Los últimos análisis médicos detectaron 26 casos de menores con cáncer de tiroides en la prefectura de Fukushima, aunque es pronto para saber si están relacionados con la crisis nuclear.
El comité encargado de realizar los test médicos regulares en Fukushima ha analizado desde octubre de 2011 hasta la fecha a cerca de 226.000 residentes en la zona, según informó hoy el periódico japonés Japan Times.
Además de los casos de cáncer de tiroides ya diagnosticados, otros 32 menores de edad de la prefectura han presentado síntomas de padecer esta enfermedad.
La cifra es superior a la presentada en agosto, cuando el estudio detectó hasta 18 casos de menores a los que se les diagnosticó la enfermedad y otros 25 sospechosos de padecerla.
Un grupo de expertos locales indicó que es demasiado pronto para señalar que estos casos están ligados a la catástrofe nuclear, dado que el cáncer papilar tiroideo se desarrolla con “gran lentitud”.
El yodo radiactivo tiende a acumularse en las glándulas tiroideas causando cáncer y afecta especialmente a los niños pequeños.
El número de niños afectados por cáncer de tiroides entre los 10 y 14 años en Fukushima es considerablemente mayor que el de la media del país, aunque estos datos no son fácilmente comparables porque no se ha realizado ningún estudio tan exhaustivo en otras zonas de Japón.
Tras el desastre de Chernóbil se diagnosticaron más de 6.000 casos de niños con cáncer tiroideo, atribuido principalmente al consumo de leche contaminada, de acuerdo con el Comité Científico de las Naciones Unidas.
La prefectura de Fukushima ampliará el número de personas que participaran en el próximo estudio, que se realizará en abril del año que viene con el fin de examinar la salud de las personas nacidas después del tsunami del 11 de marzo de 2011.
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