viernes, 30 de agosto de 2013

Últimos Crop Circles Reportados desde Inglaterra, del 19 y 23 de Agosto 2013

Compartimos con Ud. hoy estimado lector los 2 últimos Crop Circles oagrogramas reportados desde Inglaterra.

Empezamos con una figura reportada éste 19 de Agosto (2013) desde Etchilhampton Hill, Nr Devizes, Wiltshire. 

La figura de importantes proporciones resulta en un impecable trabajo de diseño en forma de espiral. 


Nótese el círculo que circunda la figura y en cómo resultan dispuestas las espigas de éste campo de trigo.
 

La imagen es de Jim Peyton

Es el turno ahora de compartirle el agrograma que bien podría ser considera el MEJOR de ésta temporada 2013 (!). Nos referimos a un diseño reportado éste 23 de Agosto (2013) desde Cooks Plantation, nr Beckhampton, Wiltshire. 



La figura resulta ser impecable y verdaderamente magnífica. Tome Ud. atención en el diseño, la disposición de las espigas y sobretodo la simbología presentada. Muy buen Crop Circle. Laimagen es de Jim Peyton

Informe: El ataque de EE.UU. empezará el sábado en cuanto los inspectores de la ONU salgan de Siria


Un reportero del periódico más leído de Israel ha sido informado por funcionarios de defensa que el ataque estadounidense contra Siria comenzará el sábado y terminará cuando Barack Obama se reúna con Vladimir Putin el miércoles.

A pesar de un debilitamiento evidente en la retórica belicista mientras que el primer ministro británico David Cameron se enfrenta a un revés parlamentario sobre la intervención militar, además de los informes de que la inteligencia contra el régimen de Assad no ha sido de ninguna manera un "mate final", el periodista del Israel Hayom, Amir Mizroch ha twiteado que el ataque comenzará el sábado inmediatamente después de que los inspectores de la ONU hayan abandonado el país.


Los inspectores habían planeado inicialmente salir el domingo después de concluir su investigación, pero su salida un día antes ha aumentado la especulación de que los ataques aéreos son inminentes.

El poderío militar británico y estadounidense está ahora en pleno funcionamiento y preparado para ataques que los expertos dicen que van a tomar la forma de misiles de crucero Tomahawk de ataque a tierra disparados desde buques de guerra o submarinos.

Mizroch también destaca las observaciones formuladas por el ex director del Mossad Danny Yatom, que dice que el aparente retraso en la luz verde a los ataques militares es sólo para que Bashar Al-Assad no pueda utilizar a los inspectores de la ONU como escudos humanos.

Mizroch también dijo que Israel envió a Assad un mensaje a través de Rusia amenazando que si Siria intenta atacar a Israel, Damasco se convertirá en su objetivo y el régimen de Assad será derrocado.

Esta amenaza se hizo a pesar de los intentos de los países del Golfo por asegurarse la promesa de Israel de que actuará con moderación si Siria intenta lanzar ataques de represalia contra Israelen respuesta a un ataque occidental. Israel respondió que actuará con moderación, pero sólo si la agresión contra ellos "no excede los límites razonables."

En una noticia relacionada, el Embajador de EE.UU. en Israel Daniel Shapiro ha prometido una "respuesta fuerte y seria" a la supuesta atrocidad química de Assad la semana pasada, a pesar de que funcionarios estadounidenses admitían al New York Times que no hay una "pistola humeante" que directamente enlace al Presidente Assad con el ataque.

Funcionarios de inteligencia estadounidenses también dijeron a la agencia Associated Press que las pruebas de inteligencia sobre la culpabilidad de Assad es un "mate final", una forma muy diferente de retórica de la administración Obama, que sostuvo que la responsabilidad de Assad era "innegable".

Fuente: Infowars

Obama mira mas allá de Siria con este ataque


Varios expertos creen que Siriaempezó a figurar entre los intereses nacionales de EE.UU. solo después de que Obama impusiera a Damasco la 'línea roja'. Según esta opinión, el envite de Obama es falso y lo que le interesa en realidad no es Siria.

Pese a la retórica agresiva de EE.UU. en dirección a Siria, un ataque no es tan deseable para Washington como parece. De hecho, hace tiempo que Washington se dio cuenta de que vale la pena preocuparse no solo por los gobiernos enemistados, sino también por los que vendrán después. 

"Lo ocurrido en Afganistán, Irak y Libia dejaron claro a Washington que el derrocamiento de un gobierno conlleva inevitablemente la necesidad de conformarse con un sucesor que tampoco es ideal. En los casos mencionados EE.UU. acabó involucrado en guerras civiles, cuyo resultado salió muy caro. En el caso de Siria los rebeldes son musulmanes sunitas cuyas facciones más organizadas mantienen vínculos con Al Qaeda", comenta el politólogo estadounidense George Friedman al portal Stratfor. Así las cosas, ante esta situación ningún final del conflicto se antoja deseable para Obama. 

Si Obama no actúa ahora en Siria se le aumentaría la posibilidad de una guerra contra Irán o Corea del Norte 
En cualquier caso, parece si EE.UU. se muestra tan insistente sobre la cuestión siria no es porque le importe mucho este país, su conflicto interno o incluso su gobierno. Lo que realmente le preocupa a Washington es que se cumplan los límites que impone, opina el experto. 

