La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha iniciado una campaña contra las herejías sanitarias para preparar las vacunaciones masivas contra el coronavirus. Se trata de fomentar la confianza en las vacunas que las empresas farmacéuticas están elaborando (1).
Para ello cuenta con un equipo especializado en influir sobre la opinión pública en campañas políticas y socavar al mismo tiempo la credibilidad de los antivacunas. Se trata del Grupo Asesor Técnico (TAG) sobre Conocimientos y Ciencias del Comportamiento para la Salud, que forma parte de la misma OMS, al que se sumará Cass Sunstein, director del Curso de Economía del Comportamiento y Política Pública de la Facultad de Derecho de Harvard (2).
Así lo reconoció la semana pasada, el Director General de la OMS, Tedros Ghebreyesus, en dos mensajes publicados en Twitter (3).
Sunstein, que aparece en la imagen de portada, es un especialista en cazas de brujas. Fue director de la Oficina de Información y Asuntos Regulatorios de Obama, donde supervisó las políticas relacionadas con la “calidad de la información”.
En 2008 escribió un artículo seudocientífico en el que proponía que los gobiernos emplearan equipos de agentes encubiertos para “infiltrarse cognitivamente” en los grupos disidentes de la red y en sitios web que promovieran “falsas teorías de la conspiración” contra el gobierno de Washington. En el artículo, Sunstein destacaba el potencial de la infiltración cognitiva en los “grupos extremistas” para introducir diversidad informativa en ellos y exponer las insostenibles teorías de conspiración.
El gobierno de Washington debía dirigir las operaciones sicológicas de infiltración para aumentar la confianza en su política y en los responsables de la misma, socavando la credibilidad de los herejes que la cuestionan.
También debían mantener un vigoroso “cuerpo de desinformación” para contrarrestar a los grupos de conspiranoicos que se oponen a las políticas del gobierno estadounidense. Para ello, debían introducir en las redes sociales agentes encubiertos, terceros pagados por el gobierno o incluso grupos reales de personas.
Sunstein también abogaba por pagar a “expertos independientes” para que defiendan públicamente al gobierno, ya sea en la televisión o en los medios de comunicación social. Es efectivo porque la población ya no confía tanto en el gobierno como en los comentaristas que aparecen con el marchamo de “independientes”.
Como ya anunciamos en agosto, la OMS ya ha firmado un contrato con la empresa de relaciones públicas Hill & Knowlton, conocida por su papel en la fabricación de falsedades para apoyar la Guerra del Golfo. El contrato quiere “asegurar la credibilidad científica y de salud pública de la OMS para garantizar que se siga el asesoramiento y la orientación de la OMS”.
La OMS ha pagado 135.000 dólares a Hill & Knowlton para sobornar para los personajes influyentes de las redes que promuevan sus recomendaciones en los medios de comunicación social y crear una imagen propia como “autoridad” en materia de coronavirus.
(1) https://www.youtube.com/watch?v=9jYSb7BgkgM
(2) https://hls.harvard.edu/faculty/directory/10871/Sunstein
(3) https://twitter.com/DrTedros/status/1317032112701267971?s=20
(4) https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=1084585
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