Levitar objetos con la mente. Imagen ilustrativa. (Dominio público/pxhere)
POR MICHAEL JAWER
30 de Octubre de 2019
Actualizado: 30 de Octubre de 2019
En su libro “El alma del autismo”, el autor Bill Stillman ofrece decenas de ejemplos de personas con trastorno del espectro autista (TEA) que han tenido experiencias espirituales, psíquicas, paranormales o como quieras llamarlas. Stillman, quien tiene el síndrome de Asperger, escribe sobre estas percepciones con un conocimiento de primera mano.
Otro autor con TEA, Donna Williams, ha relatado sus propias experiencias psíquicas, conectándolas con sensibilidad sensorial y límites delgados. Incluso entre los sabios, que constituyen alrededor del 10% de personas con TEA, no se desconocen las percepciones paranormales.
Un estudio a gran escala de niños superdotados en la década de 1970, presentó algunos casos cuyos padres informaron que su hijo o hija tenían percepción extrasensorial. Una clasificación más reciente por el experto erudito Dr. Darold Treffert indica un puñado similar de casos.
La evidencia acumulada sugiere que las personas con TEA o, para el caso, un trastorno del procesamiento sensorial (SPD) son, desde una edad temprana, bombardeados por estímulos sensoriales que ellos tienen problema para discriminar. Sus límites, podríamos decir, son más delgados que los de otras personas para quienes la entre “externo” e “interno” es más constante , más firme.
Pero incluso entre personas que viven con esta condición, hay un espectro entre las formas de alto funcionamiento y las de bajo funcionamiento. Las personas con formas elevadas de funcionamiento de TEA o SPD, tendrán límites un poco más gruesos y una concepción más plenamente delineada de sí mismo. Las personas con formas de bajo funcionamiento serán más propensas a encerrarse en su propio mundo, disociarse de sentimientos y sensaciones que llegan a ser abrumadores, y se vuelven menos comprometidos y comunicativos.
Quizás la ilustración más destacada … es Matthew Manning, un británico de 58 años que, a la edad de 11 años, comenzó a encontrarse en el centro de una serie de exhibiciones poltergeist cada vez más poderosas
El autor propone, (para una explicación más completa vea mi libro “La anatomía Espiritual de la Emoción”), que gente de límites delgados tienen más probabilidades para reportar percepciones raras, mientras que las personas de límites gruesos tienen más probabilidades de generar anomalías.
Tal vez el ejemplo más destacado de este último es Matthew Manning, un británico de 58 años de edad, quien a la edad de 11, comenzó a encontrarse a sí mismo en el centro de una serie de manifestaciones poltergeists cada vez más poderosas.
Ellos comenzaron con el “simple” movimiento no contabilizado de una jarra de plata y de una maceta para luego, cuando tenía 15 años y vivía en una casa mucho más antigua del siglo XVIII en Cambridgeshire, levitando muebles por el aire junto a diversos objetos de la casa que los hacía circular a toda velocidad.
Aún más extraño, cientos de firmas de personas muertas, todos de diferentes manos, comenzaron a aparecer garabateadas en la pared de la habitación de Manning. La primera firma fue de un tal Robert Webbe, una figura del siglo XVII que dejó un mensaje que indicaba, como Manning lo expresa en una entrevista con GQ, en la que él “parecía no tener ni idea de que estaba muerto”.
Las personas con formas de bajo funcionamiento serán más propensas a encerrarse en su propio mundo, disociarse de sentimientos y sensaciones que llegan a ser abrumadores, y se vuelven menos comprometidos y comunicativos
Mover objetos mentalmente. Imagen ilustrativa. (CC0 Public Domain/pxhere)
En una ocasión, atestiguado por observadores, el padre de Manning condujo a toda la familia al jardín, dejando el dormitorio de su hijo acordonado con un lápiz sobre la cama.
Cuando ellos regresaron después de diez minutos, se había añadido otra inscripción. Algunos de los nombres, que fueron fotografiados sistemáticamente, aparecen en los registros históricos parroquiales; otros eran de procedencia desconocida.
La historia aún se vuelve más extraña. La familia se mudó a otra casa, con lo cual, en palabras de su hermano Andrew, el poltergeis “simplemente estalló, como un volcán debajo de la casa. Cuando se puso muy mal me fui a dormir en la habitación de mi hermana.
La casa no tenía alfombra porque simplemente nos acabábamos de mudar y eso hacía mucho más ruidosos los golpes, choques, etc. –bangings, crashings, thumpings-.
No tuvimos ninguna explicación. Solo esperábamos que parara”.
La casa no tenía alfombra porque simplemente nos acabábamos de mudar y eso hacía mucho más ruidosos los golpes, choques, etc. –bangings, crashings, thumpings-.
No tuvimos ninguna explicación. Solo esperábamos que parara”.
