miércoles, 29 de julio de 2020

Ultimátum independentista a Sánchez: «amnistía para los presos» golpistas o no habrá mesa de diálogo



Los presos del procés vuelven a la cárcel de Lledoners. 

28/07/2020 23:38 

El vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ha lanzado esta noche un indubitado ultimátum a Pedro Sánchez: sin amnistía a los presos golpistas, no habrá mesa de diálogo. Un órdago, en cualquier caso, maquiavélico, porque recordemos que quienes pidieron la mesa de diálogo, fueron, precisamente, los partidos independentistas del Govern catalán.

Pere Aragonès ha advertido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que sólo se volverá a sentar en la mesa de negociación para debatir y tratar de resolver la situación política en Cataluña si sobre ella se sitúa la amnistía a los dirigentes independentistas encarcelados por impulsar el 1-O.

«Hoy, por acción o por omisión, el Gobierno español se ha levantado de la mesa de negociación», ha expresado en declaraciones a los periodistas a las puertas de la cárcel de Lledoners donde cinco de estos presos han vuelto a entrar tras retirarles judicialmente el tercer grado, hecho que había solicitado la Fiscalía Provincial de Barcelona.

El dirigente secesionista ha asegurado que ERC continúa apostando por una solución «política y democrática» basada en el derecho a la autodeterminación y en la amnistía, pero ha añadido: «Solo podrá volver a sentarse si se plantea por la amnistía de los presos políticos y exiliados».

Este martes el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 5 de Cataluña ha aceptado suspender el tercer grado de cinco de los presos del 1-O a raíz del recurso que la Fiscalía Provincial de Barcelona ha presentado.

En cinco providencias consultadas por EP, la titular del juzgado acuerda, como ha pedido el fiscal, que el recurso tenga efectos suspensivos y tramitarlo de forma preferente y urgente.

Esta decisión afecta al expresidente de la ANC, Jordi Sànchez; al líder de ERC, Oriol Junqueras; al presidente de Òmnium, Jordi Cuixart; y a los exconsellers Raül Romeva y Joaquim Forn, mientras que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria 1 deberá posicionarse sobre el recurso que afecta a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell.

El único miembro del Gobierno que se ha manifestado respecto a la decisión del tribunal ha sido Pablo Iglesias, situándose a favor de los golpistas.

Al posicionarse sobre este asunto, obliga al ala socialista del Gobierno a retratarse, de otra forma, podría interpretarse que el Gobierno al completo pone en duda una decisión judicial de semejante calado, sobre todo, cuando el juzgado ha actuado tras una petición de la Fiscalía en ese sentido.

Iglesias dice que no valora la «calidad jurídica de una decisión judicial» para, a continuación, asegurar que «la suspensión de la semilibertad de los presos independentistas es una mala noticia».

El líder de Podemos ha defendido «el compromiso con la democracia y el diálogo» de los cinco presos a los que se les ha suspendido el régimen de semilibertad. «He visitado a los cinco en prisión y no albergo ninguna duda sobre su compromiso con la democracia y el diálogo aunque no comparta en absoluto su proyecto», ha señalado.

En este sentido, Iglesias ha explicado que sospecha que «muchos ciudadanos en Cataluña y en el conjunto de España volverán a tener la sensación de que la Justicia no siempre es igual para todos». «Que esa sensación se abra paso es malo para nuestra democracia», ha lamentado.




El Gobierno del caos: el Ministerio de Pedro Duque reconoce cinco veces más contagios que el de Illa

Pedro Duque, ministro de Ciencia. (Foto: Francisco Toledo)

29/07/2020 06:51

El descrédito del Gobierno pasa ya factura internacional a España. Y, pese a ello, cada día los bailes y manipulaciones estadísticas con el coronavirus son más evidentes. El último misterio de las cuentas de contagios del Gobierno afecta a dos Ministerios: el de Sanidad y el de Ciencia.

El Instituto Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia que comanda Pedro Duque acaba de admitir en julio un número de contagios que casi quintuplica el que admite su colega Salvador Illa desde el Ministerio de Sanidad.

El organismo dependiente del Ministerio de Ciencia admite 16.364 casos en su informe del 23 de julio y contabilizados desde el 29 de junio. Mientras, el Ministerio de Sanidad admite en ese periodo 3.698 contagios.




El baile de cifras es inexplicable. Entre el 29 de junio y el 5 de julio, el Instituto Carlos III del Ministerio de Ciencia registra 2.865 contagios. En ese periodo, sin embargo, Sanidad -que es el organismo que lidera la comunicación del Covid e influye de forma más decisiva en la puesta en circulación de datos oficiales en la opinión pública- se limita a admitir 640 casos de nuevos contagios.

Rebrote demoledor

Entre el 6 y el 12 de julio se repite la escena: el instituto investigador científico muestra 5.292 casos. Sanidad se limita a reconocer 1.033. Y del 13 al 19 de julio, el Carlos III anota 8.207 contagios y Sanidad sólo 2.025.

El resultado del periodo más evidente de rebrote es demoledor: El instituto del Ministerio de Ciencia admite 16.364 casos. Y Sanidad limita ese avance a 3.698.

El Gobierno no ha dejado de quejarse del bloqueo al turismo de Reino Unido, Alemania, Francia, Holanda y el resto de países que desconfían de España. Pero ni en esa tesitura ha dejado de manipular las estadísticas para ganar credibilidad.

Otro de los últimos episodios de manipulación de los datos diarios de nuevos contagios ha alterado el recuento igualmente en pleno rebrote. Entre los días 1 y 26 de julio. En esas fechas, el reconocimiento de casos positivos diarios por parte del Ministerio de Sanidad queda por debajo de un tercio de los que el propio Gobierno de España ha remitido a las dos principales instituciones internacionales encargadas del control de la enfermedad -la OMS y la agencia ECDC de la UE-, como ya ha adelantado OKDIARIO.

