“Podríamos enviar cuatro hombres a Siria. Podríamos hacer que se lanzaran ocho misiles a Turquía. Podríamos, también, atacar la tumba del Sha Solimán, un enclave turco en suelo sirio donde reposan los restos del fundador de la dinastía otomana”.
Estas fueron, supuestamente, las palabras que pronunció Hakan Fidan, jefe de la Inteligencia turca y mano derecha de Tayyip Erdogan, durante una reunión de alto nivel el 13 de marzo pasado.
Dos presuntas grabaciones de ese encuentro, en el que participaron Fidan, el ministro de ExterioresAhmet Davutoglu, uno de sus altos cargos y el segundo jefe del Estado Mayor, han sido publicadas en la página web del periódico Cumhuriyet.
En la cita, los presentes debatieron cómo forzar una acción armada en Siria. La opción que se discutió, se deduce de los comentarios que aparecen registrados, era lanzar un atentado de falsa bandera en suelo turco. La reunión, según el Cumhuriyet, fue a puerta cerrada.
En los instantes siguientes a la filtración de las grabaciones, según varias denuncias de usuarios, el servicio digital de vídeos Youtube ha sido bloqueado.
Al mismo tiempo, según el periódico Radikal, el presidente de Turquía Abdullah Gül ha convocado a una reunión urgente a varios de los participantes en la cita crítica. Según el mismo medio, expertos en seguridad buscan el instrumental usado para grabar el encuentro crítico.
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