martes, 17 de abril de 2018
¿Es nuestro cerebro un ordenador cuántico?
Si considerásemos que nuestro cerebro es un ordenador cuántico y lo investigáramos desde esta perspectiva, ¿qué encontraríamos? Esto es lo que se ha planteado el físico teórico de la Universidad de California en Santa Barbara (EEUU), Matthew Fisher.
En el marco de un proyecto bautizado como Quantum Brain, Fisher y su equipo realizarán rigurosas pruebas experimentales para intentar determinar si esta nueva metáfora del cerebro realmente funciona.
© DesconocidoLas diferentes etapas de la historia de la ciencia han llenado de metáforas el mundo. Así, las matemáticas de los pitagóricos nos hicieron pensar en la "música de las esferas", la física de Newton en un cosmos como mecanismo perfecto o la teoría del multiverso en mundos alternativos posibles.
Estas metáforas o imágenes están muy bien porque posibilitan no solo que entendamos la realidad cada vez más, sino también realizar nuevos hallazgos. Quizá al final la imagen quede superada y haya que buscar otras para completar nuestros conocimientos, pero hasta ese momento nos ha ayudado a avanzar.
Como era de esperar, desde su aparición a principios del siglo XX, la mecánica cuántica está originando nuevas imágenes para la comprensión de la realidad. Ya lo hemos visto en diversas ramas del conocimiento, como la zoología o la astronomía; y, cada vez más, lo estamos viendo en el ámbito de la neurología.
La cuestión que subyace a este enfoque es la siguiente: ¿Es posible que las leyes de la materia a nivel subatómico puedan atañer, también, a la materia a niveles "más grandes"? De ser así, tal vez debiéramos considerar que un órgano macroscópico como el cerebro no funcione como un "ordenador clásico" (una de las metáforas que a menudo se han utilizado para explicar el cerebro) sino como un "ordenador cuántico".
Diferencias computacionales y cerebrales
La diferencia entre la computación clásica y la computación cuántica radica en que, en un ordenador tradicional, la información se guarda y procesa en bits que pueden valer 1 ó 0. En cambio, en un ordenador cuántico la información se guarda y se procesa en los llamadosqubits.
Un qubit es un bit que se encuentra en una superposición de estados, de forma que puede valer 1 y 0 a la vez. Así, al tener múltiples estados simultáneamente en un instante determinado, el tiempo de ejecución de algunos algoritmos puede reducirse en una escala de miles de años a segundos.
Si considerásemos que nuestro cerebro funciona de forma similar a un ordenador cuántico, con qubits en estados superpuestos, y lo investigásemos desde esta perspectiva, ¿qué encontraríamos?
Esto es lo que se ha planteado un reconocido físico teórico de la Universidad de California en Santa Barbara (EEUU), llamado Matthew Fisher. Fisher y su equipo han puesto en marcha un proyecto, el Quantum Brain Project (QuBrain), en cuyo marco se van a realizar rigurosas pruebas experimentales para determinar si el cerebro funciona como un ordenador cuántico.
Como explica el propio Fisher en un comunicado de la UC Santa Barbara, algunas funciones que el cerebro realiza continúan eludiendo a la neurociencia. Es el caso, por ejemplo, del sustrato cerebral que "contiene" recuerdos a muy largo plazo. La mecánica cuántica podría dar pistas sobre este y otros aspectos inexplicables del cerebro, afirma el investigador.
Para tratar de demostrar su hipótesis, Fisher ha reunido a un equipo multidisciplinar de científicos. Entre todos, acumulan conocimientos de física cuántica, biología molecular, bioquímica, ciencia de los sistemas coloidales y neurociencia conductual.
Qubits bioquímicos
Fisher postula, más concretamente, que los átomos de fósforo, uno de los elementos más abundantes del cuerpo, podrían funcionar como auténticos qubits bioquímicos, gracias a una característica de su espín o estado de rotación.
Lo que se analizará en este sentido serán las propiedades cuánticas de dichos átomos, cuando sus espines se encuentran cuánticamente entrelazados con los espines de otros átomos de fósforo, dentro de moléculas sometidas a procesos bioquímicos.
El entrelazamiento supone que los átomos alcancen un estado único, de tal forma que, cuando uno de sus espines gira hacia arriba, el espín del otro átomo entrelazado se muestra girando hacia abajo. Esta "comunicación" instantánea entre los átomos, a través de sus estados de rotación, podría suponer un modo de procesamiento de información cuántica en el cerebro, teorizan los científicos.