"EE.UU. anunció públicamente su condición sobre el uso de armas químicas, lo que ahora le obliga a participar en una acción militar. Si Obama no actúa ahora después de que, según su opinión, la condición haya sido violada, ello aumentaría la posibilidad de una guerra contra Irán o Corea del Norte", dijo. 


Según George Friedman, "uno de los métodos para controlar el comportamiento de estos países sin acabar enfrentándose en a ellos en una guerra es presentarles claramente sus condiciones, cuya violación provocaría una intervención, para que el adversario tenga una idea sobre esta 'línea roja' y no la cruce". 

Un método de controlar estos países sin llevar una guerra contra ellos es ponerles 'lineas rojas' 

"Si estos países llegan a la conclusión de que EE.UU. 'farolea' en Siria, aumentaría drásticamente la probabilidad de errores de cálculo para Washington", dice el experto, precisando que "puede ser que EE.UU. de a conocer la nueva línea roja, la violación que no tolerará, y que la otra parte piense que 'farolea' de nuevo -como en la situación de Siria- y viole la condición. En este caso, Washington tendrá que atacar y este ataque lo podría haber evitado si la 'línea roja' en Siria no fuera sólo un 'envite falso'". 

Yevgeni Satanovski, presidente del Instituto ruso de Oriente Medio, no cree que Obama farolee en Siria. Según el politólogo, Washington sigue un estrategia bien pensada y su objetivo es Irán. "Se prepara para atacar Irán, que a más tardar el próximo verano obtendrá armas nucleares. Según las leyes de guerra, antes de atacar al enemigo, hay que eliminar a sus aliados. Durante la Segunda Guerra Mundial antes de lanzarse contra Alemania, los aliados atacaron Italia. Aquí pasa lo mismo", declara.

Fuente: RT
La próxima Guerra

La teoría de Las élites extractivas: Siete claves del porqué los políticos no quieren que se hable de ello




Siete claves que los políticos no quieren que leas: la teoría de las "élites extractivas" de César Molinas



¿Qué es la teoría de las élites extractivas de César Molinas? Lee esta guía resumen de siete claves para entenderla en un minuto.

La clase política española se ha convertido, según Molinas, en un "grupo de interés particular" que se mantiene extrayendo rentas de la población.


1. El concepto “élite extractiva” 

es formulado por los economistas Daron Acemoglu y Jim Robinson, y lo definen como “un sistema de captura de rentas que permite,  sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio”

2. El economista César Molinas aplica esta teoría al caso español. 

Afirma que nuestra clase política se ha convertido en “un grupo de interés particular”, que  ha creado un sistema  para captar (o extraer) rentas de la población  con el exclusivo fin de mantenerse a costa del contribuyente, directa o indirectamente.

3. Esta élite política se reproduce mediante  un sistema electoral que no permite  la elección individual de candidatos, sino de partidos. 

De esta manera las cúpulas partidistas controlan férreamente todos los centros de poder del Estado.

4. La élite política española  tiende a provocar burbujas económicas de la que nunca se responsabiliza, gracias a su control sobre los órganos de vigilancia. 

El caso de Bankia es un ejemplo claro: la han hundido y no se ha depurado ninguna responsabilidad. 

Los políticos también causaron la burbuja inmobiliaria, pues tenían poder para decidir el precio del suelo a través de recalificaciones, diseñar planes urbanísticos y conceder créditos para llevarlos a cabo valiéndose de su poder en la caja de ahorros correspondiente. 

Otros ejemplos son las subvenciones a energías renovables o la construcción de infraestructuras que ahora se han revelado innecesarias, como palacios de congresos faraónicos, centros deportivos no terminados o autopistas que nadie usa.

5. Las reformas estructurales que exige la situación actual han sido convertidas en meros recortes y subidas de impuestos, pero no en supresión de fundaciones, empresas y organismos públicos. 

Es decir, han recortado rentas productivas (la de los ciudadanos y empresas privadas) y han mantenido las improductivas (donde la clase política extrae las rentas). 

6. A medida que la presión de los mercados y de Europa exija no sólo recortes y aumentos impositivos, 
sino la reducción del tamaño del Estado, irá creciendo en la clase política una opinión contraria al euro, pues verán amenazado seriamente su sistema de extracción de rentas, es decir, su modus vivendi.

7. Para evitar la debacle que supondría la salida del euro, se debería cambiar el sistema electoral por otro que permita elegir a dirigentes que respondan ante los electores, no ante las cúpulas.


César Molinas propone un sistema mixto 


En este artículo propongo una teoría de la clase política española para argumentar la necesidad imperiosa y urgente de cambiar nuestro sistema electoral para adoptar un sistema mayoritario. 

La teoría se refiere al comportamiento de un colectivo y, por tanto, no admite interpretaciones en términos de comportamientos individuales. 

¿Por qué una teoría? Por dos razones. 

En primer lugar porque una teoría, si es buena, permite conectar sucesos aparentemente inconexos y explicar sucesos aparentemente inexplicables. 

Es decir, dar sentido a cosas que antes no lo tenían. Y, en segundo lugar, porque de una buena teoría pueden extraerse predicciones útiles sobre lo que ocurrirá en el futuro. 

Empezando por lo primero, una buena teoría de la clase política española debería explicar, por lo menos, los siguientes puntos:

¿Cómo es posible que, tras cinco años de iniciada la crisis, ningún partido político tenga un diagnóstico coherente de lo que le está pasando a España?

