Hoy presentamos una investigación sobre un extraño objeto que encarna rituales de poder en la tradición monárquica inglesa; que apunta indiscutiblemente hacia la presencia del linaje de conquista de los dioses Anunnaki representado en el dios Enlil, mediante el cual podemos hacer el seguimiento de su influencia de dominación hasta nuestra época actual.
La Piedra del Destino, Almohada de Jacob o Lia Fail, pues por todos esos nombres es conocida.
Nos encontramos ante una piedra de arenisca amarilla, de 152 kilos de peso y con una larga historia sobre sus hombros que nos llevará hasta el Génesis bíblico y termina en nuestros días, en Escocia.
Jacob, era el hijo de Isaac y el hermano de Esaú, había sido enviado por su padre a buscar esposa.
Al hacerse de noche se acostó en el suelo, bajo las estrellas, y se dispuso a dormir: “Tomó una de las piedras de aquel lugar, la puso por cabecera y se acostó. Tuvo un sueño.
Veía una escalera que, apoyándose en la tierra, tocaba con su cima en el cielo, y por la que subían y bajaban los ángeles de Yahvé.
Arriba estaba Yahvé, el cual dijo “Yo soy Yahvé, el Dios de Abraham, tu antepasado y el Dios de Isaac. Yo te daré a ti y a tu descendencia la tierraen que descansas. Tú descendencia será como el polvo de la tierra; te extenderás a oriente y a occidente, al septentrión y al mediodía.
Por ti y por tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra” (Génesis 28,10-15) y después de esa visión continua el Génesis “Levantóse Jacob muy de mañana, tomó la piedra que había puesto por cabecera, la alzó a modo de estela y derramó aceite sobre ella“(Génesis 28,18-19).
Si nos remontamos al tiempo de Abraham, su dios era Enlil, quien lo escogió mediante un sueño revelación donde se le apareció Galzu para ser el portador de su linaje genético cuando finalizaba la era del toro de Enlil y se iniciaba la era de carnero de Marduk. Jacob llevaría esta piedra consigo a Egipto, donde permanecerá hasta el momento en que se inicia el éxodo del pueblo judío hacia la Tierra Prometida.
Aquí la historia que rodea a la Piedra del Destino ofrece dos versiones que confluyen en un mismo punto geográfico, Galicia, en España. Conozcamos las dos, puesto que nos conducen al mismo lugar.
En la primera de ellas Moisés dirige a los judíos hacia la Tierra Prometida llevando consigo la Piedra del Destino, y durante la larga travesía del desierto demuestra sus propiedades mágicas cuando, después de ser golpeada por el bastón de Moisés, brota agua de su interior.
Cuando los judíos llegan a Canaán la Piedra es utilizada para la coronación de los reyes de Israel hasta que el año 602 a.c. el monarca babilonio Nabucodonosor II (630-562 a.c.) Invade el reino, entra en Jerusalén y ordena el asesinato del rey de Israel, Zekías, y de todos sus hijos varones.
El profeta Jeremías, descendiente directo de Jacob, abandona Jerusalén junto con las hijas del difunto monarca y la Piedra del Destino.
Después de buscar refugio en Egipto, continúa su huida por el Mediterráneo, acompañado por la Piedra, que ve reducido considerablemente su tamaño para hacerla más fácil de transportar.
Después de una breve escala en Silicia, Jeremías y sus acompañantes llegan hasta las costas del noroeste de Hispania y funda la ciudad de Brigantium, la actual ciudad de Betanzos. Pero ahora debemos detenernos aquí para adentrarnos en la otra versión de la Piedra del Destino.
Según esta otra versión, Moisés la habría llevado consigo al abandonar las tierras de Egipto pero los soldados egipcios, dirigidos por el general Haythekes, trataron de detenerlos y aunque fracasaron en su intento sí pudieron arrebatarle la Piedra del Destino.
