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jueves, 8 de septiembre de 2022

La Estela del Sueño: Cómo un sueño cambió el curso de la historia egipcia


6 SEPTIEMBRE, 2022 - 13:00 ANCIENT-ORIGINS

Alrededor del año 1400 a. C., Menkheperure, un príncipe egipcio, dio un paseo hasta las pirámides de Giza. Al llegar a su destino, cazó un poco antes de quedarse dormido bajo la sombra de la Gran Esfinge. Sabemos esto porque los detalles exactos de este día fueron escritos en piedra en lo que se conoce como la Estela del Sueño o la Estela de la Esfinge. La Estela del Sueño es un artefacto increíblemente importante porque cuenta la historia de un sueño que alteraría el curso de la historia egipcia.

El origen de la estela del sueño

La historia cuenta que Menkheperure se durmió a la sombra de la Gran Esfinge de Giza. El joven soñó que la Esfinge, en la forma del dios Harmachis-Re-Atum, le prometía que se convertiría en rey si se quitaba la arena que cubría su cuerpo. 

Y no cualquier rey tampoco. Unirá el Alto y el Bajo Egipto para convertirse en rey de todo Egipto. “La arena del desierto, ahora me cubre por completo. He estado esperando que hagas lo que está en mi corazón, porque sé muy bien que eres mi hijo y protector.”



La estela del sueño de Giza, que se encuentra entre las patas delanteras de la Esfinge, según lo registrado por Karl Richard Lepsius, un egiptólogo, lingüista y arqueólogo moderno prusiano pionero. (Karl Richard Lepsius / Dominio público)

Menkheperure accedió a retirar la arena y lo hizo con prontitud. A cambio, la Esfinge cumplió su promesa y Menkheperure se convirtió en rey tanto del Alto como del Bajo Egipto, tomando el nombre de Faraón Tutmosis IV.

Tutmosis IV no fue elegido por su padre Amenhotep II como su sucesor, pero la promesa de la Esfinge se había ocupado de eso. Cuando llegó el momento de un nuevo rey, algunos hermanos mayores inconvenientes, que se interpusieron en el camino del elegido de la Esfinge, y la corona desaparecieron sin dejar rastro. Se encontraron fragmentos de inscripciones rotas de estos hermanos alrededor de la Esfinge.

Al convertirse en rey, Tutmosis se puso a trabajar directamente en una serie de cosas que ayudaron convenientemente a su imagen. En primer lugar, cambió las genealogías del palacio para que su madre, que era una concubina menor llamada Tiaa, se convirtiera en la “Gran Esposa Real” del reino. 

En agradecimiento a la Esfinge, Tutmosis hizo que limpiaran más la arena alrededor de la Esfinge y al hacerlo descubrió que las partes inferiores se estaban desmoronando. Hizo reparar la Esfinge cuando se descubrió esto. Finalmente, encargó la construcción de la Estela del Sueño en conmemoración del sueño que cambió su vida.



La Estela del Sueño de Thutmosis IV se encuentra entre las patas delanteras de la Esfinge en Giza, Egipto, y el sueño en la estela predijo una gran fortuna para quien lo soñó. (Lucas /CC BY-NC-SA 2.0)
La construcción de la estela del sueño y los detalles del sueño

La estela narra los acontecimientos del sueño de Tutmosis y subraya la dedicación del rey a su pueblo. Está inscrito en una gran losa de granito rosa de Asuán que mide 360 ​​cm x 218 cm. Encima, hay representaciones del rey Tutmosis ofreciendo libaciones a la Gran Esfinge.

La estela es en realidad un dintel de puerta de piedra reutilizado (la piedra horizontal colocada en la parte superior de las aberturas de las puertas) tomado de la tumba del rey Khafre, quien comúnmente se cree que encargó la construcción de la Esfinge. Tutmosis hizo colocar la estela entre las piernas de la Gran Esfinge para que todos vieran el lugar exacto donde soñó que se convertiría en Faraón. La propia estela indica que fue colocada allí durante el primer año del reinado de Tutmosis, aproximadamente en el 1419 a.C.

El texto de la Estela del Sueño no solo cuenta la historia del sueño de Tutmosis. Muchos han indicado que probablemente tiene motivaciones políticas detrás. La estela parece servir como propaganda para el nuevo rey.

En primer lugar, la estela no rehuye el hecho de que la Esfinge se le apareció a Tutmosis en la forma del dios Harmachis-Re-Atum. Esta es una indicación no tan sutil de que Tutmosis fue hecho rey gracias a la bendición de un dios. Este vínculo con lo divino habría legitimado su posición como rey. 

“Mírame, mírame, hijo mío Tutmosis. Yo soy tu padre, Horemakhet-Khepri-Atum, y te daré el reinado en la tierra, frente a todos los seres vivientes. Llevarás las coronas blanca y roja sobre el trono de Geb, el príncipe heredero”.


Primer plano de una escena de la estela del sueño que representa a Tutmosis IV dando ofrendas a la Gran Esfinge de Giza. De una reproducción de tamaño completo que se exhibe en el Museo Egipcio Rosacruz, San José, California. (Captmondo / CC BY-SA 3.0)
Teorías sobre si algo de esto sucedió

Muchos han especulado sobre la autenticidad de la historia de Tutmosis y la Estela del Sueño. Algunos han sugerido que Tutmosis inventó todo después de que él asesinó a sus hermanos y usurpó la corona. La estela y la historia que la acompaña solo sirvieron para justificar sus acciones.

Otros han sugerido que el sueño de Tutmosis sucedió, pero en realidad fue una visión causada por una epilepsia hereditaria. La razón de esta teoría es que Tutmosis no fue el único en su línea hereditaria que reportó fuertes visiones religiosas y también murió inesperadamente temprano. Su hijo Amenofis III, su nieto Akenatón, así como Smenkhkare y Tutankamón también sufrieron el mismo destino. Algunos han especulado que padecían el mismo síndrome de epilepsia temporal familiar.

Algunos expertos creen que La Estela del Sueño ni siquiera data del reinado de Tutmosis IV a pesar de lo que puedan afirmar sus inscripciones. Hay errores e irregularidades en la ortografía que son inconsistentes con esta fecha y tipo de monumento. Es posible que esto se deba a que las inscripciones que se encuentran hoy en el monumento son intentos de restauración del original dañado que, de hecho, puede fecharse en Tutmosis IV. 

También es posible que simplemente se haya agregado a la Esfinge en una fecha muy posterior en un intento de aumentar su importancia. Independientemente de su origen, la Estela del Sueño es una parte importante de la historia egipcia.