¿Cómo es posible que ningún partido político tenga una estrategia o un plan a largo plazo creíble para sacar a España de la crisis? ¿Cómo es posible que la clase política española parezca genéticamente incapaz de planificar?

¿Cómo es posible que la clase política española sea incapaz de ser ejemplar? ¿Cómo es posible que nadie-salvo el Rey y por motivos propios- haya pedido disculpas?

¿Cómo es posible que la estrategia de futuro más obvia para España -la mejora de la educación, el fomento de la innovación, el desarrollo y el emprendimiento y el apoyo a la investigación- sea no ya ignorada, sino masacrada con recortes por los partidos políticos mayoritarios?

En lo que sigue, argumento que la clase política española ha desarrollado en las últimas décadas un interés particular, sostenido por un sistema de captura de rentas, que se sitúa por encima del interés general de la nación.

En este sentido forma una élite extractiva, según la terminología popularizada por Acemoglu y Robinson.

Los políticos españoles son los principales responsables de la burbuja inmobiliaria, del colapso de las cajas de ahorro, de la burbuja de las energías renovables y de la burbuja de las infraestructuras innecesarias.

Estos procesos han llevado a España a los rescates europeos, resistidos de forma numantina por nuestra clase política porque obligan a hacer reformas que erosionan su interés particular. Una reforma legal que implantase un sistema electoral mayoritario provocaría que los cargos electos fuesen responsables ante sus votantes en vez de serlo ante la cúpula de su partido, daría un vuelco muy positivo a la democracia española y facilitaría el proceso de reforma estructural.

Empezaré haciendo una breve historia de nuestra clase política.

A continuación la caracterizaré como una generadora compulsiva de burbujas.

En tercer lugar explicitaré una teoría de la clase política española.

En cuarto lugar usaré esta teoría para predecir que nuestros políticos pueden preferir salir del euro antes que hacer las reformas necesarias para permanecer en él.

Por último propondré cambiar nuestro sistema electoral proporcional por uno mayoritario, del tipo first-past-the-post, como medio de cambiar nuestra clase política.

La historia

Los políticos de la Transición tenían procedencias muy diversas: unos venían del franquismo, otros del exilio y otros estaban en la oposición ilegal del interior. No tenían ni espíritu de gremio ni un interés particular como colectivo.

Muchos de ellos no se veían a sí mismos como políticos profesionales y, de hecho, muchos no lo fueron nunca. Estos políticos tomaron dos decisiones trascendentales que dieron forma a la clase política que les sucedió.

La primera fue adoptar un sistema electoral proporcional corregido, con listas electorales cerradas y bloqueadas.

El objetivo era consolidar el sistema de partidos políticos fortaleciendo el poder interno de sus dirigentes, algo que entonces, en el marco de una democracia incipiente y dubitativa, parecía razonable.

La segunda decisión, cuyo éxito se condicionaba al de la primera, fue descentralizar fuertemente el Estado, adoptando la versión café para todos del Estado de las autonomías.

Los peligros de una descentralización excesiva, que eran evidentes, se debían conjurar a partir del papel vertebrador que tendrían los grandes partidos políticos nacionales, cohesionados por el fuerte poder de sus cúpulas. El plan, por aquel entonces, parecía sensato.

Pero, tal y como le ocurrió al Dr. Frankenstein, lo que creó al monstruo no fue el plan, que no era malo, sino su implementación.

Por una serie de infortunios, a la criatura de Frankenstein se le acabó implantando el cerebro equivocado. Por una serie de imponderables, a la joven democracia española se le acabó implantando una clase política profesional que rápidamente devino disfuncional y monstruosa.

Matt Taibbi, en su célebre artículo de 2009 en Rolling Stone sobre Goldman Sachs “

La gran máquina americana de hacer burbujas”comparaba al banco de inversión con un gran calamar vampiro abrazado a la cara de la humanidad que va creando una burbuja tras otra para succionar de ellas todo el dinero posible. 

Más adelante propondré un símil parecido para la actual clase política española, pero antes conviene analizar cuáles han sido los cuatro imponderables que han acabado generando a nuestro monstruo.
En primer lugar, el sistema electoral proporcional, con listas cerradas y bloqueadas, ha creado una clase política profesional muy distinta de la que protagonizó la Transición.

Desde hace ya tiempo, los cachorros de las juventudes de los diversos partidos políticos acceden a las listas electorales y a otras prebendas por el exclusivo mérito de fidelidad a las cúpulas.

Este sistema ha terminado por convertir a los partidos en estancias cerradas llenas de gente en las que, a pesar de lo cargado de la atmósfera, nadie se atreve a abrir las ventanas.

No pasa el aire, no fluyen las ideas, y casi nadie en la habitación tiene un conocimiento personal directo de la sociedad civil o de la economía real.

La política y sus aledaños se han convertido en un modus vivendi que alterna cargos oficiales con enchufes en empresas, fundaciones y organismos públicos y, también, con canonjías en empresas privadas reguladas que dependen del BOE para prosperar.

En segundo lugar, la descentralización del Estado, que comenzó a principios de los 80, fue mucho más allá de lo que era imaginable cuando se aprobó la Constitución.

