jueves, 18 de julio de 2019

La Carrera por el Dominio del Espacio

Tras la acrobacia del soldador volador exhibida en el desfile militar del 14 de julio, la ‎fiesta nacional de Francia, se esconde la creación de un mando militar del espacio. 

‎Después de Rusia, China y Estados Unidos, Francia es la cuarta potencia militar que ‎irrumpe en un área hasta ahora libre de armas nucleares, situación que ya no durará ‎mucho. ‎

«El hombre volador encanta París en el desfile del 14 de julio.» Titulares como este describieron ‎el desfile de las fuerzas armadas francesas a lo largo de la avenida de los Campos Elíseos. 

Como ‎de costumbre, da la impresión de que se ha informado todo, hasta el menor detalle. ‎

Pero la «gran prensa» nos esconde lo más importante.

Por ejemplo, nos esconde que, 2 días ‎antes del desfile, el presidente Emmanuel Macron asistió, en el puerto de Cherburgo, a la ‎botadura de un submarino nuclear de ataque, el Suffren, primero del nuevo programa ‎denominado Barracuda, programa de una década que dedicó más de 9 000 millones de euros a la ‎construcción de este submarino.

 El Suffren, armado con misiles crucero de largo alcance que pueden llevar tanto cargas convencionales como cargas nucleares, dotado además de un ‎minisubmarino para la realización de operaciones de fuerzas especiales, ha sido descrito por el ‎almirante Christophe Prazuck como «un cazador nacido para combatir enemigos». ‎





Entre los 700 invitados internacionales presentes en la ceremonia estaba la ministra de Defensa de ‎Australia, Linda Reynolds, quien firmó en febrero un contrato para la compra de 12 submarinos ‎franceses de ataque. Y en Australia se discute en este momento la posibilidad de que ese país ‎abandone el Tratado de No Proliferación nuclear para dotarse de su propio arsenal nuclear. ‎

Australia, país socio de la OTAN, es contraria al Tratado sobre la Prohibición de las Armas ‎Nucleares, aprobado por la Asamblea General de la ONU con 122 votos a favor, en julio ‎de 2017. 

Ese Tratado ha sido firmado hasta el momento por 70 países pero lo han ratificado ‎sólo 23 –como Austria, Cuba, México, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Venezuela–, o sea menos de la ‎mitad de los 50 que deberían ratificarlo para que entre en vigor. ‎

Suecia, que aprobó ese Tratado en 2017, anuncia ahora que ya no lo firmará, decisión que ‎se debe a las presiones de la OTAN, feroz enemiga de la prohibición de las armas nucleares. ‎

Mientras que el desarme nuclear sigue siendo sólo un poco de tinta sobre papel, la posibilidad de ‎proliferación del arma nuclear va en aumento y la carrera armamentista pasa cada vez ‎más decidamente al plano cualitativo.

Así lo confirma el anuncio que hizo, la víspera del desfile ‎militar del 14 de julio, el propio presidente francés Emmanuel Macron. ‎

Francia creará en septiembre un «mando militar del espacio», con un primer financiamiento ‎ascendente a 3 600 millones de euros para 6 años.

«La nueva doctrina espacial militar que ‎me propuso la ministro y que yo aprobé, permitirá garantizar nuestra defensa del espacio y en el ‎espacio», declaró el presidente Macron. [1]‎

Se intensifica así la militarización del espacio, área de creciente importancia estratégica debido ‎al hecho que los principales sistemas de armas, comenzando por el armamento nuclear, dependen ‎de sistemas espaciales. ‎

Con su nuevo mando espacial, Francia sigue los pasos de Estados Unidos. El presidente Trump ‎firmó en febrero una directiva que instituye la US Space Force, fuerza a cargo de las ‎operaciones militares de Estados Unidos en el espacio y que estará dirigida principalmente ‎contra Rusia y China.

Al poner la nueva fuerza en manos de la fuerza aérea, la comisión del ‎Senado estadounidense a cargo de los servicios armados definió el espacio como un «área de ‎conducción de la guerra». 





Todos los encuentros que Naciones Unidas promovió en marzo para ‎impedir la carrera armamentista en el espacio fracasaron debido a la oposición de ‎Estados Unidos, país que rechaza la apertura de una negociación para discutir un esbozo de ‎tratado, presentado por China y Rusia, que prohibiría el despliegue de armas en el espacio e ‎impondría una serie de límites legales al uso del espacio con fines militares. ‎

Mientras la atención de los medios de prensa se concentra en el «hombre volador» y sus ‎piruetas sobre los Campos Elíseos, nadie nos dice que dentro de poco habrá armas nucleares ‎en órbita alrededor de la Tierra, sobre nuestras cabezas. ‎

RED VOLTAIRE | ROMA (ITALIA) | 17 DE JULIO DE 2019


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