Imagen de Portada: La Estela del Sueño de Tutmosis IV entre las patas delanteras de la Esfinge en Giza, Egipto. Fuente: Claudio Caridi / Adobe Stock

Autor Mark Brophy


Combing, B. 2017. Sphinx Dream. Disponible en: https://www.strangehistory.net/2017/11/05/sphinx-dream/

Hill, J. 2010. Dream Stele (Sphinx Stela). Disponible en: https://ancientegyptonline.co.uk/dream-stele/

Historical Eve. 2021. Dream Stele. What did the Sphinx promise Thutmose in his dream? Disponible en: https://historicaleve.com/dream-stele-sphinx-promise-thutmose-in-dream/


https://www.ancient-origins.es/mitos-leyendas-asia/estela-sueno-007740

sábado, 20 de agosto de 2022

Omm Sety: La egiptóloga británica que afirmaba ser la Reencarnación de una amante del faraón Seti I




16 JULIO, 2021 - 03:03 ANCIENT-ORIGINS

Cuando Dorothy Eady llegó a Egipto por primera vez, fue obvio para ella que ya había estado allí. Solo que su anterior visita al Nilo podría haber tenido lugar miles de años atrás.

Doroth nació el 16 de enero del año 1904 en el suburbio londinense de Blackhearth. Cuando tenía tres años, sufrió una terrible caída a la que sobrevivió ante la sorpresa de los médicos que la atendieron. Sin embargo, parece que el accidente al que se enfrentó fue el principio de una increíble vida: el momento en que se abrió la puerta de su memoria a los recuerdos de una vida pasada. Con el paso de los años, muchos escépticos han intentado refutar su desconcertante historia, pero nadie ha sido capaz hasta ahora de negar plenamente el hecho de que podría haber sido una de las amantes del faraón Seti I. (c. 1290 a. C. – 1279 a. C.)

¿La amante de un antiguo faraón?

Dorothy fue criada en el seno de una familia cristiana, y acudía a la iglesia habitualmente siendo niña. Cierto día, sus padres la llevaron al Museo Británico. 

Cuando vio allí la fotografía del templo de Seti I, faraón de la Dinastía XIX del Imperio Nuevo (padre de Ramsés II), exclamó que ésa era su casa. 

No podía entender por qué no había jardines y árboles en torno al templo, pero reconoció los monumentos y otros objetos de las salas de la colección egipcia del museo. 

Besó los pies de las estatuas, y muy poco después, decidió estudiar los jeroglíficos del antiguo Egipto.

Seti I realizando una ofrenda a Osiris. (CC BY-SA 2.5)

Uno de los profesores de Dorothy en esta materia fue el famoso E. A. Wallis Budge, quien la animó a estudiar la historia del antiguo Egipto. 

Dorothy tenía tan solo 15 años cuando describió el primer “encuentro” que había tenido en sueños con la momia del faraón Seti I. 

La muchacha afirmaba poder recordar su vida anterior en Egipto. 

Con el paso del tiempo, se fue sintiendo más y más atraída por la antigua religión egipcia y dejó de sentirse vinculada al cristianismo.


El rostro de la momia de Seti I. (Public Domain)

Dorothy se casó con el egipcio Eman Abdel Meguid en el año 1931. Este matrimonio fue como un pasaporte a su adorado Egipto, donde ejerció como profesora de inglés. Cuando sus pies pisaron tierra egipcia por primera vez, besó el suelo y se sintió como si su antiguo hogar le diese la bienvenida. 

Tuvo un hijo al que llamó Sety. En esta época, afirmaba tener visiones relacionadas con Hor-Ra. También descubrió su antiguo nombre egipcio: Bentreshyt, que significa ‘arpa de alegría’. En sus visiones también vio a su antigua familia

Dorothy dijo entonces que fue la hija de uno de los soldados de Seti I y una verdulera. Su madre murió cuando ella tenía tres años, por lo que la niña fue entregada en el templo de Abydos, donde creció y se convirtió en sacerdotisa. A los 12 años, siempre según el relato de Dorothy, se convirtió en una virgen consagrada. Pero algunos años más tarde conocería a un ‘dios viviente’: el faraón Seti I. Se convirtieron en amantes, y Bentreshyt se quedó embarazada. 

Desgraciadamente, el de estos amantes no fue un destino feliz. El Sumo Sacerdote del templo le comunicó a la muchacha que su embarazo era una ofensa contra Isis y le causaría numerosos problemas al faraón, por lo que ella decidió suicidarse.

La ciudad eterna de Abydos

Tras 19 años viviendo en El Cairo, Dorothy Eady decidió mudarse a Abydos. Por aquel entonces tenía ya 52 años, e instaló su hogar cerca del monte Pega. Según antiguas creencias, este monte era una vía al más allá. En esta época de su vida, Dorothy empezó a ser conocida como Omm Sety, que significa “madre de Sety”.

Omm Sety creía haber vuelto finalmente a su hogar. En el transcurso de una de sus visitas al templo, el inspector jefe del Departamento de Antigüedades decidió poner a prueba sus conocimientos. Sentía curiosidad por ver hasta qué punto resultaban convincentes las explicaciones de la mujer. Pidió a Dorothy que se pusiera frente a las pinturas murales del templo estando a oscuras. A continuación le instó a que las identificara de acuerdo con lo que recordaba de su vida anterior.

Al superar Dorothy la prueba sin cometer ningún error, muchos dejaron de dudar de su historia. Durante su estancia en Abydos, realizó numerosas colaboraciones con egiptólogos que solicitaron su ayuda. Publicó diversos libros por su cuenta, aunque también participó en los trabajos de otros investigadores. 

El tema más recurrente de su estudio era, por supuesto, el templo de Seti I de Abydos. Dorothy ayudó a descubrir su jardín, donde según su propio relato conoció al faraón Seti I. Las excavaciones revelaron este espacio, que al parecer conservaba exactamente el mismo aspecto que en la antigüedad, siempre según la descripción aportada por Dorothy.


Templo de Seti I en Abydos. (CC BY-SA 2.5)

Eady comunicó también a otros investigadores en qué consistían algunas oraciones y ritos tradicionales del antiguo Egipto. Sabía de qué trataban muchos papiros religiosos incluso antes de leerlos. Sus descripciones de los monumentos, relieves, y otros elementos que ya conocía de su vida anterior, eran confirmadas una y otra vez por las excavaciones.La impresionante tumba del faraón Seti I renacerá en 3D
Los investigadores no podían creerlo

De este modo, muchos egiptólogos fueron incapaces de refutar sus afirmaciones. Eady poseía conocimientos a los que no tenían acceso ni siquiera los especialistas que llevaban muchos años trabajando en Egipto. Uno de ellos era el famoso egiptólogo británico Kenneth Kitchen. Aunque no quiso admitirlo abiertamente, según algunas fuentes este investigador creía en el testimonio de Dorothy. Nicholas Reeves también ha tenido en cuenta las visiones de la mujer a la hora de buscar la tumba de Nefertiti. Según Eady, se encuentra en el Valle de los Reyes:

“En una ocasión le pregunté a Su Majestad dónde se encontraba, y me lo contó. Me dijo ‘¿Por qué quieres saberlo?’ Yo respondí que deseaba excavar en ella, y me contestó ‘No, no debes. No queremos que se sepa nada más de esa familia.’ Pero en realidad me dijo donde estaba, y yo puedo contar hasta aquí: se encuentra en el Valle de los Reyes, y bastante cerca de la tumba de Tutankamón. Pero en un lugar en el que a nadie se le ocurriría buscar,” rió. “Y al parecer aún sigue intacta…”

Durante décadas, Eady fue la inspiración de muchos investigadores. Sus relatos sobre la vida y la muerte en la época de Seti I también conmovieron a muchos. Se realizaron numerosos descubrimientos basados en sus palabras. Gracias a la información aportada por la mujer, los investigadores encabezados por Otto Schaden descubrieron la tumba KV63 en el Valle de los Reyes, que se encontraba cerca de la tumba de Tutankamón y albergaba enterramientos de mujeres de la época de la Dinastía XVIII.


