La Presidencia de Egipto ha declarado el estado de emergencia en todo el país a partir de las 16.00 hora local (14.00 GMT) de hoy y durante un mes. También ha ordenado el toque de queda en varias provincias, incluyendo El Cairo, Suez y Alejandría.
El anuncio, difundido mediante un comunicado a través de la televisión estatal, se produce después de los violentos enfrentamientos entre los partidarios del depuesto presidente Mohamed Mursi y las fuerzas del orden.
El presidente interino egipcio, Adli Mansur, también ha encargado a las fuerzas armadas, con la ayuda de la policía, adoptar las "medidas necesarias" ante esta situación.
Tras los choques sangrientos, Mansur se ha quedado sin su vicepresidente, Mohamed El Baradei, quien le ha comunicado en una carta que abandona el Gobierno.
La renuncia de El Baradei llega horas después de los choques en El Cairo, donde decenas de personas han muerto durante el desalojo de la policía y del Ejército contra las acampadas de los seguidores de Mursi en la plaza de Rabea al Adauiya y en la de Al Nahda. El balance de fallecidos, aún provisional, es de 149 en todo el país, mientras que el número de heridos llega a 1.403, según cifras del Gobierno. Tan sólo en El Cairo, los Hermanos Musulmanes sitúan las cifras mortales en 124.
Bastiones islamistas
En los enfrentamientos en El Cairo han fallecido dos periodistas: el cámara de Sky News Mick Deane, de 61 años, y la reportera egipcia Habiba Amed Abelaziz, que trabajaba para la publicación 'Xpress'. También ha muerto tiroteada la hija de uno de los líderes de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagy, Asma, de 17 años.
Todo apunta a que la jornada de hoy será recordada como una de las más sangrientas en Egipto. Los periodistas en el lugar de los hechos relatan cómo los cadáveres se amontonan en una improvisada morgue que la Hermandad ha instalado cerca de su cuartel general en Rabea al Adauiya. Los regueros de sangre conducen directamente a la tienda de campaña en la que un periodista de France Presse ha llegado a contabilizar 43 muertos, muchos de ellos alcanzados por las balas.
Alrededor de la tienda de campaña, los gases lacrimógenos y las ensordecedoras ráfagas de ametralladoras automáticas se entremezclan con los cánticos islamistas que llegan desde los altavoces de una tribuna cercana y que arengan a la población a rebelarse contra el golpe militar que depuso a Mursi.
En el mismo lugar donde reposan los muertos, miembros de la Hermandad se afanan por salvar la vida de los heridos que han sido trasladados a la tienda de campaña. Una de las víctimas exhala su último suspiro, con el cráneo perforado por una bala, según ha podido constatar un reportero que estaba a su lado.
Control de las plazas
A un centenar de metros, en la barricada levantada desde hace un mes en la amplia avenida que conduce a la plaza de Rabea al Adauiya, prosiguen los enfrentamientos entre los partidarios de Mursi y los policías y los soldados, que avanzan para controlar la plaza en medio de un incesante sonido de ambulancias.
Mientras que la plaza de Al Nahda se da por desalojada por las fuerzas del orden, en las inmediaciones de Rabea al Adauiya la tensión es creciente. El lugar, principal bastión de los seguidores de Mursi, está cercado por la policía, pero hacia allí se dirigen miles de islamistas pertrechados con piedras y palos, según ha podido constatar la agencia Efe.
La Hermandad señaló a través de la cuenta de Twitter de su portavoz, Gehad El-Haddad, que las autoridades también han detenido a varios manifestantes durante la operación.
Aunque los principales focos de tensión se han registrado en torno a las plazas cairotas de Rabea al Adauiya y Al Nahda, en otros puntos de la capital egipcia también ha habido enfrentamientos. En concerto, decenas de manifestantes se han congregado en la plaza de Mustafa Mahmud, en el distrito de Mohandesin, desde donde arrojan piedras y donde han quemado neumáticos para cortar las calles. La policía ha respondido con disparos, según varios testigos, y hay al menos dos fallecidos.
La agencia de noticias estatal egipcia, Mena, apuntó que se han registrado ataques a comisarías en la capital, en Garbiya (norte) y en Fayum, al sur de El Cairo.
Estado de emergencia
Los disturbios se han extendido por distintas partes del país, mientras la comunidad internacional reclama a las fuerzas de seguridad contención y a las autoridades diálogo para salir de esta crisis.
El estado de emergencia estuvo en vigor en Egipto con la excusa de la lucha contra el terrorismo desde 1981 hasta mayo de 2012, cuando decidió no renovarlo la junta militar que gobernó el país desde el derrocamiento del régimen de Hosni Mubarak (1981-2011) hasta la ascensión de Mursi al poder en junio del año pasado.
Con el estado de emergencia se suspende un gran número de derechos personales, civiles y políticos como el de huelga, el de ser asistido por un abogado en caso de ser detenido o a celebrar mítines políticos.