Cuando Matthew fue enviado a la escuela, sus padres y hermanos experimentaron “una ola de alivio que había dejado”, escribió Richard Chalmers de GQ. Pero el internado luego sufrió una situación similar.
Uno de los excompañeros de Manning, recuerda:
Uno de los excompañeros de Manning, recuerda:
“24 de nosotros estuvimos en literas. Las cosas empezaron a suceder. Apareció agua de la nada. Recuerdo que mi cama se movía cuando no hubo nadie cerca.
En una ocasión, de la nada, un montón de platos de la cena se vino abajo, y se hizo añicos en el suelo. De donde vinieron, ¿quién sabe de dónde? Mateo estuvo asustado. Yo estaba aterrorizado sangriento. Era el tipo de experiencia que…, a menos que se haya pasado por eso, no puede comenzar a comprender”.
Levitación en el comedor. Imagen ilustrativa. (Sandeep Handa/Pixabay)
La historia toma un giro más. Mientras trabajaba en un ensayo, Matthew descubrió que su mano comenzó a producir una escritura que no era la suya.
Al principio estuvo muy desconcertado.
Pero entonces, después de producir una composición larga, se dio cuenta de que la actividad poltergeist cesó durante unas 24 horas. Así que nuevamente intentó en forma deliberada.
“Mucho de lo que ocurrió, recuerda, no tenía sentido; otras cosas parecían ser mensajes de personas que ya habían muerto. … Yo siempre había imaginado que la escritura automática, fuera lo que fuera, probablemente eran destellos que estaban saliendo de mi inconsciente. … Pero cuando empecé a escribir en chino y árabe, bueno…, eso me asustó un poco debido a que no tenía consciencia de esos idiomas, ni estaban presente en mi subconsciente”.
Matthew tampoco era algún tipo de artista, a pesar de haber sido impulsado por su madre a un “canal” artístico; sin embargo, produjo una serie de imágenes reminiscentes de artistas que van desde Alberto Durero (un pintor del siglo XVI e impresor) y Aubrey Beardsley (un pintor e impresor del siglo XIX) hasta los de Pablo Picasso.
Los dibujos “parecían ser un imitación sorprendente… aunque defectuosos en algunos detalles técnicos; su estilo y ejecución reflejaban fielmente el modelo original”, explicó Jan Ehrenwald, en “The ESP Experience: A Psychiatric Validation”.
Esta notable capacidad es exactamente lo que distingue a los sabios, pero Matthew no está notablemente afectado y, de hecho, está muy a gusto en casa como un conversador. Entonces, ¿tiene Matthew algún toque de autismo?
Imágen ilustrativa. (LIU JIN/AFP via Getty Images)
Es difícil decirlo, pero pudo haber tenido una forma más pronunciada de autismo cuando era niño. Matthew es recordado por el psicólogo Peter Bander como “una persona introvertida que… absolutamente se negaba a hablar con extraños.
Cuando era regañado por travesuras, se retiraba a un rincón y permanecía allí, a veces hasta por horas, acurrucado en total aislamiento”.
Años más tarde, el director de su colegio lo describió como a “un solitario y bastante letárgico”. Manning podría haber surgido de esta introspección, dada las muchas entrevistas y apariciones públicas que emprendió desde su adolescencia hasta los veinte años.
Años más tarde, el director de su colegio lo describió como a “un solitario y bastante letárgico”. Manning podría haber surgido de esta introspección, dada las muchas entrevistas y apariciones públicas que emprendió desde su adolescencia hasta los veinte años.
Cuando consideramos qué podría haberle producido esto a alguien como Matthew Manning; es significativo que, tres semanas antes de que él naciera, su madre sufrió una descarga eléctrica tan severa que temió perderlo.
Esto refuerza el punto que he argumentado anteriormente, que los desafíos para el desarrollo normal en el útero pueden ser el precursor más seguro de las condiciones que hemos visto, ya sea sinestesia, autismo, savantismo, prodigiosidad, sensibilidad ambiental, o la sintonización con/o la generación de experiencias anómalas.
Michael Jawer ha estado investigando la base mente/cuerpo de personalidad y salud en los últimos 15 años. Sus artículos y trabajos han aparecido en Spirituality & Health, Explore: The Journal of Journal of Science and Healing, Noetic Now y Science & Consciousness Review. Jawer ha hablado ante la Asociación Americana de Psicología y ha sido entrevistado por varias publicaciones. Su último libro, escrito con Marc Micozzi, MD, Dolctor., es “Su tipo emocional”.
Su sitio web es: www.youremotionaltype.com. Su libro anterior se titula “La Anatomía Espiritual de la Emoción”, su sitio web es: www.emotiongateway.com.
Puede comunicarse con Jawer en mjawer@emotiongateway.com.
Este artículo fue publicado originalmente por ‘Psychology Today’.
No hay comentarios:
Publicar un comentario