jueves, 20 de diciembre de 2012

El Hombre de Piltdown y la corrupción de la ciencia

Dientes de orangután limados para aparentar ser humanos y huesos modernos teñidos, fueron presentados para probar la teoría de evolución de Darwin. 
Es parte de la nueva muestra una secuencia de tiempo en el Museo de Historia Natural de Londres.


La Asociación de Geólogos, sorprendida por los hallazgos de Charles Dawson, que sugiere haber encontrado el eslabón perdido, vicita el pozo en Piltdown, Sussex, el 12 de julio 1913 
El Museo de Historia Natural de Londres recreó esta semana la línea de tiempo del Hombre de Piltdown, desde la época en que Charles Darwin en 1864 postuló su teoría de la evolución hasta el descubrimiento en 1953, del fraude de los cráneos que mezclaron huesos de humanos con aquellos de orangután

Junto con presentar la muestra, el museo destaca que nunca existió ningún eslabón perdido, y explica que el fraude organizado, al mostrar falsas muestras, sirvió en la época para callar a quienes se oponían a la teoría de Darwin.

Aun así, El fraude de Piltdown, siempre fue un enigma para los antropólogos, ¿Qué motivó a los que intervinieron en él, para incluso limar un diente de orangután de 50.000 años, y presentarlo como de un semi humano de 500.000 años atrás?, es un pregunta que la sociedad se plantea aún en el presente.

Las investigaciones finalmente demostraron que no habían fósiles de hombre prehistórico, que los huesos eran humanos, mas algunos de orangután de diferentes especies, teñidos para aparentar ser más antiguos.

En Alemania, en 1856 se descubrieron los primeros fósiles de esqueletos humanos prehistóricos, y por sus características lo clasificaron como Neandertal.

En 1858 Charles Darwin presentó su teoría de la selección natural, y en 1859, publica su Teoría del Origen de la Especies. Teoría que impactó a la comunidad de la época al decir que el hombre evolucionó de los monos.

Las excavaciones encontraron en los años sucesivos, esqueletos humanos, como el Homo Erectus de Java y el Homo Heidelbergensis cerca de Heidelberg en Alemania, y ningún eslabón perdido.

En 1908, Charles Dawson, nacido en 1864, dice que descubrió un fragmento, que se llamaría más tarde hombre de Piltdown. En 1911, Dawson dice que encontró más fragmentos del cráneo junto con dientes fosilizados y herramientas de piedra.

El 14 de febrero Dawson contó que escribió a Arthur Smith Woodward, también nacido en 1864, explicándole su hallazgo. Ambos se encuentran el 24 de mayo y el 2 de junio comienzan las excavaciones junto a Teilhard de Chardin. En esta fecha encontraron otro pedazo de cráneo.

En julio la asociación de geólogos visitó las excavaciones de Piltdown y Dawson dice que descubrió una mandíbula con dientes molares.

Los medios de prensa publicaron en noviembre los hallazgos, y el 18 de diciembre 1912 Woodward Smith anunció oficialmente al Hombre de Piltdown en una reunión de la Sociedad Geológica de Londres.

Lo presentaron como un hombre de 500.000 años con características de orangután y humano a la vez, el famoso eslabón perdido. Se sugirió incluso que se llamara la especie Eoanthropus dawsoni.

"En 1912, el escenario estaba preparado para Piltdown. La teoría de la evolución era todavía relativamente nueva y no todo el mundo quería creer que los humanos descienden de los monos", relata el Museo de historia de Londres.

Pero la historia continuó en 1913, y Teilhard de Chardin revela el 30 de agosto que encontró un diente de canino, mientras que en 1914, encontraron una supuesta pieza de elefante fósil.

Por su parte Dawson, dice que encontró más piezas en 1915, pero en 1916 muere de septicemia a los 52 años.

La controversia fue grande. La comunidad científica no encontraba pruebas para probar la teoría de Dawson y Darwin y paralelamente continuaron sus investigaciones.

En 1944 muere Smith Woodward y en 1949, Kenneth Oakley ejecuta pruebas de flúor y se revela finalmente que los fósiles de Piltdown eran de 50.000 años y no de 500.000, e incluso algunas piezas más tarde revelarían trozos de 1000 años atrás.

En 1953 Joseph Weiner y Wilfrid Le Gros Clark se unieron con Oakley y descubren que el cráneo y la mandíbula provienen de especies totalmente diferentes.

Pruebas del engaño

E 21 de noviembre del mismo año, el Museo de Historia Natural anuncia que el Hombre de Piltdown es un engaño.

Se descubrió que entre las cinco piezas de cráneo presentadas por Dawson, una supuestamente entregada por otro hombre en 1908 y otras en de 1911 y 1912, probablemente se tiñeron con sulfato de hierro, para adquirir el color marrón característico.

Se comprobó que no tenían 500.000 años como anunciaron antes, sino solo 1000 años de antigüedad y son humanos comunes modernos.

