martes, 26 de noviembre de 2013

El Misterio de la Atlántida

Tal vez la más notable de todas las evidencias obtenidas en arqueología fue la de Heinrich Schliemann, quien, en 1871, descubrió Troya, o al menos una serie de ciudades superpuestas en Hissarlik, Turquía, el lugar donde se supone que se hallaba emplazada. Y, durante mucho tiempo, Troya también había sido considerada un mito. Cuando era joven, Schliemann se vio influido por un litograbado de la guerra troyana que mostraba las enormes murallas de la ciudad. Su tamaño le llevó a creer que era imposible que hubiese desaparecido por completo.

Mientras desarrollaba una brillante carrera como hombre de negocios, prosiguió sus estudios sobre la época homérica, hasta que finalmente abandonó su carrera en 1863, en busca de Troya, cosa que consiguió basándose fundamentalmente en los escritos clásicos de que disponía. Su descubrimiento sirvió para dar un enorme impulso a la arqueología moderna. Posteriormente hizo importantes descubrimientos en Micenas y en otros lugares.

Algunos especialistas le han criticado por su excesiva prisa por afirmar que sus hallazgos —sin duda importantes— correspondían en realidad a lo que buscaba, al objeto de su investigación. Por ejemplo, la hermosa máscara de oro de Agamenón, en Micenas, es sin duda máscara de alguien, pero no se ha demostrado aún que fuera la de Agamenón.

Debido a una serie de circunstancias muy curiosas, las actividades de un nieto de este famoso e intuitivo arqueólogo han acarreado un considerable desprestigio a la teoría de la Atlántida. En un artículo escrito para los periódicos de la cadena Hearst, en 1912, Paul Schliemann sostuvo que su abuelo, que durante mucho tiempo había estado interesado en el tema de la isla sumergida, escribió poco antes de su muerte, en 1890, una carta sellada que debía ser abierta por un miembro de su familia, el cual habría de dedicar su vida a las investigaciones que en ella se señalaban.

Paul afirmó también que una hora antes de su muerte, su abuelo agregó un post-scriptum abierto con las siguientes instrucciones: “Rompa el cántaro con la cabeza en forma de búho. Examine su contenido. Se refiere a la Atlántida”. Según él, no abrió la carta, que estuvo depositada en un banco francés hasta 1906. Cuando finalmente la abrió, supo que su abuelo había encontrado durante sus excavaciones en Troya un cántaro de bronce que contenía algunas tabletas de barro, objetos metálicos, monedas y huesos petrificados.

El cántaro tenía una inscripción en que se leía en escritura fenicia:
“Del rey Cronos de la Atlántida”.

Según Paul Schliemann, su abuelo había examinado un vaso de Tiahuanaco y encontrado en el interior restos de cerámica de la misma composición química, y objetos metálicos de una aleación idéntica, compuesta de platino, aluminio y cobre. Llegó a la convicción de que estos diversos objetos estaban relacionados por medio de un punto central de origen: la Atlántida.


Según el mismo Paul Schliemann, su abuelo prosiguió sus muy productivas investigaciones, encontrando diversos papiros manuscritos en San Petersburgo referentes a la prehistoria de Egipto. Uno de ellos hablaba de una expedición por mar realizada por los egipcios en busca de la isla-continente. Estos trabajos fueron realizados en secreto (cosa que, en realidad, sería bastante impropia de Heinrich Schliemann) hasta su muerte.

El joven Schliemann escribió que había realizado sus propias investigaciones antes de regresar a París y rompió el cántaro con la cabeza en forma de búho, en el que encontró un disco metálico blanco, mucho más ancho que el cuello del cántaro “en uno de cuyos costados había grabados extraños signos y figuras que no se parecen a nada que yo haya visto, en escrituras o jeroglíficos”. En el otro lado había una inscripción fenicia arcaica:

“...Procedente del templo de las murallas transparentes”. Entre otras piezas de la colección de su abuelo, Paul afirmó haber encontrado un anillo de aleación desconocida, una estatuilla de elefante labrada en un hueso petrificado y un mapa que había utilizado un navegante egipcio que andaba a la búsqueda de la Atlántida. (¿Sería posible que lo hubiese obtenido en préstamo en el museo de San Petersburgo durante sus investigaciones?) Prosiguiendo sus propias pesquisas en Egipto y África, Paul Schliemann halló otros objetos del misterioso metal que le llevaron a pensar que había reunido cinco eslabones de una cadena: “Las monedas de la colección secreta de mi abuelo, la moneda del cántaro de la Atlántida, las monedas del sarcófago egipcio, la moneda del cántaro de América Central y la cabeza (metálica) de la costa de Marruecos”.

