Benjamin Fulford
Aviso a los lectores, esta semana marca el comienzo de mis vacaciones anuales de un mes de internet. Por esa razón, hasta la edición del 25 de agosto los informes cubrirán temas que no son sensibles al tiempo.
La Sociedad “Cuervo de tres patas” es una antigua sociedad secreta japonesa con sede en Kyoto, Japón. La leyenda cuenta que un cuervo de tres patas guió a los primeros habitantes del archipiélago japonés. Por esta razón, el cuervo de tres patas es un símbolo importante en el anciano Shinto japonés (religión sintoísta).
Los líderes de esta sociedad secreta se cubren el rostro con máscaras negras antes de dar órdenes a los gángsteres de la Yakuza, políticos y otros. Además, las personas que pertenecen a ciertos linajes asociados con el Yatagarasu no registran sus nacimientos en el gobierno. También se les da una educación especial basada en el budismo tibetano y esotérico Shinto.
Este escritor fue llevado a una ceremonia de iniciación Yatagarasu que solía ser reservada sólo para los emperadores. La familia imperial japonesa dejó de asistir a estas ceremonias después de que Japón se convirtiese en una colonia en la era Meiji.
Todo el mundo que participaban en la ceremonia iban vestidos con kimonos blancos puros. Sólo el presidente sacerdote sintoísta vestía púrpura con su blanco. Esto es interesante porque el púrpura es el color asociado tradicionalmente con los emperadores romanos y el faraón egipcio. Los miembros de la familia imperial japonesa con los que este escritor se ha reunido dicen ser de origen egipcio. Más sobre esto más adelante, pero por ahora volvamos a la ceremonia.
La ceremonia involucraba usar un pedernal para crear chispas mientras cantábamos de un texto antiguo. El canto era un conjunto de normas sociales básicas que se suponía el Emperador tenía que hacer valer contra el incesto y otras formas de degeneración social.
Mientras transcurría el canto, escuché voces que tomaron la palabra y me dijeron, en la antigua lengua japonesa: “No tienes antepasados aquí, ¿qué has venido a hacer?” Mi respuesta fue: “Yo estoy aquí para corregir las cosas malas que mis antepasados hicieron a su gente”. Algunas otras personas en la habitación dijeron haber visto una luz blanca y brillante, mientras que yo experimentaba esto. Otros dicen que no vieron nada excepto gente cantando y haciendo reverencias. Estoy seguro de que no me imaginé lo que viví y creo que las entidades que me contactaron aceptaron mi respuesta.
Al visitar el instituto de investigación donde la ceremonia se llevó a cabo, me dijeron que la familia que dirige el lugar había sido maestros hereditarios de conocimiento antiguo durante millares de años. La enseñanza se basa en Mandalas. Cada Mandala se compone de muchas, muchas imágenes interconectadas y cuesta al menos dos años aprender.
Aquí hay un enlace a las imágenes de algunos de los mandalas y del instituto de investigación:
En otra ocasión, fui invitado por el Yatagarasu a hablar en un evento en Kyoto. Cuando me metí en el taxi en la parada de taxis de estación de Kioto, me di cuenta de que el conductor tenía un cuervo de tres patas en su llavero. Él dijo que era sólo una coincidencia. También, antes de ir a Kyoto me habían pedido alguien asociado con la secta budista Sokka Gakkai que comprase una chaqueta con el símbolo japonés Makoto 诚, que significa sincero, honesto, desde el corazón. Este era el símbolo utilizado por el Shinsen Gumi, el último grupo que luchó contra la colonización de Japón durante la era Meji.
La Sokka Gakkai están detrás del Partido Komeito dentro de la gobernante coalición de gobierno japonés. También controlan la policía japonesa y tienen una gran presencia en el ejército japonés. Solían estar relacionado con la escuela del budismo de Nichiren que adopta algunos aspectos del monoteísmo, como ayudar a los pobres y a los que sufren, como parte de un esfuerzo por defender el budismo del cristianismo.
