur’ ha puesto en marcha en la última década un ambicioso programa demodernización de sus fuerzas armadas. Desde nuevas fragatas –para la base naval de Ksar Sghir- y modernos aviones F-16 –que superan técnicamente a los F-18 de Gando-, hasta sistemas no tripulados.

En este campo, Rabat ha decidido dar un salto cualitativo y convertirse en el estado magrebí con mayores capacidades aéreas no tripuladas. “Van por delante de España” remachan militares del Aire consultados por ECD.

Aseguran que, “mientras en España se habla de proyectos de futuro, que tardarán años en ser operativos, allí ya tienen operativas más de media docena de aparatos de última generación”.

Predators, Harfangs…

Por ejemplo, los tresUAVs RQ-1 PredatorXP, adquiridos a Estados Unidos, que utiliza en misiones de reconocimiento e inteligencia en zonas fronterizas con el Sahara y Argelia.

Las fuentes consultadas destacan, sin embargo, que estos modelos están “capados”, ya que no tienen el “cableado que permite artillarlos” –algo que se quiere hacer en España con el prototipo Atlante-. Tan sólo Reino Unido e Italia disponen de estos aparatos.

Además, Marruecos se halla a la espera de recibir los cuatro nuevos sistemas Harfang que ha adquirido a Francia de segunda mano.

La compra ya ha sido firmada, pero París “aún no los ha entregado”. Estos aparatos se basan en el modelo israelí IAI Heron, los mismos que están siendo utilizados para vigilancia durante el Mundial de fútbol de Brasil.

A ellos, hay que sumarle otras cuatro unidades marroquíes del modelo I-GNAT- ER, fabricado por General Atomics, así como dos Skyeye R4E-50. Hacen un total de 8 aparatos en servicio y operativos, más los cuatro Harfang franceses que esperan recibir próximamente.

La asignatura pendiente de España

Por su parte, España adquirió a la empresa israelí IAI un total de cinco aparatos Mk Searcher, de los que sólo quedan cuatro, tras estrellarse uno durante la misión de Afganistán. El coste de estos sistemas, que el Ejército de Tierra solicitó de forma urgente para la misión afgana, asciende a 20 millones de euros.

Además, el Tierra cuenta con 27 mini UAVs ‘Raven’, aparatos de tamaño muy reducido, para misiones de reconocimiento, que son lanzados a mano por la infantería.

“E lresto son todo proyectos que habrá que esperar años para ver en servicio operativo”, añaden las voces consultadas. Entre ellos, el Atlante de Airbus Military – EADS, o el Pelícano de Indra.

Según las fuentes militares, España ha tenido diversos ofrecimientos por parte de Estados Unidos para facilitar sistemas UAV operativos y probados, como varias unidades de ‘Global Hawk’, pero las ofertas han sido rechazadas.

http://www.elconfidencialdigital.com/

"El Estado Islámico y otros grupos vinculados con Al Qaeda trabajan para la CIA"

Todas las fuerzas afiliadas a Al Qaeda, incluido el Estado Islámico, trabajan para la CIA, según afirmó un ex alto dirigente de Al Qaeda, el jeque Nabil Naím.

"Todos los países islámicos, tanto los sunitas como los chiitas, deben unir fuerzas para arrancar estos grupos que no son más que las garras del colonialismo en la región", dijo Naím en una entrevista concedida a la cadena árabe Al-Mayadeen y citada por el portal 'Infowars'.

Según el fundador del Yihad Islámico Egipcio, el Estado Islámico es parte del plan de los neoconservadores estadounidenses y de Israel para balcanizar Oriente Medio.

La aparición del movimiento islamista ha sido diseñada "para agotar los recursos y fondos sauditas e iraníes", mientras que el conflicto se expande hacia Arabia Saudita y otras monarquías del Golfo para el 2016, según auguró Naím.

El Estado Islámico, que ha invadido varias partes de Siria e Irak, en junio pasado prometió atacar a Arabia Saudita. 