Un observador neutral podría equiparar la preocupación de Paul Schliemann por encontrar monedas misteriosas con un deseo muy comprensible de ganar más dinero moderno, especialmente porque primero ofreció su historia a una cadena de periódicos y luego ninguno de sus hallazgos resistió una investigación seria. Las palabras finales de su artículo acerca de sus descubrimientos fueron: “Si quisiera decir todo lo que es, se acabaría el misterio”.

Esta es sin duda una de las declaraciones más insólitas de la historia de la investigación científica. Si las afirmaciones de una persona están respaldadas por reliquias o utensilios que pueden tocarse y examinarse, no hay duda de que están dentro de un terreno sobre el cual las instituciones oficiales, históricas y científicas, poseen autoridad para rechazarlas o aceptarlas como verdaderas.


Pero gran parte de la investigación atlántica se ha orientado en otras direcciones, como la de una memoria colectiva de raza, los recuerdos basados en la reencarnación, los recuerdos heredados e incluso el espiritismo. Tales investigaciones están necesariamente fuera, tanto del alcance como del campo propio del trabajo académico. Estas formas espirituales o incorpóreas de abordar la cuestión de la Atlántida desde varias fuentes han suscitado una gran variedad de información. Parte de ella coincide con las teorías atlánticas generales, pero otra es sorprendentemente distinta.

Edgar Cayce constituye un ejemplo de lo que acabamos de decir. Profeta clarividente e investigador en psiquiatría, murió en 1945, pero su colección de “entrevistas psíquicas” se ha convertido en la base de la fundación que lleva su nombre y que también se llama Asociación para la Investigación y la Cultura. Esta institución tiene su sede en Virginia Beach y cuenta con centros en diversas ciudades norteamericanas y en Tokio, y presenta las características de un movimiento en el que la Atlántida ocupa un lugar importante.

Las entrevistas de Gayce son el resultado de sus recuerdos personales acerca de encarnaciones anteriores propias y las de otros individuos “leídas” por él. Alrededor de setecientas de las entrevistas concedidas por este vidente a lo largo de varios años, para responder a preguntas que se le formulaban mientras se hallaba en trance, se refieren específicamente a acontecimientos de la historia ocurridos en la época de la Atlántida y a predicciones que aún deben cumplirse, como en el caso del templo “atlántico” submarino, frente a las costas de las Bimini. Un hallazgo futuro particularmente interesante ha de ser el de una cámara sumergida que contiene documentos atlánticos, que se producirá como anticipación de la nueva emersión de la isla-continente. La cámara sellada será descubierta siguiendo las líneas de las sombras proyectadas por el sol de la mañana al caer sobre las patas de la esfinge.

En las conferencias de Cayce, la isla de Platón se sigue desde sus orígenes hasta su edad de oro, con sus grandes ciudades de piedra provistas de todas las comodidades modernas, como medios de comunicación de masas, transporte aéreo, marítimo y terrestre, y algo que aún no hemos alcanzado, como es la neutralización de la gravedad y el control de la energía solar por medio de cristales eléctricos o “piedras de fuego”.

El mal uso de estos cristales provocó dos de los cataclismos que acabarían por destruir la Atlántida. A diferencia de lo que ocurre en nuestra época, existía una conexión entre las invenciones materiales y la fuerza espiritual, así como una mayor comprensión y comunicación con los animales, hasta que el materialismo y la perversión pusieron fin a la edad de oro.

El deterioro de la civilización atlántica hizo que su destrucción resultara segura, de acuerdo con los relatos de Cayce. El descontento de la población, la esclavitud de los obreros y las “mezclas” (productos de cruces de hombres y animales), el conflicto entre los “hijos de la Ley de Uno” y los depravados “hijos de Belial”, los sacrificios humanos, el adulterio y la fornicación generalizados y el mal uso de las fuerzas de la naturaleza, especialmente la utilización de “piedras de fuego” para el castigo y la tortura, fueron algunos de los elementos que contribuyeron al desastre.

