Marta Ferrusola, junto a su marido. (Efe)
Que nadie se equivoque. El clan Pujol es más clan Ferrusola que Pujol. La familia es la mejor estampa de un matriarcado basado en la fuerte personalidad de Marta Ferrusola, una madre coraje a la que no le ha temblado la mano a la hora de emprender negocios, de sentar cátedra, de ser políticamente incorrecta o de contradecir a su marido, por muy presidente de la Generalitat que fuese.
Marta Ferrusola saltó en paracaídas con 59 años desde 4.000 metros de altura. Poca coña. Fue su bautismo de fuego en esto de los saltos al vacío, aunque ahora las alturas sean otras y el entorno del salto sea político y no atmosférico. Hay una cosa clara: su osadía va en proporción aritmética a su nacionalismo. Y también subió en globo y compartió con su marido (una de las pocas aficiones comunes) el montañismo. Todo ello, mientras era la responsable sectorial de Deportes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC).
Su fuerte carácter atestigua la impronta que ha dejado en el clan. Todavía hoy, en su pueblo natal, Queralbs, incrustado en pleno Pirineo, en las faldas de la estación de Núria, su marido, Jordi Pujol, no es Jordi Pujol. Ni es elPresident. Es el marit de la Marta (el marido de la Marta).
A Marta Ferrusola jamás le han dolido prendas en decir lo que pensaba, en contradecir a su mismísimo marido o en ser políticamente incorrecta. Lo cierto es que su influencia en la sociedad catalana fue enorme. Y durante años se ha sostenido que a la sombra de la Administración sólo crecía quien pasase el filtro de su perspicacia. Sus valores son pocos y nítidos: ¿nacionalista y católico? Aprobado. Si, además, eras amigo de la familia ya tenías el puesto asegurado.
A comienzos de 2001, con una inmigración en ascenso, no tuvo inconveniente en alertar sobre la masiva inmigración magrebí. “A lo mejor, en 10 años, las iglesias románicas no sirven y sí las mezquitas”, vaticinó. De momento, erró el cálculo. Pero en esa misma entrevista apostaba porque el que estuviese en Cataluña hablase en catalán.Desde algunos círculos políticos, se la ha acusado de fundamentalista, de ser la inspiradora del talibanismo en que se instaló el núcleo duro de Convergència, al frente del cual estaban su hijo Oriol Pujol Ferrusola y Felip Puig. De hecho, la que fue primera dama catalana durante 23 años odia todo lo español, empezando por el idioma
Desde algunos círculos políticos, se la ha acusado de fundamentalista, de ser la inspiradora deltalibanismo en que se instaló el núcleo duro de Convergència, al frente del cual estaban su hijoOriol Pujol Ferrusola y Felip Puig. De hecho, la que fue primera dama catalana durante 23 añosodia todo lo español, empezando por el idioma.
Vaya por delante una perla reciente, del año 2011: ante la posibilidad apuntada por el secretario de Estado de Turismo, Joan Mesquida, de que el Barça pudiera promocionar Barcelona, Cataluña y España, Ferrusola se mostró sencillamente escandalizada. Está bien que promocione Qatar, pero con España no sería lo mismo porque “se quiere imponer la señal de España y el Barça representa a Cataluña. Sería horroroso [que promocionase España]”. Un botón más de lo que supone mezclar deporte y política cuando no se debe. Pero la clase que ha dirigido Cataluña durante mucho tiempo tomó siempre esta comunidad como su masía particular.
Protectora de Artur Mas
Se dice que la mayor parte de puestos políticos, incluyendo consejeros de la Generalitat o presidentes de empresas, los ponía a dedo Marta Ferrusola. Incluso Artur Mas pasó por su filtro particular y, como admiten fuentes de Convergència, fue uno de los protegidos de la exprimera dama. “Este chico vale mucho. A ver dónde se le puede poner”, asegura el imaginario popular que decía Marta a su marido Jordi. Quizás ese imaginario fuese demasiado exagerado o se quedase corto. Pero nadie niega que Marta tenía poder.
