“El coronavirus servirá para matar todos los derechos laborales.
Despidos sin indemnizaciones, adiós a las pagas extras ni prorrateadas, la nueva empresa podrá aplicar descuentos por baja producción.
En una década el trabajo ya será propiedad de los robots y todos viviremos de paguitas esclavas de granja animal, el nuevo socialismo no competitivo”.
6 de junio de 2020
La vida laboral física como al conocemos dará el salto al teletrabajo, y del teletrabajo a la sustitución del trabajo informático desarrollado por personas a ser desarrollado integralmente por ordenadores y robots.
Ordenadores y robots (que son lo mismo), compartirán datos de CPU a criterio del nuevo perfil de empresario. Moisés Barrio Andrés de Idesoft desarrolla el perfil de la nueva empresa software.
Si de algo se servirán los nuevo cambios es del fin de todos los derechos laborales.
Especialmente el fin de las pagas extras al que se acogerán todas las empresas por caída contingente de la producción. Del mismo modo que en los nuevos contratos ya no se incluirán pagas prorrateadas sino simplemente el salario bruto.
Algo nuevo: las empresas podrán descontar el salario de los trabajadores si por contingencia los gastos e imprevistos intangibles por producción y entrega superan las expectativas de beneficio.
Del salario bruto se descontará todo, transporte, uniformes, alimentación. Todo correará a cargo del trabajador. De un plumazo han barrido todo el histórico de derechos laborales.
Dirán que es contingente hasta la normalización de la producción, pero esto es ya para siempre porque en una década el trabajo ya será propiedad de los robots.
Dirán que es contingente hasta la normalización de la producción, pero esto es ya para siempre porque en una década el trabajo ya será propiedad de los robots.
El despisto libre será la tónica común a excepción de las empresas que lo firmen como estímulo y solo para trabajadores cualificados y altamente cualificados como forma de atraerlos.
El nuevo socialismo del Nuevo Orden Mundial no competitivo dejará la competencia en manos exclusivas de las grandes corporaciones mientras únicamente la pequeña empresa con característica muy singulares podrá serlo.
El resto como los hipermercados absorberán a todas las pequeñas tiendas. Solo y como ahora las que practican el dumping con bajísimos sueldos y muchísimas horas como las tiendas de alimentación de pakistaníes y chinos podrán vivir.
Si por algo el NOM ha elegido al socialismo y el modelo dumping de trabajo y productividad laboral es porque es el modelo que más se ajusta a la decisión de la supresión de derechos. Un camino a medias entre el conocido dumping chino y el agresivo mercado libre de trabajo norteamericano.
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