El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, se ha despachado a gusto con su homólogo en Hacienda, que recientemente lo ha tildado de “arrogante”. El dardo de Cristóbal Montoro, publicado en el dirio El Mundo esta semana, ha tenido su réplica este viernes en El Español.
“Si eres un ágrafo y no lees… Yo he publicado libros todos los años”, es uno de los dardos que le ha devuelto Margallo, que tras el piropo de Montoro alardea, además, de presidir el mundo en este momento.
Se refiere a que a la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU, que le obligará a viajar a Nueva York el próximo lunes para hacerse la misma foto que Rajoy esta semana, mientras que “él [Montoro] sólo ha viajado esta legislatura a Andorra y Bruselas”.
Sobre el supuesto inmovilismo ideológico que le afeó el de Hacienda, Margallo afirma que se ha tomado a “a broma” las declaraciones de su ‘colega’, pese a que detecta en su compañero de cartera cierta “predilección” por él, y sentencia que Montoro y él son animales “distintos”, que no se llevan “ni bien ni mal”.
“Decir que yo estoy congelado cuando yo hablé de la unión bancaria antes que nadie, de los eurobonos antes que nadie, de la reforma constitucional antes que nadie. Pues bueno”, manifiesta.
Asimismo, confirma que el ministro de Hacienda le ha hecho “una paralela” de sus declaraciones de la renta durante su época como eurodiputado (1994-2011). Paralelas que ha recurrido y que, dice, va a ganar.
De Cataluña y su debate con Oriol Junqueras, se muestra orgulloso, como también de sus visitas al extranjero para lograr pronunciamientos de líderes internacionales contra el desafío secesionista de Artur Mas. “He estado 20 veces en el Vaticano”, subraya.
Margallo también se ha pronunciado sobre el polémico video electoral del PP de una joven que ingresa en la UVI, que tacha de”malísimo”. “Cuando vi lo del hospital…Madre mía. ¿Quién lo autorizó?”.
Presume de tener ofertas de sobra para irse “donde quiera”: “Ya lo dice Montoro, soy muy listo aunque arrogante. Me contratan por listo y me bajan el sueldo por arrogante”.
Para terminar, explica que tras el 20-D sólo volvería a primera línea de la política si Rajoy le llama, y lanza un nuevo dardo a su compañero de gabinete: “Aunque Montoro considere que doy más gloria callando, seguiré opinando incluso si dejo la política. Voy a opinar toda mi vida”.
Este toma y daca dialéctico evidencia una vez más la evidente fractura del PP, que Rajoy se empeña en negar. Quiera o no, el PP se decompone a 65 días de las elecciones generales, con un panorama incierto en las encuestas.
Mientras que el partido vende logros económicos, los ‘populares’ se enzarzan en recriminaciones y anuncios de marcha. El giro de la formación para intentar ocupar el lugar del PSOE, capitaneado por el presidente y Soraya Sáenz de Santamaría, el incumplimiento de sus promesas electorales o su “inacción” frente al desafío secesionista de Mas, ha provocado muchas de las salidas en cascada de destacados dirigentes ‘populares’, como las que se están produciendo en estos días.
Sólo en esta semana ya van tres dimisiones. En el País Vasco, la de Arantza Quiroga, tras su polémico acercamiento a Bildu, cuyo vacío ha ocupado el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, que formaba parte del círculo más cercano de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, duramente enfrentada a María Dolores Cospedal.
El que fuera presidente del PP vasco,José Eugenio Aspiroz, también ha renunciado a ir en listas para las generales por “tristeza y decepción” con su formación, como ha relatado a GACETA.ES.
Otro de los portazos ha sido de Cayetana Alvarez de Toledo, que este miércoles ha comunicado su renuncia como diputada con duras críticas a Mariano Rajoy, del que afirma, entre otras cosas, no tener argumentos suficientes para defender su gestión d y le afea su “incapacidad para erigirse en principal garante de la libertad, la igualdad y la ley”.
Además, varios líderes del PP dan por amortizado al actual presidente del Gobierno y se producen movimientos para ocupar su puesto a la mayor brevedad posible. Desde Galicia, Alberto Nuñez Feijóo y desde Madrid, Sáenz de Santamaría y Cospedal, afilan cuchillos e inician el movimiento de sillones para colocarse en primera fila en lo que puede ser una salida inmediata hacia el liderazgo.
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