viernes, 26 de octubre de 2018

La policía francesa deposita decenas de ilegales en la frontera de Irún en furgonetas camufladas

Varias veces por semana


Una de las furgonetas utilizadas por la policía francesa para dejar inmigrantes en la frontera

25/10/201819:46

Se trata de inmigrantes subaharianos, marroquíes o de Oriente Medio a los que rechaza en el paso fronterizo entre Irún y Hendaya

La Policía Nacional francesa deposita cada día en la frontera con España a grupos de ilegales a los que traslada a bordo de vehículos identificados y en furgonetas camufladas. Se trata de inmigrantes subaharianos, marroquíes o de Oriente Medio a los que rechaza en el paso fronterizo entre Irún y Hendaya, y a los que incluso traslada desde otras partes del país.

Una vez bajan de los vehículos (han sido detectadas furgonetas sin ningún distintivo de la policía gala) tan sólo tienen que cruzar el puente que les sitúa en territorio español.





Mientras que el Gobierno de Pedro Sánchez debutaba con una política de brazos abiertos a los ‘sin papeles’, con sanidad gratuita y recepciones con ministros como la del Aquarius en el puerto de Valencia, el de Emmanuel Macron ha reforzado su frontera con España hasta con antidisturbios.

Y las directrices de la Gendarmería (equivalente a la Guardia Civil) y a la Brigada de Extranjería de la policía francesa son de vigilancia intensa en la ‘frontera sur’.

Los inmigrantes protagonistas de estas ‘devoluciones en caliente’ y que Francia comenzó a poner en práctica a partir de los atentados yihadistas de París en 2015, pero que ahora ha intensificado, tienen por destino el centro de Europa o el Reino Unido. Según fuentes policiales, estos traslados se están llevando a cabo varias veces por semana.

Los desplazamientos también se hacen en coches patrulla sumando en total una frecuencia casi diaria con transportes de mañana, tarde y noche. Bajo estas líneas puede verse el coche policial que dejaba a tres subsaharianos hace unos días.



Estos vehículos sin logotipo de la Policía Nacional gala y que conducen agentes de uniforme dejan su cargamento humano en el puente de Behobia o el de Santiago. Junto al peaje de Irún, que constituyen los tres pasos fronterizosentre ambos países.

Y proceden a repostar en estaciones de servicio en territorio español, como puede verse en esta otra imagen nocturna. En ella pueden verse tres vehículos de la policía francesa casi en fila: uno logotipado y otros dos, un Mercedes de color gris y un Citroen de color rojo.


Las fotografías están tomadas esta misma semana en una gasolinera junto a la Plaza Euskadi, en la carretera de Guipúzcoa Gi-636 en su kilómetro 17. Los agentes galos repostan a un precio más barato que en su país: 40 céntimos menos por litro de combustible de lo que les cobran en Hendaya .


Los inmigrantes son transportados desde el lado francés bien cuando llegan y son rechazados, o bien tras ser trasladados por agentes galos desde localidades como Burdeos o el mismo norte del país. Una vez cruzan el puente y entran en territorio español, acaban en Irún y otras localidades de Guipúzcoa, donde permanecen durante días, vagando por las calles y durmiendo en las inmediaciones de gasolineras o del recinto ferial iruñés.

El número de devoluciones en 2016 fue de cerca del millar, pero este año en el que aún no hay cifras tanto desde el entorno de la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Ertzaintza coinciden en que puede haberse disparado.

https://okdiario.com/espana/2018/10/25/policia-francesa-deposita-decenas-ilegales-frontera-irun-furgonetas-camufladas-3141006?fbclid=IwAR1lt0uziSu4TULY8fE87UD--ljKBrkDZx9dc5isgO6Iav79c4L_VJbZv4c


La Policía francesa se salta la ley con las devoluciones en caliente


Agentes galos atraviesan la frontera para trasladar a inmigrantes retenidos en controles de dudosa legalidad. Expertos advierten sobre las vulneraciones que suponen estas prácticas.


