Carta del embajador de la República en París, Luis Araquistáin, a Francisco Largo Caballero, en la que le detalla su propuesta de negociación con Italia y Alemania
Francisco Largo Caballero coordinó un intento desesperado de lograr la neutralidad de Italia y Alemania en la Guerra Civil a cambio de compartir la soberanía de Baleares o Canarias. Manuel Aguilera lo desvela con documentos inéditos en el libro ‘El oro de Mussolini’ (Arzalia).
La penúltima gran historia de la Guerra Civil que quedaba por contar necesita un dramatis personae. 1) Luis Araquistáin: periodista, militante del PSOE.
Detalle de la Carta del embajador de la República en París, Luis Araquistáin, a Francisco Largo Caballero, en la que se explicita la propuesta de negociación con Italia y Alemania
Los planes de Indalecio Prieto
Esta fue la desconocida proposición realizada por el Gobierno de España a los ingleses durante la Guerra Civil, concretamente por el ministro de Guerra socialista Indalecio Prieto en 1938. Pocos lo saben hoy, pero Prieto y la República estuvieron decididos a vender los puertos de Vigo, Cartagena y Mahón a los británicos a cambio de su apoyo en la guerra.
El primero en abrir este incómodo melón para la República fue, precisamente, un republicano llamado Alberto Bayo, quien fracasó durante la guerra en el famoso desembarco en Mallorca, pero triunfó por su desempeño como guerrillero en la contienda y, posteriormente, como maestro de guerrilleros al instruir a Fidel Castro, Che Guevara y sus hombres para derrocar a Batista en Cuba.
Bayo cuenta en sus memorias Mi desembarco en Mallorca que el que fuera ministro socialista de Guerra, Indalecio Prieto, “trató de entregar a España”. En ese polémico capítulo, del que dice que su revelación fue la causa de la no publicación de la obra hasta 1944, anticipa en un momento dado a sus lectores que “lo que voy a decir es muy grave”. Tan grave como que Prieto ofreció los puertos de Vigo, Cartagena y Mahón a los oficiales británicos Pearson y Goddard a cambio del apoyo militar contra Franco.
En su exposición, Bayo detalla incluso que el ministro, justo después de tratar de ceder esos enclaves del país a cambio de ayuda, le dijo que “lo que has oído debes olvidarlo ahora mismo”. La reacción de Bayo fue de sorpresa y estupefacción, descrita con el detalle del que se siente embargado por la decepción ante lo que presenció: “fue como si Dios se convirtiera ante mis ojos en un traidor a nuestra causa.
Todos hubiéramos preferido ver a nuestra Patria vencida en manos de Franco que victoriosa sin sus tres formidables bases navales” porque “a Franco le arrancaremos su presa de sus ensangrentadas manos; al inglés no se la habríamos quitado jamás”, sentencia. Visto con la perspectiva que da el caso de Gibraltar, y la firme posición británica al respecto, a Bayo no le faltaba razón.
Hoy, de haberse materializado esta venta, Reino Unido controlaría con casi total seguridad los principales enclaves del noroeste, este y sur peninsular, además de todas las entradas y salidas a la isla de Menorca. Este asunto tan grave ha pasado durante años casi desapercibido para los historiadores. Solamente el inglés Burnett Bolloten profundizó en el asunto en 1948 cuando localizó en Lima a uno de los oficiales ingleses a los que Prieto le hizo este ofrecimiento.
El oficial inglés al ser preguntado no lo negó, pero tampoco se lo pudo asegurar, al tratarse de un tema confidencial que solo el Ministerio de Exteriores estaba autorizado a confirmar, según le explicó. En cualquier caso, de no haber sido cierto, la negativa directa hubiera sido la respuesta más lógica, por lo que las dudas sobre este asunto no hicieron más que empezar a decantarse por la balanza del testimonio de Bayo.
A la caza del ‘Informe Goddard‘
Aguilera, gran conocedor de la figura de Bayo por su relación con la isla, decidió ahondar en este asunto y acudir a fuentes británicas para que confirmaran sus sospechas ante las revelaciones de Bayo. Su investigación coincidió con la apertura de los archivos ingleses, momento en el que “el informe de los oficiales Pearson y Goddard debía ser consultable en el Foreign Office de Londres.
Allí lo busqué durante dos semanas, pero no hubo suerte. Después vi que los papeles de Goddard se guardaban en un archivo militar y llegué a escribir una carta a la familia. Nunca hubo respuesta. Había perdido la esperanza cuando el historiador Julius Ruiz, de la Universidad de Edimburgo, tuvo la amabilidad de pasarme una copia de todos los papeles de la Guerra Civil Española del Foreign Office. En el catálogo que él mismo elaboró sí aparecía la palabra ‘Goddard’, y allí estaba el informe”.