"Si es la voluntad de Alá, mataremos a aquellos que adoran piedras en La Meca y destruiremos la Kaaba. La gente no va a La Meca por Alá, sino a tocar piedras", tuiteó un miembro del Estado Islámico , Abu Turab Al Mugaddasi, el pasado 30 de junio. 

La Kaaba, localizada en la ciudad de La Meca, es una construcción con forma de cubo de gran importancia para la cultura musulmana, ya que demarca el centro del peregrinaje y la adoración de Alá para todo el mundo musulmán. 

Según, Naím, no es apropiado considerar al Estado Islámico y otros grupos vinculados con Al Qaeda como musulmanes. Les describió como "no creyentes". 

En 2013, cuando el grupo yihadista Frente al-Nusra declaró su lealtad al líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, Naím acusó al grupo de trabajar para la CIA. 

"Personalmente creo que el líder de Al Nusra, Abu Mohamad Al-Golani, quien anunció su apoyo a Al Zawahiri, es un agente de la CIA", dio Naím. 

Describió a Al Zawahiri como un agente doble, "quien recibe órdenes de los estadounidenses". 

Fuente: Infowars

Oriol Pujol tira la toalla acosado por los suyos y el escándalo de las ITV

DEJA LA SECRETARÍA GENERAL DE CDC Y EL ESCAÑO

El exsecretario general de CDC Oriol Pujol en el Parlament (EFE)


Demasiada presión. El que había sido el hombre fuerte de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC) y su secretario general, Oriol Pujol Ferrusola, tira la toalla. Desde que en marzo del año pasado fuese imputado por su participación en el llamado caso de las ITV, Pujol se había mantenido en un discreto segundo plano a la espera de tiempos mejores y de que el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) le redimiese al fin.

Pero no pudo ser. Su implicación en ese escándalo (en el que presuntamente estaba facilitando que amigos suyos se beneficiasen de un nuevo reparto de estaciones de ITV y que entrasen en otros negocios con la Administración con los que se harían de oro) fue el inicio del fin. Durante los últimos meses, a Oriol Pujol lo han presionado desde dentro y desde fuera de su propio partido. Ha querido presentar su desaparición de escena como un sacrificio personal ante los retos políticos del segundo semestre del 2014. Es cierto, pero sólo en parte: sus cordiales enemigos convergentes ya habían puesto precio a su cabeza hace tiempo.

Su situación de imputado no gustaba a un sector convergente, que vio la oportunidad de desplazarlo definitivamente y de apartarlo de los centros de decisión de Convergència. No valía que ya hubiese dimitido como presidente del grupo parlamentario de CiU en el Parlamento autonómico y como secretario general de CDC, mientras sus funciones eran asumidas por Josep Rull y Lluís Corominas. Lo que quería un sector de su formación eraquitarlo de la circulación y escoger una nueva cúpula con un diferente reparto de poder en el mayor partido catalán. Y sus enemigos no se recataban en admitir públicamente que Oriol Pujol era un “estorbo para el proceso soberanista iniciado por Cataluña”.

En los últimos meses, las informaciones sobre su familia y los millones que han movido durante los últimos años en paraísos fiscales no ayudaron a hacer olvidar su situación. Algunos rumores incluso apuntaban a que el nombre de Oriol podía aparecer asociado a alguna cuenta corriente en el extranjero, aunque estas informaciones no pasaron nunca de ser meros rumores. En cambio, la mayoría de sus hermanos e incluso su madre sí han sido vinculados a cuentas en paraísos fiscales.

Fuentes del entorno de Oriol Pujol señalaron a este diario que “hace tiempo que meditaba dejarlo todo”. Los pasados meses, según estas fuentes, han sido “un infierno” para él y consideran que ahora podrá dedicarse mejor a preparar su defensa.