Como señala Enric Juliana en su reciente libro Modesta España, el Estado de las autonomías inicialmente previsto, que presumía una descentralización controlada de “arriba a abajo”, se vio rápidamente desbordado por un movimiento de “abajo a arriba” liderado por élites locales que, al grito de “¡no vamos a ser menos!”, acabó imponiendo la versión de café para todos del Estado autonómico.

¿Quiénes eran y qué querían estas élites locales?

A pesar de ser muy lampedusiano, Juliana se limita a señalar a “un democratismo pequeñoburgués que surge desde abajo”.

Eso es, sin duda, verdad. Pero, adicionalmente, es fácil imaginar que los beneficiarios de los sistemas clientelares y caciquiles implantados en la España de provincias desde 1833, miraban al nuevo régimen democrático con preocupación e incertidumbre, lo que les pudo llevar, en muchos casos, a apuntarse a “cambiarlo todo para que todo siga igual” y a ponerse en cabeza de la manifestación descentralizadora.

Como resultante de estas fuerzas, se produjo un crecimiento vertiginoso de las Administraciones Públicas: 17 administraciones y gobiernos autonómicos, 17 parlamentos y miles -literalmente miles- de nuevas empresas y organismos públicos territoriales cuyo objetivo último en muchos casos, era generar nóminas y dietas.

En ausencia de procedimientos establecidos para seleccionar plantillas, los políticos colocaron en las nuevas administraciones y organismos a deudos, familiares, nepotes y camaradas, lo que llevó a una estructura clientelar y politizada de las administraciones territoriales que era inimaginable cuando se diseñó la Constitución.

A partir de una Administración hipertrofiada, la nueva clase política se había asegurado un sistema de captura de rentas -es decir un sistema que no crea riqueza nueva, sino que se apodera de la ya creada por otros- por cuyas alcantarillas circulaba la financiación de los partidos.
En tercer lugar, llegó la gran sorpresa.

El poder dentro de los partidos políticos se descentralizó a un ritmo todavía más rápido que las Administraciones Públicas.

La idea de que la España autonómica podía ser vertebrada por los dos grandes partidos mayoritarios saltó hecha añicos cuando los llamados barones territoriales adquirieron bases de poder de “abajo a arriba” y se convirtieron, en la mejor tradición del conde de Warwick, en los hacedores de reyes de sus respectivos partidos.

En este imprevisto contexto,se aceleró la descentralización del control y la supervisión de las Cajas de Ahorro. 

Las comunidades autónomas se apresuraron a aprobar sus propias leyes de Cajas y, una vez asegurado su control, poblaron los consejos de administración y cargos directivos con políticos, sindicalistas, amigos y compinches.

Por si esto fuera poco, las Cajas tuteladas por los gobiernos autonómicos hicieron proliferar empresas, organismos y fundaciones filiales, en muchas ocasiones sin objetivos claros aparte del de generar más dietas y más nóminas.

Y en cuarto lugar, aunque la lista podría prolongarse,la clase política española se ha dedicado a colonizar ámbitos que no son propios de la política 

como, por ejemplo y sin ánimo de ser exhaustivo, el Tribunal Constitucional, el Consejo General del Poder Judicial, el Banco de España, la CNMV, los reguladores sectoriales de energía y telecomunicaciones, la Comisión de la Competencia…

El sistema democrático y el Estado de derecho necesitan que estos organismos, que son los encargados de aplicar la Ley, sean independientes.

La politización a la que han sido sometidos ha terminado con su independencia, provocando una profunda deslegitimación de estas instituciones y un severo deterioro de nuestro sistema político.

Pero es que hay más. Al tiempo que invadía ámbitos ajenos, la política española abandonaba el ámbito que le es propio: el Parlamento.

El Congreso de los Diputados no es solo el lugar donde se elaboran las leyes; es también la institución que debe exigir la rendición de cuentas. Esta función del Parlamento, esencial en cualquier democracia, ha desaparecido por completo de la vida política española desde hace muchos años.

La quiebra de Bankia, escenificada en la pantomima grotesca de las comparecencias parlamentarias del pasado mes de julio, es sólo el último de una larga serie de casos que el Congreso de los Diputados ha decidido tratar como si fuesen catástrofes naturales, como un terremoto, por ejemplo, en el que aunque haya víctimas no hay responsables.

No debería sorprender, desde esta perspectiva, que los diputados no frecuenten la Carrera de San Jerónimo: hay allí muy poco que hacer.

Las burbujas

Los cuatro procesos descritos en los párrafos anteriores han conformado un sistema político en el que las instituciones están, en el mal sentido de la palabra, excesivamente politizadas y en el que nadie acaba siendo responsable de sus actos porque nunca se exige en serio rendición de cuentas.

Nadie dentro del sistema pone en cuestión los mecanismos de capturas de rentas que constituyen el interés particular de la clase política española.

Este es el contexto en el que se desarrollaron no sólo la burbuja inmobiliaria y el saqueo y quiebra de la gran mayoría de las Cajas de Ahorro, sino también otras “catástrofes naturales”, otros “actos de Dios”, a cuya generación tan adictos son nuestros políticos.

Porque, como el gran calamar de Taibbi, la clase política española genera burbujas de manera compulsiva. Y lo hace no tanto por ignorancia o por incompetencia como porque en todas ellas captura rentas.

