Aunque su nombre real era Erzsébet Báthory, lo cierto es que ha pasado a la historia como “La Condesa Sangrienta”. Pero, ¿qué mujer se esconde tras la personalidad de quien, según relata el sumario de su juicio, acabó con la vida de al menos 612 mujeres jóvenes de entre 9 y 26 años, para poder bañarse en su sangre y mantenerse, así, joven eternamente?
Erzsébet nació el 7 de Agosto del año 1560 en Byrbathor, ciudad perteneciente a
Transilvania, región de la Hungría más profunda. Una época convulsa en un país dividido, con una parte ocupada por los otomanos y otra bajo el mandato de los austriacos
Habsburgo.
Nacida fruto del matrimonio consanguíneo entre dos primos hermanos (Anna Báthory y Jorge Báthory), sus padres provenían de sendas ramas de los Báthory, familia que llegó desde Escandinavia a mediados del siglo XI, aunque realmente descendían de un poderoso clan de los
hunos, comenzando a ganar relevancia a partir de mediados del siglo XIII. Tras abandonar sus costumbres tribales, la familia adoptó el nombre de sus estados como apellido (Bátor significa, de hecho, «valiente»). Su poder e influencia iría desvaneciéndose paulatinamente, hasta desaparecer por completo en la segunda mitad del siglo XVII.
Ilustración mostrando a nobles damas transilvanas, contemporáneas a Erzsébeth Bathory, paseando por sus posesiones. Siglo XVI (
Wikimedia Commons )
Erzsébet perteneció a una de las familias más adineradas y poderosas de la nación, una familia de la más alta aristocracia húngara. Era sobrina de Istvan Bathory , Príncipe de Transilvania y Rey de Polonia entre los años 1575 y 1686 y prima de Segismundo Báthory quien fuera Gran Príncipe de Transilvania mediante su matrimonio con la princesa María Cristina de Habsburgo . Otros príncipes y un cardenal se contaban, además, entre sus familiares cercanos.
Su infancia transcurrió en el castillo de los Ecsed, la rama más extravagante de los Báthory, repleta de tarados y locos a causa de la continua consanguiniidad. Su infancia se vio marcada, a partir de los cuatro años, por convulsos ataques debidos, probablemente, a una epilepsia infantil. Pero dichos ataques remitieron pronto y no parecen guardar relación alguna con su posterior comportamiento.
A diferencia de lo que solía suceder con las mujeres de su tiempo, Erzsébet recibió una rica y esmerada educación. En una época en que muchos nobles eran analfabetos, la pequeña hablaba cuatro idiomas, dominando a la perfección el húngaro, el latín y el alemán. Asimismo, muchos de sus familiares gustaban de prácticas esotéricas y eran estudiosos de la alquimia y la magia. La propia Erzsébet fue influida por su nodriza quien la inició en prácticas de brujería y en otros rituales relacionados con artes prohibidas.
Retrato de Istvan Bathory, Príncipe de Transilvania y Rey de Polonia entre los años 1575 y 1686, tío carnal de la “Condesa Sangrienta”. (
Wikipedia)
A los 11 años la prometieron con un importante caballero: el Conde Ferencz Nadasdy , once años mayor que la niña. Inmediatamente, siguiendo las costumbres de la época, se vio obligada a trasladarse para convivir con la familia de su prometido. A partir de entonces será su futura suegra Orsolva, una austera y puritana dama, la encargada de su educación. La convivencia resultó durísima, manteniendo continuos enfrentamientos con Orsolva, a la que despreciaba recordándole una y otra vez que el apellido Báthory poseía mucho más abolengo que el suyo.
Según algunas fuentes, a los 13 años ocurrió el primer suceso sangriento que, tal vez, marcase de forma atroz la personalidad de la joven: Erzsébet queda embarazada de un sirviente. Al hacerse pública la noticia, es enviada a un remoto castillo hasta el momento del parto, tras el cual le quitan el bebé y lo hacen desaparecer. Mientras, el sirviente es castrado y, posteriormente, despedazado y devorado por los perros del castillo.
EL MATRIMONIO
A los 15 años, convertida ya en una mujer de extraordinaria belleza, se celebró su esperada boda con el Conde Ferenc Nadasdy, que tenía por entonces 26 años y se pasaba la vida batallando contra los otomanos. El Conde Nádasdy era un valiente caballero que solía participar en todos los conflictos bélicos, sobre todo contra los turcos. Una de sus prácticas habituales era la de empalar a sus enemigos y se distinguía por su crueldad ante los vencidos. De ahí que fuese apodado como el “ Caballero Negro de Hungría ”. “Curiosa” es la correspondencia que mantuvieron los esposos durante las ausencias del Conde intercambiando ideas sobre las técnicas más adecuadas de castigo sobre los criados. Algo que, por otro lado, era de lo más normal entre los nobles de la época.