Las moléculas a analizar serán las "moléculas de Posner", de fosfato de calcio y con forma esférica. Estas moléculas tienen la capacidad de proteger los espines de los "qubits" de los átomos de fósforo, lo que podría promover el almacenamiento de información cuántica en ellos.
El papel de las mitocondrias
Por otra parte, Fisher y su equipo estudiarán la potencial contribución de la mitocondria al entrelazamiento cuántico entre neuronas. Quieren averiguar si estos orgánulos celulares (responsables de funciones como el metabolismo o la señalización celular) pueden transportar moléculas de Posner por el interior de las neuronas y de unas neuronas a otras.
De ser así, las mitocondrias estarían propiciando el entrelazamiento cuántico en red de las neuronas del cerebro (suponemos que a través de las moléculas de Posner que contienen átomos de fósforo con espines entrelazados).
Este proceso cuántico desencadenaría la liberación de calcio de las moléculas de Ponser, lo que a su vez supondría la liberación de los neurotransmisores que activan las conexiones sinápticas entre las neuronas.
La cuestión parece tan compleja como fascinante. En especial, si tenemos en cuenta que el procesamiento cuántico descrito podría ser tanto local como no-local, pues una vez que los espines quedan entrelazados, permanecen entrelazados incluso una vez que los átomos se han separado espacialmente.
En este sentido, el físico norteamericano David Bohm ya había propuesto que el cerebro podría aprovecharse de una característica de la mecánica cuántica, la llamada coherencia cuántica, y cohesionarse formando un todo. Así, del mismo modo que un conjunto de partículas pierden su identidad al formar un sistema cuántico coherente, las interacciones cuánticas no-locales harían que las neuronas dejasen de comportarse como elementos individuales, en favor de una sinergia neurológica.
Más cuántica cerebral
Vista a través de la imagen que de la realidad arroja la mecánica cuántica, la complejidad del cerebro se vuelve aún más compleja si cabe. Pero tal vez solo pueda entenderse desde la unión de física, biología y neurología.
Esto ya lo anticiparon en los años 90 del siglo XX Sir Roger Penrose (Profesor Emérito de Matemáticas en la Universidad de Oxford) y Stuart Hameroff (anestesista y profesor de la Universidad de Arizona), con su hipótesis de explicación cuántica del funcionamiento del cerebro, bautizada como Reducción Objetiva Orquestada ("Orch OR").
Esta teoría señalaba que la consciencia se derivaría de la actividad de las neuronas del cerebro en la escala más mínima, la escala cuántica o subatómica. Más concretamente, la Orch OR apuntaba a que la consciencia dependería de procesos cuánticos biológicamente orquestados que se desarrollan en (y entre) los microtúbulos del citoesqueleto de las neuronas del cerebro.
Algunas de las pruebas esgrimidas por Penrose y Hameroff para su hipótesis han sido el descubrimiento de vibraciones cuánticas a temperaturas cálidas en los microtúbulos del interior de las células cerebrales, realizado por el investigador Anirban bandyopadhyay, del Instituto Nacional de Ciencias Materiales del Tsukuba, Japón; y los hallazgos de Roderick G. Eckenhoff , de la Universidad de Pennsylvania (EEUU). Estudiando la anestesia, Eckenhoff descubrió que esta deja inconsciente gracias a que actúa -a nivel cuántico- sobre los microtúbulos de las neuronas del cerebro.
A pesar de estas pruebas y del atractivo de la mecánica cuántica para el estudio del cerebro, la neurología cuántica aún se encuentra en fase de especulación. Por eso, el Quantum Brain Project puede resultar importante: podría constatar que esta imagen "funciona" o, por el contrario, indicarnos que debemos seguir buscando otras imágenes (o ambas cosas, si la metodología del conocimiento también se viera "influida", pero esa ya es otra historia).
Referencia bibliográfica
Posner molecules: from atomic structure to nuclear spins. Physical Chemistry Chemical Physics. DOI:10.1039/C7CP07720C
Yaiza Martínez
vie, 13 abr 2018 00:00 UTC
https://es.sott.net/article/59285-Es-nuestro-cerebro-un-ordenador-cuantico
Trabajadores de Amazon orinan en botellas por miedo a ser despedidos
Los empleados de un almacen que esa compañía estadounidense posee en Reino Unido tienen que recorrer cientos de metros para ir al aseo.
