El patrón de persona que muere es el de aquel mayor de 65 años, y particularmente los que superan los 85.
Es algo muy extraño, y de momento no hay respuesta pese al empeño que pone el perodista británico Nigel Hawkes, que investiga con ahínco el caso.
Y es que cada semana se mueren, desde hace ya varios meses y sin que se sepa la razón, una media de seiscientas personas más de lo habitual. Se observa desde el año 2012 en varios países europeos como Inglaterra o Bélgica.
EL INFORME
Así lo determina el informe publicado por la revista 'British Medical Journal', del que se hace eco el diario 'ABC', y que se titula: 'El curioso caso de las 600 muertes adicionales a la semana', firmado por el mentado:
"Hasta los 65 años, no hay cambios en la mortalidad, pero en grupos de más edad, se observa un considerable aumento, especialmente marcado en los mayores de 85".
Los datos de la Oficina Nacional de Estadística de Inglaterra muestran que la tasa de mortalidad ha aumentado un 5% en 2012 tanto para los hombres como para las mujeres, mientras que en las primeras semanas de 2013 ha habido un aumento general del 5,6%.
"Es una cifra enorme. Si eso hubiera ocurrido durante una epidemia de gripe, estas decenas de miles de muertes se hubieran atribuido a esta influencia pero no hay epidemia, no hay una causa obvia. Es todo muy extraño. Por supuesto, el primer pensamiento es el de que lo que está influyendo es la recién aprobada Ley de sanidad y atención social, que ha cambiado de manera significativa el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud inglés, probablemente reduciendo la eficacia de los servicios.
Y más en general, el pensamiento se dirige a los recortes presupuestarios y reducciones en el personal de salud, con la crisis que se han extendido por toda Europa. Sin embargo, el aumento en las muertes también está presente en Escocia, donde la reforma sanitaria no está activa".
INFORMES OFICIALES
Por su parte, el Instituto Científico belga de Salud Pública reportó un aumento del 10% de la mortalidad en junio de 2013 (correspondiente a 700 muertes adicionales por mes), en los mayores de 65 años.
En su caso no identifica ninguna causa probable como origen ya que las circunstancias climatológicas, los niveles de contaminación del aire y las visitas al médico por las enfermedades derivadas de estos factores fueron normales. Sin embargo, sí se esperaba que la ola de calor de julio contribuiría aún más a un aumentar la mortalidad.
Bélgica es uno de los 18 países europeos que vigila el exceso de mortalidad en el marco del llamado proyecto Euro-MOMO. El incremento de mortalidad se ha observado a través de este sistema de vigilancia de las últimas semanas de 2012 a lo largo de los 4 primeros meses de 2013, pero ha vuelto a la normalidad desde la semana 17.
Por otro lado, un análisis de Dinamarca refleja una mayor mortalidad que en las últimas tres temporadas, posiblemente porque era uno de los pocos países en los que la gripe H3N2 y B eran las principales cepas circulantes.
Con todo, se están desarrollando nuevos análisis a nivel europeo ante la tendencia de estos aumentos de mortalidad. Una combinación de las enfermedades infecciosas y la influencia climática parece ser una de las explicaciones que más fuerza cobra a la hora de justificar este cambio.
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