Pretende convocar para el 11 de septiembre de 2014 el referéndum
Si el Gobierno impide la consulta, convocará elecciones en 2015
Encabezará una lista con Junqueras de 2 y el socialista Nadal de 4
Cómo número 3 se ha sondeado ya a Pep Guardiola, que se lo está pensando
Semana de ruido en Cataluña. Comenzó con el manual de supuestos agravios del Estado, presentado a bombo y platillo por Francesc Homs(que ni siquiera fue consultado con Josep Antoni Duran Lleida), y se cerró con el desplante de Mas a la vicepresidenta Sáenz de Santamaríaen una cena donde estaba la flor y la nata del empresariado catalán.
El presidente de la Generalitat cree que ese ambiente de confrontación "con Madrid", como les gusta decir a los independentistas, le va bien. A simple vista, se equivoca. Las encuestas siguen reflejando un desplome imparable de CiU, cuyos votantes se van hacia ERC o sencillamente no saben a quién votar. Pero es más, la cúpula empresarial de Cataluña ha comenzado a romper la omertá que protegía los alocados planes de la Generalitat, siempre generosa con los sumisos, cruel con los disidentes.
Ya no es sólo José Manuel Lara el que se atreve a poner en cuestión el aventurerismo del líder de CiU, a él se ha sumado también José Luis Bonet, presidente de Freixenet. También las multinacionales norteamericanas y europeas han dejado bien claro esta semana (ver Expansión del pasado 16 de octubre) que no quieren una Cataluña independiente.
Todo eso lo sabe Mas, pero el ruido a él le va bien porque, entre otras cosas, tapa el desastre de la gestión de la Generalitat.
Por ejemplo, la Generalitat no ha podido hacer frente al pago de los intereses trimestrales que tiene que abonar por la línea de financiación del FLA (este año Cataluña recibirá más de 9.000 millones de euros). Eso, técnicamente, es un default, una suspensión de pagos. Sin embargo, el Gobierno ha optado por una solución menos onerosa para Cataluña y le descontará esos intereses no abonados del próximo tramo que tiene que recibir del Fondo de Liquidez para, entre otras cosas, poder seguir pagando las nóminas a sus funcionarios.
Pero el ruido también le va bien a Mas porque el president ya no piensa en CiU. Sabe que la coalición está en proceso de putrefacción y que no aguantará esta legislatura. Duran Lleida ha puesto las cartas sobre la mesa y el líder de Convergència lleva meses trabajando en una alternativa que alterará profundamente el mapa político de Cataluña.
Ésta es su hoja de ruta.
1.- Antes de final de año, el presidente de la Generalitat pondrá fecha a la consulta (casi con total seguridad el 11 de septiembre de 2014).
2.- Ese gesto le servirá para dar entrada a ERC en el Govern y para preparar una coalición electoral con los republicanos de cara a laselecciones europeas de la próxima primavera. Esa lista podría ser la más votada en Cataluña.
3.– Si el Gobierno se niega, como es muy probable, a la convocatoria de la consulta, Mas podrá argüir ante sus ciudadanos que él hizo todo lo posible por respetar la legalidad y que Madrid no se lo permitió.
4.– A renglón seguido, convocará elecciones para la primavera de 2015.
5.– En ese proceso, se rompería la coalición con Unió Democràtica.
6.– Se conformaría una coalición, la Entesa per la Llibertat (ése es el nombre que se está barajando), en la que se integrarían Convergència, ERC, restos escindidos del PSC y ciudadanos independientes de reconocido prestigio.
7.– Esa lista estaría encabezada por el propio Artur Mas. El número dossería el líder de ERC, Oriol Junqueras. El número cuatro podría ser para Joaquim Nadal (PSC)... ¿Y el número tres? No, no ha sido un olvido. Sencillamente es que el número tres de esa hipotética lista a las elecciones plebiscitarias de 2015 sería nada más y nada menos que Pep Guardiola, el ahora entrenador del Bayern de Munich y ex entrenador del FC Barcelona. Probablemente, el personaje más querido y admirado de Cataluña.
Las fuentes consultadas señalan que la inclusión de Guardiola en la lista independentista no es sólo un deseo de los asesores de Mas, sino que ya habido conversaciones y un ofrecimiento informal. El ex futbolista ha dicho que se lo pensará, pero la idea, según las fuentes, le ha parecido buena.
A esa lista, que según las fuentes, podría arrasar en Cataluña (logrando90 escaños), se sumarían personajes de la cultura y profesiones liberales, gente muy popular y de distintos ámbitos ideológicos para dar la sensación de que no se trata sólo de una opción política al uso, sino de una candidatura de toda la "nación catalana".
Por eso, a Mas no le preocupa demasiado que CiU se esté desinflando en los sondeos. Él quiere alcanzar su sueño: ser el president de la Cataluña independiente.
Naturalmente, todo eso es muy bonito, pero ¿qué pasará en el minuto uno de la independencia?
Fuentes del Gobierno dicen que en ese hipotético momento (que nadie cree se llegue a dar) lo que se produciría sería "un colapso financiero".
En Cataluña, efectivamente, se podría seguir usando el euro, pero como se usa el dólar u otra divisa. Lo importante es que Cataluña y sus bancos perderían las líneas de liquidez del BCE y ninguna empresa catalana podría servir como colateral para las emisiones de deuda de la Generalitat.
Al día siguiente de la independencia, dicen las fuentes, un 40% de los depósitos huiría de Cataluña, lo que dejaría a las entidades catalanas en la quiebra más absoluta.
Pero, ¿estamos indefectiblemente condenados a la confrontación España/Cataluña? ¿Hay todavía algún margen para evitar el desastre?
Tanto Duran como el PSC han puesto en marcha lo que llaman Tercera Vía y que se concretaría en una consulta autorizada por el Gobiernoy con diversas opciones para garantizar una victoria (aunque por los pelos) de los que quieren seguir en España, aunque de otra forma.
Sin embargo, la respuesta a esa pregunta está en Moncloa. Rajoy no puede seguir actuando como si no pasara nada. Ése es el asunto político prioritario que tiene sobre la mesa. No es la hora de hacer números, es la hora de hacer política.
Casimiro García-Abadillo | Madrid
DOSIS LETALES