Tímida defensa del Valle de los Caídos, y de que una comunidad -no mencionan a los benedictinos- se encargue del culto. “Nos parece que en ese lugar, incluso resignificado y acogiendo las diversas perspectivas de la vida, siga habiendo un templo, una basílica pontificia, en la que se ore por el eterno descanso de los difuntos”.
Esta semana ha tenido lugar el encuentro de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. Al concluir la misma, el secretario de la CEE y obispo auxiliar de Valladolid, Luis Argüello, ha tenido un encuentro con los periodistas en el que se ha pronunciado sobre el Valle de los Caídos.
El portavoz de los obispos españoles, Luis Argüello, comentó que, durante el encuentro de un equipo de trabajo que se creo tras la reunión de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, y el presidente de la CEE, el cardenal Omella, trasladaron -además de otras cuestiones- su preocupación por las leyes de Eutanasia y de Memoria Democrática.
“El asunto del Valle de los Caídos es importante, pero la gravedad de otros aspectos de la Ley de Memoria Democrática a mí me parecen de mayor relevancia”, dijo Argüello. “Es grave el querer escribir una historia oficial y que además quiera después hacerse pauta educativa en una suerte de vieja ‘Formación del espíritu nacional’”, añadió haciendo referencia a la asignatura presente en las escuelas durante el régimen de Franco.
También hay una preocupación, dice el prelado, en lo que supone de “enmienda de algunos aspectos centrales del acuerdo de la Transición”. Argüello confesó que durante los años 70 “estaba cercano” a la Junta Democrática de España, que estaba encabezada por el Partido Comunista.
“La Junta Democrática gritaba por las calles ‘amnistía y reconciliación’”, comentó el obispo, que aseguró que “el corazón de la propuesta era de reconciliación, de mirar hacia adelante”. Una postura de caer en la cuenta “de las responsabilidades históricas de unos y otros. Desde luego haciendo en la propia transición democrática una enmienda a la totalidad al régimen anterior”.
Sobre la calificación como cementerio civil del Valle, al obispo auxiliar de Valladolid le “resulta anacrónico hablar de cementerios civiles” ya que “la vieja distinción entre cementerios civiles y no civiles (…) afortunadamente es una cuestión superada”.
Sobre el Valle “en su conjunto”, Argüello dijo que los obispos creen que la cruz “es un signo de reconciliación, que la cruz es un lugar donde murió una víctima, que la cruz habla de reconciliación”. “Nos parece que en ese lugar, incluso resignificado y acogiendo las diversas perspectivas de la vida, siga habiendo un templo, una basílica pontificia, en la que se ore por el eterno descanso de los difuntos.
En el que la celebración de la eucaristía, que es la muerte y resurrección de Jesucristo, sea una referencia de esperanza para aquellos que así quieran, digamos, consolar su dolor y avivar su esperanza”, afirmó el portavoz del episcopado.
“Evidentemente si hay cruz, si hay basílica, nosotros pensamos que es importante que haya una comunidad que mantenga el culto en esa basílica”, dijo Argüello sin mencionar a los benedictinos. “Desde luego, además puede haber modificaciones en lo que las fundaciones que están allí presentes puedan realizar en sus actividades”, añadió.
El portavoz de la CEE mencionó la “dramática Guerra Civil”, añadiendo que nadie quiere eso y por eso “queremos vacunarnos contra toda cultura de enfrentamiento, ante toda propuesta de división renovada de los españoles, entre un color y otro color, entre un bando y otro bando”.
“Todos tenemos que hacer esfuerzos para que todo el mundo pueda sentirse acogido y reconocido en ese lugar, pero sobre todo en la vida social española en su conjunto”, concluyó.
Por INFOVATICANA | 01 octubre, 2020
https://infovaticana.com/2020/10/01/los-obispos-piensan-que-es-importante-que-haya-una-comunidad-que-mantenga-el-culto-en-el-valle/
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