lunes, 10 de agosto de 2015

Tercer nacimiento de bebé con dos cabezas en siete días


En solo siete días, hemos tenido el nacimiento de 3 bebés con dos cabezas cada uno y en distintas partes del planeta. Desde SOTT pensamos que debemos prestar atención a esta espontánea proliferación de la policefalia. 

© Captura de YouTube
Policefalia es la condición de poseer más de una cabeza. El término se deriva de las palabras poly que significa 'muchas' y de kephal que significa "cabeza" y abarca otros términos como bicefalia y dicefalia (ambos que refieren a poseer dos cabezas) - Wikipedia.El pasado jueves, 30 de julio, en Argentina, un bebé nació con dos cabezas y, lamentablemente, murió pocas horas después en un Hospital de la ciudad santiagueña de Añatuya. El bebé presentaba dos cráneos y dos troncos, pero sólo un tórax. 

4 días después, el lunes 3 de agosto, en Brasil, nació otro bebé con dos cabezas, según informó la versión digital del periódico brasileño O Povo. La madre de 23 años decidió ponerle dos nombres, uno a cada cabeza, Jesús y Emmanuel. 

A pesar de tener dos cabezas perfectamente formadas, solo tiene un corazón y sus órganos vitales funcionan con normalidad. Parece que este niño sí va a salir adelante, aunque una de las cabezas "está comenzando a mostrar problemas respiratorios y requiere cuidados especiales." Destacar que la madre ha acogido a su bebé con total normalidad. Da de comer a las dos cabezas y asegura que "el bebé ha sido recibido con gran alegría por parte de la familia." 

Es una gran noticia, ya que en la mayoría de estos casos, que entrarían dentro de la condición de Policefalia, suelen nacen sin vida o mueren a las pocas horas después del parto. Pero tenemos, por ejemplo, a los gemelos siameses de 62 años Donnie y Ronnie Galyon:
"Los gemelos Galyon, unidos por la cintura, tienen cuatro brazos, cuatro piernas, dos corazones y estómagos, aunque comparten parte del sistema digestivo, el recto y el pene, sobre el que Donnie tiene control."El 5 de agosto, India.com reporta el nacimiento de un tercer bebé con dos cabezas en un solo cuerpo en Mathura, India, sin especificar el momento exacto del nacimiento pero indicando que este bebé también murió a las pocas horas del parto. 

Este fenómeno ha sucedido muchas veces a lo largo de la historia, pero que en tal solo siete días hayamos conocido tres casos es realmente bizarro. 

Por poner un ejemplo, y centrándonos en los países mencionados, encontramos que en Brasil, el último caso de policefalia que se conoce ocurrió a finales del año pasado, hace 10 meses. Ese año, 2014, se registraron dos casos en total de policefalia y ya se consideró inusual. En la India, el último caso registrado fue en marzo de 2014. En Argentina, tenemos que retroceder hasta el año 2011 cuando dos gemelos siameses nacieron un en el Hospital Privado de Córdoba. 

Sin duda, habrá muchos más casos que no hemos podido encontrar, pero lo citado arriba nos puede dar una pequeña idea de lo inusual que es ver este tipo de nacimientos. Es por eso que debemos seguir prestando atención a la coincidencia de tres casos de policefalia en siete días. 

Esto en lo concerniente a los humanos, podríamos también hablar del mundo animal. Dejamos dos pequeño datos: En junio de este año nació un cerdo con dos cabezas en Colombia. Y en julio, otro cerdo de dos cabezas dio a luz en Raeford, al norte de Carolina.


© RcnRadio.com

A principios de año, la creadora de SOTT, Laura Knight, publicó un enfoque SOTT titulado "Mundo Bizarro", en estos momentos sólo podemos aseverar que este mundo, en los últimos tiempos, se vuelve cada vez más y más bizarro. 

El vídeo motivacional de Romeva sulfura a los convergentes


El número uno de la lista de Mas y Junqueras se revela como un telepredicador en el primer spot de campaña

PABLO PLANAS 2015-08-09

El Varoufakis catalán le ha robado todo el protagonismo a Artur Mas y a Convergencia, candidato y partido desaparecidos a las primeras de cambio. Las opciones de Raül Romeva, que se presenta como "experto en relaciones internacionales", comienzan a subir como la espuma.

Ex eurodiputado, exdirigente de Iniciativa per Catalunya, extertuliano de Catalunya Ràdio y amigo personal del líder de ERC, Oriol Junqueras, Romeva es la estrella absoluta de la que fue llamada "lista del president".

Junts pel Sí es el nombre de la candidatura separatista de CDC, ERC y la "sociedad civil" para las elecciones del 27S. Y Romeva es su líder cada vez más indiscutible. Eso es lo que se deduce del primer spot de la campaña, un vídeo motivacional con los mejores fragmentos de la actuación de Romeva en la presentación de los candidatos "independientes" de la lista, un acto que se llevó a cabo en el parque de la Ciudadela de Barcelona.

Romeva se dirige al público en tono encendido, a ratos como un telepredicador y en otros cual entrenador del fútbol ante el partido del siglo. Está en juego, declama, la "dignidad del país".

El diario digital Vilaweb, uno de los más subvencionados por la Generalidad, las diputaciones y los ayuntamientos, ha presentado el vídeode Romeva, así como otro de Lluís Llach, número uno por Gerona, y un tercero de Germà Bel -economista y articulista de La Vanguardia-, por Tarragona.

http://www.libertaddigital.com/espana/politica/2015-08-09/el-video-motivacional-de-romeva-sulfura-a-los-convergentes-1276554590/

La NASA no explica cómo a la Luna se le rompió un pedazo en una foto

Los aficionados a la astronomía analizaron las fotos del archivo de la NASA sobre el alunizaje del Apollo 11 y descubrieron que en una de ellas a la Luna se le ha desprendido un pedazo. Algunas teorías afirman que en realidad el objeto es un ovni que observa la misión. La agencia espacial, a su vez, no da ninguna interpretación al respecto.

“Es una gran foto de la Luna, de alta calidad. Sin embargo, hay una cosa rara en ella: un pedazo de Luna está separado del resto”, destacó el ufólogo estadounidense Scott Waring, editor de ‘UFO Sightings Daily’, ante el diario británico ‘The Daily Express‘. Desde su punto de vista, podía tratarse de un ovni que observa el alunizaje.

“Es posible que los alienígenas hayan evolucionado tanto que (…) son capaces de crear naves o edificios que se confunden con el entorno. Podría tratarse de una nave que está levantándose de la superficie; si los astrónomos la ven desplazándose por el espacio creerán que es un asteroide”, opinó Waring.