Aunque es una historia poco conocida, el joven Jaume Roma, que sólo permaneció como consejero de Política Territorial y Obras Públicas durante unos meses (los suficientes para que le enganchasen haciéndose una casa por la cara a cambio de adjudicaciones públicas a un constructor) llegó a ese cargo porque era amigo de sus hijos. Y cuando abandonó la Administración tenía contratada con Hidroplant (empresa de Marta Ferrusola) la jardinería de su chalet. Claro, que sería uno de los pocos gastos a los que haría frente, porque la obra le salía gratis.Jordi Pujol, Marta Ferrusola y Oriol. (Efe)
También se habla de Francesc Xavier Marimon, que fue consejero de Agricultura, íntimo amigo de sus hijos. Y de Rafael Español, presidente de La Seda. De la misma manera, se llegó a comentar en algunos círculos que la caída en desgracia de Miquel Roca fue, en parte, como consecuencia de la decepción de la señora.
Hidroplant es su empresa señera desde finales de los 70. Fundó la compañía junto a dos amigas, esposas de dos íntimos amigos de Jordi Pujol y fundadores de CDC: Núria Claverol, esposa de Carles Sumarroca, el factotum de Emte y Comsa y gran patrón de la obra pública catalana, y Mercedes Vila. Lo que pocas personas conocen es que Hidroplant se fundó el 16 de enero de 1979 y que el 8 de abril de 1981 cerró sus puertas con un balance negativo. Ese día se acordó la disolución de la sociedad, aunque posteriormente se creó otra con el mismo nombre que ocultó el fiasco de la primera.
A mediados de la década de los 90, Hidroplant trabajaba a destajo para la Feria de Barcelona, dominada por CiU y en la que ella era la presidenta del Salón de la Infancia. Pero también consiguió un contrato para renovar el césped del Nou Camp. Ese proyecto fue un fracaso absoluto que acabó en los tribunales: El césped se tuvo que levantar y se plantó otro.
Fondos públicos para bolsillos muy privados
En su currículum, la matriarca atesora también suculentos contratos con el Gobierno que presidía su marido. Su empresa, Hidroplant, recibía fondos públicos de las consejerías de Presidencia, Economía, Gobernación y Medio Ambiente. El de esta última consejería fue cancelado por Salvador Milà (ICV), que fue nombrado consejero cuando el Tripartito llegó al poder.
La oposición intentó, en vano, conocer el alcance de las compras que la Administración había hecho a la esposa del president, pero jamás se contestó a los requerimientos parlamentarios que se hicieron. Eso sí, a finales de los 90, la propia Marta Ferrusola salió a la palestra para reivindicar su derecho a mantener contratos con el Gobierno catalán. Lo que sí trascendió era quesólo de Presidencia cobraba unos 18.000 euros anuales.
Marta, dicen los que la conocen, es la que inculcó en sus hijos las ideas de hacer negocio. La empresa familiar, donde estaban ella y sus hermanos, José Ferrusola, SA, acabó como el rosario de la aurora, absorbida por Tipel, propiedad del que entonces era secretario general de Presidencia y mano derecha de Jordi Pujol, Lluís Prenafeta. Éste le cambió el nombre a Geset Afers pero no pudo remontar el vuelo a finales de los 80. Claro que entonces Prenafeta era el gran hacedor de Cataluña: enchufó a Jordi Pujol Ferrusolacomo empleado de su empresa familiar y a Artur Mas como responsable de la expansión internacional de Tipel. El agujero fue de órdago. En unos años, tuvo que cerrar puertas.