Haythekes, que estaba casado con la hija del faraón Menepthta, hijo a su vez de Ramsés II, faraones del siglo XII a.c., no regresaría a la corte del faraón sino que tomó consigo a su esposa Scota y a la Piedra del Destino y después de recorrer todo el Norte de África, cruzó el que hoy llamamos Estrecho de Gibraltar, atravesó la Península Ibérica y se estableció por fin en las tierras que hoy llamamos Galicia, fundando la ciudad de Brigantium.
Dos versiones con un mismo destino, Brigantium, la ciudad de Betanzos de nuestros días.
Un descendiente de Scota y Haythekes, uno de los reyes de Brigantium, decidió enviar una expedición a las tierras desconocidas que se observaba desde las costas gallegas.
Esas tierras, que son las de la actual Irlanda, fueron conquistadas por los brigantinos, aunque sus habitantes se rebelaron contra el poder extranjero y los asesinaron.
Después de un largo periodo de enfrentamiento entre los dos reinos, el de los brigantinos y, probablemente, el de los Dalriada que ocupaba el norte de Irlanda, uno de sus líderes llamado Thanaho decidió enviar emisarios al rey de Brigantia (Galicia) para pedirle que les diera un soberano, y el monarca brigantino decidió que fuera su hijo Simón Breck.
Simon llevaba consigo la Piedra que había sido utilizada hasta entonces para coronar a los reyes de Brigantia.
Las leyendas irlandesas hablan precisamente de un tal Breagh, que podría ser el propio Breck, y afirman que llevaba la Piedra del Destino, que los irlandeses bautizarían con el nombre de Lia-Fàil, termino gaélico que significa “Piedra que habla”.
A partir de ese momento la Piedra del Destino siguió cumpliendo la misión que ya había desempeñado en Brigantia, presidir la coronación de los sucesivos reyes de Dalriada, reyes que eran coronados en la colina de Tara, lugar que según los teóricos de los antiguos astronautas era propicio para la presencia de y aterrizaje de naves espaciales extraterrestres.
Cuando el verdadero rey de Irlanda o Dalriada era coronado la piedra gritaba para demostrar su aprobación.
Hay que tener en cuenta que en Irlanda los reyes no heredaban forzosamente la corona por herencia, sino que también podían ser elegidos por los nobles, y una vez elegidos se les llevaba hasta la colina de Tara, situada a unos 30kilómetros de la actual capital irlandesa, Dublín, y allí se les instalaba sobre la Lia-Fàil para que esta aprobase la elección.
Según los estudiosos de la teoría de los antiguos astronautas este era un método de selección genética que permitía seleccionar los individuos más aptos para el mantenimiento de los planes de dominación Annunaki sobre la raza humana
¿Qué extraño poder posee esta piedra que determina tiempos de emigración, produce agua, habla y grita entre otras características?
Y ¿Qué errores corrige en la selección del linaje real decretado por Enlil? ¿Era acaso la piedra del destino un artefacto de origen Anunnaki, que le permitía a Enlil la corrección de su estirpe de conquista y dominación?
Durante los siguientes mil años los Dalriada siguieron coronándose en Tara hasta que en el 498 de nuestra era el rey Fergus II Mor al frente de los escotos ocupa la costa oeste la actual Escocia, con lo que el reino de Dalriada se extiende ahora por el norte de Irlanda y parte Escocia.
La Piedra del Destino se llevaría a la isla de Iona, enclave de la Iglesia Céltica, hasta que en el 846, Kenneth I McAlpin (800-859) consigue unificar a las tribus de los escotos y los pictos en un único reino bajo su autoridad, convirtiéndose en el primer rey de Escocia.
Así relata este acontecimiento la Crónica de los reyes de Alba, del siglo “Así que Kinadius hijo de Alpinus, primero de los Escoceses, gobernó prósperamente esta tierra de Pictos durante 16 años.
La Tierra de los Pictos obtenía su nombre de los Pictos, a los que, como hemos dicho, Kinadius destruyó.
Dos años antes de venir a la Tierra de los Pictos, había recibido el reino de Dal Riáda”
¿Por qué tanto orden, selección y seguimiento del linaje, quien lo supervisaba?