Desde el 1 de julio y hasta el 26 de ese mismo mes, el Ministerio de Sanidad ha reconocido diariamente un total de 15,53 casos de contagio por 100.000 habitantes. La cifra sale de sumar los contagios reconocidos cada día en el periodo comprendido en esas fechas. Pero si se miran los datos remitidos por el mismo Gobierno a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la agencia de control de enfermedades de la UE -ECDC- ese dato se dispara hasta los 49,23 contagios por 100.000 habitantes.

La explicación se encuentra en las cifras diarias exhibidas en España, donde siguiendo la extraña tradición ya implantada por el Gobierno se comunican menos contagios diarios de los que luego figuran en el acumulado total. E, incluso, menos de las que se trasladan a las dos entidades internacionales citadas.

El problema de ese engaño es que únicamente sirve para que los países, científicos u organismos internacionales no sepan ni cómo explicar lo que ocurre ni cómo dar crédito a los avances diarios que ofrece públicamente el Gobierno.

No se trata, ni mucho menos, del único misterio que albergan las cifras oficiales. Y uno de los más importantes ha afectado en pleno despegue del rebrote a los casos registrados en Cataluña.

El Ministerio de Sanidad, de hecho, ha estado comunicando la mitad de los casos de contagio por coronavirus que la Generalitat desde el inicio del mes de julio y hasta mitad de mes. El resto de casos han pasado al campo del olvido mediático a ojos de las ruedas de prensa del ministro Salvador Illa.

Avance de la enfermedad

Por poner un ejemplo, desde el 1 de julio y hasta el día 17 de ese mismo mes, la Generalitat había reconocido 10.133 nuevos contagios. El Ministerio del Gobierno de Pedro Sánchez, por el contrario, sólo había admitido 5.723 casos en esa comunidad autónoma. Es decir, que el Gobierno había ocultado nada menos que 4.410 casos en el territorio donde más preocupante es el avance de la enfermedad.




El Ejecutivo ha dejado claro desde el fin del estado de alarma que pretende trasladar toda nueva responsabilidad por el coronavirus a las comunidades autónomas. Lo ha hecho, incluso dejando constancia expresa en sus nuevas normas aprobadas, donde no ha dejado de destacar que todo nuevo foco del virus debe ser vigilado por las sanidades autonómicas.

Es cierto que, pasado el estado de alarma, el mando único desaparece y la competencia sanitaria retorna por completo a los Gobiernos regionales. Pero también lo es que esa evidencia no anula la competencia exclusiva del Estado en Sanidad Exterior y en coordinación de las comunidades autónomas en materia de pandemias, tal y como exige el artículo 149.16 de la Constitución Española.

Pero el Gobierno socialcomunista ha decidido que prefiere mirar hacia otro lado. Y la mejor prueba de ello, la está dando el Ejecutivo de Pedro Sánchez ante los preocupantes rebrotes de COVID-19 en Cataluña. De este modo, la recopilación de datos comunicados por la Generalitat catalana en pleno nacimiento del rebrote ha superado con creces los nuevos casos reconocidos por el Ministerio de Sanidad.


martes, 28 de julio de 2020

Pozos de Kamakura: Uno de los Misterios del Templo Kaizo-ji



El Juroku-no-i, o Dieciséis pozos en español, es un grupo de pozos sagrados en el Templo Kaizo-ji en Kamakura, Japón. Los dieciséis pozos están ubicados en una pequeña gruta cerca de la parte posterior del templo. Como están bien escondidos, los pozos son una de las atracciones más oscuras del templo. 

Hay muchas preguntas sobre los Dieciséis Pozos de Kamakura que aún no se han respondido. No está claro, por ejemplo, cuándo se hicieron, y su propósito original se ha perdido en la historia. Sin embargo, hay leyendas y especulaciones que intentan responder a las preguntas planteadas por Dieciséis pozos de Kamakura.

El Templo Kaizo-ji y sus Dieciséis Pozos se encuentran en Kamakura, que alguna vez fue la capital política de Japón. Kamakura está situada en el centro este de Honshu, en la prefectura de Kanagawa. 




La ciudad, que se encuentra al suroeste de Tokio, está rodeada por tres lados con montañas. En el cuarto lado de la ciudad está la Bahía de Sagami, que le da a Kamakura acceso directo al Océano Pacífico. Gracias a las montañas y al océano, Kamakura es una fortaleza natural.

Antes de los dieciséis pozos de Kamakura: el shogunato de Kamakura

Originalmente, Kamakura era un pequeño pueblo de pescadores. Hacia finales del siglo XII, se destacó al convertirse en la capital del clan Minamoto. Cuando se creó oficialmente el primer shogunato de Japón en 1192, el shogun Minamoto no Yoritomo convirtió a Kamakura en su sede de poder.

 El primer shogunato de Japón, conocido como Kamakura Shogunato, duró hasta 1333. La era en la historia de Japón entre 1192 y 1333, por cierto, se conoce como el período Kamakura. No mucho después de la muerte de Yoritomo, los shogunes se convirtieron en simples figuras decorativas, ya que el poder real cayó en manos de sus regentes Hojo. Sin embargo, Kamakura siguió siendo el centro político de Japón hasta el final del shogunato.

Como la capital de Japón, Kamakura también fue un centro de las artes y la cultura. Uno de los logros culturales más importantes del período Kamakura es el establecimiento de varias escuelas nuevas de budismo en Japón, especialmente el budismo jodo y el budismo zen. Las enseñanzas budistas zen resonaron con los valores de la clase dominante samurai y, por lo tanto, recibieron el patrocinio de las élites. 

El apoyo al budismo por parte de la clase dominante durante el período Kamakura se refleja en el hecho de que de los 65 templos de la ciudad, muchos fueron construidos entre 1192 y 1333. La ciudad también tiene 19 santuarios sintoístas. Teniendo en cuenta la cantidad de sitios religiosos budistas y sintoístas en la ciudad, no es sorprendente que Kamakura se haya vuelto popular entre los peregrinos también.

