Una bola de fuego penetró en la atmósfera a 20 km/s de velocidad y explotó a unos 30 km del suelo en Sarajevo el 2 de noviembre de 2013.
Varias explosiones se registraron por la noche y sus fragmentos podrían haber golpeado el suelo.
Las cámaras manejadas por la Sociedad Astronómica Orion y el Instituto Hidrometeorológico en Sarajevo registraron la incursión del meteoro.
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