Una mandíbula encontrada por Dawson, que no es de características humanas pero con dientes similares a los humanos, y que fue anunciada de 500.000 años atrás , se descubrió que en realidad era de un orangután y los dientes habían sido cuidadosamente limados para dar la apariencia de desgaste de los humanos.

El diente canino presentado por Teilhard de Chardin más tarde, que fue usado para confirmar la teoría, del eslabón perdido, como un tamaño entre humano y orangután, fue en realidad teñido a la antigua, con un pigmento llamado Vandyke Brown.

Respecto a la reconstrucción del cráneo se descubrió que la mandíbula realmente pertenecía a dos especies diferentes de orangutanes.

Toda la variedad de piezas presentadas como evidencia de dientes de animales y herramientas de pedernal, se comprobó con flúor que habían sido puestos en el lugar y fueron manchadas artificialmente.

El fraude de Piltdown, dejó en evidencia que nunca existió el eslabón perdido propuesto por la teoría de la evolución y presentado por Charles Dawson.

"Desde la muerte de Dawson de septicemia en 1916, ninguna otra evidencia ha sido descubierta". 

Los Amos del Mundo: Por Vicenç Navarro

Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona y actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). 

En esta entrevista nos presenta su libro escrito conjuntamente con Juan Torres, donde ponen en jaque la concentración del poder económico en manos de las élites financieras para manipular los mecanismos de la economía al servicio de sus intereses: los intereses del terrorismo financiero. Youtube : LaTuerka

Las Computadoras podrán sentir dentro de 5 años.

Además, permitirán que la gente se pueda tocar a través de la pantalla, entender el llanto de un bebé o saber si estamos resfriados antes del primer estornudo

En tan solo 5 años las máquinas podrán tener los 5 sentidos y transmitir las sensaciones captadas con ellos, cambiando nuestra manera de comunicar, según predicen los especialistas de IBM.

Estamos entrando en una época en la que las máquinas serán tan diferentes de los ordenadores de hoy en día como estos difieren de los primeros calculadores creados a mitad del siglo pasado, escribe en su blog oficial Bernard Meyerson, el director de innovaciones de IBM. “Uno de los aspectos más interesantes del cambio es que podremos darles a las máquinas algunas de las capacidades del hemisferio cerebral derecho. Las nuevas tecnologías harán posible que las máquinas puedan imitar y aumentar los sentidos”, comenta Meyers en el artículo anual de IBM, que este año se titula ’5 in 5′ (’5 en 5′) y prevé cómo serán las máquinas dentro de 5 años. 

Tacto

Los especialistas de IBM  están seguros que dentro de 5 años la gente podrá tocarse a través de un móvil en el sentido estricto de la expresión. La tecnología nos dejará también, por ejemplo, tocar las cosas que compramos en internet, sintiendo la calidad del algodón, la seda o el lino. Para ello se emplearán las capacidades de vibración de los dispositivos, como ya se hace en la industria de los videojuegos para generar la sensación de estar en el entorno apropiado. 

Vista

Las máquinas serán capaces de analizar imágenes y extraer información de ellas como hace la combinación del cerebro y del ojo humano. “Desde un enfoque cognitivo y mostrándole al ordenador miles de ejemplos de una escena particular, la máquina puede empezar a detectar patrones relevantes, tanto si se trata de una foto escaneada, descargada de internet o un clip de video grabado con la cámara del teléfono”, aseguran los científicos. Esto significa que, por ejemplo, al procesar una foto de un lunar el ordenador podrá decidir si existe el riesgo de que sea maligno o no. Podría también ser de gran ayuda en la medicina para analizar resonancias magnéticas, radiografías o tomografías y detectar posibles enfermedades. 

Oído

Este sentido también va a estar muy desarrollado en los dispositivos, incluso superando al oído humano. Podrán analizar los sonidos y, por ejemplo, entender si un niño que llora tiene hambre, está enfermo o es una rabieta. Podrán también interpretar lo que captan para diferenciar peligros inminentes como, por ejemplo, la caída de un árbol en el bosque. Y van a mejorar la vida de las personas con discapacidad auditiva: los sensores permitirán a los implantes y audífonos del futuro extraer información y aislarla de manera más eficiente, mejorando la comprensión.

Gusto

Los ordenadores tendrán el sentido del gusto y podrán crear recetas de platos nuevos deliciosos, incluso platos que sigan dietas estrictas. Nos podrán ayudar a comer más sano, creando combinaciones de sabores que convenzan para optar por un plato de verduras en vez de una bolsa de patatas fritas.

Olfato

Las máquinas podrán analizar moléculas en el aire y no solo reconocer los olores sino, por ejemplo, interpretar el aliento de una persona y detectar asma, epilepsia, diabetes, enfermedades del hígado o del riñón. En realidad IBM ya está haciendo algo similar con las obras de arte, usando sensores que analizan el entorno en el cual se encuentran las obras de arte para predecir si hay elementos que las puedan dañar.
Texto completo en: http://actualidad.rt.com/ciencias/view/81540-computadoras-podran-sentir-anos