viernes, 27 de junio de 2014

Zecharia Sitchin tenía Razón

Zecharia Sitchin (Bakú, Azerbaiyán, 11 de julio de 1920 – Nueva York, Estados Unidos 9 de octubre de 2010 ) fue un escritor, historiador y lingüista, autor de una serie de libros que promueven la teoría de los antiguos astronautas, el supuesto origen extraterrestre de la humanidad, la cual atribuye la creación de la cultura sumeria a los Anunnaki (o Nefilim) que proceden del planeta llamado Nibiru en el sistema solar.

Sitchin afirmó que la mitología sumeria refleja este punto de vista; sus especulaciones han sido descartadas por científicos, historiadores y arqueólogos, que están en desacuerdo tanto en su traducción de textos antiguos como en su comprensión errónea de la física.

Entre sus más famosas teorías, se enumera la existencia original de un planeta en la actual órbita de la Tierra llamado por los sumerios Tiamat.

Dicho planeta quebró fruto de una gran colisión ocasionada por el planeta denominado Nibiru. Durante años los científicos han catalgado de locura, el hecho de llevar a la literalidad la mitología Sumeria (primera civilización humana reconocida como tal), ahora NASA confirma que la Tierra actual es fruto de una colisión con un cuerpo astral del tamaño de Marte.

 ¿Cómo es posible que los Sumerios tuvieran el conocimiento de un hecho astronómico sucedido millones de años atrás y del que apenas ahora, en pleno siglo XXI se tiene noticia?

La teoría de Zecharia Sitchin

La existencia del planeta Nibiru fue imaginada por Zecharia Sitchin, basándose en la idea de que las civilizaciones antiguas habrían obtenido sus conocimientos y su desarrollo gracias a hipotéticos contactos con extraterrestres. Sin embargo, esta descripción es considerada inverosímil por científicos e historiadores.

En opinión de Sitchin, el planeta habría adquirido el nombre del dios babilonio Marduk a consecuencia de una usurpación del poder por parte de este dios en el 2024 a. C., atribuyéndose la creación de la Tierra mediante la falsificación en las copias del poema épico Enuma-elish.

Según la descripción de Sitchin sobre la cosmología sumeria, Nibiru sería el buscado «duodécimo planeta», o el Planeta X (que incluye la descripción de 10 planetas, más el Sol, y la Luna).

Igualmente indica que en la antigüedad se habría producido una catastrófica colisión de uno de sus satélites con Tiamat, un hipotético planeta también postulado por Sitchin, y que habría estado entre el planeta Marte y Júpiter; hecho que habría formado el planeta Tierra y el cinturón de asteroides.

Además, según Sitchin, Nibiru habría sido el hogar de una poderosa raza alienígena, los Anunnaki. Como consecuencia de la colisión, según afirma Sitchin, el planeta Nibiru habría quedado atrapado en el Sistema Solar, volviendo al lugar de la colisión periódicamente en una órbita excéntrica. Más tarde vinieron a la Tierra.

Sitchin cita algunas fuentes que según él, hablarían sobre el planeta, que posiblemente sería una estrella (concretamente una enana marrón) que estaría en una órbita sumamente elíptica alrededor del Sol, la cual tuvo su perihelio hace aproximadamente 3600 años y un período orbital de unos 3600 a 3760 años. Sitchin atribuye estos datos a los astrónomos de la civilización maya.

En un libro recientemente publicado, titulado 2012: cita con Marduk, el escritor e investigador turco Burak Eldem presenta una nueva hipótesis, sugiriendo que son 3661 años los que duraría el período orbital del supuesto planeta y reclamando que habrá “una fecha de vuelta” para el año 2012.

Según la teoría de Eldem, 3661 es un séptimo de 25 627, que es el ciclo total “de 5 años mundiales” según el calendario maya extendido.

El último paso orbital de Marduk, añade, sucedió en el 1649 a. C. y causó grandes catástrofes sobre la Tierra, incluyendo la erupción de la isla Thera (en el mar Mediterráneo).

Según los seguidores de Sitchin, sus ideas estarían avaladas por su dominio en lenguas muertas como el sumerio, y asistidas por la traducción de piezas consideradas tesoros; aunque esto realmente no es científicamente un fundamento astronómico.


Los Hallazgos de NASA

La luna nació cuando un cuerpo del tamaño de Marte chocó con la Tierra hace millones de años, reveló un nuevo estudio realizado por la Universidad de Washington y publicado por la revista Nature.

¿Como podía la supuesta primera civilización del mundo, los sumerios, saber que algo así ocurrió?

De acuerdo con el estudio, un pequeño exceso de una variante más pesada de zinc en las rocas lunares, podría indicar que una colisión de magnitud catastrófica habría condensado una nube de rocas vaporizadas incrementando el nivel de átomos de zinc más pesados.

“Las rocas lunares, que los geoquímicos descubrieron, eran lamentablemente elementos fácilmente evaporables,” explicó el estudio. “Un impacto gigante explicaría esta disminución, mientras que las teorías alternativas del origen de la Luna no.”