Un centro de reparto de Amazon, Rugeley, Staffordshire, Reino Unido, 11 de diciembre de 2012.
Phil Noble / Reuters
Personal laboral de un almacén de Amazon en Rugeley (Staffordshire, Reino Unido) tiene que hacer pis en recipientes vacíos por el miedo a perder el trabajo si van al baño, según ha denunciado un investigador de condiciones laborales e informa el diario británico The Sun.
Ese recinto mide alrededor de 65.000 metros cuadrados —área de nueve campos de fútbol— y varios de sus 1.200 empleados tardan 10 minutos en acercarse a alguno de los dos aseos que se encuentran en la primera de las cuatro plantas del edificio.
"La gente orinaba en botellas porque temía ser castigada o despedida por inactividad", detalla James Bloodworth, la persona que averiguó esta situación.
Para documentarse y escribir un libro sobre salarios bajos en territorio británico, este autor trabajó en el lugar durante jornadas de 10 horas en las que llegó a caminar más de 16 kilómetros al día.
Bloodworth comprobó que Amazon controla a sus empleados en todo momento y compara que el depósito se asemeja a una prisión con escáneres de tipo aeroportuario en donde cachean al personal por si ha robado algo.
Esa firma también prohíbe llevar sudaderas con capucha, gafas de sol y teléfonos móviles por motivos de seguridad.
Por su parte, un portavoz de Amazon comentó que la empresa "se asegura que todos los empleados tengan fácil acceso a los aseos, que se encuentran a poca distancia de sus puestos de trabajo" y describió el ambiente laboral como "seguro y positivo", con "sueldos competitivos y beneficios desde el primer día".
Publicado: 16 abr 2018 20:24 GMT
https://actualidad.rt.com/actualidad/268705-personal-amazon-orinar-botellas
Itá Letra: los antiguos petroglifos indescifrables de Sudamérica
En lo profundo de la cordillera Ybytyruzú, en Paraguay, se yergue el enigma imponente de Itá Letra (‘Piedra con Letra’), un lugar que atesora petroglifos indescifrables, los cuales por mucho tiempo se presumieron de factura vikinga.
Sin embargo, recientes investigaciones descartan esta visión, señalando que esta escritura aún sin decodificar fue realizada por antiguos pobladores paraguayos.
Incluso antes de las pesquisas arqueológicas sobre el lugar, eran frecuentes las visitas de exploradores de diversas nacionalidades, atraídos por la versión de que las figuras fueron inscritas por expedicionarios nórdicos.
A partir de esa explicación protocientífica, varios otros mitos proliferaron; entre ellos, el origen vikingo de la población conocida como Guayakí, que dominó la cordillera del Ybytyruzú hasta hace algunas décadas.
Las inscripciones plasmadas en diversos paneles distribuidos por el lugar fueron estudiadas por un equipo de arqueólogos del Museo de Altamira (España) en 2010.
Los investigadores concluyeron que las figuras fueron elaboradas por nativos de la zona, entre los años 5000 y 2500 antes de Cristo, descartando así a los ancestrales escandinavos como posibles autores.
racias a ese estudio se logró el registro, el inventario y la interpretación de la mayoría de los símbolos de Itá Letra. Los signos más antiguos, que datan del año 5000 a.C. y que se ubican en las cuevas más ocultas, representan constelaciones, pisadas de felinos o aves, órganos sexuales femeninos, entre otros objetos que los pobladores de esa época percibían y reproducían en sus cuevas.
Eran comunidades anteriores a los pueblos Avá guaraní. El panel más conocido, ubicado en la superficie, exhibe trazos más abstractos que no han podido ser interpretados, formados por líneas curvas y rectas. Se trataría, en ese caso, de creaciones próximas a los 2500 a.C.
Estos últimos petroglifos de Itá Letra son una muestra palpable de los secretos que esconde, en complicidad con el olvido que provee el tirano tiempo, una Sudamérica más antigua y misteriosa de la que nos podamos imaginar.
Texto introductorio: Débora Goldstern/Referencia principal: ABC Digital (Paraguay)/Video: Manuel Cuenca. Publicado el 29 de octubre de 2017 Sin comentarios Etiquetas: escritura , ita letra , paraguay , petroglifos , sudamerica
lunes, 16 de abril de 2018
Jusztina Szilagi, el gran amor de Vlad Drácula
Perdido en el laberinto de Buda, que atraviesa las entrañas de la colina, me topé con una leyenda que habla del amor entre Drácula y Jusztina Szilagi, su segunda esposa.
