Un equipo de investigadores alemanes y rusos ha descubierto que la pirámide de Guiza, en Egipto, centraliza la energía electromagnética en las cámaras que tiene dentro y la concentra en su parte inferior, bajo tierra.
El estudio ha sido publicado en el Journal of Applied Physics.
«Decidimos tomarnos la pirámide de Guiza como una estructura que dispersa las ondas de radio como si de una resonancia se tratase.
Y obtuvimos interesantes resultados», explica Andréi Evliujin, coordinador de la investigación de la Universidad ITMO de San Petersburgo (Rusia).
Evliujin y los investigadores de la Universidad de Hanover (Alemania) aplicaron a la pirámide varios tipos de radiaciones electromagnéticas y dieron con que la construcción interactúa con ellas.
La pirámide se comporta como una cavidad resonante, como un resonador —un dispositivo que oscila a determinadas frecuencias con una amplitud más grande a otras— que atrae y amplifica las ondas de radio.
La pirámide se comporta como una cavidad resonante, como un resonador —un dispositivo que oscila a determinadas frecuencias con una amplitud más grande a otras— que atrae y amplifica las ondas de radio.
Los cálculos de Evliujin y su equipo contemplan los espacios vacíos dentro de la pirámide y las propiedades del material del que está hecha: bloques de piedra caliza. Después crearon un modelo por computadora, «dispararon» contra la construcción ondas de radio y les siguieron el rastro.
El monumento interactúa con ellas, acumula su energía en la «cámara del rey» que hay en su interior y luego la dirige a un punto justo debajo de su base, donde se encuentra la tercera de las cuatro cámaras descubiertas hasta el momento.
¿Una máquina ancestral? En el pasado, ha sido sugerido que la Gran Pirámide es una suerte de máquina que se encuentra actualmente desactivada.
De hecho, existe una teoría que afirma que en ella jamás yació cadáver de faraón alguno —ya que nunca se encontró una momia en su interior—, sino que sirvió para todo lo contrario, para prolongar y otorgarle nueva vida y poder a los monarcas egipcios.
De hecho, existe una teoría que afirma que en ella jamás yació cadáver de faraón alguno —ya que nunca se encontró una momia en su interior—, sino que sirvió para todo lo contrario, para prolongar y otorgarle nueva vida y poder a los monarcas egipcios.
Esquema transversal de las cámaras internas (descubiertas hasta ahora) de la Gran Pirámide.
Personajes históricos como Alejandro Magno, Julio César y Napoleón, se aventuraron a pasar una noche en el interior de este monumento donde, presuntamente, llegaron a tener experiencias de índole «místico» (Leer más aquí: Napoleón Bonaparte y su experiencia mística dentro de la Gran Pirámide de Guiza).
El nuevo descubrimiento del equipo internacional de científicos parece poner más fichas para validar la hipótesis sobre la verdadera función de la Gran Pirámide como una máquina para almacenar, concentrar o canalizar algún tipo de energía, tal vez aquella misma que hizo alucinar a los líderes históricos mencionados en el párrafo anterior…
Fuente: Sputnik.
vñia/MysteryPlanet.com.ar
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