Investigadores espaciales estudian los símbolos aritméticos que aparecieron en los sembrados y sospechan que enmarcarían pistas de descenso de extraterrestre. El gran enigma de los círculos de las cosechas.
Nadie sería capaz de explicar la enigmática aparición de los llamados círculos de las cosechas, un fenómeno que ha generado diferentes especulaciones y que no deja de conmover al mundo, habida cuenta de una probable intervención de fuerzas e instrumentos extraños que algunos relacionaron con seres extraterrestres. Habría presunciones sobre un sistema global planetario proyectado desde otras dimensiones.
También se ha dicho que son obra humana, pero lo cierto es que en experimentos realizados en distintas latitudes no hubo quien pudiera igualar esos dibujos tan absolutamente simétricos y perfectos. Tampoco se vislumbra una resolución en las investigaciones relacionadas con los mecanismos de informática. Todo parece concluir en un gran misterio que va más allá de lo anecdótico de ciertas presunciones y que merece el más severo análisis científico.
Se sabe que los primeros círculos aparecieron en campos de trigo, cebada, avena y maíz. Los producidos en cultivos de este último cereal han dado finalmente nombre al fenómeno: crop circles o círculos del maíz en español, aunque también son llamados agroglifos. El agroglifo más antiguo del que se tenga noticia data de 1678: muestra a un demonio cortando un gran círculo en el cultivo y apareció publicado en un folleto titulado “The mowing devil” (El diablo cosechador). Los investigadores explicaron que quizá no tenga nada que ver, pero lo cierto es que guarda una cierta similitud con los crop circles actuales. Existe otra posible antigua referencia, del siglo XVI, en el tratado de Matus, del que se conservan dos ejemplares, donde aparece lo que podría ser un fenómeno de crop circle, con unos efectos luminosos procedentes del cielo y unos círculos formando un conjunto sobre el terreno.
No obstante esos antecedentes, hay quienes sostienen que el fenómeno tal como lo conocemos en la actualidad comenzó en los años 60 en Australia, aunque no eran más que algunos dibujos sencillos. Concretamente, a mediados de 1966, en la provincia de Queensland aparecieron unos óvalos perfectos y sencillos cuya elaboración no podía atribuirse a la mano de un ser humano. En aquel momento se los calificó como lugares de aterrizaje de platos voladores y pasaron a formar parte de los enigmas pendientes de la ufología.
¿Es obra de los extraterrestres?
Son muchas las teorías que se han lanzado sobre los círculos de las cosechas, pero las más recurrentes instalan la posibilidad de que pueda tratarse de comunicaciones emitidas por entes extraterrestres. Creen que esto es posible, pero que a la vez podría haber otra explicación que llega de la mano de las experiencias realizadas en los sitios donde fueron hallados estos símbolos. Se sabe además que la geometría usada está muy alineada con los conocimientos matemáticos vigentes y con nuestra cultura, aunque los científicos aclaran que podría haber formas relativas a matemáticas más avanzadas que aún no comprenderíamos. Si bien las primeras hipótesis no conformaban el todo de la investigación, habría una línea directa con el presunto argumento con que cuenta esta serie de dibujos: todos coinciden en que el fenómeno es planetario, de modo que sea quien sea el autor/es poseen medios a nivel mundial para llevar a cabo estos círculos.
Los detalles
Los distintos diseños geométricos requieren de un sistema informático para su elaboración y se pudo comprobar que la ejecución de los grabados sobre el terreno es de extrema precisión. Por lo tanto, las herramientas utilizadas no son algo que se pueda deducir de un modo rápido y trivial. Según explicaron los investigadores, para esto se requiere un análisis detallado.
Otro de los puntos que ha llamado la atención es que la complejidad de los círculos ha ido en aumento, como si su autor o autores fuesen progresando en la técnica utilizada o como si sus mensajes debiesen interpretarse como un lenguaje articulado que comienza con símbolos simples y se va estructurando en una gramática más compleja.
Muchos de los diseños de los círculos se pueden encontrar en International Crop Circle Database, disponible en http://www.cropcircleresearch.com. Esta base de datos no contiene todos los agroglifos, pero incluye las tipologías más frecuentes.
Un punto clave, en Inglaterra
En 1975 aparecieron los primeros crop circles en la región de Winchester, Inglaterra. Luego, en agosto de 1980, en Wiltshite y, a partir de aquella fecha, se registraron formaciones similares por todo el país, ante el asombro de los ciudadanos ante el diseño perfecto de esos enormes dibujos. Fue un fenómeno conmocionante y los medios comenzaron a publicarlos para asociar esas imágenes a fenómenos paranormales. Además, desde entonces, cada año aparecen casi 250 dibujos más repartidos ya por todo el planeta. La formación más compleja y enorme es la aparecida en el 2001 en Milk Hill, pero son muchas las que guardan semejanza con elementos mágicos o históricos, como el famoso sello mágico de Giordano Bruno.
También en Argentina
Figuras geométricas de asombrosa perfección fueron halladas en cultivos de Salta. A unos 41 kilómetros de la capital se encuentra Chicoana, un pueblo enclavado en el valle de Lerma, en la región central de la provincia. Mayoritariamente, sus habitantes se dedican al cultivo de tabaco, maíz, soja, judía y trigo. Pero un día la tranquilidad que se respiraba en ese lugar se rasgó definitivamente: el jueves 23 de octubre de 2008 una serie de figuras geométricas surgió en tres campos de trigo de la zona. Los lugareños no tardaron en relacionar estos círculos con el aterrizaje de una flotilla de ovnis, dado que un día antes decenas de vecinos contemplaron un increíble espectáculo de extrañas luces en el cielo. Lo increíble del caso fue que el fenómeno fue casi simultáneo en sembradíos de Canadá, Estados Unidos, Rusia y Holanda, entre otros países.
Pero ya no se trata solo de círculos, sino que también han comenzado a aparecer dibujos esotéricos, como el menorah –candelabro judío de siete brazos–, símbolos religiosos o rostros humanoides. Hacia esa dirección habría enderezado la última etapa de la investigación que, al haber elegido ese plano, estaría en condiciones de sostener que en esas señales hay algo más profundo todavía.
En el cine
La psicosis creció a tal punto que algunos creyeron vivir la antesala de una presunta invasión alienígena. Aparecieron testimonios y versiones encontradas que de algún modo alentaron a escritores y productores de ciencia ficción a crear fascinantes historias. Entre otros, en 2002 se estrenó el exitoso filme “Señales” (ver tema aparte), protagonizado por el notable actor estadounidense Mel Gibson, muy bien acompañado por un excelente elenco y que encabezóAbigail Breslin.
Grupo Crónica