Al parecer, ‘The Daily Express’ no descarta tal posibilidad. El rotativo detalla que estudió el archivo de laNASA y descubrió que en las fotos tomadas pocos minutos antes y después de la imagen en cuestión el objeto no aparece. El diario comunica que contactó con la NASA pidiendo una explicación, pero la agencia espacial no pudo dar una respuesta.

La NASA confirmó haber recibido la solicitud, detalla el diario, y recomendó dirigirse a uno de sus portavoces científicos. ‘The Daily Express’ afirma que mandó un gran número de mensajes a los responsables, pero la única respuesta que consiguió de uno de sus contactos fue: “Es sorprendente que no les hayan respondido”.

Por RT

Honolulú quiere prohibir que los mendigos se sienten en público

El Ayuntamiento de la capital del estado de Hawái, Honolulú, ha decidido ampliar la prohibición de sentarse y tumbarse en las aceras de la ciudad en un intento desesperado de resolver el problema de los sintecho, un colectivo que no es del agrado de muchos turistas.

El 5 de agosto el Ayuntamiento de Honolulú aprobó dos nuevos proyectos de ley que prevén que la prohibición de sentarse y tumbarse en las aceras de la cuidad se haga extensiva a las avenidas peatonales y las orillas de los arroyos de propiedad municipal, informa la cadena local KITV Channel 4.

Originalmente, bajo presión de la industria turística, las autoridades de Honolulú prohibieron que las personas sin hogar se acercaran a los parques cercanos a Waikiki, un barrio muy popular entre los turistas por sus famosas playas. En aquel momento el Ayuntamiento planeaba establecer una zona segura en la parte industrial de la ciudad para acomodar a los vagabundos, pero la idea nunca se materializó.

Los críticos se oponen a las posibles novedades en la legislación, insistiendo en que la medida criminalizará la mendicidad y no contribuirá a resolver el problema.

“Es una medida totalmente inefectiva. Solo hará que los sintecho se vayan a otro lugar, lo que en realidad no ayuda a nuestros hermanas y hermanos sin hogar a volver a la vida normal”, opina Brandon Elefante, un concejal del Ayuntamiento.

El porcentaje de personas sin hogar en Hawái es el segundo mayor en EE.UU.

Por RT

El Lenguaje de la Bestia

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EL LENGUAJE DE LA BESTIA 

La Bestia habla.

Tiene un idioma propio.

Esa bestia, a la que llamamos Sistema, tiene una presencia cada vez menos abstracta: ya empieza a ser un ente con unas características bien definidas y reconocibles. 

Y una de ellas es un lenguaje propio, con unas lógicas propias y con una intencionalidad final concreta. 

Un lenguaje que ha sido inoculado en nuestras mentes y que nos ha programado a todos sin que nos demos ni cuenta, para que seamos partícipes directos de la eliminación de nuestra propia identidad individual y de nuestra conversión en meras piezas de la maquinaria. 




Como hemos dicho con anterioridad en otros artículos, el Sistema actúa como si fuera una especie de maquinaria psíquica, que está instalada en nuestras psiques, programando todas nuestras acciones de forma semi-inconsciente. 

Es muy difícil identificarlo correctamente, pues no tiene nombre, ni cara, ni cuerpo, ni podemos hacernos una imagen clara de él; se refleja en todas nuestras expresiones culturales, en lo que creemos que son nuestros anhelos y sueños, en nuestras leyes, en nuestras creencias e ideologías. 

Solo podemos detectar su presencia poderosa y omnisciente en los resultados, constatando que efectivamente está ahí, oculto en cada gesto y en cada uno de nuestros actos, dirigiendo la orquesta humana desde las sombras del inconsciente colectivo… 

Pero desde hace un tiempo, relativamente corto, ha dado un salto adelante. 

Ha salido de las sombras y ha empezado a hablar con una voz propia cada vez más reconocible. 

El suyo es un lenguaje explícito, frío y eficiente…pero también es extremadamente sincero: nos dice, sin ambages, que no nos considera seres humanos individuales, sino simples números, susceptibles de ser sumados, restados o borrados en cualquier momento. 

Lo podemos percibir en la profusión de lenguaje estadístico que inunda nuestras existencias y que nos ha convertido a todos en cifras abstractas parametrizables. 

Un ejemplo claro de como ese lenguaje está calando en nuestras mentes y en nuestra visión del mundo y de la realidad, lo podemos encontrar en los medios de comunicación y más concretamente al escuchar cualquier noticiario televisivo. 

LA LENGUA DE LA BESTIA EN LA TV 

Fijémonos, por ejemplo, en lo que encontramos en un noticiario televisivo de forma habitual. 

Las noticias vienen acompañadas de una amplia profusión de fríos datos estadísticos, cuyo efecto principal es la uniformización, la despersonalización y la eliminación de cualquier expresión de individualidad. 

Cuando combinamos esa deshumanización estadística con un bombardeo de imágenes morbosas, en forma de grandes desastres, espectaculares accidentes, explosiones, cadáveres, dolor y muerte, eso acaba teniendo un efecto devastador sobre nuestra forma de ver el mundo, a las demás personas y a nosotros mismos. 

Nos hemos acostumbrado a ver morir a seres humanos y a convertirlos automáticamente en datos estadísticos en nuestro cerebro, en forma de muertos o heridos y clasificándolos según etiquetas, como si fuera la cosa más natural del mundo. 

Podríamos decir que la máquina nos está “mecanizando” a nosotros también, programando nuestras mentes con su lógica fría y calculadora, para que seamos como ella. 

Pongamos un ejemplo: supongamos que por la televisión, en un noticiario, nos muestran uno de esos vídeos de accidentes desgraciados grabados con una cámara de vigilancia. 

Nos muestran a una persona que pasea tranquilamente por la calle con su perrito y de repente, vemos como el animal cruza la calle de improviso, su dueño corre tras él y lo atropella un coche. Ver una imagen como esta, puede provocarnos un impacto emocional. No importa si esa persona es china, rusa, blanca o negra. Nos identificaremos con ella porqué está haciendo algo que podríamos hacer nosotros y le sucede algo que también podría sucedernos a nosotros mismos o a algún ser querido. Eso provoca que sintamos empatía hacia esa persona y que su desgracia nos provoque un cierto grado de dolor. 

¿Pero qué sucede si yo acompaño esas imágenes con una nutrida dosis de fríos datos estadísticos? 

