Poca gente está hablando de ello, pero uno de los factores clave que pueden acabar provocando el estallido de una gran guerra, es la exclusión de los bancos rusos del sistema de pago bancario SWIFT.
SWIFT es el medio mediante el cual los bancos mueven dinero por todo el mundo y si se impusiera la exclusión de los bancos rusos del sistema SWIFT como sanción, tal y como algunos gobiernos occidentales están insinuando, las consecuencias para la economía rusa serían devastadoras.
En su momento, el cierre de SWIFT a Irán fue un golpe durísimo para su economía y también lo sería para Rusia, que actualmente está sufriendo el doble impacto de las sanciones lideradas por Estados Unidos y los precios del petróleo reducidos a la mitad en los últimos seis meses.
AL BORDE DE LA GUERRA
Andrey Kostin, el presidente ejecutivo del segundo banco más grande de Rusia el VTB, hablando en la Conferencia Económica Mundial de Davos, en Suiza, afirmó:
“Si no hay SWIFT, no hay relaciones bancarias.
En Rusia ya hemos creado nuestro propio sistema que puede sustituir a SWIFT. También estamos en negociaciones con socios procedentes de China. Pero si se produce el bloqueo de SWIFT a los bancos rusos, las relaciones ruso-estadounidenses se deteriorarán drásticamente.
Si esto sucede, significa que los países están al borde de la guerra, o que como mínimo están al borde de una guerra fría. Al día siguiente, los embajadores rusos y estadounidenses tendrían que abandonar las respectivas capitales”
Esto puede parecer una exageración, peró recordemos que uno de los motivos por los que Japón atacó Pearl Harbor fue porque los EE.UU., que era el mayor productor de petróleo del mundo en ese momento, había cortado las ventas de petróleo a Japón, un movimiento que marcó claramente hacia qué bando se inclinaban los EEUU en ese conflicto ya iniciado.
Los factores económicos son la clave que determina el estallido de un conflicto armado.
YACIMIENTOS DE PETRÓLEO EN CRIMEA
Pero aún hay un factor adicional relacionado con el petróleo que puede servir de desencadenante final de un conflicto entre Rusia y Occidente.
El 17 de mayo de 2014, el New York Times publicó un largo artículo sobre cómo quedaban afectados los derechos de perforación mar adentro, frente a las costas de Crimea, tras la anexión de la región por parte de Rusia.
Los derechos sobre esas aguas, proporcionarían a Rusia el control de una gran franja del Mar Negro, incluyendo las reservas de petróleo que están en sus profundidades: un yacimiento petrolífero que podría rivalizar con la producción de petróleo del Mar del Norte.
Un consorcio liderado por el gigante petrolífero norteamericano Exxon Mobil, que incluye a otras grandes compañías petroleras, ya había explorado el Mar Negro en virtud de un acuerdo con Ucrania.
Es por ello que el control sobre Ucrania resulta tan estratégicamente importante en este creciente conflicto.
Los EE.UU. y la OTAN afirman que Crimea no es parte de la Federación Rusa y hablan de “agresión territorial contra el estado soberano de Ucrania”.
Pero el fondo de la cuestión es que las grandes petroleras quieren conservar en su poder esos campos de petróleo, en virtud de sus acuerdos con el gobierno ucraniano.
Esta es una de las razones principales por las que la situación en Ucrania es tan explosiva y resulta tan peligrosa para el equilibrio y la paz mundial.
En estos momentos, tenemos a varias superpotencias luchando por los derechos de un descubrimiento masivo de petróleo, así como por la supremacía de la banca internacional.
Y esos son ingredientes suficientes como para conducirnos a una Tercera Guerra Mundial…
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