Desde marzo, cuando comenzaron los confinamientos por la pandemia, no habíamos tenido noticias sobre Voyager 2.
Pero esto no se debió a ningún tipo de fallo producto del entorno interestelar. En esta ocasión, fue todo producto de un mantenimiento de rutina.
La NASA tuvo que hacer mejoras críticas requeridas en la Estación 43 de Espacio Profundo (DSS-43) en Australia, la única antena en la Tierra que puede enviar comandos a la sonda, que actualmente se encuentra a 18.700 millones de kilómetros de distancia y alejándose.
Durante la ventana de tiempo de estas modificaciones, se ha interrumpido la capacidad de enviar, pero no la de recibir señales. La renovación de DSS-43 aún sigue en curso y se espera que sea completada en febrero de 2021.
No obstante, gran parte de las mejoras ya han sido instaladas y quedaron listas para pruebas preliminares.
En este contexto, la semana pasada la NASA ha reportado que Voyager 2 respondió a una señal de prueba, confirmando que está todo OK y ejecutando los comandos recibidos sin problemas.
For the past 8-months, Deep Space Station 43 has been undergoing upgrades. @NASAVoyager-2 has been waiting for us to be able to send it commands once again.
On Friday 30th October, we sent those commands & after a 34hour 48 min round trip time, a “hello” came back! #DSS43 @CSIRO pic.twitter.com/qyMEc9Jkxc — CanberraDSN (@CanberraDSN) November 2, 2020
Los pings exitosos entre antenas de radio y una nave espacial no son usualmente algo que se destaque mucho en las noticias, pero cuando hablamos de la histórica Voyager 2, parte de la misión más extensa de la NASA en el espacio, es menester prestarle su debida atención. Sobre todo considerando un periodo de silencio tan importante.
De acuerdo a la NASA, DSS-43 no había estado fuera de línea durante tanto tiempo desde hace 30 años.
La vieja antena que necesitó ser reemplazada había estado transmitiendo por 47 años.
La sonda espacial Voyager 2 fue lanzada el 20 de agosto de 1977 desde Cabo Cañaveral, en un cohete Titán-Centauro.
Es idéntica a su sonda hermana, la Voyager 1. Pero… ¿por qué esta antena es la única que puede emitir señales a la sonda?
La razón es puramente tecnológica.
Como resultado del sobrevuelo de la luna Tritón de Neptuno en 1989, la trayectoria de Voyager se inclinó hacia el sur relativo del plano del sistema solar, lo que significa que las antenas en el hemisferio norte de la Tierra no tienen manera de contactarla.
Las antenas instaladas en Australia, por lo tanto, son las únicas que pueden emitir señales a la sonda, a menos que las dejes fuera de línea como en esta ocasión.
Y aún así, los científicos jamás dejaron de pensar en Voyager 2. «Siempre estamos hablando a la nave.
Lo hemos estado haciendo diariamente», dijo a CNN Suzanne Dodd, gerente de proyecto de la Misión Interestelar Voyager. «Podemos ver su salud. Si esta se deteriora, lo sabríamos».
Fuente: ScienceAlert. Edición: MP.
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