Hagamos, sin pretensión alguna de exhaustividad, un brevísimo repaso de las principales tropelías impunes de las últimas dos décadas: la burbuja inmobiliaria, las Cajas de Ahorro, las energías renovables y las nuevas autopistas de peaje.

La burbuja inmobiliaria española fue, en términos relativos, la mayor de las tres que estuvieron en el origen de la actual crisis global, siendo las otras dos la estadounidense y la irlandesa.

No hay duda de que, como las demás, estuvo alimentada por los bajos tipos de interés y por los desequilibrios macroeconómicos a escala mundial.

Pero, dicho esto, al contrario de lo que sucede en EE UU, las decisiones sobre qué se construye y dónde se construye en España se toman en el ámbito político. 

Aquí no se puede hablar de pecados por omisión, de olvido del principio de que los gestores públicos deben gestionar como diligentes padres de familia. No.

En España la clase política ha inflado la burbuja inmobiliaria por acción directa, no por omisión ni por olvido. Los planes urbanísticos se fraguan en complejas y opacas negociaciones de las que, además de nuevas construcciones, surgen la financiación de los partidos políticos y numerosas fortunas personales, tanto entre los recalificados como entre los recalificadores.

Por si el poder de los políticos –decidir el qué y el dónde- no fuese suficiente, la transmisión del control de las Cajas de Ahorro a las comunidades autónomas añadió a los dos anteriores el poder de decisión sobre el quién, es decir, el poder de decisión sobre quién tenía financiación de la Caja de turno para ponerse a construir.

Esto supuso un salto cualitativo en la capacidad de captura de rentas de la clase política española, acercándola todavía más a la estrategia del calamar vampiro de Taibbi. 

Primero se infla la burbuja, a continuación se capturan todas las rentas posibles y, por último, a la que la burbuja pincha… ¡ahí queda eso! 

El panorama, cinco años después del pinchazo de la burbuja, no puede ser más desolador.

La economía española no crecerá durante muchos años más. Y las Cajas de Ahorro han desaparecido, la gran mayoría por insolvencia o quiebra técnica. ¡Ahí queda eso!

Las otras dos burbujas que mencionaré son resultado de la peculiar simbiosis de nuestra clase política con el “capitalismo castizo”, es decir, con el capitalismo español que vive del favor del Boletín Oficial del Estado.

En una reunión reciente, un conocido inversor extranjero lo llamó “relación incestuosa”; otro, nacional, habló de “colusión contra consumidores y contribuyentes”.

Sea lo que sea, recordemos en primer lugar la burbuja de las energías renovables. 

España representa un 2% del PIB mundial y está pagando 

el 15% del total global de las primas a las energías renovables. 

Este dislate, presentado en su día como una apuesta por situarse en la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, es un sinsentido que España no se puede permitir.

Pero estas primas generan muchas rentas y prebendas capturadas por la clase política y, también hay que decirlo, mucho fraude y mucha corrupción a todos los niveles de la política y de la Administración.

Para financiar las primas, las empresas y familias españolas pagan la electricidad más cara de Europa, lo que supone una grave merma de competitividad para nuestra economía. 

A pesar de esos precios exagerados, y de que la generación eléctrica tiene un exceso de capacidad de más del 30%, el sistema eléctrico español ostenta un déficit tarifario de varios miles de millones de euros al año y más de 24.000 millones de deuda acumulada que nadie sabe cómo pagar.

La burbuja de las renovables ha pinchado y… ¡ahí queda eso!

La última burbuja que traeré a colación, aunque la lista es más larga (fútbol, televisiones…), es la formada por las innumerables infraestructuras innecesarias construidas en las últimas dos décadas a costes astronómicos para beneficio de constructores y perjuicio de contribuyentes.

Uno de los casos más chirriantes es el de las autopistas radiales de Madrid, pero hay muchísimos más.

Las radiales, que pretendían descongestionar los accesos a Madrid, se diseñaron y construyeron haciendo dejación de principios muy importantes de prudencia y buena administración.

Para empezar, se hicieron unas previsiones temerarias del tráfico que dichas autopistas iban a tener.

En la actualidad el tráfico no supera el 30% de lo previsto. Y no es por la crisis: en los años del boom tampoco había tráfico.

A continuación¿incomprensiblemente? el Gobierno permitió que los constructores y los concesionarios fuesen, esencialmente, los mismos.

Esto es un disparate, porque al disfrazarse los constructores de concesionarios mediante unas sociedades con muy poco capital y mucha deuda, se facilitaba que pasara lo que acabó pasando: los constructores cobraron de las concesionarias por construir las autopistas y, al constatarse que no había tráfico, amenazaron con dejarlas quebrar.

Los principales acreedores eran ¡oh sorpresa! las Cajas de Ahorro. 

Los más de 3.000 millones de deuda nadie sabe cómo pagarlos y acabarán recayendo sobre el contribuyente pero, en cualquier caso, ¡ahí queda eso!

La teoría

Termino aquí la parte descriptiva de este artículo en la que he resumido unos pocos “hechos estilizados” que considero representativos del comportamiento colectivo, no necesariamente individual, y esto es importante recordarlo, de los políticos españoles.

Paso ahora a formular una teoría de la clase política española como grupo de interés.

El enunciado de la teoría es muy simple.

La clase política española no sólo se ha constituido en un grupo de interés particular,como los controladores aéreos, por poner un ejemplo, sino que ha dado un paso más, consolidándose como una élite extractiva, en el sentido que dan a este término Acemoglu y Robinson en su reciente y ya célebre libro Por qué fracasan las naciones. 