Con la llegada al trono de Kenneth I McAlpin, la Piedra del Destino vuelve a cambiar su residencia, custodiándose a partir de entonces en el monasterio escocés de Scone, por lo que también es conocida como Piedra de Scone y todos sus reyes serán coronados en el monasterio de Scone, sobre la Piedra del Destino.
Los dos pueblos se habían unido para hacer frente a la amenaza de los vikingos que ya se habían hecho dueños de buena parte de Irlanda, fundando Dublín y ocupando Limerick y Waterford.
El nuevo reino, la futura Escocia, recibe el nombre de Reino de Alban, seguirá gobernado por los sucesores de Kenneth I McAlpin hasta el año 1296, cuando Juan I de Escocia (128-1315), también llamado John Balliol, es derrotado por las tropas del rey inglés Eduardo I (1239-1307), en la batalla de Dunbar tras lo que es forzado a abdicar y encerrado en prisión.
Eduardo I une así Escocia a Inglaterra y se apodera de la Piedra del Destino, que ahora es trasladada a la abadía de Westminster.
Con ello Eduardo I pretendía despojar a los escoceses de uno de sus signos de identidad, aunque hay versiones que apuntan la posibilidad de que los monjes de Scone no entregaran la Piedra original, tan solo una copia, pero no es posible confirmar esta afirmación.
Lo cierto es que la Piedra del Destino se colocó debajo de la Silla de San Eduardo,
Aunque en 1314 el nuevo rey escocés Robert Bruce o Roberto I de Escocia (1274-1329) derrota al sucesor de Eduardo I, su hijo Eduardo II (1284-1327) en la batalla de Bannockburny recupera la independencia de Escocia, no consigue recuperar la Piedra del Destino aunque el monarca inglés se lo había prometido.
Desde entonces laPiedra del Destino ha permanecido debajo del trono de Inglaterra en todas sus coronaciones. Se dice que tenía una inscripción en latín donde se podía leer “El destino ha designado, que doquiera encuentren/los escoceses esta piedra/ahí ocuparán ellos el Trono”.
Esta inscripción ya no existe pero el poder simbólico de la Piedra del Destino se mantuvo a lo largo de los siglos siguientes, Oliver Cromwell, quien había ordenado la decapitación del rey Carlos I, juró el cargo de Lord Protector sentado sobre la Piedra del Destino.
Pero las aventuras de la Piedra del Destino aún no habían terminado, porque en la Navidad de 1950 unos estudiantes irlandeses, quizás porque querían recuperar un símbolo de Irlanda, la robaron de la Abadía de Westminster, pero fue devuelta apenas cuatro meses después y pudo ser utilizada de nuevo en la coronación de Isabel II en 1952.
El último episodio en la existencia de la Piedra del Destino hasta ahora sucedió en 1996 cuando el duque de York, el príncipe Andrés, devolvió a Escocia su símbolo nacional en la catedral de Edimburgo, y hoy la pueden ver los visitantes de la capital escocesa en el castillo de Edimburgo, aunque regresará a Londres para la coronación del sucesor de Isabel II.
¿Por qué los seres humanos conceden tanto valor a una piedra?
Porque, como decía el escritor italiano Pitigrilli“el hombre no vive en un mundo de cosas meramente físicas, sino en un mundo de signos y símbolos”, aunque ni siquiera sepamos que significan esos símbolos.”
Probablemente la evolución psíquica de la raza humana aun no nos permite ver más allá en otros planos dimensionales, y es allí donde se encuentra la respuesta a todas nuestras interrogantes; es posible que desde allí se nos manipule y se decrete el futuro de nuestra raza.
Los poderes facticos están representados en todas las oligarquías imperiales que han dominado y dominan el poder mundial.
En próximas publicaciones trataremos de hacer un seguimiento contemporáneo para identificar los descendientes actuales del linaje genético de Enlil.
RECOPILACIÓN INVESTIGATIVA: ING. REYNALDO PEREZ MONAGAS