La historia del templo Kaizo-ji de Kamakura

El Templo Kaizo-ji de Kamakura está ubicado en la parte norte del distrito Ogigayatsu de la ciudad. El templo es conocido también como el Templo de las Flores, ya que las flores florecen en sus terrenos durante todo el año. 

El Templo Kaizo-ji fue construido originalmente en 1253 y pertenecía a la escuela budista Shingon en ese momento. Fue fundada por Fujiwara no Nakayoshi a pedido del Príncipe Munetaka, el sexto shogun de Kamakura. 

Era un gran complejo religioso y tenía 10 edificios en sus terrenos. Sin embargo, en 1333, el Templo Kaizo-ji fue completamente destruido, como resultado de la guerra entre el Shogunato Kamakura y los partidarios del emperador. En las siguientes décadas, el sitio del antiguo Templo Kaizo-ji quedó intacto.

En 1394, Ashikaga Ujimitsu, el segundo Kamakura kubo, o Kanto kubo (un título equivalente al Diputado Shogun) ordenó a Uesugi Ujisada reconstruir el Templo Kaizo-ji. El nuevo templo, sin embargo, se convirtió en un templo de la escuela budista Zen Rinzai. 

Otra diferencia entre el antiguo y el nuevo Kaizo-ji era el tamaño: el nuevo templo era mucho más grande. Sin embargo, no está claro si el nuevo templo fue modelado según su predecesor o no. En cualquier caso, el Templo Kaizo-ji que los visitantes ven hoy es el que data del siglo XIV.

Templo Kaizo-ji y la "piedra asesina"

Además de construir el Templo Kaizo-ji, Ujisada invitó a Genno Zenji, conocido también como Shinsho Kugai, a ser el sacerdote fundador del templo. Hay una leyenda llamada Sessho-seki ('Killing Stone') que está asociada con Genno Zenji. Según la leyenda, el Sessho-seki es una roca mágica que tiene el poder de matar cualquier cosa que haya entrado en contacto con ella.

Príncipe Hanzoku aterrorizado por un zorro de nueve colas (Utagawa Kuniyoshi / Public domain)

Originalmente, la piedra era un zorro de nueve colas que, según una versión de la leyenda, se transformó en una hermosa mujer llamada Tamamo no Mae. La mujer sirvió en la corte imperial de Kioto y ganó el favor del emperador Toba. 

Un día, el emperador fue golpeado por una misteriosa enfermedad. Finalmente, la enfermedad del emperador estaba relacionada con el zorro de nueve colas. 

La verdadera identidad de Mae fue descubierta por un adivino llamado Abe Yasunari, y se produjo una larga pelea. 

El espíritu del zorro fue derrotado y huyó de Kioto. Cuando el emperador se enteró de que Mae había escapado a Nasu, en la prefectura de Tochigi, envió un ejército para matarla. Cuando el zorro de nueve colas finalmente fue asesinado, ella se transformó en la piedra Sessho-seki.

La ira que albergaba el espíritu del zorro le dio a la roca el poder de emitir humos tóxicos, que mataron cualquier cosa que se le acercara demasiado. Esto continuó durante mucho tiempo, hasta la llegada de Genno Zenji.

 Cuando el sacerdote se enteró de la historia, decidió lidiar con el problema él mismo. Después de purificarse, el sacerdote fue al Sessho-seki. En una versión de la leyenda, Genno Zenji cantó un sutra y lo repitió hasta que Mae salió de la roca como una columna de humo blanco. 

Su espíritu desapareció gradualmente, después de lo cual la roca se rompió en tres partes. Dos de los fragmentos se fueron volando, mientras que el tercero permaneció en el sitio. En otra versión, el sacerdote cantó el sutra y rompió la roca en tres partes golpeándola con un martillo, permitiendo así que el espíritu de Mae partiera en paz.




 La segunda versión de la historia afirma que la roca perdió su poder después de la partida del espíritu de Mae. Sin embargo, en la primera versión, el fragmento de piedra restante continuó emitiendo humos tóxicos, aunque mucho más débil que antes.



La sala principal del templo Kaizo-ji, Kamakura. La sala principal (Tarourashima / Public domain)
Otras características notables del templo Kaizo-ji de Kamakura

El Templo Kaizo-ji tiene varias características notables, incluido el edificio del Salón Yakushido. Aunque la sala fue transferida al templo desde el Templo Jochi-ji en 1776, hay una leyenda que lo conecta con Genno Zenji. Según esta leyenda, el sacerdote podía escuchar a un bebé llorando en el templo todas las noches. 

Por lo tanto, decidió buscar la fuente del llanto y descubrió que provenía de debajo de una lápida detrás del templo. Genno Zenji cantó un sutra como una ofrenda al espíritu del bebé, y el llanto se detuvo para siempre. Al día siguiente, el sacerdote regresó al sitio y desenterró la tumba. 

En el proceso de hacerlo, desenterró la cabeza de una estatua de Yakushi Nyorai ("Buda de la medicina"). 

Posteriormente, Genno Zenji hizo una nueva estatua de Yakushi Nyorai y colocó la cabeza que encontró en su seno. La estatua ha residido en el Salón Yakushido desde entonces.

El altar del Templo Kaizo-ji muestra a los dos asistentes Bosatsu, Nikko Bosatsu y Gakko Bosatsu, que flanquean la estatua de Yakushi Nyorai (Daderot / CC0)

Además de esta estatua, el Salón Yakushido también alberga a dos asistentes de Bosatsu, Nikko Bosatsu y Gakko Bosatsu, que flanquean la estatua de Yakushi Nyorai. 

Cada uno de los asistentes está flanqueado por seis de los Juni Shinsho ("Doce Generales Guardianes"), que sirven como protectores.