Una élite extractiva se caracteriza por:

"Tener un sistema de captura de rentas que permite, sin crear riqueza nueva, detraer rentas de la mayoría de la población en beneficio propio".

"Tener el poder suficiente para impedir un sistema institucional inclusivo, es decir, un sistema que distribuya el poder político y económico de manera amplia, que respete el Estado de derecho y las reglas del mercado libre.

Dicho de otro modo, tener el poder suficiente para condicionar el funcionamiento de una sociedad abierta -en el sentido de Popper- u optimista -en el sentido de Deutsch".

"Abominar la 'destrucción creativa', que caracteriza al capitalismo más dinámico.

En palabras de Schumpeter "la destrucción creativa es la revolución incesante de la estructura económica desde dentro, continuamente destruyendo lo antiguo y creando lo nuevo". 

Este proceso de destrucción creativa es el rasgo esencial del capitalismo.”Una élite extractiva abomina, además, cualquier proceso innovador lo suficientemente amplio como para acabar creando nuevos núcleos de poder económico, social o político".

Con la navaja de Occam en la mano, si esta sencilla teoría tiene poder explicativo, será imbatible.

¿Qué tiene que decir sobre las cuatro preguntas que se le han planteado al principio del artículo? 

Veamos:

La clase política española, como élite extractiva, no puede tener un diagnóstico razonable de la crisis. Han sido sus mecanismos de captura de rentas los que la han provocado y eso, claro está, no lo pueden decir. Cierto, hay una crisis económica y financiera global, pero eso no explica seis millones de parados, un sistema financiero parcialmente quebrado y un sector público que no puede hacer frente a sus compromisos de pago. La clase política española tiene que defender, como está haciendo de manera unánime, que la crisis es un acto de Dios, algo que viene de fuera, imprevisible por naturaleza y ante lo cual sólo cabe la resignación.
La clase política española, como élite extractiva, no puede tener otra estrategia de salida de la crisis distinta a la de esperar que escampe la tormenta. Cualquier plan a largo plazo, para ser creíble, tiene que incluir el desmantelamiento, por lo menos en parte, de los mecanismos de captura de rentas de los que se beneficia. Y eso, por supuesto, no se plantea.

¿Pidieron perdón los controladores aéreos por sus desmanes? No, porque consideran que defendían su interés particular. ¿Alguien ha oído alguna disculpa de algún político por la situación en la que está España? No, ni la oirá, por la misma razón que los controladores. ¿Cómo es que, como medida ejemplarizante, no se ha planteado en serio la abolición del Senado, de las diputaciones, la reducción del número de ayuntamientos…? Pues porque, caídas las Cajas de Ahorro -y ante las dificultades presentes para generar nuevas burbujas- la defensa de las rentas capturadas restantes se lleva a ultranza.

Tal y como establece la teoría de las élites extractivas, los partidos políticos españoles comparten un gran desprecio por la educación, una fuerte animadversión por la innovación y el emprendimiento y una hostilidad total hacia la ciencia y la investigación. De la educación sólo parece interesarles el adoctrinamiento: las estridentes peleas sobre la Educación para la Ciudadanía contrastan con el silencio espeso que envuelve las cuestiones verdaderamente relevantes como, por ejemplo, el elevadísimo fracaso escolar o los lamentables resultados en los informes PISA. La innovación y el emprendimiento languidecen en el marco de regulaciones disuasorias y fiscalidades punitivas sin que ningún partido se tome en serio la necesidad de cambiarlas. Y el gasto en investigación científica, concebido como suntuario de manera casi unánime, se ha recortado con especial saña sin que ni un solo político relevante haya protestado por un disparate que compromete más que ningún otro el futuro de los españoles.

La teoría de las élites extractivas, por lo visto hasta aquí, parece dar sentido a bastantes rasgos llamativos del comportamiento de la clase política española. Veamos qué nos dice sobre el futuro.

La predicción

La crisis ha acentuado el conflicto entre el interés particular de la clase política española y el interés general de España. Las reformas necesarias para permanecer en el euro chocan frontalmente con los mecanismos de captura de rentas que sostienen dicho interés particular.

Por una parte, la estabilidad presupuestaria va a requerir una reducción estructural del gasto de las Administraciones públicas superior a los 50 millardos de euros, un 5% del PIB.

Esto no puede conseguirse con más recortes coyunturales: hacen falta reformas en profundidad que, de momento, están inéditas.

Se tiene que reducir drásticamente el sector público empresarial, esa zona gris entre la Administración y el sector privado, que, con sus muchos miles de empresas, organismos y fundaciones, constituye una de las principales fuentes de rentas capturadas por la clase política.

Por otra parte, para volver a crecer, la economía española tiene que ganar competitividad.

Para eso hacen falta muchas más reformas para abrir más sectores a la competencia, especialmente en el mencionado sector público empresarial y en sectores regulados.

Esto debería hacer más difícil seguir creando burbujas en la economía española.
La infinita desgana con la que nuestra clase política está abordando el proceso reformista ilustra bien que, colectivamente al menos, barrunta las consecuencias que las reformas pueden tener sobre su interés particular.