Supongamos que nos muestran esas mismas imágenes, pero una voz en off nos va diciendo que “cada año mueren 1500 personas atropelladas por distracciones en las ciudades del país, de las cuales, un 25% fallecen” y posteriormente nos muestran vídeos muy cortos o en multipantalla de muchos otros atropellos en diferentes países, con los datos estadísticos comparativos de víctimas en aquellos lugares, con números de muertos, heridos y tantos por ciento de hombres y mujeres atropellados. 

Esa profusión de datos, acompañada de las imágenes impactantes, tiene un efecto demoledor en nuestra forma de ver y sentir la realidad. 

De repente, ya no vemos a esa persona desconocida concreta con la que podíamos identificarnos y que podía provocarnos empatía; esa empatía se ve sustancialmente reducida, porque esa persona pasa a ser el reflejo visual de un dato estadístico. 

Bien, pues este efecto de programación en nuestra mente, se repite de forma incesante y constante, hora tras hora, día tras día, sin que seamos conscientes de ello, como un veneno que va calando en nuestra psique gota a gota. 

Esa es la función principal de los medios de comunicación de masas: son la herramienta de uniformización masiva más poderosa de todos los tiempos. 

Son la antena desde la que el sistema emite constantemente los paquetes de datos que deben ser instalados en nuestros cerebros para las consiguientes “actualizaciones diarias del software del Sistema”. 

Si los analizamos con atención descubriremos que esta programación mental propia de una máquina, está estructurada con una serie de lógicas internas completamente perversas, de las que nadie se da ni cuenta. 

LA MAGNITUD DE LA TRAGEDIA 

El lenguaje de programación mental que nos transmiten los noticiarios, no se limita a reducir a las personas a simples cifras estadísticas: también las clasifica de forma lógica según un sistema de valores implícito, y a la vez, crea un sistema paralelo de simulación cuantitativa de empatía hacia los demás, algo parecido a una nueva sub-rutina de programación mental basada en emociones pre-fabricadas y parametrizables, cuyo objetivo es sustituir los posibles rastros de empatía real, espontánea y sincera que aún alberguemos y que nos caracteriza como individuos humanos. 

Vamos a intentar aclarar lo que acabamos de exponer. 

Cada día las noticias nos muestran a personas muriendo o sufriendo. 

Pero a todos se nos hace más que obvio que los medios cuantifican sibilinamente la cantidad de empatía que debemos sentir hacia esas personas dependiendo de sus características: los medios no las tratan a todas por igual. 

Hay diferentes escalafones, determinados por la raza o la proximidad étnica o nacional. 

Incluso hay diferentes escalas dependiendo de las clases sociales y las profesiones. 

Por ejemplo, en un noticiario cualquiera, de forma inadvertida y sutil, se nos transmite la idea de que un policía o un agente de la autoridad siempre tiene más valor que cualquier otro civil. 

Cuando las víctimas son policías, siempre se cuentan aparte del resto, como si fueran de una clase superior. ¿Cuántas veces hemos escuchado narraciones del tipo “en el tiroteo, se produjeron 5 víctimas mortales, 2 de las cuales eran policías?” 

Es una distinción continuada que los periodistas ya parecen hacer de forma inconsciente. 

Pero en muchos casos, este tipo de distinciones no tienen nada de inconsciente, sino que estamos ante una manipulación emocional premeditada de carácter político. 

Recordemos cuando en España sufríamos los atentados de ETA y moría un policía, un guardia civil o un militar: siempre nos decían cuántos hijos tenía la víctima, con la intención poco disimulada, de manipular nuestras emociones y generar una respuesta empática en favor de la víctima (y por lo tanto del gobierno) y de rechazo visceral hacia los terroristas. 

Como vemos, el lenguaje de programación mental del Sistema que nos transmiten los noticiarios, contiene implícitamente una escala de valoración de las personas dependiendo de su “clasificación” dentro de la sociedad. 

Si en una noticia nos dicen que mueren 4 obreros en un accidente laboral (en el caso excepcional de que nos hablen de un muerto en accidente laboral que no lleve uniforme y pistola), ¿alguna vez nos notifican cuántos hijos huérfanos dejan esos trabajadores? 

Nunca, o casi nunca. 

Y la razón implícita de ello es que, siguiendo la lógica interna del Lenguaje del Sistema, un obrero tiene un valor muy inferior a un policía y por lo tanto no es necesario condicionar una respuesta empática artificial ante su desaparición, básicamente porque el sistema tampoco obtendría ningún beneficio al hacerlo, como sí sucede al tratar de generar empatía con alguien que representa a la autoridad y al poder. 

Esa es la cruda realidad. 

Pero la perversión implícita en este lenguaje del Sistema, va mucho más allá aún. 

Este es un razonamiento que a algunas personas les puede incomodar, pero la realidad es que todas las catástrofes o tragedias que nos cuentan en los noticiarios, siguen unas fórmulas implícitas que todos tenemos asumidas de forma inconsciente. 

Cualquier tragedia es cuantificable tanto en Magnitud como en Intensidad y dispone de su propia unidad de medida, como la tiene la distancia, el volumen, la fuerza o la corriente eléctrica. 

No seamos hipócritas: la MAGNITUD de una tragedia se mide en Muertos. Y los heridos, son algo parecido a los decimales. 

¿Cuántas veces hemos escuchado en las noticias algo como “el accidente provocó 21 muertos y 37 heridos”? 

Eso significa que la magnitud de la tragedia, fue de 21.37 

Un suceso con 1 muerto y 3 heridos, tiene una magnitud de 1.3 y uno con tan solo 26 heridos, una magnitud de 0.26 

¿Parece un cálculo frío e inhumano de lo que es una tragedia? 

Lo es. Es inhumano. 

Pero este es el lenguaje de la Bestia, el lenguaje del Sistema, que inadvertidamente los medios de comunicación inoculan en nuestra psique. 

Y todos lo tenemos plenamente asumido de forma inconsciente: programa nuestra mente como si fuéramos poco más que autómatas. 

Pero no solo se cuantifica inconscientemente la Magnitud de las tragedias. 

También se cuantifica la Intensidad de la tragedia, es decir, la carga emocional o empatía condicionada que debe provocar en el espectador. 

Y para cuantificar la intensidad de la tragedia, existe otra unidad de medida: el Niñomuerto. 

¿Cuántas veces hemos escuchado en las noticias algo como “el accidente provocó 200 muertos, 75 de los cuales eran niños”? 

¿Qué nos transmite una noticia redactada de esta manera? 

Pues que la tragedia tuvo una Magnitud de 200 y una Intensidad de 75. 

