30/03/2020 06:47
No sólo la OMS alertó al Gobierno de Pedro Sánchez de la gravedad del coronavirus y de la necesidad de adoptar medidas para contener su contagio. También el Consejo de la Unión Europea alertó a España y al resto de Estados miembros hasta en 10 ocasiones de la necesidad de prevenir la embestida del Covid-19. Por lo tanto, las 10 advertencias, por supuesto, se produjeron antes del 8-M en el que el PSOE y Podemos impulsaron las concentraciones masivas en las principales plazas españolas en defensa del feminismo y en contra de todas las recomendaciones.
El documento que hoy muestra OKDIARIO fue fechado por el Consejo de la Unión Europea el 2 de marzo. Dos días después Italia anunciaba el cierre de colegios y universidades. En el documento, remitido por la Secretaría General del Consejo al Comité de Representantes Permanentes/Consejo, se anunciaba el ‘Asunto: Preparación de la sesión del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores del 6 de marzo de 2020. COVID-19’. De nuevo, ese otro plazo también era previo al 8-M.
El texto del documento enumera todos los trabajos, reuniones y advertencias lanzadas por la UE a los Estados miembros. Y en él se detallan todas las fechas en las que se lanzaron esas alertas por Europa. A partir de ahí, unos países decidieron hacer caso -la mayoría-. Otro no.
“El 30 de enero de 2020, la OMS declaró que el brote de Covid-19 constituye una emergencia de salud pública de importancia internacional. Aconsejó a todos los países que se prepararan para adoptar medidas de contención, como la vigilancia activa, la detección temprana, el aislamiento y el manejo de los casos, el seguimiento de contactos y la prevención de la propagación”, señala el documento.
En la UE, el Comité de Seguridad Sanitaria, en colaboración con la Comisión, “coordina la comunicación de riesgos y crisis y las respuestas de los Estados miembros a las amenazas transfronterizas graves para la salud. Hasta el 2 de marzo de 2020, se habían convocado 10 reuniones de dicho Comité en respuesta a la Covid-19”, señala con detalle el texto del informe.
El 7 de febrero de 2020, de hecho, “la Presidencia convocó una videoconferencia de alto nivel en la que los Estados miembros, junto con los representantes de la Comisión y del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), tuvieron la oportunidad de examinar la situación y debatir cuestiones importantes desde el punto de vista de la salud pública en relación con el brote de Covid-19.
Los Estados miembros intercambiaron información sobre las medidas y las actividades desarrolladas. Asimismo, intercambiaron y compararon experiencias sobre la activación de los sistemas nacionales para responder a las emergencias de salud pública.
El cambio de impresiones puso de manifiesto que el nivel de activación de los sistemas nacionales difería entre los Estados miembros, en función de la situación epidemiológica”.
Los Estados miembros intercambiaron información sobre las medidas y las actividades desarrolladas. Asimismo, intercambiaron y compararon experiencias sobre la activación de los sistemas nacionales para responder a las emergencias de salud pública.
El cambio de impresiones puso de manifiesto que el nivel de activación de los sistemas nacionales difería entre los Estados miembros, en función de la situación epidemiológica”.
Más alertas
También en febrero y con tiempo para haber reaccionado se promovieron más alertas: “El 13 de febrero de 2020, la Presidencia croata convocó una sesión extraordinaria del Consejo EPSCO en la que los ministros de Sanidad cambiaron impresiones sobre las medidas adoptadas y debatieron los medios y las posibilidades de un planteamiento coordinado para proteger la salud pública en la UE.
Los ministros reflexionaron además sobre las repercusiones de situaciones inesperadas en terceros países en la provisión de medicamentos y productos sanitarios en la UE y han convenido en que es necesario realizar un análisis exhaustivo de la situación”. España, en esas fechas, seguía sin provisionar el material preventivo necesario que ahora busca en los mercados internacionales exponiéndose a timos como el recién sufrido con los test de detección del coronavirus.
“En esa sesión [13 de febrero], el Consejo adoptó unas Conclusiones sobre la Covid-19 en las que acoge con satisfacción la eficaz respuesta de la UE a los desafíos que plantea el brote de dicha enfermedad e insta a los Estados Miembros a tomar las medidas necesarias para intensificar su cooperación”. España no fue de los Estados que dieron ejemplo, como se puede ver ahora.
También ese 13 de febrero “pide asimismo a la Comisión que examine las formas de facilitar el acceso de los Estados miembros a los equipos de protección individual y evalúe las consecuencias que las amenazas para la salud mundiales tienen en la disponibilidad de medicamentos en la UE y la seguridad de las cadenas de suministro”.
Desde el 21 de febrero de 2020, el Consejo constata ya que “se ha registrado un aumento significativo de los casos de Covid-19 en Italia, y en otros Estados miembros también ha comenzado a registrarse un aumento de los casos, lo que indica que la enfermedad se está contagiando actualmente dentro de la UE y no se limita, como antes, a casos importados”, destaca.
Pero el Gobierno de Pedro Sánchez decidió durante aquellos días defender que “España no era Italia” y enviar a sus supuestos técnicos, como Fernando Simón a asegurar que “a lo sumo, tendremos algún caso aislado”.
Aún antes de ese 2 de marzo, el Consejo constataba que “el hecho de que en muchos Estados miembros la inmensa mayoría de los casos se deba a contagios en el propio país, implica que se modifiquen los medios para luchar contra la enfermedad.
