La propuesta del presidente de EE.UU. Barack Obama de emplear la fuerza militar contra el Estado Islámico "sin ninguna limitación geográfica", podría acabar en un nuevo gran conflicto en Oriente Medio para Washington, opina el analista político Robert Valencia.
EE.UU. trata de "apelar a la simpatía de la comunidad internacional y las injusticias cometidas por el Estado Islámico contra ciudadanos de otros países" al declarar que su lucha contra el grupo yihadista "no tendría ninguna limitación geográfica", considera el analista político Robert Valencia.
Según el experto, la decapitación de rehenes japoneses y ciudadanos británicos, como así también la incineración del militar jordano y otras atrocidades del grupo yihadista pueden dar a EE.UU. "un poco más de apoyo internacional".
Al mismo tiempo, Valencia opina que los "estadounidenses no podrían asimilar otra intervención con sus soldados en el suelo iraquí o sirio". "El riesgo que podría correr EE.UU. consiste en que al mandar tropas extras, se enfrasque en un conflicto mucho más grande y por lo tanto tendría que enviar más tropas. Esto es lo que ocurrió en las guerras pasadas, y por eso hace años existe esta resistencia de enviar tropas a Siria, porque saben qué significa eso", dijo el analista.
Por otro lado, el presidente sirio Bashar al Assad no permitiría las fuerzas terrestres de EE.UU. para combatir al Estado Islámico ya que "sabe que el interés que ha tenido Washington es de derrocar a su gobierno, lo que ha sido un punto de disputa entre dos potencias, EE.UU. y Rusia, en la ONU".
Extraductor del EI revela cómo engañaba a los rehenes momentos antes de su ejecución
Los rehenes extranjeros asesinados por el Estado Islámico fueron sometidos a numerosos simulacros de decapitación y no sabían cuándo estaban a punto de morir, ha revelado un traductor que ha abandonado las filas del Estado Islámico.
Reuters
Además confiesa que él mismo les decía que no les iban a hacer daño para que aparecieran tranquilos en los vídeos.
El traductor, que se presenta como 'Saleh', ha dicho en una entrevista a Sky News que fue contratado por el grupo extremista Estado Islámico para convencer a los rehenes extranjeros de que estaban a salvo antes de ser asesinados en vídeos por Mohammed Emwazi, un radical de 26 años conocido como 'el yihadista John'. Saleh debía decir a las víctimas que no les iban a hacer daño, que eran solo 'huéspedes' del Estado Islámico.
Los rehenes no eran conscientes de que estaban a punto de perder la vida, ya que habían sido sometidos a numerosos simulacros de ejecución y tenían una falsa sensación de seguridad, explica Saleh. El periodista estadounidense James Foley y el trabajador humanitario británico Alan Henning aparecieron sin miedo leyendo mensajes a cámara unos momentos antes de ser asesinados.
Saleh ha revelado también que a los rehenes se les dieron nombres árabes para convencerles de que estaban entre amigos y para calmarlos. A Kenji Goto, rehén japonés asesinado, se le dio el nombre de Abu Saad. El extraductor ha confesado a Sky News que vio con sus propios ojos la decapitación de Goto.
Mohammed Emwazi o 'el yihadista John' es temido y respetado dentro del grupo, es "el gran jefe", el único que da órdenes a los demás, según ha dicho Saleh.
También el extraductor del grupo terrorista ha dicho que la estructura de mando y control del Estado Islámico en Raqqa está dominada por extranjeros, un 70% son combatientes de fuera de Siria.
http://actualidad.rt.com/actualidad/168703-extraductor-ei-rehenes-yihadista-john