La función final de la cuantificación de la Intensidad de la tragedia, midiéndola en niños muertos, es condicionar la cantidad de empatía que el suceso debe despertar en nosotros. Es un mecanismo que busca programar y cuantificar nuestra respuesta emocional, convirtiéndola en algo fácilmente parametrizable, como si fuéramos máquinas. 

Puede parecer una exposición muy dura y descarnada, pero esa es la auténtica realidad y la podemos constatar cada día cuando encendemos la televisión, escuchamos la radio o leemos las noticias en un diario o en Internet. 

Y puesto que todos hemos aceptado funcionar según estos parámetros de programación, ¡Dejémonos ya de tanta hipocresía y digamos las cosas por su nombre, de forma explícita y sin tantos rodeos! 

Hagámoslo de una vez: añadamos ya estas unidades de cálculo de tragedia a las ya múltiples unidades de medida del Sistema Internacional. Pongamos al Muerto y al Niñomuerto al lado del Metro, el Kilogramo, el Amperio, el Newton o el Joule. 

Que no mareen más la perdiz nuestros amigos los periodistas: que lo digan con toda naturalidad…”Última hora: se ha producido una tragedia de 200.42 Muertos de magnitud y una intensidad de 55 Niñosmuertos”. 




Porque de hecho ya lo hacen y solo la repugnante hipocresía de nuestra sociedad y del mundo periodístico en particular, les impide exponerlo explícitamente. 

Y ya puestos a arrancar máscaras y a aceptar sin tapujos que hemos sido programados con el frio e insensible lenguaje de la bestia, acabemos de deducir qué otras fórmulas se ocultan en su interior. 

Hemos hablado de las unidades de magnitud e intensidad que sirven para cuantificar las tragedias y la respuesta emocional condicionada que deben provocar en el espectador. 


Pero dichos cálculos se ven alterados por un conjunto de parámetros adicionales que no podemos ignorar. 

Y es que como ya indicábamos antes, no todos los muertos cuentan igual. 

Para calcular el valor de un muerto, también se aplica algo parecido a una fórmula matemática implícita, que incluye una serie de factores correctores. 

La cantidad de valor que tiene un muerto depende de su profesión (un político cuenta más que un policía y un policía más que un barrendero o un camionero, por ejemplo); su posición social (un empresario rico vale más que un obrero); su nivel de celebridad (un jugador de fútbol famoso vale más que un maestro de escuela), etc… 

Y a ello, debemos añadir los importantes factores correctores referentes a la raza, la cultura o la procedencia. 

En Occidente, por ejemplo, un blanco vale por 1, un oriental vale por 0,3 y un africano negro o un indio, valen por 0,1; un hindú, un musulmán o un budista vale menos que un cristiano; un alemán vale más que un rumano y un norteamericano vale mucho más que un bengalí, etc… 

Además, si la víctima habla tu idioma vale más que si lo hace en otro idioma; y podríamos decir que el valor dado a la víctima de una tragedia, también es inversamente proporcional a la distancia entre su lugar de origen y el tuyo. 

A ello debemos añadir un factor adicional de corrección referente a la forma en que se han producido las víctimas. Por ejemplo, a un muerto en accidente de avión se le otorga un valor de tragedia superior a un muerto por hambruna, a causa del impacto visual y psicológico del suceso…y así con un largo etcétera de condicionantes diversos. 

Todos estos elementos configuran algo parecido a una fórmula matemática que aplicamos de forma inconsciente a cada víctima cuando en las noticias nos hablan de cualquier tragedia o suceso. 

Es este conjunto de rutinas lógicas, instaladas inadvertidamente en nuestra mente, las que provocan que sintamos un mayor impacto emocional por 4 muertos por un accidente de avioneta en nuestro país, que por 5.000 muertos en Etiopía a causa del hambre o de la guerra. 

Si habláramos solo de “magnitud nominal” de la tragedia, la tragedia de Etiopía tendría una magnitud de 5000 respecto a la de 4 de nuestro país…pero los factores correctores reducen enormemente el valor de la unidad de magnitud de tragedia (el Muerto) en el caso de los etíopes, de manera que cada muerto etíope queda reducido a apenas unas milésimas de “muerto occidental” próximo a nuestra casa. 

Sí, es muy cruel hablar en estos términos…pero así es el lenguaje de la bestia, instalado en nuestra mente y actualizado y reforzado, cada día, por los medios de comunicación. 

Y lo aplicamos constantemente, como si fuera la cosa más natural y lógica del mundo. 

Otra cosa es que nos neguemos a aceptar que nuestro cerebro está programado con estos parámetros…allá cada uno con su nivel de tolerancia a la hipocresía. 

LA NUEVA RELIGIÓN 


Esta es la cruda realidad y este es el lenguaje con el que la maquinaria del Sistema está programando nuestra mente a nivel profundo; susurra incesantemente sus cifras estadísticas en nuestros oídos, como un mantra que nos aturde las emociones, hasta el punto de que ya no vemos a las demás personas como iguales a los que amar o respetar, sino como datos sumables o restables, como puntitos lejanos que oteamos desde una gran altura y por los que no podemos sentir nada. 

Este lenguaje, con su lógica fría y su simulación numérica y simplista de lo que es la emoción o la empatía, tiene la capacidad de convertir lo mágico, lo misterioso, lo inaprehensible, en una mera desviación estadística. 

Por lo visto, es el lenguaje del nuevo mundo hacia el que nos encaminamos. 

Un lenguaje científico y tecnocrático, en el que los individuos de valor incalculable, con sus sueños y talentos únicos, son sacrificados impíamente en los altares de la eficiencia del Sistema, para aumentar en un 0,1% algún indicador estadístico de la gran maquinaria. 

Nos han infectado la mente con este nuevo lenguaje, con el objetivo de que nos adaptemos sumisamente al nuevo mundo que se está gestando y para que concibamos sus lógicas internas como algo natural e inevitable, como lo es el paso del tiempo , la ley de la gravedad o la constante de la velocidad de la luz. 

Y de hecho, es algo que ya está sucediendo; la infección ya ha llegado a lo más hondo de nuestra psique. 

Con la crisis, hemos visto como a gran cantidad de personas, con sus sueños, sus anhelos y décadas de esfuerzos denodados a sus espaldas, se las ha “desechado” como piezas inservibles, para favorecer un descenso de 100 puntos en la Prima de Riesgo, o para aumentar en un 0,3% el crecimiento económico interanual. 

¡Y la mayoría de gente se lo ha tragado como si fuera la cosa más natural del mundo! 