 A la izquierda del altar hay dos tabletas mortuorias grandes que fueron hechas en memoria de aquellos que contribuyeron al Templo Kaizo-ji. Ambas tabletas tienen nombres de época inscritos en ellas, una correspondiente al año 1423 y la otra a 1515.

Dentro de una de las grutas de la cueva del templo Kaizo-ji (Daderot / CC0)

A Genno Zenji también se le atribuye el redescubrimiento de los Dieciséis Pozos, otra característica importante del Templo Kaizo-ji. Sin embargo, los pozos son menos conocidos que el Salón Yakushido, debido a su oscura ubicación cerca de la parte posterior del templo. 

A la izquierda del Salón Yakushido hay un sendero, y 50 m (164 pies) por el camino hay una pequeña gruta tallada en el acantilado, donde se encuentran los pozos. 

Por cierto, hay varias cuevas más talladas en el acantilado a la izquierda de la sala principal del templo. La gruta cubre un área de 16 m2 (172 pies2) y tiene aproximadamente 2 m (6.6 pies) de altura. 

En la gruta hay dieciséis pozos circulares dispuestos en un cuadrado de cuatro por cuatro. Como cada pozo tiene un diámetro de 70 cm (27,6 pulgadas) y una profundidad de 40 cm (15,7 pulgadas), puede ser más apropiado verlos como "agujeros poco profundos en el suelo".

Hay algunas características más notables en la gruta, aparte de los pozos. En un nicho en la pared del fondo, por ejemplo, hay una estatua de Kannon Bosatsu ("Diosa de la Misericordia"). 

Frente a ella hay una pequeña imagen de Kukai, conocida también como Kobo Daishi. A la izquierda de la estatua de Kannon hay otro nicho vertical, que una vez sostuvo una tableta de piedra tallada con una imagen de Amida-sanzon-raigo-zu. 

Esta es una representación del Buda Amida y un asistente Bosatsu mientras descienden para recibir a un creyente en la Tierra Pura en el momento de la muerte. Este es un artefacto raro, ya que está inscrito con un nombre de época que corresponde al año 1306. Por lo tanto, la tableta de piedra se conserva hoy en el Museo Kamakura Kokuhoukan.

Según la creencia popular, Kukai, el fundador del budismo Shingon, cavó los dieciséis pozos, de ahí su imagen en la gruta. Sin embargo, con el paso del tiempo, los pozos fueron enterrados y la gente los olvidó por completo. 

Cuando Genno Zenji se convirtió en el sacerdote fundador del nuevo Templo Kaizo-ji, redescubrió la gruta y los pozos. Sacó la arena y la tierra de la cueva, limpió los pozos y los llenó de agua. Se cree que los pozos se han llenado de agua desde entonces, y que nunca se han secado, incluso durante los calurosos meses de verano. Además, se han atribuido poderes curativos a estos pozos, y se dice que muchas personas enfermas han sido curadas por sus aguas.

¡Los dieciséis pozos de Kamakura siguen siendo un misterio hoy!

El propósito de los dieciséis pozos de Kamakura sigue siendo un misterio hasta el día de hoy. Algunos ven el número de pozos como significativo, y los interpretan como representando los Dieciséis Preceptos del Bodhisattva, que se encuentran en la escuela de budismo zen de Soto. 

Alternativamente, se ha sugerido que la gruta se usó originalmente como una cueva de entierro, y que los pozos se usaron para contener las cenizas de los muertos. Esto no es del todo imposible, considerando que las tumbas excavadas en la roca, conocidas en japonés como yagura, se encuentran en grandes cantidades en Kamakura. 

El Mandarato Yagura, la mayor colección conocida de yagura en Japón, por ejemplo, se encuentra en Kamakura. Esta necrópolis contiene más de 160 tumbas y se extiende sobre tres niveles en un acantilado de 10 m (32,8 pies). 

Los Yagura eran un tipo de entierro reservado para samuráis y monjes budistas. Ocasionalmente, los restos de comerciantes ricos también fueron enterrados de esta manera. En el caso de los Dieciséis Pozos, no hay evidencia concluyente de que sirviera como yagura, ya que no hay registros de restos humanos encontrados allí.




Los Dieciséis Pozos no son los únicos pozos en el Templo Kaizo-ji. Hay otro pozo famoso en el templo: el Sokonuke-no-i ("Pozo sin fondo"), que se encuentra a la derecha de la entrada del Templo Kaizo-ji. Hay una leyenda que rodea el pozo que tiene lugar durante el período Muromachi (la era posterior al período Kamakura).

 La leyenda comienza con una dama del clan Uesugi que se convierte en ayudante en el templo. Un día, cuando la señora trató de sacar agua del pozo, el fondo de su balde se cayó e inmediatamente se iluminó. Una versión alternativa de la leyenda reemplaza a la dama del clan Uesugi con Chiyono, la hija de Adachi Yasumori, un samurai del siglo XIII.

Aunque los Dieciséis Pozos están situados en una parte oscura del Templo Kaizo-ji, sin duda merecen una visita. Si bien es posible que nunca se conozca el propósito original de su creación, los creyentes probablemente seguirán tratando los pozos como un lugar sagrado. Los dieciséis pozos de Kamakura, que han existido durante siglos, probablemente seguirán siendo un lugar para los creyentes durante muchos siglos más.

Imagen de portada: Dieciséis pozos de Kamakura en los terrenos del templo Kaizo-ji. Fuente de la foto: Phlizz / Atlas Obscura

Autor: Wu Mingren

27 JULIO, 2020 - 23:09 DHWTY

¿Nos Están Avisando de un Grave Evento Mundial?”





Policía de Seattle revela imágenes de los disturbios que dejaron a 59 oficiales heridos


Los oficiales de policía de Seattle revelaron imágenes de sus cámaras corporales que muestran partes de los disturbios del sábado que dejaron docenas de oficiales heridos.