Los científicos explicaron que la magnitud del fraccionamiento de isótopos producido por tal colisión medida en las rocas lunares es 10 veces más grande que lo observado en las rocas terrestres y marcianas, una diferencia importante.

La teoría del Gran Impacto, propuesta en un modelo moderno en una conferencia de 1975, dice que la luna de la Tierra tuvo origen en una colisión apocalíptica entre un cuerpo planetario llamado Theia (que en la mitología griega es el nombre de la madre de la luna Selene) y una Tierra joven.

“La colisión fue tan poderosa que es difícil para los mortales imaginarla, pero el asteroide que mato a los dinosaurios se cree que poseía el tamaño de la isla de Manhattan, mientras que Theia habría tenido el tamaño del planeta Marte,” agregaron los científicos en el estudio.

El choque habría liberado tanta energía que habría derretido y vaporizado a Theia y mucho del manto de la Tierra. Entonces la luna se habría condensado a partir de una nube de vapor de roca que al mismo tiempo se habría adherido a la Tierra.

Los científicos aseguran que el trabajo realizado involucra muchos datos sobre el origen de la Tierra, ya que el origen de la luna fue parte importante del de la Tierra.

“Sin la influencia estabilizadora de la luna, la Tierra sería probablemente un lugar muy diferente al que conocemos,” continuó. “La ciencia espacial cree que la Tierra giraría más rápido, los días serías más cortos, el clima más violento, y el ambiente más caótico y extremo.

 De hecho podría tratarse de un mundo tan extremo que no habría permitido espacio a la evolución de una de nuestras especies favoritas: nosotros.”

Las evidencias no paran de dar la razón a Zacharia, tras sufrir el acoso de las mentes científicas más retrogradas.

Incluso ahora, después de muerto. La verdad no importa, solo el pensamiento aborregado de la masa que dicta sin pudor que es verdad y que no lo es, excluyendo de manera subjetiva a todo aquel que se atreve a no seguir sus dictados. (Copernico)

Nuevo Estudio que lo confirma (ABC)

¿Como podían saber esto los Sumerios? 

La Luna es 100 millones de años más joven de lo que se creía

ABC.es – 24/09/2013

Un nuevo estudio afirma que nuestro satélite natural se formó hace 4.400 millones de años tras chocar un gigantesco objeto contra nuestro planeta



NASA / La Luna pudo nacer del brutal impacto de la Tierra con otro cuerpo hace 4.400 millones de años

Según la teoría más aceptada sobre la formación de la Luna, en los orígenes del Sistema Solar, un objeto del tamaño de Marte colisionó contra la Tierra.

A causa del brutal impacto, algo absolutamente inimaginable para nosotros, salió disparada una gran cantidad de escombros que finalmente se fusionaron hasta formar nuestro satélite natural.

Hasta ahora, se creía que esto sucedió hace unos 4.500 millones de años, pero un nuevo estudio elaborado por científicos del Instituto Carnegie de Washington cree que ocurrió 100 millones de años antes.

De este modo, nuestro satélite sería más joven: tendría entre 4.400 y 4.450 millones de años. Este hallazgo podría cambiar la forma en la que los científicos comprenden la Tierra primitiva y decomo de su satélite natural.

Los científicos saben que la edad del Sistema Solar (4.568 millones años) con bastante precisión. Gracias a ello pueden calcular los tiempos de formación de cuerpos relativamente pequeños, como los asteroides, también cuándo se sometieron a una extensa fusión, consecuencia del calor generado por la colisión.

 Sin embargo, es más difícil de concretar la edad de los cuerpos más grandes, ya que se desconoce cuánto tardan en crecer o en modificar su temperatura y qué elementos va eliminando por el camino. “No es lo mismo que un pequeño cuerpo como el de un asteroide”, ha apuntado uno de los autores, Richard Carlson, que presentó la investigación durante una reunión de la ‘Royal Society’ en Londres.

Un océano de roca fundida

Con el tiempo, los científicos han continuado estudiando la edad de la Luna y perfeccionando la técnica y la tecnología. Gracias a estas mejoras se ha ido ajustando la fecha de formación de la Luna hacia adelante en el tiempo.

Como otros científicos antes que él, Carlson ha utilizado la radioactividad para determinar la edad de las rocas lunares durante las misiones Apolos, pero el desarrollo de la tecnología le permite ser más preciso.

Cree que la Luna albergó un océano global de roca fundida poco después de su dramática formación. Actualmente, la edad determinada por las rocas lunares que surgieron de ese océano es 4.360 millones de años, según el trabajo.

Además, en la Tierra, los científicos han encontrado indicios, en varios lugares, de un gran evento de fusión que se produjo hace unos 4.450 millones años. Por lo tanto, la evidencia es que la catastrófica colisión que formó la Luna y reformó la Tierra ocurrió en esa época, más de 100 millones de años antes de lo que se creía.

Referencia real: The 12th Planet (Earth Chronicles, No. 1), New York: Harper, 1976, ISBN 0-380-39362-X

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