Valle de los Reyes, KV63. (Public Domain)

Dos almas se reencuentran

Dorothy Eady murió a los 81 años, y fue enterrada en el cementerio copto de Abydos. La mujer creía que la muerte le permitiría reencontrarse con su amado Seti I. Incluso en la actualidad, los investigadores aún intentan demostrar que era una farsante que había conseguido acceder de algún modo a información de primera mano y con grandes dotes interpretativas. Según otros, se trataba de una de las mujeres más fascinantes que habían conocido jamás.

Imagen de portada: Dorothy Eady. (ashraf62.wordpress.com)


Jonathan Cott, The Search for Omm Sety,1987.

Omm Sety 1904 – 1981 by Barbara Lesko, disponible en: https://www.brown.edu/Research/Breaking_Ground/bios/Sety_Omm.pdf

Omm Sety – Priestess of Ancient Egypt? By Brian Haughton, disponible en: https://brian-haughton.com/ancient-mysteries-articles/omm-sety-priestess-of-ancient-egypt/


https://www.ancient-origins.es/fenomenos-inexplicables/omm-sety-reencarnacion-003551

viernes, 22 de julio de 2022

Un Papiro de 3,500 años registra la aparición de varios 'Discos de Fuego' que cubrieron todo el cielo y brillaron más que el sol.


El papiro del Antiguo Egipto puede probar que los avistamientos de ovnis no son solo un fenómeno moderno.

Se podría suponer que los ovnis son un fenómeno moderno derivado del incidente de Roswell en 1947, que desencadenó una ola de obsesión con los extraterrestres y el espacio profundo en los EE. UU. y más tarde en el mundo.

Pero los ovnis han dejado perplejos a los humanos desde antes de que se registrara la historia, con pinturas rupestres encontradas en todo el mundo que aparentemente representan a visitantes extraterrestres del espacio exterior.

También hay relatos históricos tempranos de hace miles de años que dan la impresión de que nuestros antepasados ​​estaban más familiarizados con los ovnis de lo que pensamos, aunque es posible que no los hayan asociado necesariamente con extraterrestres.


Un ejemplo particular proviene del año 1440 aC en el Antiguo Egipto. Según informes discutidos supuestamente registrados por los escribas del faraón Thutmosis III, se vieron "discos de fuego" flotando sobre los cielos del Bajo Egipto.

https://www.extranotix.com/2022/06/un-papiro-de-3500-anos-registra-la.html

¿ Evidencia de que los Faraones Egipcios eran Extraterrestres ?

viernes, 24 de junio de 2022

El misterio de las pirámides en miniatura de Sudán


24 JUNIO, 2022 - 05:29 JOHNBLACK

Los Egipcios construyeron las pirámides como tumbas durante cientos de años, una tradición de la que aún desconocemos sus orígenes así como los motivos por los que la forma piramidal era tan importante para los faraones. Lo que sí sabemos es que en el interior de la Gran Pirámide de Keops (en Egipcio antiguo Jufu) nunca se descubrió una tumba. En ella tampoco aparece ningún tipo de jeroglífico, salvo en una pequeña esquina de un oscuro lugar donde, de manera muy tosca, fue dibujado el signo de Keops, lo que hace del uso de la pirámide como enclave funerario un argumento cuestionable.

Fue a finales del siglo VI a. C., cuando se abandonó la construcción de las pirámides como tumbas, entonces ¿hasta cuándo fue considerada importante? Justo en el mismo período de tiempo en que los Nubios (Nubia es en la actualidad una región de Sudán) invadieron Egipto y lo ocuparon. Gobernaron Egipto durante casi 100 años, antes de ser expulsados del país. Sin embargo, la influencia de Egipto sobre los nubios fue algo que probablemente siguió produciéndose tras la expulsión.

Las 80 pirámides que descubrieron en Meroe, Sudán, son de tamaño medio, similares pero no idénticas a las pirámides egipcias que fueron utilizadas como tumbas para la nobleza nubia y gentes de alto rango. Hasta ahora se han descubierto más de 220 pirámides reales en todo Sudán. Los nubios copiaron la forma de la pirámide egipcia (de menor tamaño) añadiéndoles una piedra sobre su cúspide. Estas piedras vendrían a ser símbolos solares. En total en Sudán se han descubierto más pirámides que en Egipto, lo que hace que nos planteemos la posibilidad de que los nubios 'robasen' la tradición del uso de la pirámide de los egipcios.

La parte interesante de esta historia se halla en un cementerio, recientemente descubierto en Sudán, en la zona de Sedeigna, a 450 millas de Meroe. Nuevas excavaciones arqueológicas han encontrado un denso campo de mini-pirámides, que van desde los 75 centímetros hasta casi un metro, donde las más pequeñas aparecen construidas sobre tumbas infantiles. Las inscripciones que se descubrieron revelaron que el cementerio, en un principio, tuvo miles de cámaras funerarias bajo las pirámides pequeñas, haciendo así del cementerio un misterio aún más intrigante.

Generalmente, en este tipo de cementerio se veían una media de 20-30 pirámides, como tumbas de la élite. Pero aquí las cosas son diferentes, como dijo Vincent Francigny, investigador miembro del Museo Americano de Historia Natural. Aunque la época en que se construyó el cementerio en Sedeigna, se corresponda con los tiempos en los que el exclusivo monopolio de las pirámides reales comenzó a desvanecerse, eso no explica, según Francigny, el gran número de monumentos ni el papel que tuvieron. ¿Podrían demostrar que los monumentos pirámidales eran disponibles para todo el mundo y sugerir una cierta igualdad entre las personas?

Algunos de los monumentos excavados tienen en su interior una extraña estructura circular de piedras que no ha podido ser explicada ya que no ofrece ningún apoyo a la estructura de la misma pirámide. Francigny cree que la estructura circular sería parte, probablemente, de una tradición funeraria más antigua que fue afectada, finalmente, por la nueva influencia egipcia

Sedeinga era la ciudad que conectó el reino nubio de Meroe con Egipto, lugar de paso para las caravanas comerciales entre Egipto y Nubia. Hecho que podría explicar la riqueza de Sedeinga, demostrada en la gran cantidad de monumentos erigidos en este cementerio.

