La partida de ajedrez que libran el Bien y el Mal en el Planeta se ha puesto tremendamente interesante con los últimos movimientos ocurridos en Ucrania.
El golpe de estado orquestado por las huestes de George Soros ha vuelto del revés el tablero, pues los sionistas han colocado a nacionalsocialistas en el poder, con lo que los ultraderechistas (partidarios mayoritariamente de Putin) se encuentran ahora mismo en el bando de sus enemigos los sionistas, mientras que la izquierda (partidaria de la homosexualización obligatoria) se ve “obligada” a apoyar
al más firme oponente del movimiento gay en el Planeta. Curioso, ¿verdad?
Cuando escribo estas líneas (lunes por la mañana en España), las noticias rusas respecto a que los militares ucranianos en Crimea se habían pasado al bando ruso (y que los medios de comunicación en los países gobernados por el sionismo como España, desmentían) han sido finalmente confirmadas. Todos y cada uno de esos países sionistas han enviado mensajes a Putin amenazándole con la guerra si no sale de Crimea pero ahora mismo “la pelota está en el tejado” del resto de las fuerzas armadas ucranianas, que se ven en la tesitura de luchar contra sus hermanos. El Este del país ya se ha puesto del bando de los rusos.
El gobierno golpista (sionista, aunque nazi) de Ucrania ha iniciado el reclutamiento de sus reservistas pero hasta el momento sólo el 1% han respondido, señal de que a la población ucraniana esa guerra no le interesa en absoluto.
Así las cosas, la OTAN se ve en la tesitura de intervenir o no, y ahora es cuando se va a ver claramente si los militares (como venimos afirmando) están en contra de los planes sionistas, como vimos cuando los gobernantes sionistas intentaron la invasión de Siria. O lo que es lo mismo, vamos a ver cuál de las dos fuerzas tiene el control de la situación.
Ayer mismo, Tom Heneghan nos confirmaba que el golpe en Ucrania había sido organizado por George Soros, comandando el grupo de nazis sionistas conocidos como “Adamus” al mando de la NSA en colaboración con el Deutsche Bank, a través de una operación financiera ilegal de accciones derivadas que se alojaron en cuentas secretas de bancos ucranianos y húngaros, relacionados con el Banco Central Europeo. De ahí han salido los millones con los que se ha financiado este golpe de estado. Tom Heneghan acaba afirmando que esas cuentas se han “congelado”, con lo que ya no habría más dinero para esa falsa revolución y que el Deutsche Bank está a punto de “ser decapitado” junto con su aliado, el Banco de Inglaterra (??).
Fuente: http://www.rafapal.com/?p=25128
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