Otros investigadores en ciencias ocultas y psiquiatría, como W. Scott Elliot, Madame Blavatsky y Rudolph Steiner, se basan en el ocultismo para obtener su información. Su opinión general es que la Atlántida provocó su propia destrucción, porque se dejó ganar por el mal. Esta es una opinión que comparten no sólo Spence y el historiador ruso Merezhowski, sino también Platón y los autores del Génesis y de las leyendas de inundaciones cuando describen la perversidad del mundo anterior a la inundación.

En cuanto al relato de Cayce acerca del deterioro o autodestrucción de la Atlántida, basta sustituir las palabras “maldad” por “materialismo” y “los cristales” o las “piedras de fuego” por “la bomba” y se obtiene un mensaje muy interesante, que proviene de una época anterior al comienzo de la era atómica, pero que resulta aplicable a nuestro tiempo. Las profecías de Cayce sobre el resurgimiento de la Atlántida serían muy dudosas bendiciones si se cumplieran, ya que la ciudad de Nueva York “desaparecerá en su mayor parte”, y la costa oeste “será destrozada” y casi todo Japón “se hundirá en el mar”.

No es extraño, pues, que los neoyorquinos, californianos y japoneses tengan el mayor interés en que Cayce se equivoque, aunque hemos de decir que sus anteriores predicciones sobre disturbios raciales, asesinatos de presidentes y terremotos en el valle del Mississippi, resultaron inquietantemente correctas.

La investigación psíquica no se considera todavía fuente fiable para establecer la verdad histórica, de manera que el voluminoso material psíquico acerca de la Atlántida representa solamente una parte de la literatura especializada que, en el mejor de los casos, merece un calificativo de “sin comentarios” de parte de la comunidad científica o arqueológica.

Todos aquellos que comparten la creencia en la existencia de la isla-continente y el deseo de comprobarla han formado organizaciones, cuyas actividades han servido algunas veces para debilitar, en lugar de fortalecer, la aceptación generalizada de la Atlántida como un ente histórico. En Francia este tipo de instituciones florecieron durante el período transcurrido entre las dos guerras mundiales.

Les Amis d’Atlantis (Los amigos de la Atlántida), fundada por Paul Le Cour, publicaba también una revista con el nombre de la isla platónica. Otro grupo, la Societe d’Études Atlantéennes (Sociedad de Estudios Atlánticos) tuvo un revés moral y físico cuando una de sus reuniones en la Sorbona fue interrumpida por el estallido de bombas lacrimógenas arrojadas por algunos miembros que aparentemente preferían estudiar la cuestión atlántica en forma intuitiva y no científica.

El presidente de la sociedad, Roger Dévigne, admitió en un informe posterior que la sociedad “está afectada por el descrédito que legítimamente se han ganado estos sueños, a los ojos del mundo científico”, y luego menciona la “prudente desconfianza” que inspiraba el aspecto de algunos socios que “usaban emblemas atlánticos en sus solapas, en su camino hacia picnics atlánticos...”

Sin embargo, los escritos de otros atlantólogos han sido objeto de un minucioso y generalmente reprobador examen por los microscopios de la “institucionalidad”. El estilo imaginativo y visionario de los libros sobre el tema resulta de por sí molesto para los arqueólogos, que prefieren teorías concretas, sin el agregado de la poesía. El “Continente Perdido” es un tema tan romántico que los poetas se han inspirado en él muchas veces, y como no dejan de citarse en la mayoría de los libros sobre la isla sumergida, el tema de la Atlántida da más una impresión de fantasía que de realidad.

Aunque son neutrales en cuanto a la poesía atlántica, los autores contrarios a la tesis de la isla-continente suelen ser tan rotundos a la hora de negar la posibilidad de que haya existido, como sus partidarios al apoyarla. Como ejemplo de estas posiciones negativas, se puede citar el informe del doctor Ewing, de la Universidad de California, que “pasó trece años explorando la cordillera del Atlántico central” y “no encontró rastro alguno de ciudades sumergidas”. ¿No es éste uno de esos casos en que se dice: “la busqué y no pude encontrarla, así que obviamente no existe”?