El video muestra un dispositivo explosivo lanzado a un grupo de oficiales, que retrocedieron mientras explotaba. También muestra objetos que lanzaron a los oficiales mientras se enfrentantaban a los alborotadores.

Cuarenta y siete personas fueron arrestadas luego de que una multitud desactivó las cámaras en un sitio de construcción antes de prenderle fuego y lanzar proyectiles, incluyendo piedras y botellas, a los oficiales.




Según el Departamento de Policía de Seattle, 59 oficiales resultaron heridos. Al menos uno requirió atención hospitalaria. Las lesiones variaron desde raspones y moretones hasta quemaduras y un menisco desgarrado.

Los oficiales continuamente alejaron a los manifestantes de la Comisaría del Este luego de que la multitud arrojara un explosivo al edificio, causando daños en la estructura. Las fotografías mostraban un agujero de 8 pulgadas que el explosivo dejó al atravesar una pared.

           
En un gráfico que explica lo que pasó, los policías dijeron que se lanzó un objeto pirotécnico y cayó entre una ventana de vidrio y madera contrachapada.

“El área confinada hizo que la explosión se centrara en la calle + hacia el [recinto]”, escribieron.

Los detectives del escuadrón de incendios y bombas están investigando quién fue el responsable.

Las fotos muestran lesiones, incluyendo una herida y una quemadura, que los oficiales dicen que fueron causadas por objetos explosivos.

Un agujero en una pared en el Recinto Este del Departamento de Policía de Seattle hecho por los alborotadores en Seattle, Washington., el 25 de julio de 2020. (Departamento de Policía de Seattle)

Un oficial de policía de Seattle sufrió una herida por un objeto explosivo durante los disturbios en Seattle, Washington, el 25 de julio de 2020. (Departamento de Policía de Seattle)Un oficial de policía de Seattle sufrió una quemadura por un objeto explosivo durante los disturbios en Seattle, Washington, el 25 de julio de 2020. (Departamento de Policía de Seattle)

Mike Solan, presidente del sindicato de la policía de Seattle, compartió un artículo sobre oficiales heridos por los disturbios.

“Esto es claramente terrorismo nacional”, dijo en un posteo en redes sociales.

Los funcionarios de la ciudad no han hecho comentarios sobre el caos. Ellos no han organizado una rueda de prensa desde el 24 de julio, cuando instaron a los manifestantes a protestar pacíficamente. La alcaldesa de Seattle, Jenny Durkan, demócrata, se unió a los alcaldes de otras cinco ciudades para escribir a los miembros del Congreso el 20 de julio, instándoles a que declararan ilegal que el gobierno federal desplegara agentes federales en ciudades que no les dieran la bienvenida.

Los manifestantes acusaron a la policía de usar fuerza innecesaria durante el fin de semana. Cass Bunting, de 24 años, dijo al Seattle Times que él intentaba irse alrededor de las 4 p.m. cuando un policía lanzó un dispositivo a un grupo de manifestantes.

“Sentí una explosión en mis pies. Rápidamente perdí la sensibilidad”, dijo, y añadió, “Ese tipo de casos de brutalidad saca a la superficie la violencia del sistema y la desigualdad y los problemas por lo que la gente protesta”.



Los manifestantes se enfrentan a la policía en la antigua sede de la Protesta Organizada del Capitolio (CHOP) luego de una manifestación del “Día de Acción Juvenil y Solidaridad con Portland” en Seattle, Washington, el 25 de julio de 2020. (Jason Redmond/AFP vía Getty Images)



Los bomberos salen de un café Starbucks que fue destrozado por alborotadores durante una manifestación del “Día de Acción Juvenil y Solidaridad con Portland” en Seattle, Washington, el 25 de julio de 2020. (Jason Redmond/AFP vía Getty Images)

Un remolque en una obra de construcción se quema luego de que los manifestantes atacaron el lugar durante las protestas en Seattle el 25 de julio de 2020. (David Ryder/Getty Images)

Los agentes de policía tenían la libertad de usar medidas de control de multitudes como bolas explosivas luego de que un juez federal, el día antes de los disturbios, detuviera una nueva ordenanza del Consejo Municipal que habría evitado que todos los departamentos posean, compren, alquilen, almacenen o usen “armas de control de multitudes”.

La jefa de policía Carmen Best dijo en un comunicado del 25 de julio por la mañana que los oficiales llevarían gas pimienta y bolas explosivas, “como sería típico en los eventos que tienen potencial para incluir violencia”.

Best agregó que el departamento no usaría gas lacrimógeno.




Algunos agentes federales fueron enviados a Seattle la semana pasada para proteger propiedades federales, confirmó el fiscal Brian Moran. Ningún agente federal pareció ayudar a la policía local durante los disturbios del fin de semana, y ningún edificio federal pareció ser el objetivo de los alborotadores.

El presidente Donald Trump dijo el lunes en las redes sociales que los agentes federales “están poco involucrados” en la ciudad, excepto por “un gran equipo de reserva en caso de emergencia”.


Una nueva señal apocalíptica en EE.UU. un rayo cae en la estatua de la libertad ¿Señal del fin del dólar?



            

Muchas Leyes se deciden primero en las Logias Masónicas





Roderigue Hortalez, la Compañía Fantasma creada por Francia y España para financiar la Independencia de Estados Unidos

Gálvez en América, cuadro de Augusto Ferrer-Dalmau / foto Wikimedia Commons

Es sabido que Francia y España tuvieron un activo e importante papel en la independencia de Estados Unidos

Ambos países, vinculados por la misma dinastía en el trono, vieron la ocasión de poner una zancadilla al enemigo británico y enviaron todo tipo de ayuda a las colonias americanas rebeldes.

Pero, aunque finalmente esa colaboración fue abierta, con el envío de contingentes militares, al principio se hizo de forma soterrada por miedo a las repercusiones que pudiera tener.