A medida que empeora la situación epidemiológica de la infección por el coronavirus, es necesario seguir reflexionando sobre la manera de lograr que las medidas de contención y prevención tengan el máximo efecto, además de evaluar el nivel de preparación y la necesidad de responder de forma coordinada a escala de la UE”.
En consonancia con lo anterior, “la Presidencia ha decidido pasar al modo de activación plena del Dispositivo de Respuesta Política Integrada a las Crisis y convocar otra sesión extraordinaria del Consejo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores el 6 de marzo de 2020, en la que los ministros de Sanidad tendrán la oportunidad de hacer balance de la situación actual y de las medidas ya adoptadas, con el fin de encontrar el mejor enfoque para dar una respuesta coordinada a la propagación actual de la COVID-19 en la UE”, tal y como concluía ese informe.
Dos días después de ese 6 de marzo, el Gobierno llamaba a incumplir todas las precauciones manifestándose de forma multitudinaria por las mismas calles que hoy permanecen desiertas en pleno estado de alarma.
LA PETICIÓN LA HIZO EL MINISTERIO DE SANIDAD
El Gobierno pidió suspender un congreso evangélico en Madrid por el coronavirus 2 días antes del 8-M
Así lo hizo en una carta firmada por la directora de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, a la que ha tenido acceso OKDIARIO
El ministro Salvador Illa y la carta de Sanidad a los organizadores del congreso evangélico.
30/03/2020 06:46
El Gobierno de Pedro Sánchez emplazó el pasado 6 de marzo a los organizadores de un congreso evangélico en la Caja Mágica de Madrid a suspender este evento previsto para el 19-21 de marzo por el riesgo de contagio que ya suponía el coronavirus.
Así lo hizo en una carta firmada por la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, sólo dos días antes de la manifestación ideológica del 8-M que reunió a 120.000 personas en la capital y que el Ejecutivo socialcomunista, vía Delegación del Gobierno, permitió.
Así lo hizo en una carta firmada por la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, a la que ha tenido acceso OKDIARIO, sólo dos días antes de la manifestación ideológica del 8-M que reunió a 120.000 personas en la capital y que el Ejecutivo socialcomunista, vía Delegación del Gobierno, permitió.
En concreto, el Ministerio de Sanidad recomendó a la organización del Congreso Mundial de las Asambleas de Dios 2020, donde estaba prevista la asistencia de alrededor de 4.000 personas, el aplazamiento (o en su caso, la suspensión) del evento «hasta que se haya verificado por la autoridad sanitaria el control de la transmisión de la enfermedad y del riesgo asociado».
El documento está fechado el 6 de marzo y lleva la firma de la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, nombrada para este cargo por la ex ministra socialista Carmen Montón.
El documento está fechado el 6 de marzo y lleva la firma de la directora general de Salud Pública, Pilar Aparicio Azcárraga, nombrada para este cargo por la ex ministra socialista Carmen Montón.
El Ejecutivo basó este emplazamiento en un oficio del Ministerio de Sanidad con fecha de 3 de marzo de 2020, día en que este departamento confirmó la «transmisión comunitaria» del virus, según reveló el pasado jueves el ministro Salvador Illa.
El oficio, titulado Recomendaciones de medidas extraordinarias en relación con la situación provocada por el nuevo coronavirus COVID-19, decía que «los eventos multitudinarios de cualquier tipo, con amplia presencia de personas procedentes de cualquiera de las zonas del mundo en que se ha constatado transmisión del virus SARS-CoV-2, se consideran evento de riesgo para la transmisión de este patógeno y suponen un riesgo para la salud de la población».
Entre esas zonas se encontraban Italia y China.
En cambio, la manifestación del 8-M en Madrid, una cita jaleada por PSOE y Podemos que reunió a 120.000 personas en el centro de la capital, no fue considerada por el Ministerio de Sanidad como «evento de riesgo» y fue permitida por la Delegación del Gobierno sin ninguna medida de seguridad sanitaria.
El ministro Salvador Illa y la directora de Salud Pública, Pilar Azcárraga. (Foto: EP)
El ministro Illa echó balones fuera el jueves en el Congreso de los Diputados afirmando que su departamento no podía cancelar la manifestación feminista del 8-M o cualquier otro evento en esas fechas porque hasta el 14 de marzo, que se decretó el estado de alarma, las competencias en esta materia las tenían las comunidades autónomas.
«Yo no puedo tomar medidas de salud pública, no puedo suspender una manifestación, no puedo suspender un partido de fútbol u ordenar una medida restrictiva», declaró Illa en la Comisión de Sanidad.
Franco, implicado
Sin embargo, el Ministerio de Sanidad sí que pudo recomendar la no celebración del 8-M, algo que tampoco hizo su portavoz técnico, Fernando Simón, en sus comparecencias ante la prensa en los días previos. Además, la Delegación del Gobierno en Madrid, dependiente del Ejecutivo de Pedro Sánchez, sí que tenía competencia para intervenir. De ahí que la Justicia ya esté investigando la actuación del delegado del Gobierno en Madrid, el socialista José Manuel Franco.
Ante la misiva recibida del Ministerio de Sanidad, la Federación de Asambleas de Dios (Fade) decidió aplazar su congreso al próximo mes de noviembre por «motivos de fuerza mayor, en solidaridad con la sociedad, defendiendo el interés social general y en favor de la salud pública, además de procurar la integridad de la salud de los participantes».
El 6 de marzo, fecha de la carta del Ministerio Sanidad, había en España 8 fallecidos (dos de ellos en Madrid) y 374 contagios confirmados (137 en dicha región).