Si los palacios y templos de la Atlántida yacen destrozados y arruinados en los terrenos de la Atlántida, deben estar cubiertos por una gran cantidad de sedimentos y lodo, de manera que resultaría difícil encontrarlos e identificarlos, después de miles de años, sirviéndose tan sólo de un sistema de “verificación parcial”. Algo parecido ocurriría si los viajeros del espacio, después de lanzar redes al azar sobre la Tierra desde sus platillos volantes y durante sus viajes nocturnos, sin ver dónde las echaban, las recogieran y, al comprobar que no habían caído en ellas ni animales ni personas, concluyesen que no existe vida sensorial en el planeta.

bibliotecapleyades.net

Israel se une a Arabia Saudita para atacar Irán

La mala noticia es que el acuerdo de paz con Irán sobre su arma nuclear va a generar un último intento por generar la III Guerra Mundial por parte de Israel. La buena noticia es que este intento va a clarificar por completo quien personifica el Mal en el Planeta, puesto que Israel se va a unir a su “mortal enemigo musulmán”, Arabia Saudita, guardián de La Meca, evidenciando que Al Qaeda (y Hamás y los Hermanos Musulmanes) fueron inventos sionistas para generar la tensión que les hiciera pasar por “los buenos”.

Parece que Israel se va a hacer con el control de las bases USA en Arabia Saudita y los emiratos del golfo con el fin de lanzar un ataque sobre el país chiíta.

Como os vengo advirtiendo hace tiempo, el estupor que esta alianza contra natura del país que guarda el símbolo número uno del islam con los judíos, contraviniendo el principio número uno del Corán, va a generar una masiva conversión al chiísmo.

Tampoco creo que los propios israelitas reciban esta noticia con otro sentimiento que el de la estupefacción: ¡cómo les van a decir a los que se tienen por los máximos progresistas de la región aliándose con la monarquía más involucionista! ¡Y encima musulmanes!

Como digo, esta mala noticia conlleva una gran clarificación que simplificará enormemente las cosas a la hora de saber dónde reside el cáncer que carcome el Planeta.


Seguro que la redacción del titular os ha llevado a una disonancia cognitiva: “¿qué tendrá que ver el acuerdo de paz con Irán con un hipotético estallido de un artefacto nuclear en Madrid o Nueva York?”

Pero lo cierto es que el ministro de economía Naftalí Bennet realizó esta extraña declaración en el curso del monumental enfado israelita por que ya no podrá poner el programa nuclear iraní de pretexto para atacar al país persa.

Sus palabras textuales, recogidas en la edición de pago del periódico Haaretz del 24 de noviembre del 2013, fueron: “El mal acuerdo que se firmó da a Irán justo lo que querían: una reduccción de las sanciones al tiempo que preserva una parte sustancial de su programa nuclear. Si en los próximos cinco años un maletín nuclear explota en Nueva York o Madrid, será debido al acuerdo firmado esta mañana”. Las declaraciones seguían a otras de Netanyahu que avisaban de que “se defenderían ellos solos” a la luz de que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña habían dejado de apoyarlos.

Dado que Irán jamás ha tenido problema alguno con España, no es en absoluto desproporcionado interpretar estas palabras como un aviso a la comunidad internacional de que el pataleo judío porque ya ni Francia ni Estados Unidos ni Gran Bretaña les hacen caso es que pueden hacer explotar una bomba nuclear… en Nueva York… o en Madrid.

Justo las ciudades occidentales que recibieron los peores atentados de la paranoia “Al Qaeda”; es decir, que implícitamente Israel acaba de reconocer que pilotó los atentados del 11-M y el 11-S.
Histórica noticia, sin duda.

Dado que, como digo, la noticia está en la edición de pago del diario Haaretz, nos tenemos que contentar con las reproducciones de la noticia que hacen sitios como:

Sin duda que el hecho de que el Consejo de Seguridad de la ONU haya vuelto la espalda a Israel es señal de que Rusia y China ya llevan la batuta.

Un enjambre espacial intenta explicar por qué se está debilitando el escudo cósmico de la Tierra

El bombardeo de partículas solares, al chocar con el campo magnético de la Tierra, genera las espectaculares auroras boreales / NASA

Durante la Segunda Guerra Mundial, un científico ruso exiliado en EEUU desarrolló una tecnología capaz de decidir muchas batallas. Era un sencillo instrumento que, instalado en aviones, era capaz de detectar bajo el agua el campo magnético que genera la imponente mole de hierro de un submarino alemán, invisible a simple vista. Setenta años después, en completo son de paz, un instrumento similar va a servir para explicar un fenómeno que afecta a todos los habitantes de la Tierra y que depende de una masa de hierro millones de veces más grande que un submarino nazi, pero igual de invisible a simple vista: el núcleo de la Tierra.

