domingo, 5 de mayo de 2013

Partió expedición rumbo al "7º Continente"

Un año después de un fallido intento, una expedición saldrá en mayo rumbo al "séptimo continente", un gigantesco basurero flotante que acumula todo tipo de desperdicios plásticos, mayor en extensión que India pero aún profundamente desconocido.

FOTO AFP

Se sabe que en el Pacífico norte, entre California y Hawai, existe un basurero inmenso.

En el origen de la expedición "7º continente" está el explorador francés Patrick Deixonne, de 48 años, que descubrió en 2009 el fenómeno cuando participaba en una carrera de remo. "Veía todos esos desperdicios plásticos que derivaban a mi alrededor. 

Me sorprendió y me pregunté: `¿adónde va todo esto?`", explica el explorador, durante un viaje a París para preparar la expedición. Cuando volvió a tierra, el exbombero de Guayana (territorio francés en al norte de Sudámerica) se documentó y halló la respuesta. Estos desperdicios confluyen en el punto de encuentro de corrientes marinas, se enroscan bajo el efecto de la rotación de la Tierra y acaban formando una inmensa masa giratoria.

En total, millones de toneladas procedentes de las costas y los ríos flotan en las cinco principales masas de desperdicios formados en todos los océanos, cuya fuerza centrípeta los aspira hacia el centro.

El problema para los científicos es que esta "sopa" está esencialmente compuesta por microdesperdicios de plástico descompuesto y en suspensión bajo la superficie del agua, a veces a 30 metros de profundidad. Es muy difícilmente detectable para las observaciones desde los satélites y solamente es visible desde los barcos.

Según el Centro Nacional de Estudios Espaciales francesa (CNES), que es la agencia espacial francesa que apadrina la misión "7º continente", la masa del Pacífico norte, entre California y Hawai, es una de las más importantes del planeta, con una superficie de 3,4 millones de km2.

Una investigación del Instituto Scripps de Oceanografía en la Universidad de California (San Diego, EE.UU.), encontró que ese gran parche de millones de toneladas de plástico que se encuentra a unos 1.000 kilómetros de Hawai se ha incrementado cien veces durante los últimos cuarenta años. Este fuerte aumento de los desechos está alterando los hábitats del ecosistema marino, ya que los insectos, atraídos en masa por la porquería, los están utilizando como un inmenso nido artificial donde poner sus huevos. Un panorama nauseabundo, según publicó ABC.es.

Pero la placa de desperdicios "se halla en aguas poco transitadas por la navegación mercantil y turística, por lo que el problema solamente interesa a los ecologistas y a los científicos", se lamenta Deixonne.

CARTOGRAFIAR ZONAS. Desde su descubrimiento fortuito por el oceanógrafo estadounidense Charles Moore en 1997, esta masa de desperdicios plásticos ha sido objeto de escasos estudios sobre su impacto en la contaminación del océano y su fauna.

Miembro de la Sociedad de exploradores franceses, Patrick Deixonne desea por tanto darle publicidad a esta "catástrofe ecológica", y por ello acude al lugar para traer observaciones científicas e imágenes.

La expedición partirá el 20 de mayo de Oceanside (sur de California) a bordo de la goleta Elan y recorrerá 4.630 kilómetros entre California y Hawai. Durante todo el recorrido se tomarán "medidas para comparar la concentración y la naturaleza de los desperdicios", explica Deixonne.

Está previsto que la goleta sea guiada hasta la isla de residuos por los satélites Terra y Aqua de la NASA. Los expertos medirán la densidad de la basura y tomarán muestras de agua, plancton y materiales.

Gracias a la guía vía satélite, Deixonne espera llegar en seis o siete días a la zona de mayor concentración de basura, a unas 1.000 millas náuticas de las costas (1.900 km).

Un captor realizado por alumnos ingenieros de Toulouse (sur de Francia) en cooperación con el CNES será igualmente probado en una boya a la deriva. Esa boya permite distinguir en el agua a los plásticos del plancton y otras partículas vivas, y luego cartografiar las zonas contaminadas gracias a imágenes satelitales, algo nunca hecho hasta ahora.

La expedición que fue programada para mayo de 2012 había fracasado precisamente por incidentes causados inesperadamente por desperdicios plásticos.

Antes de salir de California, una bolsa de plástico había bloqueado la bolsa de agua de la goleta de 1938 fletada por Patrick Deixonne. Luego, restos de una caña de pescar de nylon habían roto el timón en el Golfo de México.

"Son problemas muy usuales en esta parte del mundo, y que afectan cada vez más a los navegantes californianos", asegura Deixonne.

Sensibles a esta contaminación plástica y a los problemas que tuvo el explorador en 2012, el Yacht Club de Oceanside decidió este año asociarse a la expedición y poner a su disposición un poderoso barco con motor y tres tripulantes.
Misión científica

A un año de un fallido intento, una expedición saldrá rumbo al "séptimo continente", un gigantesco basurero flotante que acumula desperdicios plásticos, cuya superficie es superior a la de India. El propósito de esta expedición, liderada por el explorador Patrick Deixonne, es averiguar cuál es la composición del basurero y advertir al mundo sobre el hallazgo. Son millones de toneladas procedentes de costas y ríos que flotan en las cinco principales masas de desperdicios formados en todos los océanos, cuya fuerza centrípeta los aspira hacia el centro. Se encuentran a unos 30 metros de profundidad. El más grande está en el Pacífico norte, entre California y Hawai.

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