Un comunicado del dirigente convergente hecho público a última hora de esta tarde señala que “la provisionalidad en que vive CDC, fruto de la delegación de funciones de la secretaría general desde el momento en que me imputaron en marzo del 2013, se ha resuelto satisfactoriamente durante estos 16 meses, tanto en el ámbito parlamentario [la presidencia del grupo parlamentario fue asumida por el portavoz del mismo, Jordi Turull] como en el del partido. Tanto para mantener la necesaria estabilidad parlamentaria, y el apoyo al Gobierno, como para la gestión del partido, su coordinación institucional y para hacer frente a las diferentes contiendas electorales que han tenido lugar”.

El comunicado añade que “otra cosa es cómo afrontamos este segundo semestre del año: el 9 de noviembre, la organización y la participación en el 11 de septiembre y, más adelante, las elecciones municipales del próximo mes de mayo… Soy consciente de que vienen meses donde precisamos mucha fuerza interior, mucha cohesión, mucho convencimiento para continuar todo el trabajo emprendido, especialmente en el proceso nacional y en la capacidad y voluntad de hacer efectivo el derecho a decidir de los catalanes”.

De ahí que haya tomado la determinación de dimitir para “resolver sólidamente y de manera permanente, con la voluntad de acabar con el interinaje, la delegación de funciones de la secretaría general de CDC, de manera que los máximos órganos de dirección del partido y su consejo nacional puedan acordar la nueva estructura y responsabilidad sin alterar, en ningún caso, el planteamiento estratégico e ideológico que ya decidimos colectivamente en el congreso de Reus”.

También renuncia al acta de diputado “para que también desde esta institución haya el máximo esfuerzo y energía concentrados en que el proceso salga bien”. Pujol recuerda que, hasta ahora, las decisiones que había tomado eran reversibles, “pero estas no lo son, porque la provisionalidad en que estamos instalados, a pesar de haber sido una buena solución temporal, no será lo suficientemente fuerte como para dar soluciones y respuestas para los próximos y decisivos meses”.

Y concluye diciendo que toma estas decisiones ahora “para que el próximo periodo de sesiones en el Parlamento, y también el próximo curso político del partido, comiencen con el orden, liderazgo y personas que Convergència necesita para poder dar la máxima garantía de que el proceso saldrá bien”. La frase de despedida, no obstante, es todo un aviso a navegantes, un mensaje a sus enemigos dentro de Convergència: “Ceso en todo para no perjudicar en nada”.

El sustituto, el 6 de septiembre

Convergència convocó para las diez de la noche un comité ejecutivo extraordinario para hacer efectiva la renuncia. Tras el mismo, los dos altos cargos que asumen las funciones de la secretaría general, Josep Rull y Lluís Corominas, explicaron la positiva valoración que hizo la cúpula convergente de la renuncia y agradecieron a Oriol Pujol su “alto sentido de responsabilidad y generosidad”, al tiempo que calificaron la su anuncio de “decisión personalísima”.

Rull destacó que la dimisión de Pujol va muy vinculada “al proceso político que vive Cataluña” y que ahora se abre una nueva etapa donde se fortalecerá la estructura de dirección de CDC “para acometer el ejercicio del derecho a la autodeterminación”.

Y mientras Rull descartó la convocatoria de un congreso extraordinariopara relevar a Oriol Pujol, Corominas fijó para el 6 de septiembre la convocatoria de un consejo nacional extraordinario, el máximo órgano de dirección entre congresos. En este periodo, Convergència buscará la fórmula para cambiar la estructura de poder sin tener que recurrir a un congreso extraordinario. “No se trata sólo de cambiar un nombre, sino que los cambios serán más amplios. Hablamos de una renovación de toda la estructura”, subrayaron.

En otras palabras, no se trata sólo de cambiar una persona o una responsabilidad, sino de variar la estructura interna para fortalecer a CDC de cara a la montaña rusa que le espera después del mes de agosto, cuando entre en la etapa del 11 de septiembre, Diada Nacional de Cataluña, luego en la del referéndum del 9 de noviembre (cuya celebración no está asegurada) y, posteriormente, en la de la campaña de las elecciones municipales del 2015.

Fuente:http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2014-07-14/oriol-pujol-tira-la-toalla-acosado-por-los-suyos-y-el-escandalo-de-las-itv_162097/