Si nos mostramos acordes a la idea que los nubios “robaron” la tradición egipcia de las pirámides, resulta interesante observar cómo una civilización diferente “copia” una tradición ajena al considerarla importante. Sin embargo los egipcios abandonaron la construcción de las pirámides, como si de repente careciera de importancia. Existen muchas teorías en cuanto a quién construyó realmente las pirámides, incluso hay sugerencias populares que hablan del año 10.000 AC y que defienden que no fueron construidas por los egipcios, sino que estos las encontraron y las utilizaron como tumbas

El verdadero significado inicial de las pirámides parece haberse perdido con el paso del tiempo llegando, incluso, a abandonar dicha tradición, un patrón que vemos repetido en nuestra civilización una y otra vez.

Pero, si la idea de la 'copia' fuese cierta, según defienden los arqueólogos, ¿por qué llevaron a cabo los nubios la “copia" una vez que los egipcios dejaron de hacerlo? Aunque los descubrimientos puedan justificarlo, sabemos que muchas veces, sobre todo con el paso del tiempo, hemos calculado la edad equivocada, con una diferencia de miles (incluso a veces de millones) de años. Después de todo, los reyes nubios fueron considerados 'semidioses' (al menos los primeros), tenían a Amun como su dios principal y dios padre y sus sacerdotes podían hablar con Amun en el interior de los templos. ¿Esto… les suena familiar?

Articulo actualizado el día 21 de marzo 2022.

Autor John Black
https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-africa/piramides-de-africa-0029473


Miniature Pyramids of Sudan por Eric A. Powell, Archaeology Magazine, pp. 30-34




https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-africa/piramides-de-africa-0029473

lunes, 20 de junio de 2022

El padre de la Egiptología sufrió una trágica muerte tras descifrar la Piedra Rosetta


26 OCTUBRE, 2015 - 23:25 MARK MILLER

El misterio rodea la muerte del francés del siglo XIX que reveló otro gran misterio: el de los antiguos jeroglíficos egipcios. Jean-François Champollion murió joven tras descifrar la Piedra Rosetta, en la que se encontraban las claves para traducir muchos bellos y enigmáticos textos jeroglíficos descubiertos en las ruinas repartidas a lo largo y ancho de Egipto, proporcionando así al hombre moderno un conocimiento mucho más profundo de aquella gran civilización.

Champollion nació en Francia en 1790 y murió en 1832, tras haber visitado Egipto en el año 1829. Ya se habría sentido enfermo antes de volver de Egipto, según podemos leer en una carta escrita al director de la revista especializada Clinical Neurophysiology (Neurofisiología Clínica) por el Dr. Hutan Ashrafian del Departamento de Cirugía y Cáncer del Imperial College de Londres.

Jean-François Champollion está considerado como uno de los más grandes lingüistas de todos los tiempos; al descifrar los jeroglíficos del antiguo Egipto y la Piedra Rosetta se le ha considerado “Padre de la Egiptología.” 

Su temprana muerte a la edad de cuarenta y un años se atribuye generalmente a la fatiga y el cansancio por un exceso de trabajo en el transcurso de su visita de un año a Egipto. Sabemos que en este viaje se inició el proceso que acabaría provocándole la muerte tras regresar a su Francia natal, donde tenemos noticia de que murió de apoplejía dos años más tarde.’ Hutan Ashrafian

El Dr. Ashrafian escribe que utiliza aquí el término “apoplejía” en sentido genérico más que como un diagnóstico médico formal. La familia de Champollion se ha negado a permitir la autopsia de su cadáver, pero la información disponible acerca del trastorno de Champollion ha llevado al Dr. Ashrafian a extraer algunas conclusiones sobre la muerte de este gran estudioso del antiguo Egipto.



Retrato de Jean-François Champollion obra de Leon Cogniet (Wikimedia Commons)

Mientras estuvo en Egipto, Champollion no sufrió de fiebres ni de trastornos del sistema linfático. Pero más tarde sí que padeció debilidad muscular y parálisis de miembros, hasta tal punto que acabó respirando con dificultades. Tampoco sufría enfermedades del corazón ni deficiencias de riego sanguíneo.

 “Además, en el momento de descifrar los jeroglíficos (1828), se observó que perdía el conocimiento, aunque esto podría achacarse a un episodio de síncope vasovagal (desmayo) como resultado de una alteración emocional extrema. En sus últimas semanas se volvió emocionalmente voluble, lo que encajaría en la progresión de una afección pseudobulbar, que finalmente acabaría manifestándose como síndrome de enclaustramiento poco antes de su muerte,” escribe el Dr. Ashrafian en su carta.


La Piedra Rosetta (Museo Británico)

La afección pseudobulbar implica incapacidad para el habla. Puede parecer irónico que un hombre que dio ‘voz’ al antiguo Egipto y abrió su mundo a los estudiosos modernos como nunca hasta entonces, fuera incapaz de articular sus propios pensamientos justo antes de morir.

Dado que no era mentalmente disminuido ni sufría convulsiones, aunque sí debilidad en las piernas y más tarde incapacidad para el habla, el Dr. Ashrafian llega a la conclusión de que Champollion padecía esclerosis lateral amiotrófica: una parálisis total de sus músculos.


Captura de pantalla del traductor de jeroglíficos de National Geographic en la que podemos observar algunos jeroglíficos junto con su significado y transcripción

Palabras de los Dioses

La palabra jeroglífico significa “palabras sagradas” o “símbolos sagrados.” Clemente de Alejandría fue el primero en utilizar este término. Los antiguos Egipcios llamaban a esta escritura mdju netjer, las “palabras de los dioses.” Los jeroglíficos más antiguos conocidos datan de entre el 3400 y el 3200 a. C., la época predinástica. Los jeroglíficos egipcios más recientes de los que tenemos noticia fueron grabados en piedra en torno al 394 d. C.

La Piedra Rosetta, descubierta por los franceses en 1799 en la ciudad de Rosetta durante la ocupación de Egipto por parte de Napoleón, contiene un texto escrito en jeroglíficos, junto con sus traducciones en egipcio demótico y antiguo griego. De este modo, Champollion, que había aprendido por su cuenta lenguas antiguas, pudo descifrar la escritura jeroglífica al completo comparando las traducciones al griego y el demótico con el texto original jeroglífico.