Por lo visto, la inmensa mayoría de la población está dispuesta a sacrificarse en pos de alguna cifra macroeconómica abstracta, sin tan solo preguntarse qué representa esa cifra, si es algo real o no, ni a quien favorece realmente la mejora de ese indicador de significado tan difuso. 




Con expresión resignada nos encaminamos nosotros mismos hacia el altar de la oblación, siguiendo el sendero de la “responsabilidad ciudadana”, para ser sacrificados por la gloria del Dios-Sistema. 

Las voces de los grandes sacerdotes resuenan en los altavoces mediáticos, prometiéndonos que “nuestra sangre fertilizará los campos y aumentará el rendimiento de las cosechas en un 10%” y conformados, nos tumbamos sobre el altar para que nos desollen…y ya ni tan solo, en el colmo de nuestra derrota como seres humanos, exigimos que se realice un ritual decente para nuestra inmolación, adornado con bellos cánticos de ofrenda o danzas ceremoniales; ¡Que va! Nos han programado hasta tal punto, que permitimos que cualquier funcionario gris y mediocre nos abra en canal y nos despelleje con desprecio, como si fuéramos reses en un matadero. 

Y aquellos que se atreven a rebelarse y levantan sus gritos llamando a la rebelión, a la desobediencia, o incluso a quemar el templo, no tardan en ser acallados por sus propios compañeros, que los acusan de violentos, de insolidarios o de vagos improductivos que no están dispuestos a sacrificarse por el bien común, el progreso de la humanidad, o la recuperación patria. 

Son los nuevos herejes, ahora denostados bajo el apelativo de “terroristas anti-sistema” y no tardan en ser golpeados o incluso linchados por esas masas dispuestas a eviscerarse por la “gran causa” del Dios-Sistema. 

Imaginemos por un momento, ¿qué habría pasado durante esta crisis, o ahora, durante la impostada fase de recuperación, si el lenguaje de la Bestia no estuviera instalado en nuestra mente con toda su parafernalia estadística? 

La reacción de la población habría sido muy diferente. 

Si la gente no se hubiera creído, absolutamente convencida, que su sufrimiento y sus apuros servían para que la prima de riesgo bajara 70 puntos o las expectativas de crecimiento pasaran del 0,9% al 1,4%, nadie habría tragado con la situación. Los ciudadanos solo se habrían fijado en los aprietos de su día a día, solo habrían visto a sus hijos viviendo peor que antes y eso los podría haber llenado de una rabia incontenible de impredecibles consecuencias. 

Sí, es cierto, la rabia ha existido, se ha reflejado en las calles de alguna manera, pero ha sido apaciguada en gran manera (entre otros factores) por la susurrante voz de la Bestia; con su lenguaje falaz y su profusión de datos, ha conseguido hipnotizar a las masas y desviar toda esa rabia real y tangible, diluyéndola en un mar de datos abstractos e incomprensibles. 

Ha sido al otorgarle cifras estadísticas al sufrimiento individual, disfrazándolo de esfuerzo colectivo, cuando la gente ha aceptado sumisamente su estado de precariedad. 

Cada gota de sufrimiento ha sido sustituida por un “dato estadístico esperanzador” que indicaba unos “prometedores resultados” y una “incipiente recuperación” y la gente ha seguido recibiendo los latigazos con la cabeza gacha, pensando “bueno, ahora toca remar fuerte, pero pronto llegaremos a puerto”, como esclavos en una galera romana a los cuales se les comunica, tras una jornada extenuante, que “han rendido un 0,25% mejor que el día anterior y que su navío es un 1,2% más rápido que el resto de galeras de la flota”. 

Mucha gente dirá que ha sido el gobierno el que ha manipulado a la población, ofreciendo todos esos datos macroeconómicos esperanzadores; pero esa solo es una visión superficial de la situación. La realidad profunda, es que si nuestra mente no hubiera sido programada con el lenguaje de la bestia y si no lo hubiéramos interiorizado tanto, hasta el punto de alterar nuestra percepción de la realidad, los gobiernos no dispondrían de ningún resorte para conducirnos como un rebaño. 

La clave de todo, radica en la aceptación de los programas mentales. 

Somos esclavos en una galera, que pensamos: 

“Hoy me han pegado 3 latigazos, pero la media para esta galera es de 4 latigazos diarios, ¡soy afortunado!” 

“Hoy han muerto 8 remeros por extenuación, pero en el resto de galeras mueren 10…tenemos un índice de mortalidad del 80% respecto a la media de la flota romana, ¡qué satisfactorio!” 

“Hoy ha fallecido mi compañero de remo; es el cuarto de este mes, lo que indica un descenso interanual en el número de compañeros fallecidos en acto de servicio…¡Las condiciones mejoran!” 

¿Dónde está la dignidad y el amor incondicional por la propia vida y por la de los demás? 

Si pensamos así, si sustituimos cada latigazo y cada abuso, cada muestra de nuestra hiriente esclavitud e indignante sometimiento, por un dato estadístico vacío de sentido, ¿quién es el principal culpable de nuestra situación? ¿El que abusa de nosotros y lo decora con datos vacíos para sacar beneficio de nuestro lavado de cerebro, o nosotros, que nos creemos este lenguaje y lo tenemos interiorizado como si fuera algo real? 

¿Qué sucedería si ignoráramos toda esta acumulación de datos vacuos y nos centráramos en el dolor del latigazo y en la injusticia de estar encadenados en un navío, remando hasta la muerte, para beneficio de un sistema que desprecia nuestra existencia? 

A base de calcular las condiciones estadísticas de nuestra esclavitud, hemos acabado olvidando lo realmente esencial: que somos esclavos, que estamos encadenados a un remo y que nos pegan latigazos para que sigamos remando. 

Solo centramos nuestra atención en contabilizar los latigazos, en lugar de focalizar toda nuestra energía en luchar por dejar de ser unos esclavos de una vez por todas. 

¡Debería darnos vergüenza! 

La dignidad no se puede cuantificar; no es algo negociable o relativizable. Se tiene o no se tiene. Uno se respeta a sí mismo o no se respeta. Punto. Y lo mismo sucede con las demás personas. 

Como ya hemos dicho otras veces, nuestro valor real es incalculable. 

Pero es algo que hemos olvidado por completo. 

LOS NUEVOS SACERDOTES 

Debemos reconocer que el Sistema es una maquinaria tremendamente eficiente a la hora de manipularnos y reducirnos a la nada. 