Captura del vídeo de EiTB.

No hay fronteras para las personas migrantes… siempre y cuando les acompañe, por la fuerza, la Policía. Miles de personas que huyen del sur hacia el norte son interceptadas nada más cruzar la localidad de Irun por agentes franceses, que les obligan a subir a una furgoneta y les trasladan nuevamente al otro lado de la línea fronteriza.

 Poco y nada importa que esta práctica, conocida como “devolución en caliente”, contravenga la normativa europea y suponga un claro caso de discriminación en función del color de piel.

Sueños que se cortan. Sueños que se topan con un muro que en los papeles con membrete de la Unión Europea no existe, pero en la práctica funciona a la perfección. “Estamos ante una vulneración de la legalidad”, dice a El Salto el profesor de Derecho de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU) Iker Barbero, quien lleva ya varios años trabajando en este asunto. 

Hace pocas horas vio por televisión cómo un grupo de personas eran trasladadas forzosamente a la localidad vasca de Irun por parte de la Policía francesa. Las imágenes grabadas por ETB le generaron muchas sensaciones, pero no sorpresa.

“Francia y España llevan haciendo esto desde siempre”, dice el académico. Las cifras apuntan en ese mismo sentido: según una respuesta recibida por el senador de EH Bildu Jon Inarritu, entre 2012 y 2016 se registraron 5.842 casos de personas que fueron expulsadas del territorio francés por la “vía rápida”, tan rápida como pillarles, subirles a un coche y devolverles otra vez a Irun. Solo durante 2017, las autoridades galas expulsaron a 391 personas, mientras que España devolvió a Francia a 58.

En ese contexto, Barbero advierte que “no hay ningún tipo de norma comunitaria ni francesa que habilite a la Policía a realizar ese tipo de procedimientos”. “Ni siquiera los controles son legales. Es posible según la normativa Schengen realizar controles de seguridad, pero no de inmigración. Si es un control de seguridad y sólo se hace a las personas negras, la Policía estaría haciendo una actuación discriminatoria”, destaca.

Las detenciones de inmigrantes se practican habitualmente en dos puntos de la frontera: el Puente de Santiago y la estación de tren de Hendaia. También se realizan ese tipo de controles en los autobuses que son retenidos nada más atravesar la frontera. Además, hay constancia de redadas contra personas extranjeras en localidades como Baiona o Burdeos. 

POLICÍA SIN FRONTERAS

No es la única ilegalidad que se registra en este tipo de casos. Además de realizar controles injustificables, la Policía francesa se permite incluso atravesar la frontera de España para devolver a las personas retenidas, algo que también contraviene la normativa actual. “¿En virtud de qué acuerdo bilateral o resolución puede la Policía francesa entrar en el Estado español para hacer una devolución?”, se pregunta el académico consultado por El Salto. 





En tal sentido, subraya que las policías de la zona Schengen “solo pueden cruzar las fronteras de los Estados persiguiendo un crimen, pero aquí no estamos hablando de eso”.

Según el acuerdo sobre la readmisión de personas en situación irregular firmado entre los gobiernos de España y Francia en 2002 —más conocido como el Acuerdo de Málaga—, esas devoluciones solo pueden realizarse en el plazo de cuatro horas desde el cruce de la frontera. Por tanto, los agentes franceses “tendrían que probar que han pasado máximo cuatro horas desde que esa persona ha cruzado la frontera”, apunta el investigador de la UPV-EHU. 

Una vez transcurrido ese tiempo, “Francia debería incoarle un expediente de expulsión normal”, algo que en la práctica no sucede. Las devoluciones en caliente son la moneda que pagan a diario. 

https://www.elsaltodiario.com/control-fronteras/la-policia-francesa-se-salta-la-ley-con-las-devoluciones-en-caliente

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