La única reforma llevada a término por iniciativa propia, la del mercado de trabajo, no afecta directamente a los mecanismos de captura de rentas. Las que sí lo hacen, exigidas por la UE como, por ejemplo, la consolidación fiscal, no se han aplicado.

Deliberadamente, el Gobierno confunde reformas con recortes y subidas de impuestos y ofrece los segundos en vez de las primeras, con la esperanza de que la tempestad amaine por sí misma y, al final, no haya que cambiar nada esencial.

Como eso no va a ocurrir, en algún momento la clase política española se tendrá que plantear el dilema de aplicar las reformas en serio o abandonar el euro. Y esto, creo yo, ocurrirá más pronto que tarde.
La teoría de las élites extractivas predice que el interés

particular tenderá a prevalecer sobre el interés general.

Yo veo probable que en los dos partidos mayoritarios españoles crezca muy deprisa el sentimiento “pro peseta”.

De hecho, ya hay en ambos partidos cabezas de fila visibles de esta corriente.

La confusión inducida entre recortes y reformas tiene la consecuencia perversa de que la población no percibe las ventajas a largo plazo de las reformas y sí experimenta el dolor a corto plazo de los recortes que, invariablemente, se presentan como una imposición extranjera.

De este modo se crea el caldo de cultivo necesario para, cuando las circunstancias sean propicias, presentar una salida del euro como una defensa de la soberanía nacional ante la agresión exterior que impone recortes insufribles al Estado de bienestar.

También, por poner un ejemplo, los controladores aéreos presentaban la defensa de su interés particular como una defensa de la seguridad del tráfico aéreo.

La situación actual recuerda mucho a lo ocurrido hace casi dos siglos cuando, en 1814, Fernando VII – El Deseado- aplastó la posibilidad de modernización de España surgida de la Constitución de 1812mientras el pueblo español le jaleaba al grito de ¡vivan las “caenas”!

Por supuesto que al Deseado actual –llámese Mariano, Alfredo u otra cosa- habría que jalearle incorporando la vigente sensibilidad autonómica, utilizando gritos del tipo ¡viva Gürtel! ¡vivan los ERE de Andalucía! ¡visca el Palau de la Música Catalana!

Pero, en cualquier caso, las diferencias serían más de forma que de fondo.

Una salida del euro, tanto si es por iniciativa propia como si es porque los países del norte se hartan de convivir con los del sur, sería desastrosa para España.

Implicaría, como acertadamente señalaron Jesús Fernández-Villaverde, Luis Garicano y Tano Santos en EL PAÍS el pasado mes de junio, no sólo una vuelta a la España de los 50 en lo económico, sino un retorno al caciquismo y a la corrupción en lo político y en lo social que llevaría a fechas muy anteriores y que superaría con mucho a la situación actual, que ya es muy mala.

El calamar vampiro, reducido a chipirón, sería cabeza de ratón en vez de cola de león, pero eso nuestra clase política lo ve como un mal menor frente a la alternativa del harakiri que suponen las reformas.

Los liberales, como en 1814, serían masacrados –de hecho, en los dos partidos mayoritarios, ya se observan movimientos en esa dirección.

El peligro de que todo esto acabe ocurriendo en un plazo relativamente corto es, en mi opinión, muy significativo. ¿Se puede hacer algo por evitarlo?

Lamentablemente, no mucho, aparte de seguir publicando artículos como éste.

Como muestran todos los sondeos, el desprestigio de la clase política española es inmenso, pero no tiene alternativa a corto plazo. A más largo plazo, como explico a continuación, sí la tiene.

Cambiar el sistema electoral

La clase política española, como hemos visto en este artículo, es producto de varios factores entre los que destaca el sistema electoral proporcional, con listas cerradas y bloqueadas confeccionadas por las cúpulas de los partidos políticos.

Este sistema da un poder inmenso a los dirigentes de los partidos y ha acabado produciendo una clase política disfuncional. No existe un sistema electoral perfecto -todos tienen ventajas e inconvenientes- pero, por todo lo expuesto hasta aquí, en España se tendría que cambiar de sistema con el objetivo de conseguir una clase política más funcional.

Los sistemas mayoritarios producen cargos electos que responden ante sus electores, en vez de hacerlo de manera exclusiva ante sus dirigentes partidarios.

Como consecuencia, las cúpulas de los partidos tienen menos poder que las que surgen de un sistema proporcional y la representatividad que dan de las urnas está menos mediatizada.

Hasta aquí todo son ventajas. También hay inconvenientes. Un sistema proporcional acaba dando escaños a partidos minoritarios que podrían no obtener ninguno con un sistema mayoritario.

Esto perjudicaría a partidos minoritarios de base estatal, pero beneficiaría a partidos minoritarios de base regional.

En cualquier caso, el rasgo relevante de un sistema mayoritario es que el electorado tiene poder de decisión no solo sobre los partidos sino también sobre las personas que salen elegidas y eso, en España, es ahora una necesidad perentoria que compensa con creces los inconvenientes que el sistema pueda tener.
Un sistema mayoritario no es bálsamo de Fierabrás 

que cure al instante cualquier herida. 

Pero es muy probable que generase una clase política

diferente, más adecuada a las necesidades de España. 

En Italia es inminente una propuesta de ley para cambiar el actual sistema proporcional por uno mayoritario corregido: dos tercios de los escaños se votarían en colegios uninominales y el tercio restante en listas cerradas en las que los escaños se distribuirían proporcionalmente a los votos obtenidos.