Negocios en familia
Tanto amor a los negocios inculcó Ferrusola a sus hijos que dos de ellos,Marta y Pere, fundaron en 1987 su primera compañía: Galplant, junto a tres amigos, los hermanos Oriol, Xavier y Jordi Aguilà Vila. Se trataba de una empresa para “explotación y cultivo de toda clase de productos agrícolas, especialmente hortícolas, para su venta”. La intención era comercializar flores y plantas a través de Hidroplant, la empresa que había creado la matriarca Marta Ferrusola. Galplant nació con 2 millones de capital social a partes iguales entre las dos familias. Poco después, fue inspeccionada por Trabajo, porque había contratado a subsaharianos (que entonces comenzaban a pulular por la comarca del Maresme, donde tenía los terrenos cultivados) sin papeles.En los 90, Ferrusola salió a la palestra para reivindicar su derecho a mantener contratos con el Gobierno catalán. Trascendió que sólo de Presidencia cobraba unos 18.000 euros anuales
Años más tarde, la entonces primera dama de Cataluña se quejaba de que en esta comunidad “las ayudas [del Gobierno] son para esta gente [los inmigrantes], que no saben lo que es Cataluña, sólo saben decir ‘buenos días, buenas tardes, dame de comer’”. Fue en una conferencia que dio en Caixa Girona el 20 de febrero del 2001. “Si los catalanes no nos preocupamos de Cataluña, los otros nos la destruirán”, advertía. Resaltó que la inmigración moderna no es como la de hace décadas, sino que “tienen una cultura distinta y una religión distinta y quieren que se respete”.
Declaraciones polémicas
En esa conferencia, Ferrusola recordó un reciente incidente en las costas francesas, donde había naufragado un barco con kurdos. “Les ofrecieron comida, pero ellos dijeron ‘no podemos comer eso’. No basta con acogerlos… ¡Tiene que ser con su comida! Como personas, debemos estar abiertos, pero ¡con estas imposiciones…!”. Fue en esa conferencia donde también la armó al afirmar que “el problema es que las ayudas sólo sirven para los inmigrantes que acaban de llegar. Tienen poca cosa, pero lo único que tienen son hijos”. Y más: “Los pisos protegidos se los entregan a gente inmigrada que hace poco tiempo que está aquí. Mi marido está cansado de dárselos a marroquíes y magrebíes”.
Tanto su marido el president como el conseller en cap (consejero jefe), Artur Mas, apoyaron sus afirmaciones con posterioridad. “La gran mayoría de ciudadanos piensan como Marta Ferrusola”, zanjó el propio Pujol.
Tres semanas más tarde, Marta emitía una nota pública de aclaración. “Siempre he pedido que se explicase bien a los recién llegados cuál es el país que les recibe, que se les facilitase la comprensión de qué es Cataluña. Y que toda nuestra sociedad actuase para hacer posible su incorporación, que todos tuviésemos claros nuestros deberes y nuestros derechos (humanos y cívicos) al respecto”, escribía. Tras dejar patente que “no pretendía herir ninguna sensibilidad” lamentaba que “lo que sí ha pasado es que mi imagen y pensamiento se han asociado a la intolerancia y la xenofobia. Les aseguro que me ha disgustado mucho recibir una imagen que no se corresponde con la que yo tengo de mí misma ni con mi trayectoria personal”.Todo lo que huela a castellano está bajo sospecha. Llegó a alardear de que, en ocasiones, sus hijos no podían jugar con otros niños en el parque porque los demás hablaban en castellano
Su otra gran preocupación es el idioma. Todo lo que huela a castellano está bajo sospecha. Llegó a alardear de que, en ocasiones, sus hijos no podían jugar con otros niños en el parque porque los demás hablaban en castellano. Y no tuvo reparo en arremeter contra el electo presidente de la Generalitat de Cataluña José Montilla por llamarse precisamente José y no Josep. En la entrevista, la dama de hierro catalana no tuvo pelos en la lengua.
¿Le molesta que el presidente de la Generalitat sea un andaluz?, le preguntan
Un andaluz que tiene el nombre en castellano, sí, mucho. Y además pienso que el presidente de la Generalitat debe hablar bien el catalán.
La apostilla no es gratuita, sino un torpedo en toda regla a la línea de flotación del Gobierno elegido en las urnas. Todo ello, en la emisora Teletaxi, propiedad de Justo Molinero, un pujolista convencido y beneficiario de grandes subvenciones públicas para su grupo de emisoras.
Fuente: http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2014-08-04/marta-ferrusola-la-dama-de-hierro-que-enseno-a-sus-hijos-a-hacer-negocios_171771/
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