Ilustración de la ciudad de Ecsed y del castillo en que Erzsébet vivió gran parte de su infancia. (Siglo XVII) (
Wikimedia Commons )
Se casaron, rodeados de gran lujo y boato, en el castillo de Varannó. A la ceremonia incluso acudió el
Emperador Maximiliano II . Como la familia Báthory disfrutaba de mayor rango que la Nádasdy, el Conde adoptó el apellido Báthory tras su matrimonio.
Las posesiones del nuevo matrimonio eran inmensas y la pareja se trasladó a vivir al castillo de Čachtice, en los
Montes Cárpatos que, por entonces eran territorio húngaro aunque en la actualidad pertenezcan a
Eslovaquia. Además del propio castillo, la propiedad incluía diecisiete pueblos habitados por numerosos campesinos húngaros, rumanos y eslovacos.
Tuvieron cinco hijos de los que dos murieron a edades muy tempranas y, durante las ausencias de Ferencz, la ya Condesa tuvo tres amantes: un campesino y dos de sus doncellas. Algunas fuentes indican que fue su tía lesbiana Karla quien la inició en las prácticas homosexuales.
Retrato del Conde Ferenc Nadasdy, esposo de la Condesa Báthory (
Wikipedia)
La soledad y el aburrimiento la llevaron a rodearse de alquimistas, magos, astrólogos, brujas, sabios y charlatanes que la fueron introduciendo de nuevo en el mundo esotérico mientras administraba el castillo con mano de hierro. Es en estos años cuando empieza a pinchar a sus doncellas, clavándoles alfileres bajo las uñas. También comienza a hacerse traer jóvenes y robustas campesinas para morderles los hombros y masticar las carnes arrancadas.
LA NECESIDAD DE SANGRE
La muerte de Ferencz en el año 1604, asesinado en
Bucarest supuestamente por una prostituta a la que no pagó sus servicios, fue el punto de inflexión definitivo que permitió a Erzsébet dar rienda suelta a sus actitudes violentas. Actitudes a las que la empujaba su más que probable psicopatía.
Lo primero que hizo al enviudar fue echar del castillo a su suegra –con la que convivía el matrimonio- y a toda su parentela política.
Retrato de Orsolya Kanizsai, suegra de la “Condesa asesina”. (
Wikipedia)
Su aburrimiento se incrementaba. La Condesa tenía ya 44 años y crecía su obsesión por mantenerse bella y joven, renaciendo en su mente todo lo que había estudiado sobre hechicería y brujería. Recordando que algún sabio le había comentado que la sangre de las doncellas aseguraba la eterna juventud y aconsejada por una supuesta bruja de la región, de nombre Darvulia, montó una cámara de suplicios en los sótanos del castillo.
Un día, mientras una de sus doncellas la estaba peinando, un nudo hizo que diese un fuerte tirón, sin querer, al cabello de Erzsébet provocándole un fuerte dolor. La Condesa se giró en un acto reflejo y asestándole un bofetón rompió la nariz de la criada. La sangre manchó a Erzsébet quien tuvo la impresión de que la piel rejuvenecía y se volvía más tersa y suave en las zonas manchadas. Entonces ordenó llevar a la joven a la celda de torturas donde la desangró. La sangre fue vertida en una bañera y por vez primera se bañó en ella. Desde ese momento su mayor obsesión sería la de encontrar mujeres, cuanto más jóvenes mejor y a ser posible vírgenes, para poder bañarse en su sangre y, por supuesto, también beberla.
Para ello ordenó que le trajeran campesinas muy jóvenes, a ser posible casi niñas, utilizando la persuasión y, si ésta no resultaba, ordenó que las secuestrasen. Además, utilizó diversos métodos de tortura para que las muchachas pudieran ser desangradas sin ocasionarles la muerte y, tras cuidarlas un tiempo, volver a desangrarlas. Así, una y otra vez, día tras día.
Torre del Castillo de Čachtice donde Erzsébet cometió sus atroces asesinatos (
Wikimedia Commons )
Ante la masiva desaparición de jóvenes en las zonas limítrofes al castillo comenzaron a desatarse los rumores, pero durante un tiempo se mantuvo impune porque elegía a sus víctimas entre las siervas y campesinas a quienes, en aquellos tiempos, cualquier noble podía usar como simples objetos. Sin embargo, tras la muerte de la bruja Darvulia, la Condesa fue menos precavida y empezó a raptar a jóvenes de buenas familias.
Los rumores se fueron extendiendo por todo el reino de Hungría hasta llegar a la corte donde, además, no gozaba de grandes simpatías. Entonces, el
Emperador Matías II , enemigo político de Erzsébet, ávido de adueñarse de las propiedades de la Condesa, decidió intervenir y envió al primo de Erzsébet y
Palatino de Hungría , el Conde Jorge Thurzó, a investigar lo ocurrido.
Fuentes:
http://www.ancient-origins.es/historia-personajes-famosos/erzs%C3%A9bet-b%C3%A1thory-la-condesa-sangrienta-%E2%80%93-parte-i-002821/page/0/2
http://www.ancient-origins.es/historia-personajes-famosos/erzs%C3%A9bet-b%C3%A1thory-la-condesa-sangrienta-%E2%80%93-parte-i-002821/page/0/2