LA ASAMBLEA NACIONAL CATALANA PLANEA DESPLEGAR SU FLOTA EN DIEZ AÑOS
Además de una Agencia Tributaria propia, los impulsores de una Cataluña independiente trabajan ya en la configuración de un Ejército que aglutinase las fuerzas terrestres, aéreas y navales.
El sueño de una Cataluña separada del conjunto de España ha llevado a sus principales impulsores a empezar a planificar escenarios para una futura nación independiente. Además de otros organismos, como una Agencia Tributaria propia, se trabaja ya en la configuración de un Ejército, capitaneado por un Estado Mayor Conjunto, que aglutinase las fuerzas terrestres, aéreas y navales.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC), organización que articula las maniobras sociales para generar un ambiente favorable al secesionismo, y elabora documentos políticos y de actuación de las instituciones de una eventual Cataluña independiente, está trabajando ya en la hipótesis de unas fuerzas armadas propias.
En el documento “Dimensionamiento de las Fuerzas de Defensa de Cataluña I: la Fuerza Naval”, plantea un escenario para controlar las aguas territoriales, en un principio, mediante los Mossos d'Esquadra y la policía local y portuaria, aunque con vocación de llegar a desplegar flotas en el Índico y el Atlántico, una vez cubierto el Mediterráneo.
Partiendo de un Ministerio de Defensa del Principado, el plan considera relativamente sencillo entrenar promociones de tropa y marinería, así como oficiales de rango básico, aunque reconoce que formar oficiales de Estado Mayor y mandos superiores requiere más tiempo. Para ello, propone la creación de una Academia Naval de Cataluña, estableciendo acuerdos con algún otro Estado -se sugiere el Reino Unido-, para la instrucción de las primeras promociones.
La propuesta contempla crear, como primera unidad operativa, el Mando de Patrulla Litoral, cuyas misiones se centrarían en la defensa de las aguas territoriales, la protección de la infraestructura portuaria, el control de la actividad y el salvamento marítimo. El Centro de Mando y Control, tendría a su cargo tres o cuatro patrulleras de altura, dos o tres de rango litoral, entre cuatro y seis aeronaves y otras tantas embarcaciones no tripuladas, así como un remolcador de altura.
El documento de la ANC calcula el período necesario para desarrolllar esta fase en diez años a partir de la independencia y estima en unas 600 personas los efectivos requeridos. A continuación, indica que, una vez aseguradas las aguas territoriales, el siguiente objetivo es el control del Mediterráneo, en colaboración con la OTAN, mediante la creación del Mando de Escolta, con atribuciones en laprevención antiaérea y antisubmarina. Esta fase requeriría unos 200 efectivos en el Centro de Operaciones Navales, unos 360 tripulantes en tres o cuatro corbetas polivalentes, y otros 300 en la flotilla auxiliar, con un petrolero de escuadra y un buque logístico. Tras la consolidación de esta etapa, en un plazo de diez o quince años, la Fuerza Naval se ampliaría hasta los 1.700 efectivos entre oficialidad y marinería.
La siguiente fase contempla proyectar una fuerza de alcalce multinacional con la creación del Mando Expedicionario. Contaría con una nave de mando MRV (Multi Role Vessel), al estilo de las fragatas de la clase Absalon de la Marina Real Danesa, además de una corbeta y apoyo logístico. Las aproximadamente 300 personas necesarias para esta unidad, completarían el total de 2.000 efectivos en la Fuerza Naval de Cataluña.
Presumiblemente, la Asamblea Nacional Catalana publicará próximamente otros informes sobre los que planificar la creación de sus Ejércitos de Tierra y Aire.
Javier Algarra
Martes, 1. Julio 2014 - 19:56
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Javier Ruiz