Otro encuentro que tuve con el Yatagarasu llegó a través del contacto con un señor de edad que residía en Inokashira Park, en Tokio. Él era un profesor jubilado de evolución que había elegido vivir en el parque con el fin de estar cerca de la naturaleza. Conocía todos los cuervos en el parque y dijo que estaban divididos en cinco tribus. Podía reconocer a los líderes de cada tribu. También se hizo amigo y protegía a un cuervo que no formaba parte de ninguna tribu.
También se pudo comunicar con un “martín pescador”. Me dijo que el pájaro era incapaz de encontrar una novia y se marcharía pronto en busca de una. Poco después de que me dijera esto, el pájaro dejó de aparecer en su lugar habitual.
Este tipo de conexión profunda con el mundo natural y la capacidad de comunicarse con los seres no humanos es una parte esencial de los conocimientos ancestrales del sintoísmo. Algunos afirman ser capaces de utilizar las águilas para ver desde gran altura al acceder telepáticamente a sus mentes.
Una persona que conocí afirma que su tía, que acababa de terminar un divorcio desagradable, decidió matar a su ex marido con una antigua maldición. Durante dos meses, ella cantó un cierto canto en un momento determinado y, en el día señalado, su tío murió.
Otros herederos de esta tradición que he conocido afirmaron la capacidad de ver entidades que la mayoría de nosotros no podemos ver. Estas personas que hacen estas afirmaciones tienen ojos amarillos, similares en color a la piedra semipreciosa ojo de tigre. Sería interesante tratar de probar científicamente a estas personas y ver si tienen la capacidad de ver partes del espectro electromagnético que la mayoría de nosotros no podemos ver.
En otra ocasión me invitaron a participar en una ceremonia en la que intentaron invocar a la diosa Amaterasu.
Todos los participantes llevaban diademas de papel amarillas cubiertas con algún tipo de escritura desconocida y cantaban. En cierto momento escuché una voz femenina con acento muy peculiar diciendo que ella era demasiado tímida para manifestarse físicamente, pero que deseaba que el pueblo japonés se comportase bien. Una vez más, mientras que muchas personas afirmaron haber escuchado esta voz, un amigo mío que estaba allí oyó nada.
Lo que es interesante acerca de que la familia real japonesa diga ser de origen egipcio es que practican ciertas ceremonias para invocar entidades de una forma muy parecida a como lo hacen los antiguos cultos europeos /egipcios / babilónicos como la logia P2 y los Illuminati.
El Shinto japonés también lleva a cabo ceremonias de un tipo que se ha extinguido en el antiguo Egipto. Por ejemplo, en el antiguo Egipto, los santuarios llamativos se mantenían dentro de los templos y una vez al año los sacaban y desfilaban por los alrededores antes de ser devueltos al templo. Esta práctica terminó cuando el imperio persa invadió Egipto y destruyó todos los santuarios. Los japoneses todavía llevan a cabo este ritual. Lo mismo ocurre con los católicos.
Tiene sentido si se piensa en ello. Los faraones egipcios tenían muchas mujeres y muchos hijos, pero sólo uno podía heredar el trono. Más de un hijo menor debe haberse embarcado con unos pocos cientos de seguidores en un esfuerzo para fundar su propio reino. Al parecer, algunos de ellos terminaron en Japón. Ellos han mantenido viva la tecnología antigua no científica (de tipo) “magia”. Ya que he sido educado en el método científico, me gustaría mucho ver una investigación científica rigurosa sobre esto.
Para todo el que quiera comentar o aportar infos sobre el informe de Benjamin de esta semana deberéis hacerlo desde el blog oficial de Benjamin Fulford en Castellano. Os coloco enlace:
28Julio2014 Traducido por Victoriakent33
http://elcientificojuan.blogspot.com.es/2014/07/benjamin-fulford-28julio2014.html