El orden jerárquico establecido entre los ángeles fue clasificado alrededor del siglo V d.C. por el
pseudo Dionisio Areopagita en su obra De Coelesti hyerarchia (La Jerarquía Celeste); obra que influyó considerablemente en la idea de un orden descendente en los cielos, de ángeles poderosos que gobiernan sobre otros menores.
De Coelesti hyerarchia sugiere un esquema de tres jerarquías angélicas, cada una de las cuales contiene tres clases de ángeles diferentes. En orden descendente, estas esferas o tríadas angélicas se conforman del siguiente modo:
Primera jerarquía: Serafines, Querubines y Tronos.
Segunda jerarquía: Dominaciones, Virtudes y Potestades.
Tercera jerarquía: Principados, Arcángeles y Ángeles.
Vayamos recorriendo paso a paso estas jerarquías angélicas, dando cuenta de sus características principales.
Primera Jerarquía.
Consejeros divinos. Los ángeles de la primera jerarquía son algo así como la corte de Dios, los ángeles más cercanos a su pensamiento y, en consecuencia, a sus designios, por lo general, inescrutables.
Serafines.
Del hebreo Seraph, "ser ardiente".
Los Serafines son los ángeles de mayor rango. Rodean el trono de Dios y su tarea, notablemente tediosa, consiste en cantar alabanzas a sol y sombra. La tradición hebrea incluso nos revela esta loa cacofónica: Kadosh, Kadosh, Kadosh, que significa: Santo, Santo, Santo.
Dionisio, menos proclive al ocio celestial, sostiene que esa cercanía con el trono divino consiste en que sólo allí es posible regular el movimiento del universo. En la Edad Mediase los representaba con ocho alas que les cubren constantemente los ojos, acaso para protegerse del vivo resplandor que emite la deidad.
Querubines:
De etimología dudosa. En griego Querub significa tanto "toro" como "segundo", y en hebreo, Kerubim es un diminutivo poco claro, acaso relacionado con Karov, "cercano".
Los Querubines son los guardianes de las estrellas y la luz. Algunos sostienen que no son ángeles en absoluto, y que pertenecen a un orden inclasificable de seres, incluso de un poder superior al de los ángeles más enérgicos. Al ser entidades asociadas a la luz se cree que
Lucifer, el ángel caído, cuyo nombre significa literalmente El portador de la luz, comandaba sobre los Querubines.
Tronos:
Del latín: Thronis, "trono". Su nombre original en hebreo es Erelim, y significa "héroes".
Los Tronos son los primeros ángeles en relacionarse con los hombres. Llevan un registro de las acciones humanas, y construyen una suerte de orden universal. La Edad Media los representó como criaturas ciclópeas encargadas de sostener el trono de Dios.
Segunda Jerarquía.
Los ángeles de la segunda jerarquía están encargados del gobierno de los cielos.
Dominaciones:
Del latín Dominationes, "dominaciones"; traducción del griego kyriotites, "nobles, Señores". Su nombre original en hebreo es Hashmallin.
Son los encargados de organizar las tareas de los ángeles inferiores. Reciben órdenes directas de los Serafines y los Querubines, aunque en ocasiones, cuando el caso amerita cierta prudencia, las reciben del pripio Dios.
Rara vez se manifiestan en el mundo, y menos aún frente a los mortales. Para algunos especialistas, los Dominaciones se ocupan principalmente de los detalles del universo, de aquellas sutilezas microscópicas que lejos están de los asuntos mundanos.
Virtudes:
De el hebreo Ophanim, literalmente, "ruedas".
Son ángeles similares en casi todo a los Principados, solo que su deber es supervisar a los grandes grupos humanos, ya sean naciones o pueblos. En ocasiones son los que avivan o apaciguan determinados movimientos evolutivos, siguiendo siempre los ilógico designios del Señor.
Potestades:
Del griego Exousies, "autoridades", y el latín Potestatis, "potestades".
Son los ángeles encargados de proteger la conciencia y la historia de los hombres. Los ángeles de la muerte y el nacimiento se encuentran en esta jerarquía; así como los ángeles dedicados a imprimir dones sobre los hombres.
Tercera Jerarquía.
Los ángeles de la tercera jerarquía son el vínculo entre el Cielo y la Tierra, como su nombre lo indica, son mensajeros divinos.
Principados:
Del latín Principatus.
Los ángeles Principados son los custodios de los países. Supervisan todos los eventos que puedan afectar los destinos de una nación, incluyendo cuestiones militares, políticas o nétamente económicas; aunque pocas veces influyen para torcer una situación adversa. En este sentido, los Principados son más historiadores asépticos que voluntariosos colaboradores cósmicos.
Arcángeles:
Del griego archangělǒs, "jefe de los ángeles"
Los Arcángeles se ocupan directamente de recompensar los esfuerzos humanos, así como de administrar los asuntos celestiales. Cuando son enviados a la Tierra normalmente se ocupan de cuestiones de suma importancia. Entre ellos se encuentran los ángeles más conocidos:
Rafael,
Gabriel y
Miguel.
Ángeles.
Del hebreo malakhim y el griego angělǒs. Ambos significan "mensajeros".
Los Ángeles son la orden más baja de la jerarquía angelical, y acaso los más conocidos por los hombres, ya que están intrínsecamente relacionados con las cuestiones humanas. No solo se ocupan de enviar mensajes a los hombres, sino que incluso pueden aconsejarlos, si es que éstos demuestran tener un oído agudo para percibirlos. Losángeles de la guarda o ángeles custodios se encuentran en este orden, pero no figuran en la antigüedad, sino que son un agregado posterior, y acaso apócrifo; ya que ningún "mensajero" puede establecerse en un solo sitio, ya que su oficio requiere una naturaleza más bien nómade.