El nuevo instrumento, una versión mejorada del magnetómetro que usó aquel científico ruso (se llamaba Victor Vacquier), es la pieza clave de la misión espacial Swarm, que se lanza hoy a la una de la tarde hora peninsular española desde el cosmódromo de Plesetsk, en Rusia. El lanzamiento puede verse en directo aquí. Swarm, enjambre en inglés, es un grupo de tres satélites de la Agencia Espacial Europea que se pondrán en órbita de forma simultánea y que medirán con una precisión no alcanzada hasta ahora el campo magnético generado por esa descomunal mole de hierro que hay en el centro de la Tierra.

El imán de la Tierra puede estar en un océano de hierro fundido a 3.000 kilómetros de profundidad

Por ahora, la mejor manera de saber qué hay ahí abajo es viajar al espacio. Los intentos de cavar un pozo lo suficientemente profundo para atravesar la corteza se han quedado a una profundidad de 12 kilómetros. Los instrumentos de Swarm intentarán medir fenómenos que suceden a más de 3.000 kilómetros de profundidad. Se piensa que en esa zona del núcleo de la Tierra hay un océano de hierro fundido a más de 4.000 grados y tan grande como Marte. Al girar, este océano infernal funciona como un enorme imán con forma de barra cuyos polos norte y sur quedarían cerca de los polos geográficos. Este imán genera la magnetosfera, una descomunal burbuja protectora que llega hasta decenas de miles de kilómetros sobre nuestras cabezas y mantiene a raya las partículas llegadas del espacio a altas energías. El bombardeo de estas partículas puede tumbar los satélites de los que depende la comunicación por móvil o dejar sin luz un territorio equivalente a tres españas,algo que sucedió en 1989 en la provincia canadiense de Quebec.


Reconstrucción del enjambre Swarm / ESA

“En los últimos 150 años, el campo magnético ha perdido un 15% de potencia”, explica a Materia Rune Floberghagen, responsable de la misión Swarm. El principal objetivo de los tres satélites que se lanzan hoy al espacio es saber por qué. En primer lugar, la misión medirá el campo magnético que se genera en el núcleo exterior de la Tierra, que aporta el 99% de todo el campo magnético del planeta. El debilitamiento de este campo deja a la Tierra un poco más expuesta al bombardeo de partículas originadas en el Sol.
Terremotos y petróleo

Cada cierto tiempo los polos del imán de la Tierra se invierten, el norte pasa a ser el sur y viceversa. Los científicos estiman que sucede, de media, cada 400.000 años. El último cambio de polaridad sucedió hace 780.000 años, así que es muy posible que estemos a las puertas del próximo. Ningún ser humano ha experimentado un cambio de polaridad, así que sus efectos son inciertos. “Hace 780.000 años ya había animales que usaban magnetorreceptores para orientarse, como, por ejemplo, las aves, y sabemos que se las arreglaron para sobrevivir al cambio, así que, aunque no tiene por qué ser algo bueno para la evolución, no sabemos cómo será de dramático”, señala el experto. Sin embargo, reconoce que un debilitamiento del escudo magnético de la Tierra reduce la protección ante el bombardeo de partículas solares en nuestro planeta y que Swarm también pretende contribuir a los nuevos sistemas de protección ante tormentas como la que dejó a oscuras a Quebec.

Swarm se retrasó por los repetidos fallos del cohete ruso que usará

Swarm tiene un coste de 220 millones de euros (España es responsable del 6% de la misión) y por eso intentará exprimir al máximo sus observaciones. Aunque sus objetivos son científicos, la misión podría tener importantes aplicaciones prácticas en la alerta ante terremotos o para hallar nuevas reservas de minerales en la corteza terrestre, señala Floberghagen. Para hacer lo primero habría que confirmar las teorías que dicen que antes de que haya movimientos en la corteza terrestre, los que provocan terremotos, hay cambios “precursores” en la ionosfera, la capa de la atmósfera que empieza a unos 80 kilómetros de la superficie y llega hasta los 600 kilómetros. “Por ahora no hay una confirmación real de esta teoría, pero nosotros vamos a poder ayudar a confirmarla ya que haremos mediciones más precisas de los cambios magnéticos en esta capa de la atmósfera”, explica Floberghagen.

La misión será la primera que pruebe a poner tres satélites en órbita de forma simultánea / ESA





Los tres satélites de Swarm, que parecen tres gambas robóticas de nueve metros de largo con placas solares a las espaldas, serán los primeros en aportar un mapa en 3D de los campos magnéticos que hay en la corteza terrestre. Estos los generan los propios minerales y esos mapas pueden destapar la existencia de nuevas reservas de minerales o de petróleo.

