Stewart Swerdlow, un escritor norteamericano pasó numerosos años en infames programas de genética y de manipulación mental llevados a cabo en Montauk, en Long Island, Nueva York.
Fue ahí donde surgió el proyecto Montauk donde se realizaban además de experimentos relacionados con la genética y la mente, otras pruebas de viajes en el tiempo y categoría similares.
Éste proyecto fue una derivación del conocido Proyecto Filadelfia.
Cuando Stewart era sólo un niño lo secuestraron -y lo peor de todo, con el consentimiento de su madre- (quizás a cambio de una considerable suma de dinero), y se lo llevaron a Montauk.
En un principio Stewart había confundido a los seres que le secuestraron con extraterrestres, pero más adelante comprendió que los supuestos seres extraterrestres que le habían secuestrado no eran más que oficiales del Ejército disfrazados, una estratagema que utilizan para ocultar a la persona o personas que está o están llevando a cabo el secuestro.
Lo obligaron a participar en el programa genético y de manipulación mental de Montauk, y según dice, mucho más tarde descubrió que milagrosamente él estaba entre el 1% de personas que habían sobrevivido a tan horrendos experimentos.
Durante los años posteriores Stewart estuvo mucho tiempo bajo el mando del Gobierno y el Ejército.
Durante esos años fue descubriendo secretos y comprendiendo el plan para el dominio del mundo además der averiguando quiénes eran los seres extraterrestres que estaban detrás de todo.
Estos seres, según dice son reptilianos. En Montauk vio seres reptilianos que “parecían entrar y salir rápidamente de esta realidad física”.
Stewart narra esta historia en su libro titulado Blue Blood, True Blood.
Dice que muchos y variados grupos de extraterrestres han venido a este planeta y han creado distintas razas.
Según Stewart los reptilianos fueron creados por aquellos a quienes denomina “personas transparentes”, que en realidad no pueden acceder a esta dimensión física porque su velocidad de vibración energética es tan elevada que no pueden mantener un cuerpo físico.
“Cuando aparecen, se asemejan a una concha de cristal transparente”
¿Podría este relacionarse con los avistamientos de extraños seres que carecen de forma y únicamente desprenden luz?
Continúa, al principio los reptilianos estaban en la frontera de lo físico y para funcionar en este mundo necesitaban un cuerpo físico que lograban mezclando genes reptilianos con genes humanos.
Stewart cree que una raza de Sirio, la estrella más brillante que podemos ver desde la Tierra, ha ayudado a los reptilianos en sus conquistas.
Sobre los reptilianos alega que están programados para creer que son superiores y que, como son andróginos, se creen que son más “divinos”. Su mente está programada para desear conquistar todo.
También explica que tradicionalmente se decía que las familias reales y aristócratas eran de “sangre azul” porque un aumento del ADN reptiliano supone una concentración más elevada de cobre. Esta sangre con una mayor concentración de cobre se vuelve de color verde-azulado cuando se oxida de ahí el término “sangre azul”.
Linaje, ahí está la clave.
Stewart también afirma que hubo una destrucción de continentes remota, uno de ellos llamado Mu y que los supervivientes (reptilianos) decidieron retomar sus experimentos de manipulación genética y su dominio global nuevamente en… Sumeria.
Dice que a partir de ese momento se crearon una serie de linajes de familias y fue de donde surgió la realeza, los rajás, sultanes, faraones, etc.
Y entonces comenzaron a expandirse a nivel mundial.
En las declaraciones de este hombre encontramos numerosas coincidencias en lo que otros contactados, investigadores, historiadores, etc, vienen contando desde hace años.
Ahora el momento de opinar sobre Stewart Swerdlow es de ustedes.
Un saludo
Gran Misterio