Ha conseguido programar nuestras mentes, primero para que sacrificáramos nuestras vidas por conceptos abstractos, pero con un reflejo tangible y real, como eran las patrias, las religiones y las ideologías. 

Y con el paso del tiempo, ha dado un paso más y está consiguiendo que sacrifiquemos nuestra existencia y nuestra dignidad por simples datos estadísticos, mucho más abstractos y difusos, hasta el punto de que prácticamente existen solo dentro de nuestra mente. 


Podemos decir, alto y claro, que los datos y las macro-cifras estadísticas, son la nueva representación de la divinidad. 

La imagen icónica del nuevo Dios al que debemos entregar nuestras vidas y las de nuestros hijos si es necesario. 

Ahora, la santísima trinidad son la Eficiencia, el Rendimiento y la Sostenibilidad. 

A través de ellos se alcanza el paraíso. 

Todos hemos aceptado este nuevo modelo de divinidad; todos nos hemos subyugado servilmente a esta entidad abstracta. 

Y con ella, aceptamos la autoridad implacable de sus máximos representantes: los tecnócratas, los flamantes sacerdotes de la nueva religión mundial. 

Ellos son los portavoces máximos de los designios de nuestro nuevo dios: la Máquina-Sistema, que exige continuos sacrificios de sangre para ser cada vez más eficiente. 

Los viejos dogmas de fe de la religión han muerto para siempre: ahora la nueva religión es la ciencia y tiene un lenguaje litúrgico propio. 

Las túnicas han caído y las sotanas se apolillan en los armarios por el desuso…pero que nadie crea que los viejos sacerdotes han desaparecido. 

Ahora llevan batas blancas cuando pertenecen a la Sagrada Orden de los Científicos, o visten trajes y corbatas cuando forman parte de la Santa Orden de los Economistas; y han cambiado sus cruces y báculos por tubos de ensayo, escáneres cerebrales y completas auditorías de las cuentas. 

Sus antiguos sermones se han convertido en sesudos estudios científicos igualmente dogmáticos, pues son portadores de una supuesta verdad absoluta indiscutible, respaldada por presuntos datos incontrovertibles. 

Es la religión del Nuevo Mundo. 

Un Nuevo Orden donde el destino de los individuos seguirá estando escrito de antemano, como antaño. 

Ahora vendrá determinado por tantos por ciento y cifras solo escrutables por los magnos sacerdotes; nuestro destino vendrá determinado por nuestra inclinación genética, cuantificable mediante probabilidades y por condicionantes socio económicos parametrizables mediante análisis estadísticos. 

Los nuevos sacerdotes determinarán si en base a estos datos debemos ir en una dirección o en otra; determinarán si seremos más eficientes para el sistema ocupando una u otra posición social; si seremos prescindibles o si debemos ser reciclados; si iremos al cielo de la eficiencia o al infierno de la improductividad. 

La nueva doctrina, vomitada por los nuevos sacerdotes nos dice: “No sois nada. Solo sois paquetes de datos clasificables. Y estáis al servicio del Dios-Sistema. Lo amaréis por encima de todas la cosas y temeréis su ira cuando oséis ignorar sus designios” 

¿Acaso no son los mismos conceptos que han encadenado nuestras mentes durante milenios, pero mucho más evolucionados y perfeccionados? 

¡Es fascinante la capacidad que tiene el Sistema para cambiar de piel y adaptarse a las nuevas circunstancias que su propia evolución va generando!

GAZZETTA DEL APOCALIPSIS

domingo, 9 de agosto de 2015

Así es como inventan Virus: un engaño asombroso

ASÍ ES COMO INVENTAN VIRUS: UN ENGAÑO ASOMBROSO

A continuación traducimos un artículo de Jon Rappoport muy revelador acerca del engaño de las enfermedades y los virus, que pone en duda muchas de las “verdades médicas” que la mayoría de la gente asume como algo indiscutible.

Jon Rappoport

Yahoo News, 3 de julio de 2015, “El Ébola vuelve a Liberia: ¿De dónde venimos, y cómo se puede propagar?”:

El regreso del Ébola a Liberia, con tres nuevos casos reportados esta semana en un país que fue declarado libre del Ébola, es preocupante, y plantea preguntas sobre si Liberia se había librado realmente de la enfermedad.




Estimado lector, estamos entrando en aguas profundas.

Esto no trata sólo acerca del Ébola. Trata de toda la estructura de la falsa realidad médica.

Y esa falsa realidad comienza con la arrogante seguridad de que lo que está matando a un gran número de personas es un virus.

Los “expertos” se presentan como un frente unificado. Afirman que sus pruebas para estos virus son correctas, puras y de gran utilidad.

Sí, las pruebas son útiles para las compañías farmacéuticas que fabrican los medicamentos que pretenden matar a los virus y las vacunas que pretenden dar inmunidad ante esos virus.

Pero, como Rappoport ya ha demostrado tantas veces en anteriores artículos, estas pruebas de detección de los virus (concretamente la PCR, reacción en cadena de la polimerasa) están muy lejos de ser exactas. Peor aún: son irrelevantes.

Y enmascaran el hecho de que el aislamiento real del virus, sacado del cuerpo humano, en realidad no se está haciendo.

¿Qué significa realmente “aislar un virus”?

La forma directa de aislar un virus, por ejemplo, consiste en extraer tejido enfermo de un ser humano, y de él separar lo que es un probable virus del material no viral; a continuación, se toman fotografías con un microscopio electrónico del probable virus. Si nos fijamos en las imágenes obtenidas, veremos montones y montones del mismo virus. Entonces, llegados aquí, no estaremos ante una suposición de lo que podría ser o no podría ser virus: definitivamente lo estaremos viendo, delante de nuestros ojos.

Esta es la forma directa de un virus de un cuerpo humano. No es una prueba indirecta, defectuosa e irrelevante, que pueda ofrecer datos erróneos. El aislamiento físico del virus, es lo que se tiene que hacer para empezar a decir que un virus puede ser el causante de una enfermedad.

Pero este es un método que realmente se usa pocas veces.

Actualmente se utiliza por doquier el método del PCR, provocando conclusiones erróneas.

Veamos unos cuantos ejemplos de casos en los que una enfermedad se ha achacado a la presencia de un virus, pero la conclusión era totalmente errónea.

Peter Doshi

Peter Doshi, publicó un artículo en el BMJ (anteriormente conocido como el British Medical Journal) bajo el título: “Gripe: comercialización de las vacunas mediante la comercialización de la enfermedad”:

“Cada año, cientos de miles de personas que sufren de gripe respiratoria son testadas en los EEUU. De los ensayados, en un promedio del 16% se encuentran rastros positivos de virus de la gripe”

Traducción: un 84% de las personas a las que se diagnostica de gripe, NO se les encuentra virus de la gripe.

