Un factor fundamental para comprender el mundo actual consiste en saber que el Poder –que es la capacidad para imponer determinadas cosas, le guste o no le guste a la mayoría– ese Poder Real hoy ha quedado privatizado.
Y si el Poder ha quedado privatizado, entonces un corolario de ello es que el venidero Gobierno Mundial que administrará ese Poder también será privado. O sea, que los máximos estamentos decisorios no estarán ya más en las instituciones públicas de gobierno, sino en los salones de directorio de las grandes corporaciones, los mega-bancos y los poderosos think-tanks privados.
Privatización Territorial
Un indicio de cómo avanza el concepto del Poder Privado sobre los poderes públicos lo vemos en experimentos que van instaurando en distintas partes del mundo como una suerte de “globos de ensayo” para probar desde diferentes ángulos la factibilidad de implementar un Modelo semejante. Al mismo tiempo, se genera un creciente acostumbramiento entre la opinión pública mundial de que lo que se viene, efectivamente, es la privatización del Poder. Pues los Dueños del Poder Mundial bien saben que necesitan contar con nuestra aquiescencia y pasividad ante el avance del Private Power.
Una muestra de lo que decimos -sobre lo que RT Español informó el pasado 5 de septiembre- se refiere a la “luz verde” que el gobierno de la república centroamericana de Honduras dio a la creación de las tres primeras ciudades privadas en su territorio, que serán construidas por inversores privados y manejadas al margen de las leyes y autoridades públicas de ese país.
Se trata de un Modelo a perfeccionar para luego replicarlo en otras naciones: la instalación de enclaves territoriales soberanos dentro de países colonia.
Efectivamente, la jurisdicción de Honduras sobre estas ciudades privadas será mínima, sino nula, lo que claramente indica que es la propia República de Honduras la que carece de soberanía real para conducir a su pueblo. Se ha transformado en una suerte de “nación-colonia” cuyos “gobernantes” administran el país según intereses puntuales externos o locales, mas no según los intereses de la mayoría del pueblo hondureño.
Juan Orlando Hernández, presidente del Congreso, aclaró que se trata de “ciudades modelo”, eufemísticamente bautizadas “Regiones Especiales de Desarrollo”, que estarán “sujetos al gobierno nacional en temas electorales y de documentación de identidad”.
Todo viene siendo cuidadosa y secuencialmente planificado, ya que este tipo de convenio hoy queda permitido gracias a la “oportuna” reforma Constitucional de 2011, necesaria para allanar el camino al polémico proyecto.
Una vez establecido este marco legal, las ciudades tendrán absoluta soberanía para autogobernarse y administrarse, suscribir tratados locales e internacionales, establecer políticas monetarias, crear órganos de aplicación de la ley como tribunales y policía, elaborar su presupuesto y “contratar sus propias deudas internas o externas, siempre que sean sin el aval del Estado de Honduras”. Sus obligaciones con el gobierno central en Tegucigalpa serán mínimas; por ejemplo “financiar becas de estudio o aportar en caso de catástrofes nacionales”.
¿’Ciudades Modelo’ o Centros de Narco-Lavado?
Carlos Pineda, presidente de “Coalianza” (Comisión de Promoción de la Alianza Público-Privada) que ya ha suscripto el primer convenio para la construcción de tres “ciudades modelo” indicó que “esta podría ser una herramienta de desarrollo típica de los países del primer mundo”.
Pero por suerte, también se escuchan voces más lúcidas dentro de Honduras que discrepan…. ¡y mucho! Según el ex-fiscal de Defensa de la Constitución, Oscar Cruz, este proyecto conforma una verdadera catástrofe que constituye una “burla al Estado”, puesto que “se cede parte del territorio nacional y la población adscrita sin ponerle límite ni en el número ni en la extensión”.
A su vez, el relator de Libertad de Expresión de la ONU, Frank la Rue, considera que se trata de “una violación a la soberanía nacional y la garantía de respeto y promoción de los Derechos Humanos que tiene el Estado con la población en su territorio”.