En la web del Museo Británico se puede leer una traducción completa al inglés del texto de la Piedra Rosetta. En 1801, las autoridades inglesas confiscaron un gran número de piezas arqueológicas a los franceses en Egipto, entre las que se encontraba la Piedra Rosetta. Fue transferida al Museo Británico al año siguiente. He aquí un extracto del texto de la Piedra Rosetta:

‘Ya que el Rey Ptolomeo, que viva por siempre, Dios Manifestado cuya excelencia es magnífica, hijo del rey Ptolomeo [y la reina] Arsínoe, Padres y Dioses amorosos, se ha dignado a hacer tantos favores a los templos de Egipto y a todos aquellos súbditos de su realeza, siendo un dios, hijo de un dios y de una diosa, y siendo semejante a Horus, hijo de Isis y Osiris, que protege a su padre Osiris, y siendo su corazón generoso con los dioses, pues ha donado mucho dinero y mucho grano a los templos de Egipto, [habiendo asumido grandes gastos] a fin de propiciar la paz en Egipcio y edificar templos, y ha recompensado a todas las fuerzas sometidas a su dominio; y de los tributos e impuestos que estaban vigentes en Egipto, ha reducido algunos de ellos o incluso renunciado por completo a otros, a fin de conseguir que el ejército y el resto del pueblo gozaran de prosperidad en su tiempo como [rey]’

Los antiguos egipcios grababan sus jeroglíficos en sellos de arcilla, piedras y rocas, vasijas cerámicas y objetos de hueso y marfil. Las inscripciones de la Piedra Rosetta están grabadas en basalto.

Imagen de portada: Detalle de la Piedra Rosetta (fotografía de All-len-All) y retrato de Champollion.


Traducción: Rafa García

Este artículo fue publicado originalmente en www.ancient-origins.net y ha sido traducido con permiso.

https://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/el-padre-la-egiptolog%C3%AD-sufri%C3%B3-una-tr%C3%A1gica-muerte-tras-descifrar-la-piedra-rosetta-003044

jueves, 2 de junio de 2022

¡Conocimiento perdido, cámaras ocultas en la gran esfinge egipcia!

sábado, 21 de mayo de 2022

La Gran Pirámide, sus dos nuevas cavidades y el temor sentido por Napoleón al pasar una noche en su interior


19 OCTUBRE, 2016 - 16:36 GREEN FAIRY

La Gran pirámide de Guiza, construida según estimaciones hacia el año 2570 a. C, es a día de hoy la más antigua de las Siete maravillas del mundo y, lamentablemente, la única de ellas que aún permanece en pie. 

Ordenada construir por el segundo faraón de la cuarta dinastía, Keops, tal coloso arquitectónico fue la primera –y la mayor- de las tres pirámides erigidas en la necrópolis de Guiza, ubicada a las afueras de El Cairo. 4.500 años después, la Gran Pirámide continúa sorprendiendo al mundo al descubrirse nuevos misterios en ella.

Tanto es así que, hace sólo unos días, el Ministerio de Antigüedades egipcio confirmó la presencia de dos anomalías en su interior: una de ellas situada en la parte superior de la puerta de entrada y una segunda localizada en la cara noreste. Un anuncio que se produjo coincidiendo con el primer año de vida del proyecto Scan Pyramids, programado para estudiar el interior de las pirámides egipcias con métodos no invasivos. 

De hecho fue, precisamente, el coordinador de Scan Pyramids, Hany Helal, quien aseguró en el comunicado emitido que «se realizarán más estudios e investigaciones para establecer la naturaleza de dichas anomalías así como sus funciones y tamaño, que todavía no han sido identificadas».



Los expertos del proyecto «Scan Pyramids» llevan un año estudiando las pirámides egipcias, al milímetro, por medio de métodos no invasivos. (Fotografía: 20 Minutos/ScanPyramids)

La última novedad al respecto es de hace tan sólo unas horas: según informaciones publicadas en el diario español 20 Minutos, se ha confirmado que esas dos anomalías son en realidad dos cavidades ocultas en la Gran Pirámide. Una de ellas – la de la cara norte- tiene forma de corredor que parece internarse hacia el centro de la pirámide, mientras que la segunda cavidad, la de la cara noreste, se halla a una altura de unos 105 metros desde el suelo, por lo que se llevarán a cabo pruebas complementarias en ambas zonas cuyos resultados se harán públicos a finales del presente mes de octubre.

Todo este maremágnum informativo llegado desde la tierra de los faraones nos ha vuelto a hacer viajar en el tiempo e imaginar, una vez más, qué fue lo que le sucedió al valeroso Napoleón Bonaparte dentro de la Gran Pirámide para que no pudiera soportar más de siete horas en su interior.

Tal y como publica el periódico ABC, el entonces general Bonaparte, tras su victoria en Italia, desembarcó en Egipto durante el verano del año 1798 junto con más de 30.000 soldados galos con la intención de avanzar hasta Siria, liberando al país del Nilo de la opresión turca.

Pero no se trataba de un simple objetivo militar. No: junto a los militares franceses viajaron matemáticos, historiadores, físicos, arqueólogos, químicos, ingenieros y demás investigadores de muy variadas disciplinas científicas.


Bonaparte ante la Esfinge (1867-1868), óleo del pintor Jean-Léon Gérôme (1824-1904). Castillo Hearst, California, Estados Unidos. (Public Domain)

Según parece, Napoleón quiso pasar una noche en el interior de la Gran Pirámide para emular a sus idolatrados Alejandro Magno y Julio César, de quienes se decía que habían pernoctado entre los muros del gigantesco mausoleo. Para ello se hizo acompañar de su séquito habitual y de un religioso musulmán, quienes lo acompañaron hasta la Cámara del Rey.


La Cámara del Rey es una sala rectangular de 10x5 metros sin decoración alguna y formada por losas de granito. Alberga un sarcófago vacío, también de granito y sin inscripciones de ningún tipo. Un lugar que, en aquellos tiempos, era de difícil acceso, con pasadizos que no llegaban al metro y medio de altura y sin ningún tipo de iluminación, más allá del oscilante fuego de las antorchas.


La Cámara del Rey de la Gran Pirámide. (Public Domain)

Bonaparte pasó allí siete largas horas, y cuentan que justo al amanecer salió al exterior, pálido y visiblemente asustado. Rápidamente, al observar el rictus del general corso, sus hombres de confianza se le acercaron, con inquietud, para preguntarle qué le había sucedido. Napoleón les contestó de forma escueta y enigmática lo siguiente:

«Aunque os lo contara no me ibais a creer».

Nunca sabremos qué vivió o sintió en el transcurso de aquellas horas Napoleón Bonaparte, pero lo que sí ha quedado claro para muchos historiadores, expertos y escritores es que aquella noche cambió su carácter para siempre.


La Gran Galería de la Pirámide de Keops. (Peter Prevos/GNU Free)

Imagen de portada: Panorámica de la cara este de la Gran Pirámide. (Public Domain)

https://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/la-gran-pir%C3%A1mide-sus-dos-nuevas-cavidades-el-temor-sentido-por-napole%C3%B3n-al-pasar-una-noche-su-003829

miércoles, 6 de abril de 2022

¡Este faraón egipcio vino de otro mundo!

jueves, 31 de marzo de 2022

Encuentran la Primera Evidencia de Antiguas Cabezas de Cono en Egipto


11 DICIEMBRE, 2019 - 18:34 ANCIENT-ORIGINS


El arte egipcio antiguo representaba con frecuencia a personas que usaban sombreros con forma de cono, pero durante mucho tiempo no se encontraron ejemplos físicos. Ahora, un equipo internacional de arqueólogos informa el descubrimiento de los primeros cabezas de conos reales en la ciudad de Amarna.