Cada año.

Eso significa que el virus de la gripe no está ahí.




Aquí hay otra referencia a diciembre de Doshi, de 2005, también en el BMJ Online, (BMJ 2005; 331: 1412):

“De acuerdo con estadísticas de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU), ‘la gripe y la neumonía’ mataron a 62.034 personas en el año 2001. 61,777 de los muertos fueron atribuibles a la neumonía y 257 a la gripe, y en sólo 18 casos de estos muertos por gripe, el virus de gripe pudo ser identificado positivamente”

18 casos de muertos por gripe.

Sin embargo, ya en múltiples ocasiones, los CDC han declarado que, cada año, 36.000 estadounidenses mueren de la gripe.

Sin embargo, tal y como hemos visto, tan solo las muestras de sangre de 18 de los pacientes mostraron algún signo de presencia del virus de la gripe.

¿Esto no es manipular los datos?

Consideremos el caso de otra enfermedad: la Pelagra.

En la primera mitad del siglo XX, en los EEUU, hubo tres millones de casos de Pelagra y 100.000 personas murieron.

Afectado por Pelagra

Los investigadores de los organismos de salud insistieron en que tenía que haber un germen que fuera el causante de esta enfermedad. Y lo buscaron, una y otra y otra vez.

Mientras tanto, otros investigadores descubrieron que la Pelagra se debía, principalmente, a una deficiencia de niacina, o vitamina B3. Los que se atrevieron a realizar tal afirmación, fueron desplazados a un segundo plano. La ciencia oficial decía: “Son unos idiotas, no hagan caso de ellos”.

Finalmente, después de 100 000 muertes, la mayoría de los cuales eran innecesarias, los “expertos”, a regañadientes acabaron admitiendo que“Efectivamente, la enfermedad se debe a una deficiencia de niacina”

Hace cincuenta años, se produjo un brote masivo de un trastorno del sistema nervioso en Japón. Se llamaba SMON (neuropatía subaguda mielo-óptica). Decenas de miles de casos, muchas muertes. La gente estaba alborotada.

Los investigadores dijeron que se tenía que buscar un virus, por ser el causante de la enfermedad. Y así lo hicieron. Y lo hicieron, una y otra vez. Tenía que ser un virus.

Contra la oposición general, un pequeño grupo de investigadores propuso públicamente una respuesta diferente. Según ellos, el SMON era el resultado de un medicamento de Ciba-Geigy que se estaba vendiendo para aliviar el malestar gastrointestinal.

Dicho medicamento era el clioquinol.

Finalmente se expuso ante los juzgados el caso, se demostró que era así y Ciba tuvo que pagar cuantiosas indemnizaciones por los daños.

Por lo tanto, no era un virus. A pesar de que todo el mundo pensaba que lo era.

A pesar de que los “expertos” “sabía positivamente que lo era”.

Pongamos otro ejemplo más.

Jim West, escribió un artículo para la Fundación Weston A Price sobre la epidemia de SARS:

Una fuente interna, el Dr. Frank Plummer, reveló el secreto:“El director dijo a la revista The Scientist que el nuevo coronavirus implicado como causa de la enfermedad se puede hallar ciertamente en el medio ambiente, pero que es poco probable que sea el agente causal de la enfermedad. Frank Plummer es el director del Laboratorio de Microbiología Nacional de Canadá en Winnipeg”.

Plummer declaró, “estamos encontrando que algunos de los afectados que reúnen todos los síntomas de la enfermedad del SARS, dan negativo para el virus del SARS. Es algo desconcertante. Las cantidades de virus que estamos encontrando, cuando las encontramos, son tan pequeñas de sólo son detectables con pruebas de PCR muy sensibles”

De hecho, incluso cuando se encontraban restos del virus que se creía causante del SARS en los pacientes, la cantidad era tan pequeña que no había manera de determinar si podía realmente causar la enfermedad.

Plummer finalmente admitió que el porcentaje de casos de SARS en el que el virus estaba presente era próximo a cero.

Traducción: la enfermedad del SARS no era de origen viral.

Pongamos otra referencia más, que arroja mucha más luz sobre lo que significa realmente el asunto del “aislamiento de un virus”.

Es un extracto de una entrevista realizada por la periodista Christine Johnson, titulada “¿Existe el VIH?” a la Dra. Eleni Papadopulos, una biofísica que lidera un equipo de científicos que estudian el VIH / SIDA en Perth, Australia.

Durante la última década, Papadopulos y sus colegas han publicado numerosos trabajos científicos que cuestionan la hipótesis del VIH / SIDA.

Este es un breve extracto de la entrevista, publicada en primitivism.com:

Dra. Eleni Papadopulos

CJ (Christine Johnson): ¿El VIH (virus de la indemonudeficiencia humana) es el causante del SIDA?

EPE (Papadopulos): No hay pruebas de que el VIH cause el SIDA.

CJ: ¿Por qué no?

EPE: Por muchas razones, pero la más importante, es que no hay ninguna prueba de que el VIH exista realmente.

CJ: ¿No dijeron Luc Montagnier y Robert Gallo que habían aislado el VIH a principios de los años ochenta?

Robert Gallo y Luc Montanier

EPE: No. En los artículos publicados en Science por los dos grupos de investigación, no hay ninguna prueba del aislamiento de un retrovirus procedente de los pacientes con SIDA…

CJ: Ellos afirman que aislaron un virus.




EPE: Nuestra interpretación de los datos es diferente. Para probar la existencia de un virus se tienen que hacer tres cosas. Primero, cultivar células y encontrar una partícula que usted crea que puede ser un virus. Obviamente, por lo menos, esa partícula debe ser similar a un virus. En segundo lugar, usted tiene que idear un método para obtener esa partícula por sí misma aisladamente, para que poder hacerla pedazos y analizarla adecuadamente. Luego hay que demostrar la partícula puede hacer copias fieles de sí misma. En otras palabras, que se puede replicar.

CJ: ¿No puedes mirar simplemente mirar en un microscopio y decir que hay un virus en los cultivos?

EPE: No, no se puede. No todas las partículas que se parecen a un virus son realmente virus.

CJ: Entonces, ¿qué es lo que han hecho que salga mal la investigación sobre el SIDA?