Pero hay otro factor fundamental: en momentos en que se debate dónde serán erigidas las polémicas ciudades, organizaciones de defensa de los derechos de pueblos originarios temen que se pretenderá expropiar sus territorios para estas nuevas ciudades privadas.
La Organización Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) denuncia que el proyecto enmascara la intención de entregar “100 kilómetros cuadrados del territorio nacional al capital financiero internacional” para permitir todo tipo de ilegalidades, como el lavado de dinero.
Claramente no son rumores infundados si nos remitimos al uso y abuso que desde hace décadas narcotraficantes de toda calaña han hecho de los territorios de otros países en la región, como Panamá, Colombia y México.
Y cuando nos referimos a organizaciones de narco-lavado, no sólo hablamos de los carteles de Medellín, Monterrey y Cali, o de las FARC, sino también de sus necesarios socios accesorios, como son la CIA, la DEA, los mega-bancos que les aportan sus poderosas infraestructuras financieras, incluso la propia Bolsa de Nueva York (NYSE).
¡No es casualidad que en 1999 el entonces CEO de la Bolsa de Nueva York, Richard Grasso, se reuniera con los jefes financieros –los Chief Financial Officers– de las FARC! Según un artículo de la agencia de noticias Reuters titulado “Jefe de la Bolsa de Nueva York se reúne con alto líder rebelde colombiano”, Grasso “Invitó a miembros de las FARC a visitar la Bolsa de Nueva York para que puedan conocer personalmente el mercado”, aclarando luego que él le llevaba a las FARC “un mensaje de colaboración de los servicios financieros estadounidenses”.
¿También Campos de Explotación Laboral?
Hoy, Michael Strong, CEO del grupo norteamericano MGK, ya anunció una primera inversión de 15 millones de dólares para comenzar a levantar la infraestructura primaria de la primera ciudad privada cerca de Puerto Castilla sobre el Mar del Caribe, agregando que “esta será una de las más importantes transformaciones del mundo; una oportunidad para Honduras de terminar con la pobreza”. Sólo en la costa norte hondureña se habla que habrá inversiones de más de 15.000 millones de dólares.
Strong indicó que “los inversores” auguran la presencia de empresas de ensamblado y servicios tercerizados como call centers y procesamiento de datos, todos entusiasmados por los salarios paupérrimos que pagarán a los trabajadores.
Ensayando la “primavera latinoamericana”
Quienes defienden este modelo de ciudades privadas señalan que ya existen en países como China dónde funcionan 18 ciudades de este tipo, pese a que se trata de una nación formalmente comunista.
Sin embargo, comparar a China y Honduras no es solo poco realista, sino ridículo. China se puede dar el lujo de estos experimentos por ser una poderosa nación auténticamente soberana que decide su propio destino con prescindencia de los caprichos de los Dueños del Poder mundial.
Honduras, sin embargo, es una pobre nación débil, colonizada y conquistada que –al igual que la mayor parte de las naciones latinoamericanas– sufre los embates de tener las estructuras de poder de los mundialistas profundamente enquistadas dentro de sus sistemas político, económico, financiero, cultural y mediático con una de las más altas tasas de homicidios del mundo, un desempleo del 49%, y el 65% de su población por debajo de la línea de pobreza.
¿Será este incipiente experimento en Honduras el punto de partida de un Modelo a replicar por todo Centro y Sudamérica como estrategia de copamiento territorial formalmente “legal” aunque ilegítimo?
¿Se trata de un ensayo, en pequeño, de futuros planes infinitamente más ambiciosos?
¿Veremos surgir propuestas de crear ‘provincias privadas’ en Argentina? ¿O ‘regiones privadas’ en la Amazonia brasileña y colombiana, o en la Patagonia argentina y chilena?
Posiblemente, esto sea un nuevo indicio de la “primavera latinoamericana” que nos están preparando los poderosos de la Usura Parasitaria Mundial.
A estar alertas, entonces, pues los grandes problemas se resuelven mejor si se los aborda cuando apenas comienzan.
Adrian Salbuchi para RT