La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) alertó que el virus, similar al del sarampión, está teniendo un gran impacto en la población de los delfines nariz de botella.
Más de mil delfines murieron en 2013, tras ser contagiados por un virus que se encuentra en las aguas de la costa este de Estados Unidos, desde Nueva York a Florida, según alertó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) del país.
La bióloga Erin Fougeres explicó que este virus, similar al del sarampión, está teniendo un "significativo impacto" sobre los delfines, aunque la "epidemia podría ser natural y simplemente cíclica".
La cifra de muertes de este año excede con mucho los 740 cetáceos fallecidos durante el último gran brote de este virus, a fines de la década de 1980. A estos ejemplares encontrados hay que sumar los que murieron en alta mar y sus restos no llegaron a la costa, por lo que la cifra podría ser muy superior.
Los investigadores están intentando averiguar los motivos por los cuales el virus está teniendo esta alta incidencia sobre los cetáceos, que migran hacia el sur con la llegada de las bajas temperaturas.
"La última vez que esto sucedió fue hace unos 25 años y los animales que sobrevivieron tendrían tener anticuerpos naturales. Pero, a medida que estos animales han ido muriendo lentamente, los nuevos animales no estuvieron expuestos y pueden no tener esas defensas", estimó Fougeres.
Sin embargo, también se analiza la posibilidad de que el calentamiento global o la contaminación también haga que los animales "sean más susceptibles este año en comparación con otros años". Según datos el NOAA, en 2010 había cerca de 40.000 ejemplares de delfines nariz de botella en la costa este del país.
Esta muerte de delfines se suma a la de manatíes, pues más de 800 ejemplares de esta especie han fallecido en las aguas del estado de Florida en lo que va de año, según datos recientes de la Comisión de Protección de la Fauna y la Pesca (FWC) estadounidense.
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