El cementerio de Amarna

Amarna fue construida por el faraón Akhenaton y ocupada durante solo 15 años (1347 - 1332 a. C.). Pero a pesar de esta breve existencia, la ciudad contiene miles de tumbas, incluidas las de muchas no élites. Los arqueólogos del Proyecto Amarna han estado trabajando con el Ministerio de Antigüedades de Egipto para investigarlos, arrojando luz sobre la gente común del antiguo Egipto.

En 2010 hicieron un descubrimiento inesperado: una tumba con un cabeza de cono. Se encontró otro en 2015. Esto finalmente confirmó que los objetos realmente existían, algo de lo que algunos investigadores habían sido escépticos.

No se sabe por qué estos conos se incluyeron en los entierros, pero sea cual sea la razón, los conos de Amarna han brindado la primera oportunidad de investigar una importante tradición del antiguo Egipto que, hasta ahora, ni siquiera estábamos seguros.


Excavaciones en el Cementerio Tumbas del norte en 2017 (imagen cortesía del Proyecto Amarna a través de Antiquity Publications Ltd)

Escepticismo sobre los cabeza de cono

El arte egipcio antiguo representaba con frecuencia a personas con sombreros en forma de cono. Durante alrededor de 1.500 años (c. 1549-30 a. C.), las pinturas y esculturas mostraban a personas con conos en la cabeza en banquetes, en el culto y en la otra vida. 

A pesar de esta abundancia de evidencia visual, sin embargo, los arqueólogos nunca habían encontrado una cabeza de cono real. Esta falta de evidencia material incluso llevó a algunos investigadores a sugerir que los conos nunca existieron y que en cambio eran puramente simbólicos, como los halos otorgados a figuras religiosas en el arte cristiano.



Una selección de representaciones de cabeza de conos en el arte egipcio antiguo de Amarna (imágenes de la Sociedad de Exploración de Egipto a través de Antiquity Publications Ltd)

Ahora, un equipo internacional de arqueólogos que publican en el último número de Antiquity, informa el descubrimiento de dos conos de cementerios en la antigua ciudad egipcia de Amarna, confirmando por primera vez la existencia física de estos sombreros inusuales.
Amarna: hogar de los conos de cabeza

Los cabezas de conos fueron descubiertos en los cementerios de la ciudad de Amarna (llamados los antiguos egipcios Akhetaten). Esta ciudad fue construida por el faraón Akhenaton como hogar del culto al dios sol Aten, cuya adoración exclusiva Akhenaton promovió en lugar del politeísmo egipcio tradicional. 

La ciudad fue abandonada alrededor de una década después de la muerte del faraón, lo que significa que el asentamiento estuvo ocupado durante solo 15 años, desde 1347 hasta 1332 a. C. A pesar de esta breve ocupación, la ciudad es extensa, abarca varios kilómetros cuadrados y presenta miles de tumbas.



Una reconstrucción de un entierro en el cementerio del sur de Amarna (Reconstrucción por Fran Weatherhead a través de Antiquity Publications Ltd)

Bajo la nariz de ladrones de tumbas

Las ruinas de la ciudad abandonada de un faraón atrajeron a antiguos saqueadores, que asolaron los cuatro cementerios en el sitio. Esto dejó a los arqueólogos con la difícil tarea de reconstruir los entierros perturbados.

Los arqueólogos del Proyecto Amarna, que trabajan con el Ministerio de Antigüedades de Egipto, han estado explorando esta riqueza de evidencia desde 2005. Estas excavaciones están ayudando a llenar los vacíos en el conocimiento creado por las excavaciones rápidas durante los primeros días de la egiptología. El trabajo es especialmente importante para ayudarnos a comprender la vida de los egipcios comunes, más allá de la élite gobernante.

Entre estos individuos había dos personas enterradas con cabeza de cono. Una era una mujer, de entre 20 y 29 años de edad al morir, mientras que la otra tenía entre 15 y 20 años de sexo indeterminado.


Individual 150 in situ con un cono de cabeza (imagen cortesía del Proyecto Amarna a través de Antiquity Publications Ltd)
Hipótesis de cabeza de cono

Los arqueólogos han discutido durante mucho tiempo la importancia de los cabeza de cono. Antes de este nuevo descubrimiento, algunos estudiosos argumentaron que los conos no existían como objetos reales, sino que eran símbolos utilizados en representaciones artísticas. 

Otros, sin embargo, sugirieron que existían pero que estaban hechos de materiales que no sobrevivieron en el registro arqueológico. Una hipótesis popular era que eran ungüentos: trozos de grasa o cera perfumados, tal vez con mirra. A medida que el cono se derritió, se liberó el aroma, con algo de literatura egipcia antigua que sugiere que este proceso purificaría al usuario.

¿Qué son los cabezas de cono?

Los cabezas de conos de Amarna fueron descubiertos en fragmentos, pero los arqueólogos han podido reconstruir su forma general. Los especialistas también pudieron utilizar equipos portátiles para llevar a cabo varios tipos de espectroscopía no destructiva en los conos. Este análisis revela que los conos eran huecos y estaban hechos de cera, probablemente cera de abejas. Sin embargo, contrariamente a las expectativas, hay poca evidencia de que contengan ungüento.

Es difícil saber por qué se incluyeron los conos en estos dos entierros. Es posible que se haya pensado que purifican al usuario, mejorando sus poderes espirituales para permitirles participar en los rituales y deidades que se encuentran en la otra vida. 

Otra posibilidad es que estuvieran conectados con ideas de fertilidad y resurrección. Cualquiera sea su propósito y significado, los conos de Amarna brindan la primera oportunidad de investigar una importante tradición del antiguo Egipto que, hasta ahora, ni siquiera estábamos seguros.


Una reconstrucción de los dos conos, revelando que son huecos (Imagen cortesía del Proyecto Amarna a través de Antiquity Publications Ltd)

Imagen de Portada: Una de las tumbas de Amarna encontradas con un cono de cabeza. Fuente: Cortesía del Proyecto Amarna a través de Antiquity Publications Ltd

Este artículo se basa en un comunicado de prensa de la Antigüedad titulado "Primera evidencia de cabeza de conos egipcios antiguos".

Fuente: "De la representación a la realidad: conos de cera egipcios antiguos de Amarna" Anna Stevens, Corina E. Rogge, Jolanda E.M.F. Bos y Gretchen R. Dabbs. Publicado en línea por Antiquity Publications Ltd, Cambridge University Press. DOI: https://doi.org/10.15184/aqy.2019.175

https://www.ancient-origins.es/noticias-historia-arqueologia/cabeza-cono-egipto-005737

sábado, 5 de febrero de 2022

La Gran Esfinge, ¿vestigio de la Atlántida?