Al parecer el romance comenzó mucho tiempo antes de que Vlad III – el Drácula histórico – se convirtiera en prisionero del rey húngaro.
Desde muy temprana edad Drácula frecuentaba la casa de los Hunyadi, y allí conoció a Jusztina Szilagi, una hermosa prima de Marías, que acudía a la corte para ser educada y medrar en lo posible. Drácula y Jusztina coincidieron muchas veces, las miradas furtivas dieron paso a los besos fogosos, sus corazones se encendieron y los jóvenes se enamoraron perdidamente.
Pero no era su momento y sus caminos se separaron.
Al parecer el romance comenzó mucho tiempo antes de que Vlad III – el Drácula histórico – se convirtiera en prisionero del rey húngaro.
Desde muy temprana edad Drácula frecuentaba la casa de los Hunyadi, y allí conoció a Jusztina Szilagi, una hermosa prima de Marías, que acudía a la corte para ser educada y medrar en lo posible. Drácula y Jusztina coincidieron muchas veces, las miradas furtivas dieron paso a los besos fogosos, sus corazones se encendieron y los jóvenes se enamoraron perdidamente.
Pero no era su momento y sus caminos se separaron.
A pesar de la distancia, y los avatares vitales, el amor entre ellos nunca se apagó del todo, ni siquiera en la complicada época en que Matías, ya convertido en rey, se enemistó con el voivoda valaco. El momento y las circunstacias que rodearon la boda son bastante desconocidas, tan solo una breve referencia a la huída de Jusztina con Vlad, y una ceremonia íntima en un lugar secreto.
Después de las nupcias Drácula tomó a su flamante esposa, la montó en su corcel y juntos cabalgaron hasta la fortaleza de Poenari. Allí, apartados del mundo dieron rienda suelta al amor y la pasión. Durante un tiempo fueron felices, pero la guerra irrumpió nuevamente en el hogar de Drácula.
Después de las nupcias Drácula tomó a su flamante esposa, la montó en su corcel y juntos cabalgaron hasta la fortaleza de Poenari. Allí, apartados del mundo dieron rienda suelta al amor y la pasión. Durante un tiempo fueron felices, pero la guerra irrumpió nuevamente en el hogar de Drácula.
Valaquia había perdido a Hungría como aliada frente a los otomanos, Vlad fue caputurado por los hombres del rey húngaro y encerrado en una fría mazmorra de Buda. Posiblemente en este mismo laberinto donde leí esta leyenda.
Con el paso del tiempo las condiciones del cautiverio de Vlad fueron mejorando, y se le trasladó a una confortable casa en Pest. Mientras Vlad era rehén de Matías, su esposa lloraba amargamente su ausencia en la fría soledad de Poenari.
Un aciago día recibió Vlad la terrible noticia que dejó su alma ajada. Los turcos habían atacado su castillo y una desesperada Jusztina prefirió lanzarse por la ventana, antes que convertirse en un juguete en manos de los crueles jenízaros. Cuentan los lugareños (o Francis Ford Coppola, eso no lo tengo muy claro), que el río al que cayó Juzstina, pasó a llamarse río Princesa.
Con el paso del tiempo las condiciones del cautiverio de Vlad fueron mejorando, y se le trasladó a una confortable casa en Pest. Mientras Vlad era rehén de Matías, su esposa lloraba amargamente su ausencia en la fría soledad de Poenari.
Un aciago día recibió Vlad la terrible noticia que dejó su alma ajada. Los turcos habían atacado su castillo y una desesperada Jusztina prefirió lanzarse por la ventana, antes que convertirse en un juguete en manos de los crueles jenízaros. Cuentan los lugareños (o Francis Ford Coppola, eso no lo tengo muy claro), que el río al que cayó Juzstina, pasó a llamarse río Princesa.
Realmente no se cual es el origen de esta leyenda, no exenta de cierta belleza trágica, pero lo que me queda claro es que al igual que ocurre en Rumanía, también en Hungría quieren aprovechar el tirón de la inmortal figura de Vlad Drácula (el hombre y el vampiro).
https://herodotohistoriant.blogspot.com.es/2016/04/jusztina-szilagi-el-gran-amor-de-vlad.html?spref=fb
Suscribirse a:
Entradas (Atom)