El cohete en el que Swarm saldrá al espacio es la principal fuente de incertidumbres de esta misión. El Rockot y la etapa Breeze KM que también usará Swarm han sufrido cinco fallos desde 2011, lo que ha arruinado varias misiones, incluido el lanzamiento de tres satélites militares rusos el pasado enero. Los problemas con el lanzador han obligado a retrasar varias veces el lanzamiento de Swarm hasta que las autoridades rusas finalizaron las investigaciones sobre las causas de los fiascos. “Esos fallos han sido nuestra principal fuente de ansiedad, pero confiamos en que los problemas se han resuelto y no hemos tenido ninguna noticia de lo contrario de nuestros colegas rusos”, asegura. Hoy, a las 13:02 hora peninsular española, todos saldremos de dudas.

Todo el mundo en Wall Street se está pasando este gráfico: La mega depresión financiera que viene

El prestigioso medio estadounidense Business Insider publicó en su cuenta de Twitter un demoledor gráfico que muestra el mercado actual alineado con el mercado en los días previos a la Gran Depresión.


El mercado está ahora mismo en la cúspide de un accidente enorme, comparable a la Gran Depresión. ¿Cuánto tiempo tenemos? Viendo el gráfico más bien poco…

Arrestan a un estudiante por enviar correos electrónicos dirigidos a ‘Adolf Obama’

Un estudiante estadounidense fue arrestado por enviar correos electrónicos dirigidos a ‘Adolf Obama’ a la web oficial de la Casa Blanca, whitehouse.gov. En sus cartas el hombre tachó al presidente de EE.UU de traidor y amenazó con matarlo.

Joshua Phillip Kilmas, un estudiante de 32 años de la Universidad de Connecticut (EE.UU.), se enfrenta a graves acusaciones federales por amenazar con matar al presidente Obama y a su familia. Según un informe del agente de Policía encargado del caso, el estudiante de ingeniería envió varias cartas dirigidas a ‘Adolf Obama’ a la página oficial de la Casa Blanca desde la dirección de correo electrónico obamamustdie@yahoo.com (que significa ‘Obama debe morir’) y exigió que el dirigente del país renunciara a su cargo y se suicidara.

El estudiante, que firmó las cartas con el nombre falso de John Q. Public, tachó al jefe de Estado de traidor y lo acusó de cometer crímenes contra el pueblo estadounidense. El joven estaba convencido de que matando al presidente Obama cumpliría con su deber ante la Constitución de los Estados Unidos. Kilmas afirmó en sus mensajes electrónicos que había construido ‘drones’ con el único propósito de eliminar al jefe de Estado por violar la ley.

El mes pasado, dos agentes del servicio secreto visitaron el sindicato de estudiantes del campus de la Universidad de Connecticut para entrevistar al sospechoso, que admitió ser el autor de las amenazas. Joshua Phillip Kilmas fue detenido y enviado a un hospital psiquiátrico. Según los policías de la universidad el detenido anteriormente había amenazado a uno de sus profesores a través de correos electrónicos.

Filman un OVNI de tres colores en Oklahoma, Estados Unidos

Ocurrió en Altus, Oklahoma a principios de este mismo mes de Noviembre. Unos testigos consiguieron grabar a toda velocidad una curiosa formación de luces que sobrevolaban una conocida instalación militar de la zona. Según los testigos, aquellas luces estuvieron sobrevolando la zona completamente estáticas durante 15 minutos, de los cuales consiguieron hacer el vídeo que van a ver a continuación.

1. Esta es la primera imagen de cerca de los tres OVNIS. Si se fijan, dos de ellos tienen el mismo color, los situados a los lados. El OVNI central es más oscuro. Los dos de la derecha vuelven a aparecer como la formación estable de par de esferas (una vez más). El OVNI está estático sobre la vertical de los testigos, pero son los testigos los que se mueven.
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2. Aquí vemos la mejor vista de todas en donde podemos ver la formación de par de esferas mientras que se han producido los típicos cambios de coloración de este tipo de OVNIS. Es reseñable que durante la filmación aparezcan otros objetos de colores rojizos en torno a estos tres.
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3. La formación de los tres OVNIS también tiene una ligera separación, que puede ser posible debido al movimiento de los propios testigos. Los OVNIS son de geometría esférica y presentan las mismas interacciones que hemos visto en cientos de ocasiones en ufología.
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