16 SEPTIEMBRE, 2015 - 19:45 GREEN FAIRY

La Gran Esfinge de Guiza es uno de los monumentos emblemáticos de la civilización egipcia. Con su mirada milenaria que contempla, cargada de misterio, el sol naciente en el horizonte, la Esfinge ha atraído a todos los viajeros que han visitado Egipto y han osado clavar sus ojos en los de la eterna reina del desierto.

¿Existe una segunda esfinge?

Orígenes y Características

Se trata de una escultura colosal ubicada sobre la ribera occidental del río Nilo, en la meseta de Guiza, unos 20 kilómetros al sudoeste del centro de la capital egipcia. Tal y como sucede con las pirámides de Guiza, la esfinge no presenta ninguna inscripción que identifique a su constructor. Pese a ello, los expertos estiman que fue esculpida en el siglo XXVI a. C. durante el reinado del faraón Kefrén (2520-2494 a.C.), perteneciente a la IV dinastía egipcia

Dicha datación se argumenta, principalmente, en base a su proximidad con la Pirámide de Kefrén, lo que fue razón suficiente para asociar su construcción a la figura de este faraón, e incluso a la idea de que el rostro de la esfinge es el del propio Kefren. Debido a las escasas pruebas en este sentido, la identificación de su constructor y periodo de construcción siguen siendo aún a día de hoy objeto de encendidos debates.

La esfinge se realizó esculpiendo un saliente calcáreo que quizá ya había sido moldeado groseramente por la acción del viento. Es decir, se obtuvo de igual forma que una escultura ordinaria: tallando la roca en bruto, pero a una escala descomunal. 

Posteriormente se la identificó con el dios Harmakhis, o mejor dicho: con una divinidad sincrética que reunía en sí la triple forma de la divinidad solar durante su recorrido diurno: Jepri por la mañana, Ra al mediodía y Atum por la tarde. 

Sus estratos calizos inferiores se descomponen fácilmente con la humedad del ambiente, pero la arena arrastrada por los vientos del desierto cubrió su cuerpo periódicamente, protegiéndola de la erosión durante milenios y ocultándola por completo según las épocas.


Fotografía de autor desconocido fechada en 1872 (Flickr)

Con una envergadura de alrededor de 20 metros y una longitud de 57, su rostro supera los 5 metros de altura. Para hacernos una idea, pensemos que desde la base de la estatua hasta la punta superior de su cabeza tiene la altura de un edificio de cinco pisos, mientras que su longitud, desde el extremo de las patas delanteras hasta lo que pudiera ser el comienzo del rabo, equivale al ancho de un campo de fútbol. 

Originalmente, estaba pintada en vivos colores: el cuerpo y la cara de rojo y el nemes que cubría la cabeza con rayas amarillas y azules. Constituye la representación del faraón, dotándolo de la fuerza de un león y de la inteligencia humana. 

La Gran Esfinge fue la primera esfinge escogida como guardián de una tumba real, emplazándose junto a las grandes avenidas que sirvieron para abastecer los materiales necesarios para la construcción del complejo funerario.

Las gentes del lugar la llamaban Abu el-Hol ('Padre del Terror), un término derivado de la expresión copta bel-hit, que se aplica a quien manifiesta su inteligencia a través de los ojos y que se traduce por la denominación egipcia hu o ju, que significa 'el guardián' o 'vigilante'. 

Debido a su deterioro, resulta difícil determinar con precisión qué representa, ni con qué fin fue levantada. No sabemos qué clase de rostro tenía originalmente, ni si representaba a un ser alado. Resulta imposible averiguar el número de obreros que trabajaron en su construcción ni que tiempo les llevó. Tampoco se han encontrado textos de la antigüedad que puedan ayudar a descifrar sus misterios.

Durante un tiempo se dijo que su nariz había sido destruida por un cañonazo del ejército de Napoleón, pero se comprobó que esta historia era falsa tras encontrarse unos dibujos que un explorador realizó antes de que Napoleón naciera y en los que ya aparece sin nariz. Aún se desconocen los motivos de su desaparición.


Napoleón contemplando la Gran Esfinge, semienterrada por las arenas del desierto. Óleo de Jean-Léon Gérôme (1867-1868).(Wikimedia Commons)

Excavaciones y trabajos de restauración

En 1798, tras la Campaña de Egipto, varios científicos efectuaron una excavación y llevaron a cabo una serie de mediciones y relieves. Sin embargo, fue un capitán de marina de origen genovés, Giovanni Caviglia, quien en 1816 realizase la excavación más importante. 

A él se deben interesantes observaciones sobre el monumento, del que también encontró fragmentos esparcidos, entre ellos una parte de la falsa barba que adornaba el mentón y que se trasladó al British Museum donde hoy continúa expuesta al público.

Grandes egiptólogos del siglo pasado como Auguste Mariette, fundador del Museo de El Cairo y del Service des Antiquités Égyptiennes y su sucesor Gastón Maspero, se interesaron por esta enigmática escultura, pero fueron los trabajos que llevaron a cabo entre 1925 y 1936 los egiptólogos Emile Baraize -que restauró el cubrecabezas- y Selim Hassán quienes confirieron a la Esfinge su aspecto actual.

Posteriormente, se llevaron a cabo nuevas intervenciones sobre el gigantesco monumento durante los años 1980 y 1992. A día de hoy prosigue la restauración de los desperfectos originados por la erosión. Las primeras restauraciones de las que se tiene constancia datan de la dinastía XVIII, durante el Imperio Nuevo.


Detalle de la cabeza y el tocado de la esfinge, en el que pueden observarse los daños provocados por la erosión. (Wikimedia Commons)

Atlantes y Antigüedad

La Gran Esfinge es, desde el siglo XIX, un tema recurrente para los amantes del misterio, lo legendario y hasta lo paranormal. Así, Edgar Cayce, supuesto vidente y sanador estadounidense, conocido como “el profeta durmiente”, aseguraba haber vivido en la Atlántida hace 15.000 años, época en que se habría esculpido la Gran Esfinge.

Cayce mantenía que, tras la destrucción de la Atlántida, huyó con los archivos de dicha civilización a Egipto, enterrándolos muy cerca de la esfinge. En una de sus sesiones visionarias, mientras se hallaba bajo los efectos de la hipnosis, afirmó:

“Allí dentro se encuentra una Biblioteca –llamada también el Salón de los Registros– que custodia el registro de los acontecimientos transcurridos en la Atlántida desde los tiempos en que la Esfinge fue edificada, así como de los logros de su portentosa civilización. También alberga un registro de los contactos que esta mítica civilización tuvo con otras naciones, así como la crónica de la destrucción del mítico continente y los cambios que se produjeron en el mundo como consecuencia. 

La biblioteca guarda registros de cómo se construyó la gran pirámide de la iniciación –la pirámide de Keops–, que junto con la Esfinge no son más que copias de objetos ya existentes en la Atlántida, ahora sumergida. Pero la Atlántida resurgirá de nuevo del fondo de los océanos. La Esfinge ha sido desde su construcción el centinela que guarda el secreto y el acceso a la biblioteca, a la cual nadie tendrá acceso hasta que llegue el tiempo adecuado.”