EPE: No es tanto una cuestión de lo que ha hecho que la investigación salga mal. Es más una cuestión de lo que se ha dejado a un lado. Por alguna razón desconocida no se siguió el método de aislamiento retroviral que se llevaba utilizando durante décadas y que se había utilizado para estudiar los retrovirus en animales. Los retrovirus son partículas increíblemente diminutas, casi esféricas, con diámetros de alrededor de cien nanómetros (una diez milésima parte de un milímetro). Millones podrían caber cómodamente en la cabeza de un alfiler.

CJ: Entonces, ¿qué es lo que vemos en las fotos de microscopio electrónico del VIH publicadas en 1997?

EPE: Estas fotografías reivindican la posición que hemos mantenido desde el principio. Dos grupos, uno franco-alemán y otro del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos publicaron fotografías. Lo primero que debemos decir es que los autores de estos estudios admiten que sus imágenes revelan que la gran mayoría del material es celular. Los autores describen todo este material como “no viral”, o como “falsos virus” o “microvesículas”, que encapsulan fragmentos celulares.

CJ: ¿Existen partículas virales en estas fotos?

EPE: Hay algunas partículas que los investigadores dicen que son partículas retrovirales. De hecho, afirman que son partículas del VIH, pero no dan ninguna evidencia de por qué afirman eso.

Representacion del VIH

CJ: Pero habrá montones de esas partículas de VIH, ¿no?

EPE: No. Cuando usted toma una micrografía electrónica, las partículas de VIH deberían llenar toda la imagen. En cambio, estos candidatos a retrovirus son componentes minoritarios de las micrografías electrónicas publicadas. Por lo tanto, las moléculas extraídas de estas muestras no se puede suponer que provengan de esas partículas similares a un retrovirus.

Lo que este fragmento de entrevista revela, es que los expertos no tienen automáticamente la razón cuando afirman pomposamente “Es un virus”.

Y si eso ha sido así en tantos casos anteriores, ¿por qué razón tendríamos que creerles también en el caso del Ébola?

Hace poco, Jon Rappoport tuvo un intercambio de correos electrónicos con el doctor David Rasnick.

David Rasnick

Rasnick obtuvo su doctorado en el Instituto de Tecnología de Georgia, y pasó 25 años trabajando con proteasas (una clase de enzimas) y con inhibidores de la proteasa. Es autor del libro, “El desequilibrio cromosómico, una teoria del Cáncer”. Fue miembro del Grupo Asesor Presidencial del SIDA en Sudáfrica.

El tema de la conversación entre Rappoport y Rasnick fue el aislamiento del virus Ébola de los humanos.

La pregunta clave era: ¿se ha aislado alguna vez, de forma real, el virus del Ébola en humanos?

Recordemos que el aislamiento directo del virus es muy diferente de las pruebas de diagnóstico, tales como las pruebas de anticuerpos o el PCR, que son dos métodos indirectos de evaluación.

Analizador PCR

Cualquier discusión sobre el virus del Ébola, debe comenzar con la cuestión del aislamiento directo del virus.

Toda la presunción de un brote de Ébola y de la consiguiente epidemia, se apoya en esta cuestión: ¿Ha sido aislado y purificado alguna vez el virus del Ébola de un ser humano?

He aquí lo que escribió Rasnick, después de realizar una búsqueda del tema en la literatura publicada:


“He examinado en detalle la literatura sobre el aislamiento del virus y las Ems (imágenes de microscopio electrónico) de los virus Ébola y Marburg. No he encontrado ninguna evidencia convincente de que el virus del Ébola (y lo mismo para el Marburg) se haya aislado en los seres humanos. Ciertamente, no hay pruebas de confirmación del aislamiento humano.

Busqué en el sitio web de los CDC y no había nada.

El CDC afirma que 7.728 casos de virus del Ébola han sido “confirmados en laboratorio”.

Le pregunté a los CDC, en qué consistía el aislamiento del virus de Ebola procedente de muestras humanas. También les pregunté por el protocolo seguido para el aislamiento del virus Ébola.

Y aún no he obtenido una respuesta convincente de los CDC hasta esta fecha.

Prácticamente todo lo que es conocido sobre el Ébola y el Marburg, procede de cultivos celulares y de pruebas con animales.

Existe la posibilidad de que los virus Ébola y Marburg sean artefactos de laboratorio. Me inclino a pensar que este es el caso.

Lo que quiero decir es que los virus son reales, pero que pueden existir en niveles muy bajos en los animales salvajes e incluso en los seres humanos, a niveles muy por debajo de los necesarios para causar enfermedades.

Estos virus ‘pasajeros’ se pueden activar y amplificar en condiciones de cultivo de laboratorio diseñadas para ese propósito, con el fin de producir partículas virales suficientes para ser caracterizadas.

Los virus que causan enfermedades reales, se encuentran en abundancia en los tejidos enfermos. Los puedes ver en los tejidos primarios, usando Microscopios Electrónicos. No es necesario amplificar el virus en un cultivo celular.

Siempre tiendo a sospechar cuando el cultivo de células es la única manera de que un virus sea observable por Microscopio Electrónico”

Los hallazgos de Rasnick son un desafío directo para toda la teoría básica sobre el “brote de Ébola”.

Si efectivamente, el virus del Ébola nunca ha sido aislado de un ser humano, la llamada epidemia no está comprobada.

Decir esto es muy chocante.

Cuando los funcionarios de salud pública y los gobiernos afirman que hay una epidemia, la carga de la prueba recae sobre ellos.

En este punto, se debe, en primer lugar, mostrarle a alguien, en algún lugar, de forma correcta, directa e innegable, un virus del Ébola aislado de un ser humano.

Queremos ver las evidencias, las pruebas.

Las personas pueden enfermar por factores muy distintos a los virus; factores que son ignorados o incluso provocados, con el fin de mantener a la población en un estado debilitado, incapaz de resistirse a sus líderes políticos y a las grandes corporaciones decididas a apoderarse de las tierras y los recursos.

A esto debemos añadir que, atribuir las enfermedades a causas virales falsas, abre la puerta a vender grandes cantidades de medicamentos tóxicos y vacunas fabricados por las grandes empresas farmacéuticas.

Estos falsos “brotes y epidemias” víricos, también sirven para mantener a las poblaciones en un estado de miedo, para que les supliquen a sus líderes soluciones.

Es una forma de programar la sumisión y dependencia de la población.

Debemos desenterrar los supuestos más básicos, esas suposiciones que la mayoría de personas aceptan como verdades indiscutibles y que nunca creerían que son falsas y mucho menos, intencionadamente falsas.

Y el tema de los virus y las enfermedades que provocan, es uno de estos supuestos…

JON RAPPOPORT