El ansiado y, hasta hoy, secreto documento descansaba en ese archivo para acreditar a un incrédulo Aguilera el intento de venta de Prieto a Reino Unido de esos enclaves estratégicos para los intereses territoriales y geopolíticos de España. En el escrito, fechado el 1 de marzo de 1938, el coronel Goddard comunicaba oficialmente al Gobierno inglés que el ministro Indalecio Prieto les había ofrecido los puertos de Cartagena y Mahón. Salvo Vigo, que no aparecía, la versión de Bayo cobraba oficialmente toda credibilidad.
También añadía Goddard que Prieto aprovechó para preguntar a Inglaterra si era favorable a la causa republicana, y que le agradaría especialmente una visita de la flota británica a Menorca para poder neutralizar la ocupación italiana en Mallorca. Ante esta proposición confidencial, según narra Bayo, a Prieto solo le quedaba “esperar la contestación con impaciencia”. Esa respuesta nunca llegó. O, al menos, nunca fue positiva. Ni siquiera ese apetitoso botín en forma de enclaves españoles fue suficiente para que los británicos se inclinaran por apoyar a la República.
Hoy, y a pesar de la perspectiva que ofrece el tiempo y el contexto histórico, estas revelaciones con probabilidad escocerán especialmente a vigueses, cartageneros y mahoneses, que observarán con alivio cómo su soberanía sigue a salvo, pese aquel no tan lejano intento de traición.
Las memorias del capitán Alberto Bayo Mi desembarco en Mallorca contienen una grave acusación contra el que fuera ministro socialista de Guerra, Indalecio Prieto. Bayo odiaba al dirigente del PSOE por abandonarle en su
empresa mallorquina así que, ya en el exilio, aprovechó su libro para destapar todas sus miserias. La más importante se titula: “Prieto trató de entregar a España”. Bayo empieza avisando: “Lo que voy a decir es muy grave”. Cuenta que vio a Prieto ofrecer “los puertos de Vigo, Cartagena y Mahón” a dos oficiales ingleses a cambio del apoyo del Reino Unido a la República. Luego el ministro le dijo: “Lo que has oído debes olvidarlo ahora mismo”. Bayo casi se desmaya: “Fue como si Dios se convirtiera ante mis ojos en un traidor a nuestra causa”. “Todos hubiéramos preferido ver a nuestra Patria vencida en manos de Franco que victoriosa sin sus tres formidables bases navales”. “A Franco le arrancaremos su presa de sus ensangrentadas manos; al inglés no se la habríamos quitado jamás”, añade en sus memorias.
Este episodio no estaba verificado, así que me propuse hacerlo. El único historiador que lo había investigado era el inglés Burnett Bolloten. En 1948 localizó a uno de los oficiales ingleses en la embajada de Lima. Le preguntó y la respuesta fue que era un asunto “confidencial”: “El Ministerio de Exteriores es la única autoridad que puede confirmarlo”.
La carta de Bolloten y la respuesta de Pearson desde Lima en 1948 (Bolloten Collection).
Con la apertura de los archivos, el informe de los oficiales Pearson y Goddard debía ser consultable en el Foreign Office de Londres. Allí lo busqué durante dos semanas, pero no hubo suerte. Después vi que los papeles de Goddard se guardaban en un archivo militar y llegué a escribir una carta a la familia. Nunca hubo respuesta. Había perdido la esperanza cuando el historiador Julius Ruiz, de la Universidad de Edimburgo, tuvo la amabilidad de pasarme una copia de todos los papeles de la Guerra Civil Española del Foreign Office. En el catálogo que él mismo elaboró sí aparecía la palabra “Goddard”, y allí estaba el informe.
El 1 de marzo de 1938 Robert Goddard comunicó a su gobierno que Prieto había ofrecido “los puertos de Cartagena y Mahón en momentos de necesidad”. Así lo dice en su informe, y añade: “Prieto aprovechó la oportunidad para preguntar otra vez si Inglaterra era favorable a la causa republicana, porque le gustaría una visita de la flota británica a Menorca.
El informe de Robert Goddard al gobierno británico del 1 de marzo de 1938. Foreign Office 371-W2870.
(Columna Tejiendo historia, publicada en
Ultima Hora el viernes 3 de julio de 2020. Sale cada 15 días en papel).
https://laverdadofende.blog/2022/05/13/cuando-la-ii-republica-quiso-vender-los-puertos-de-vigo-cartagena-mahon-y-mallorca-a-mussolini/