CDC tenía 50 diputados y el Gobierno en solitario, ahora tiene 30 escaños y un Gobierno que debe compartir. Esquerra se ha llevado las bases de CDC y en las listas tiene casi el mismo peso específico
Oriol Junqueras, Raül Romeva y Artur Mas, el día después de las elecciones catalanas. (Reuters)
Tenía que haber sido al revés, pero no. Esta vez, el pez chico se comió al grande. Suele pasar a veces. Resulta que Convergència Democràtica de Catalunya(CDC), el gran partido catalán, había previsto lanzar una opa en toda regla contra su principal rival, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). El diseño de la operación de Artur Mas era maquiavélico: disputaba a cara de perro el electorado a los republicanos; el segmento de votos de la derecha nacionalista no independentista ya se había agotado y era imposible arañar más sufragios a 'populares' o incluso a socialistas.
Los estrategas de CDC determinaron que para crecer era imprescindible captar a seguidores de ERC. Y en esa labor se empeñó Convergència los últimos años. Artur Mas maniobró con habilidad. Se hizo amo absoluto del proceso y logró que los hombres de Oriol Junqueras quedasen en segundo plano y no le robasen protagonismo. Incluso se alejó durante un tiempo de la primera línea de acción dejando que fuesen las organizaciones ANC y Òmnium Cultural, así como los partidos que apoyan la independencia (lo que se llamó el frente soberanista) los auténticos protagonistas de la política catalana. Pero él estaba detrás, controlando los tempos y vigilando que nadie capitalizase ningún éxito más de lo conveniente.
La ocasión de oro de lanzar una opa contra ERC le llegó después de anunciar unas “elecciones plebiscitarias” para septiembre del 2015. A finales de 2014, dejó caer que lo óptimo sería una candidatura conjunta de las fuerzas favorables al sí. ICV y la CUP se desmarcaron inmediatamente de ese frente soberanista, que se había convertido ya en el ‘proceso de Artur Mas’. Las presiones, finalmente, tuvieron éxito con ERC, que se vio entre la espada y la pared el día en que el ‘president’ dijo que o había lista conjunta o no convocaba elecciones.
Las cuentas de CDC eran que si lanzaban la opa y ERC accedía, se interpretaría como una absorción de los republicanos. Ha acabado ocurriendo lo contrario
El peligro para los republicanos era que fueran acusados de ser los culpables de hacer descarrilar el proceso, y eso no lo podían permitir. “Artur Mas se puso al frente del proceso porque creía que se lo pedían las bases de Convergència, pero no pasa de ser un actor secundario en esta película”, señala una fuente independentista a El Confidencial.
Las cuentas de CDC eran que si lanzaban la opa y ERC accedía, se interpretaría como una absorción de los republicanos. Pero lo que se discutía en el fondo no era una cuestión tan superficial. “Era un tema de fondo. Se trataba de dirimir si primero se arreglaban las cosas y luego nos independizábamos o al revés. En este tema, Junqueras no se movió ni un milímetro: primero, la independencia; luego, arreglamos lo que haya que arreglar. Y ahí es donde ERC se comió a CDC. Junqueras ganó la partida a Artur Mas, porque las bases de Convergència no eran independentistas y se las llevó a su terreno. Es Artur Mas quien se ha tenido que poner a la altura de Junqueras y aceptar sus condiciones. Ha habido una absorción de ERC por parte de CDC, ya que la obligó a ir en la lista conjunta, pero lo más importante es que ha habido una absorción ideológica de Esquerra hacia Convergència”, explican las fuentes.
Mas sólo tiene 30 diputados
Por otra parte, debe prestarse una especial atención a las listas electorales. De los 62 diputados de la lista de Junts pel Sí, Convergència tiene ahora sólo 30 representantes. Curiosamente, en la demarcación de Barcelona, sólo hay 15 diputados de Convergència frente a los 32 conseguidos por la coalición. Del total de representantes electos en Cataluña, una docena son independientes y ERC tiene alrededor de 20 representantes.
“Pero, en realidad, algunos de los nombramientos de esos independientes se ha hecho por designación de la propia ERC e incluso se sospecha que alguno tiene carnet de militante republicano aunque no está ahí en representación del partido”, dicen las fuentes a El Confidencial.
El peso específico de ERC, pues, ha crecido espectacularmente. Y es más: en los acuerdos para formar gobierno que CDC y ERC han negociado, se habla de un reparto de cargos del 60/40, lo que dejaría a los convergentes con una cuota sensiblemente inferior a la que tienen en la actualidad.
“Se puede decir que ERC ha salido ganando de calle. CDC, que tenía 50 diputados en la anterior legislatura y el Gobierno para ella sola, tiene ahora 30 escaños y un gobierno que debe compartir. Esquerra, en cambio, ha conseguido que las bases de Convergència se vayan a su terreno, tener en las listas casi tanto peso específico como CDC, ya que entre los diputados suyos y los independentistas ‘independientes’ les pisan los talones. Y, por último, tiene en sus manos ya prácticamente no sólo la presidencia del Parlamento, sino casi la mitad del Gobierno. Con la objetividad que da la distancia, la opa lanzada por Artur Mas no ha podido tener peores consecuencias para él. Esquerra se lo ha merendado”, zanjan las fuentes consultadas.
04.10.2015 – 05:00 H.
http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/elecciones-catalanas/2015-10-04/erc-convergencia-artur-mas-elecciones-catalanas_1045857/