Por eso se creó una empresa ad hoc que encubriría los envíos de material y dinero; su nombre era una curiosa mezcla de español y francés: Roderigue Hortalez et Compagnie.

El Reino de la Gran Bretaña tenía trece colonias en la costa este de Norteamérica; de norte a sur: Massachussets, New Hampshire, Rhode Island, Connecticut, Nueva York, Pensilvania, Nueva Jersey, Delaware, Maryland, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Georgia.

 Las cuatro últimas tenían un modo de producción esclavista para trabajar las extensas plantaciones de algodón, tabaco y azúcar, con cerca de medio millón de esclavos negros. Sin embargo, las demás funcionaban con colonos emigrados que habían establecido comunidades más o menos igualitarias, sin la jerarquización social de sus lugares de origen, algo que repercutiría luego en forma de sentimiento de libertad.


América del Norte en 1750/Imagen: Rowanwindwhistler en Wikimedia Commons

Pero también lo hizo la Guerra de los Siete Años, una contienda desatada en 1756 por el control de Silesia que se extendió a América (y a Asia) arrastrando a ella a los indios como aliados de unos y otros beligerantes, según la zona de dominio de éstos: británicos en el citado litoral occidental, franceses en el entorno de los Grandes Lagos, que llamaban Nueva Francia (Canadá). 

Por eso las hostilidades al otro lado del Atlántico adquirieron carácter específico -la lucha por expandir las respectivas áreas de influencia- y, consecuentemente, se conocen como Guerra Franco-India.

La Guerra Franco-India -por ende, también la de los Siete Años- terminó en 1763 con el Tratado de París, que firmaron Reino Unido, Francia, España y Portugal y se completó con la Paz de Hubertusburgo, suscrita por los otros contendientes (Prusia, Austria y Sajonia). 

Fue un desastre para Francia, que perdió todas sus posesiones en América del Norte (excepto las islas de Saint Pierre y Miquelon), incluyendo Luisiana, que se vio obligada a ceder a España porque ésta había tenido que entregar Florida a los británicos (en realidad, los galos ya la habían cedido un año antes por el Tratado de Fointenebleau), aunque a cambio éstos devolvieron La Habana.

La Guerra Franco-India/Imagen: Rowanwindwhistler en Wikimedia Commons

Las pérdidas territoriales no supusieron un golpe especialmente duro para los franceses, ya que Canadá no era tan productivo como Martinica y Guadalupe (donde se cultivaba azúcar), pero sí lo fueron los gastos de guerra, que pusieron al país al borde de la ruina. 

Paradójicamente, lo mismo le pasó al vencedor, que al borde de la bancarrota decidió incrementar notablemente los impuestos en las colonias y uno de ellos, el que gravaba el té, acabó con el estallido de un motín. Los colonos británicos, imbuidos de aquel espíritu de libertad apuntado antes, dijeron no y las Coercive Acts, un corpus legislativo promulgado por Londres para reprimir el descontento, agravó la cuestión.

Esas leyes limitaban la autonomía gubernativa de las colonias, castigando a quien protestase y obligando a los particulares a alojar a los soldados. Pero los colonos ya no necesitaban al ejército de la metrópoli, dado que sus vecinos franceses habían sido expulsados y se bastaban para controlar a los indios. 

El descontento estalló el 19 de abril de 1775 en lo que fue la batalla de Lexington. Fue el mismo año en que el Segundo Congreso Continental empezó a ejercer como un gobierno y dio el mando de las tropas a George Washington; también cuando se disputó otra emblemática batalla, la de Bunker Hill… y cuando Francia y España decidieron intervenir.

La batalla de Lexingtonen un grabado de François Godefroy/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Ahora bien, ¿cómo hacerlo sin infringir el Tratado de París o sin que hubiera repercusiones? ¿Cómo ayudar a los colonos sin que Londres amenazara con represalias? La respuesta era enviar equipo y recursos financieros de forma no abierta sino encubierta. 

Para ello se recurrió a un pintoresco personaje, un dramaturgo francés pero que conocía España porque había vivido en ella cuatro años entre 1764 y 1768, hasta el punto de que sus dos obras más célebres están ambientadas precisamente en el país: El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro, aunque las estrenó algo más tarde (la primera en el mismo año en que estalló la revolución americana, la segunda en 1778). Se llamaba Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais.

Beaucharmais era lo que popularmente se llama un culo inquieto, probando infinidad de cosas, empleos y negocios. 

Nacido en París en 1733, fue relojero e inventor, entroncó con la nobleza a través de un efímero matrimonio, dio clases de arpa de las hijas de Luis XV, trabajó en la administración y se enriqueció con la especulación, alcanzando el cargo de secretario del rey. 

Su incontinencia a la hora de gastar le puso en aprietos económicos más de una vez, sin que sirviera la fortuna que heredó de un segundo matrimonio, dilapidada de nuevo entre acusaciones de malversación y falsificación. 

Una tercera boda en 1774 y el éxito que empezaron a tener sus obras teatrales le permitieron recuperarse.Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais (Jean-Marc Nattier)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

En la primavera de 1775, el rey le envió a Inglaterra con la misión de impedir la publicación de un panfleto titulado l’Avis à la branche espagnole sur ses droits à la couronne de France à défaut d’héritiers, toda una aventura que le llevó de país en país para terminar dando con sus huesos en una prisión austríaca, acusado de espionaje. 

Logró pronto la libertad y entonces marchó a Londres para recuperar unos documentos secretos con los que Luis XV estaba siendo chantajeado por Charles de Beaumont, más conocido como Chevalier d’Eon o Mademoiselle Beaumont (por su afición a travestirse). Era éste un diplomático y militar que formaba parte de Le Secret du roi, la red de espías de Luis XV.




 Beaucharmais le obligó a firmar una confesión sobre su verdadera identidad sexual (hoy se especula sobre su hermafroditismo), lo que le condenó a ser mujer el resto de su vida (tenía cuarenta y nueve años) y otorgó a su rival cierto prestigio como eficaz agente.