Retrato de Edgar Cayce en 1910. Cayce aseguraba haber vivido en la Atlántida 15.000 años atrás y haber enterrado muy cerca de la Gran Esfinge los archivos más importantes de aquella civilización cuando fue destruida. (Wikimedia Commons)

Posteriormente, en 1973, Mark Lehner, ferviente defensor de Cayce y de su hipótesis de los atlantes, intentó encontrar esta misteriosa biblioteca de la Atlántida, pero fue en balde. Sin embargo, en 1850 Auguste Mariette, descubrió la llamada “estela del inventario”. Dicha estela consiste en una lista de monumentos y su controvertido texto ha logrado enfrentar a la egiptología alternativa con la oficial. 
Dice así:

Él <Keops> lo construyó para su madre Isis, Madre Divina; Hathor, Señora de (Nun). La investigación fue colocada en la estela. Él dio una vez más para ella una ofrenda, y construyó su templo de piedra otra vez. Él descubrió (las estatuas de) estas diosas en su lugar. [...] El distrito de la Esfinge de Harmakis se encuentra al sur de la casa de Isis, Señora de la Pirámide; al norte de Osiris, Señor de Rostau. Las escrituras <de la diosa> de Harmakis, fueron traídas para estudiarlas. (¿?) 

Permite que crezca, haz que viva eternamente, <mirando> hacia el este. Qué viva Horus: Medjer, Rey del Alto y del Bajo Egipto: Keops, que posee la vida. Él encontró la casa de Isis, Señora de la Pirámide, detrás de la Casa de la Esfinge de [Harmakis] al noroeste de la casa de Osiris, Señor de Rostau. Él construyó su pirámide detrás del templo de esta diosa, y construyó una pirámide para la hija del rey Henutsen detrás del templo.

Para los amantes de la egiptología alternativa, la estela indica que cuando Khufu (Keops) era faraón, ya existía la Esfinge (la casa de Isis) y la Gran pirámide (Isis, la “señora de la pirámide”), y que éste construyó otra pirámide que no es la Gran Pirámide. Por esto afirman que la estela es la prueba de que tanto la Gran Pirámide como la Esfinge ya existían mucho antes de la aparición de los faraones de la IV Dinastía. 

Asimismo, denuncian que la estela nunca fue tomada en serio puesto que habría destruido los pilares de la versión de la egiptología oficial.


La misteriosa Gran Esfinge junto a los restos de su templo. Detrás, la pirámide de Kefrén. (Wikimedia Commons)

Por su parte, los científicos oficialistas indican que la estela pertenece a la dinastía XXVI en la que los Saítas realizan un inventario de estatuas contenidas en el pequeño templo de Isis de Guiza, que se encuentra junto a la pirámide de Henutsen, y comentan su restauración. Afirman que la estela utiliza el nombre de Khufu (Keops) como autor figurado, y que en realidad “suplanta” la personalidad del verdadero autor de las obras en un intento Saíta de rendirle culto y honrar su memoria, como ocurre en otros ejemplos en los que también se nombra a los reyes de las primeras dinastías en esta época.

Optemos por una explicación u otra, lo cierto es que la Gran Esfinge de Guiza alberga milenarios misterios que esperan ser explicados. Innumerables misterios para los que se han desarrollado otras tantas hipótesis explicativas. Apasionantes relatos que tendrán que ser protagonistas de futuros nuevos artículos acerca de esta eterna y vigilante reina del desierto.

Imagen de portada: Vista lateral de la Gran Esfinge de Guiza. (Flickr)


Fuentes:



¿Es la esfinge de Giza más antigua que las pirámides? https://www.laentradasecreta.com/es-la-esfinge-de-giza-mas-antigua-que-las-piramides/


Booth, Charlotte. El secreto de la esfinge: y otros misterios del Antiguo Egipto. Editorial Crítica. 2010.

https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-%C3%A1frica/la-gran-esfinge-%C2%BFvestigio-la-atl%C3%A1ntida-002923

jueves, 3 de febrero de 2022

El Medallón del Faraón: «Pruebas de una conexión extraterrestre» (Vídeo)


Después de las grandes revueltas ocurridas en Egipto en el año 2011, muchos tesoros se sustrajeron del museo de El Cairo. Entre ellos, un medallón que se vendió en el mercado negro. Lo que pocos sabían, es que dicha reliquia demostraba una conexión extraterrestre…


En el año 2003, apareció un misterioso medallón que perteneció a un faraón, como símbolo de poder. Este extraño tesoro tenía unos grabados difíciles de descifrar.

De acuerdo a ciertos teóricos, el tesoro podría estar relacionado con los orígenes del hombre en la Tierra, su evolución y el contacto antiguo con seres extraterrestres. Responsables del desarrollo de la especie.

El misterioso medallón del faraón

El hallazgo de este artefacto generó mucha polémica dentro de la comunidad científica. El estudio realizado por varios años demostró que tiene una característica única que la distingue del resto, por lo que muchos teóricos creen que se trata de una prueba del encuentro con los Anunnaki.

Esto corroboraría la teoría de que fuimos contactados en el pasado por una civilización extraterrestre.

El encargado del descubrimiento fue el paleontólogo Steve Winwood, quien fue detenido 10 años después por una supuesta violación a zonas prohibidas de Egipto. Esto hecho generó aún más misterio sobre el medallón.

Lo que más llama la atención del medallón son las enigmáticas imágenes grabadas que, desde el comienzo, generaron mucha sospecha. Los egiptólogos y científicos que estudiaron las imágenes no pudieron descifrar su origen.

El grabado que más destaca es el rostro de un humanoide, que según los teóricos, es alienígena. También está la silueta de un sol saliendo por detrás y, en la parte inferior, lo que parece ser una nave en forma de platillo.

Todos estos objetos están coronados por la imagen de dos faraones que reciben los rayos solares reflejados por el extraterrestre.

¿Conexión con la Atlántida?

Debido al lugar donde se encontró y a ciertas inscripciones, Winwood consideró que el medallón podía estar vinculado a la Atlántida.

En ese contexto, hay que considerar que el filósofo Platón se tomó muy en serio este tema en sus escritos. Además, la edad del medallón se encuentra en línea con los tiempos en que, se cree, el hipotético continente desapareció.

El paleontólogo aseguró que el grabado hacía referencia a una advertencia sobre el final del ciclo galáctico. Teoría que, con la desaparición de la reliquia, ha quedado en las penumbras.

No cabe duda que el hallazgo de este misterioso medallón desató muchas dudas al respecto de los orígenes de la humanidad. A pesar de que muchos lo consideran como un simple mito ¿Existió en realidad?

https://www.ufospain.es/2022/02/01/el-medallon-del-faraon-pruebas-de-conexion-extraterrestre-video/