Parece ser que el Gobierno “técnico” de Monti ha llegado a conclusiones similares a las que defiendo yo aquí: sin cambiar a una clase política disfuncional no puede abordarse un programa reformista ambicioso. 

Y es que, como le oí decir una vez a Carlos Solchaga, un “técnico” es un político que, además, sabe de algo.

¿Para cuándo una reforma electoral en España? 

¿Habrá que esperar a que lleguen los “técnicos”?César Molinas publicará en 2013 un libro titulado “¿Qué hacer con España?”. 

Este artículo corresponde a uno de sus capítulos. 

El Parlamento británico vota en contra de la intervención militar en Siria


La Cámara de los Comunes del Parlamento británico ha votado en contra de la iniciativa planteada por el primer ministro, David Cameron, de intervenir en Siria.

Con una diferencia de 13 votos, los parlamentarios británicos se opusieron a que las fuerzas militares del Reino Unido se unan a la posible operación en Siria. “Está claro que el Parlamento y la nación británica no quieren ver una acción militar. El Gobierno actuará en consecuencia”, ha comentado Cameron.

David Cameron, junto con Obama, ha sido uno de los principales defensores de la acción militar en Siria. En sus discursos anteriores admitía que ni la inteligencia británica ni la internacional poseen pruebas directas de que la autoría de los ataques químicos en Siria sea de las tropas de Bashar al Assad.

Sin embargo, siempre ha insistido en que todo el conjunto de las circunstancias no deja duda de que la culpa es de las tropas gubernamentales y que la única solución sería una respuesta con fuerza militar por parte de la comunidad internacional.

Cabe recordar que actualmente un submarino británico se encuentra en aguas cercanas a Siria mientras que seis cazas llegaron recientemente a la base militar del Reino Unido en Akrotiri, Chipre, que se ubica a unos 200 kilómetros de la costa siria.

Cuando anunció el reforzamiento de su presencia militar en las proximidades de las fronteras del país árabe, la Administración de Cameron precisó que solo se trata “de una una medida de prudencia y de precaución para garantizar la defensa de las zonas de soberanía del Reino Unido en un momento de gran tensión en la región”.
Fuente: RT

Houston, tenemos un OVNI metamórfico marrón


La misión Apolo 13 sigue dando impresionantes muestras de lo histórica que fue en todos los sentidos. 

Desde el punto de vista ufológico seguimos descubriendo detalles imposible captados por la tripulación antes de los momentos de tensión que se vivieron cuando la tripulación estuvo a punto de morir asfixiada. 

En otra de las fotografías realizadas en el viaje de vuelta, muy cerca de la luna, concretamente la AS13-61-8736 pudo verse otra increíble anomalía que no debía estar allí pero allí estaba. Veamos el caso.

1. Esta es la fotografía original con el objeto ampliado que podrán encontrar en el siguiente link:


Aquí podemos ver una excepcional toma de la luna a una distancia cercana y un impresionante objeto volador no identificado de tonos rojizos.

Es interesante observar la falta de simetría del objeto, uno de los más raros vistos en la historia de la ufología.

2. Destaca la presencia de diferentes densidades en el cuerpo del objeto.

Destaca sobre todo porque estamos ante posiblemente, uno de los OVNIS metamórficos más espectaculares jamás filmados. 

Las partes más oscuras podrían ser más densas que las partes más livianas, más claras.

Podríamos hablar del mismo fenómeno de los OVNIS del tipo serpiente, o EBANI en el espacio, pero esta vez con una forma contorsionada, doblada sobre sí misma.

Un objeto con unas posibilidades de fusión similares a las observadas en este caso de Suecia de Enero de este mismo año.

Ufopolis 2013

Alex collier: Historia de la Galaxia

Conferencia acerca de la perspectiva Andromedana sobre la historia galáctica (Taller de Global Wings), realizada en agosto del 2002 en Denver, Colorado, EE.UU.


Una de las últimas apariciones que tuvo antes de su retiro que duró casi seis años, debido entre otras cosas a las amenazas que recibió.

Algunos de los temas que Alex Collier desarrolla son los siguientes:

* Versión actual de la Historia de la Tierra versus versión Andromedana de la historia galáctica.
* Importancia del cuidado de los ecosistemas.
* Conflictos entre las dos grandes órdenes de la vida orgánica (basadas en hidrógeno y oxígeno).
* Componentes de la genética humana.
* Colonias extraterrestres (Reptilianos, Sirianos, Casiopeos, Lyranos, Pleyadianos, Annunaki, Antarianos, Andromedanos, entre otros).
* Agujeros de gusano.
* Naves madres (Andromedanas).
* Edenes (Estructuras de Domo).
* Prejuicios.
* Tradición de comunicación entre las razas.
* Lemuria y Atlántida.
* Los Ciakar.
* Los Grises.
* Guerras de Coerción.
* Fobos y Deimos.
* Delfines y Ballenas.
* Consejo de Andrómeda.
* Los Andromedanos (Zenetaen).
* Ascención (Elevación).
* Los Dogones y su relación con Sirio B.
* Shape-shifting.
* Realeza y linajes.
* Walk-in.
* Illuminati.
* "Planeta X" (Nibiru).
* Reconocimiento de seres regresivos, benevolentes, híbridos, etc, por parte de las razas extraterrestres.