Fue en Inglaterra donde Beaucharmais tomó conciencia de la causa norteamericana, convirtiéndose en un ferviente defensor de la libertad de los colonos e intercambiando vehemente correspondencia sobre el tema con Charles Gravier, conde de Vergennes, ministro de exteriores francés, que era favorable a una intervención en apoyo de la independencia. 

También compartía juergas nocturnas con John Wilkes, alcalde londinense y antiguo periodista defensor de la libertad de prensa que, como parlamentario, criticó duramente la política del gobierno hacia sus colonias.Charles Gravier, conde de Vergennes (Antoine-Francçois Callet)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Así entabló contacto con Arthur Lee, un diputado que simpatizaba con los insurgentes y que le entregó una carta del Congreso Continental en la que se solicitaba un préstamo a Francia para sufragar los cuantiosos gastos militares a los que había que hacer frente, toda cuenta que los americanos tenían que organizar un ejército regular para enfrentarse a los casacas rojas. 

La petición, como esperaban los americanos, fue entregada por Beaucharmais al conde de Vergennes, que se mostró muy receptivo porque sabía que, en aquellos momentos de crisis, la economía británica dependía en buena medida de sus colonias, por lo que era la ocasión de devolverle el golpe de la Guerra de los Siete Años.

Luis XVI dio su aprobación con la condición de que la implicación francesa se mantuviera en secreto al menos hasta haber empezado abiertamente la revolución. 

Lo primero era guardarse las espaldas, así que el ministro de exteriores empezó una ronda de conversaciones con los países del norte de Europa y Rusia para asegurarse su neutralidad en caso de un nuevo conflicto. 

Luego, encargó a Beaucharmais la creación de una empresa que sirviera de tapadera para el envío transatlántico de armas, municiones y equipamiento diverso (tiendas de campaña, pólvora, uniformes…); también dinero con el que sufragar otros gastos.

El rey Luis XVI de Francia (Antoine-François Callet)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Todo ello a despecho de Anne Robert Jacques Turgot, barón de L’Aulne, más conocido como Turgot, ministro de finanzas desde el año anterior y cuyo objetivo declarado era evitar la bancarrota de Francia, cuya situación económica era peor aún que la británica. 

Turgot había aplicado una estricta política de contención de gasto y la supresión de algunos privilegios a la nobleza para evitar la subida de impuestos y estaba dando resultado, por lo que aquella inesperada aventura exterior ponía en peligro lo conseguido. Su firme oposición no fue escuchada, lo que, junto con las malas cosechas de 1774, provocó su dimisión.

La empresa en cuestión se fundó a medias con España, que también estaba interesada en debilitar al enemigo británico y que además se veía obligada por los Pactos de Familia entre las dos ramas de la dinastía borbónica; de hecho, en 1761 Carlos III había firmado con Luis XV el tercer pacto, renovándolo y ampliándolo en 1768. 

Al gobierno español también le interesaba mantener su participación en secreto hasta saber si había visos de éxito, pues de lo contrario podía verse arrastrada a una nueva contienda con Gran Bretaña y esta vez sufrir pérdidas territoriales más importantes en ultramar, a donde además se podían extender los ideales revolucionarios norteamericanos.

El rey Carlos III de España (Anton Raphael Mengs)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

Roderigue Hortalez et Compagnie nació en París -en el Hôtel La Tour du Pin-, dedicada al «comercio político-mercantil». 

Con dirección en las Antillas y un capital de 21 millones de libras tornesas (francesas, de Tour), se hizo correr la voz de que su propietario era español (incluso se puso un despacho con su nombre en la puerta) y sólo sabían la verdad los más allegados a Beaucharmais, quien proporcionó los buques que zarpaban de puertos franceses y arribaban a Nueva Orleans o remontaban el río Mississipi.

 Paralelamente, el general Charles Lee envió dos delegados a Nueva Orleans, capital de Luisiana, para pedir suministros a su gobernador, Luis de Unzaga, que les entregó pólvora por medio del financiero independentista Oliver Pollock. 

En enero de 1777, Unzaga sería relevado por Bernardo de Gálvez, que a a partir de 1779 se convertiría en uno de los grandes personajes de ese episodio histórico al combatir directamente a los británicos.

Otra vía de abastecimiento fue la familia vasca Gardoqui, contratada por el conde de Floridablanca para que su negocio naviero familiar, Joseph de Gardoqui e hixos, también transportara armas y demás. 

Cabe añadir que el titular, Diego de Gardoqui, hablaba inglés perfectamente por haber estudiado en Londres (llegaría a ser embajador en EEUU) y gestionó el envió de 120.000 reales de a ocho en metálico (más otros 50.000 en órdenes de pago), que constituirían la base de la futura moneda nacional, el dólar. 

Aparte, en sus bodegas serían transportados 30.000 mosquetes con sus bayonetas, más de medio millón de balas, 300.000 libras de pólvora, 215 cañones y 30.000 uniformes, entre otros materiales.

Diego de Gardoqui/Imagen: Wikimedia Commons

El 90% del material utilizado por los colonos rebeldes tenía esa procedencia europea. 

En total, según un documento firmado por el conde de Aranda, entre ambas empresas enviaron dos millones de libras tornesas, que, según algunos estudios, al cambio actual equivaldrían a unos tres billones, el doble del PIB español.

 Evidentemente, en una situación tan precaria como la que tenían en los primeros años los hombres de George Washington, la llegada de aquellos fondos y equipos fue como caída del cielo porque en la batalla de Saratoga, librada entre septiembre y octubre de 1777 y que supuso el punto de inflexión en la guerra, sus 4 .000 regulares y milicianos iban armados y equipados con material enviado desde España.

La victoria determinó el reconocimiento de los EEUU por Francia y España, junto con la entrada abierta de ambas en la contienda. 

Los españoles lo hicieron tras pactar con los galos, en el Tratado de Aranjuez, su ayuda para recuperar Menorca, Mobile, Pensacola, Campeche y la bahía de Honduras.

 El marqués de La Fayette y el conde de Rochembeau se pusieron al frente de sendos ejércitos que tendrían su protagonismo en la decisiva batalla de Yorktown (por cierto, La Fayette, embarcó para América en el puerto guipuzcoano de Pasajes, en un barco de Roderigue Hortalez et Cie) mientras el citado Bernardo de Gálvez se imponía en Baton Rouge, Natchez, Mobile y Pensacola; estaba preparando la reconquista de Jamaica cuando los británicos pidieron la paz).




Granaderos españoles y el Batallón de La Habana combatiendo en Pensacola (H. Charles McBarron)/Imagen: dominio público en Wikimedia Commons

En 1783 se firmó un nuevo Tratado de París por el que Reino Unido reconocía la independencia de sus colonias reteniendo sólo Canadá; entregaba las Antillas y Senegal a Francia, así como Sumatra a Holanda (que se había sumado a la guerra a favor de EEUU); y devolvía a España Menorca, Florida, las costas de Honduras, Nicaragua y Campeche, aunque lograba conservar Gibraltar.



¿Altera NASA los colores en MARTE? (NUEVAS PRUEBAS)





Cámara de seguridad muestra un gato fantasmal que acababa de fallecer siguiendo a su amigo felino


Algunos de nuestros lazos más poderosos no son con otros humanos sino con nuestras mascotas. ¿Podrían esos lazos sobrevivir incluso a la muerte? ¿Podrías compartir tu casa con los fantasmas de tus mascotas ya fallecidas? 

Médiums, psíquicos, parapsicólogos w investigadores, dicen que sí. La mayoría de los fantasmas se centran en un trauma: una tragedia o muerte súbita que les crea un “hematoma” emocional que atrapa a los espíritus en el tiempo y el espacio.

Es por eso que los campos de batalla y lugares históricamente violentos son los sitios con más actividad paranormal. Por otro lado, los fantasmas de los animales están por encima de todas estas circunstancias.




La mayoría los fantasmas de mascotas se quedan en nuestra realidad por otras razones. Su apego no se basa en heridas pasadas, sino por una conexión emocional vibrante con sus amigos humanos o sus casas. La conexión entre los humanos y las mascotas puede ser tan poderosa en la vida que va más allá de lo que podemos entender. 

Después de la muerte, ese apego espiritual no desparece. Es por eso que el espíritu de una mascota puede actuar como un ángel guardián, un protector divino. 

Hay historias de ladridos fantasmas que ahuyentan a los posibles intrusos en el hogar; o apariciones de gatos fantasmales que dan consuelo a sus queridos “dueños”. También hay que decir los ángeles guardianes de las mascotas no solo protegen a sus amigos humanos, también a otros animales. Este ha sido el caso de un suceso ocurrido en el condado inglés de Essex.

Gato fantasmal

Juliette Bird, de 53 años, y su compañera de piso Deanna Crawte, de 28 años, vieron un espeluznante video después de recibir una notificación de su cámara de seguridad en su casa de Essex, Reino Unido. Ambas se sorprendieron al ver al gatito de su vecina llamado Topsy seguido por lo que parecía el fantasma de otro gato.

Cuando Topsy, el cual aparece de color blanco en las imágenes, pasó por la acera junto a los vehículos aparcados en la calle, mientras que el contorno fantasmal de otro gato aparece de la nada detrás del animal.

Sin saber muy bien lo que hacer, Juliette y Deanna decidieron contar lo que vieron a su vecina, ya que era la dueña de Topsy. Esta les reveló un dato que las dejó sin habla: les dijo que había tenido otro gato llamado Liquorice que había muerto recientemente. La vecina también añadió que la hermana de Topsy, llamada Tilly, había desaparecido hace unas seis semanas.

El video fue publicado en YouTube, donde innumerables usuarios mostraron sus sorpresa y tristeza. Después de ver las imágenes, los escépticos consideraron que se trata de un fallo en la exposición de la lente de la cámara, que por alguna razón duplico la presencia del gato. 

Pero expertos en lo paranormal ofrecieron un punto de vista competente diferente, es una clara evidencia de como las manifestaciones físicas posteriores a la muerte de perros y gatos apuntan a otras realidades más allá de este plano mortal. Tales manifestaciones, a veces son visuales, como en este caso, pero en otros son puramente auditiva o táctil, como cuando se escuchan los pasos del animal fallecido.

Todos estos fenómenos sugieren que hay más en los estados de vida y muerte de lo que entendemos completamente. Hay alguna forma de ser, no de no ser, después de la muerte física, posiblemente en una forma o estado de transición durante algún tiempo después de la separación del cuerpo físico del supra o metafísico, que algunos llaman espíritu o alma.


Además, no hay límite sobre qué tipo de animal puede aparecerse después de fallecer. Los perros y los gatos son los más comunes, pero se han registrado apariciones fantasmales de caballos, ovejas, vacas, peces y roedores. En las zonas rurales, muchos propietarios de granjas aseguran haber escuchado todo tipo de sonidos y avistamientos de animales que ya no están entre nosotros.




Que innumerables números de perros y gatos fallecidos, se manifestaran físicamente y comunicaran su existencia continua a sus afligidos compañeros humanos o animales, es sin duda un regalo del amor que hay en el universo.

 Los dones de otras criaturas grandes y pequeñas son realmente sutiles y profundos, enriquecen nuestras vidas de una vida a otra y comparten con nosotros parte del gran misterio, que está más allá de nuestro ámbito de comprensión mundano.

¿Qué opinas sobre el video? ¿Se trata de un gato fantasmal? ¿O es un fallo en la exposición de la lente de la cámara?

Por MEP
Publicado el 27/07/2020