jueves, 29 de diciembre de 2016

Extrañas personas que cambiaron a otras dimensiones


La idea de realidades paralelas más allá del nuestra no es nueva, sin embargo, ¿qué pasaría si un día te despertaras en una vida completamente diferente? Como recordaréis, en 2008 una mujer llamada Lerina García, aseguró despertarse una mañana en una cama diferente a la suya y con un trabajo que no era el mismo. Muy posiblemente se trate de uno de los casos más sorprendentes sobre universos paralelos de la historia. Pero hay muchos más. Y todos ellos parecen ser la evidencia que en ocasiones y sin tener conocimientos de ello, las personas acceden a realidades paralelas. A continuación, algunas de estas historias que desafina todas las leyes de la física.


Todo cambia en un segundo

En la edición de septiembre de 1956 de la revista FATE explicaron la curiosa historia de una mujer que al parecer cambió a otro universo paralelo en 1934. Según los informes, en otoño de ese año una mujer llamada Miriam Golding tuvo una experiencia inusual, mientras que se encontraba en el ascensor con su prometido en Chicago. El ascensor estaba lleno de gente, y cuando Miriam se bajó en el piso equivocado se encontró con que no podía volver debido a la multitud de personas, por lo que decidió esperar al próximo ascensor. Fue entonces cuando descubrió que no se encontraba en el edificio, sino en una estación de tren.

La enorme estación estaba llena de viajeros y en la megafonía se podía escuchar los anuncios de las llegadas y salidas de los trenes. Miriam se dirigió a un puesto de información donde había una mujer, pero esta la ignoró por completo. Sorprendida, Miriam siguió una serie de señales que indicaban el camino hacia la calle. Pero cuando salió se dio cuenta de que no se encontraba en Chicago. Ella fue recorriendo las calles y se dio cuenta de que todo el mundo la ignoraba, como si nadie la viese.

Pero después, vio a un niño confundido de pie en la acera. Miriam se acercó y le pregunto qué le pasaba. Y el niño la miró, por lo que fue la primera persona en reconocer su presencia en ese extraño lugar. La joven sonrió levemente y le dijo: “Supongo que también te bajaste en el piso equivocado”.

Los dos caminaron juntos por la calle, al mismo tiempo que eran ignorados por su alrededor. Miriam y el pequeño llegaron a una playa. A lo lejos había un banco de arena con varias mujeres. Para sorpresa de Miriam, una de las mujeres era curiosamente la hermana de su novia. Fue entonces cuando las mujeres llamaron a Miriam y su joven compañero. El chico intentó nadar hasta el banco de arena, pero las olas le hacían volver a la playa. Y de repente, el banco de arena desapareció.

Miriam cerró los ojos con exasperación, desilusión y cansancio, y luego fue superada por la extraña sensación de flotar en el espacio. Después de algún tiempo de esta extraña sensación, abrió los ojos y se encontró a sí misma, sentada encima de un taburete en el edifico, de noche, lo que sugiera que había estado allí durante al menos varias horas. Desorientada, Miriam buscó a su prometido, pero no lo encontró y decidió regresar a su casa. Cuando llegó, su prometido estaba preocupado por la desaparición de Miriam y había decidido esperar en casa. Curiosamente, la hermana de su novio, a la que Miriam había visto en el misterioso banco de arena, afirmó que había visto a Miriam caminando en la ciudad e incluso la había llamado, pero ella parecía estar centrada en acompañar a un joven muchacho. Hoy en día, la historia de Miriam continúa siendo un misterio.

Una civilización diferente

Otro caso publicado en la revista FATE en abril de 1959 fue la experiencia de Frances E. Peterson, de Keokuk, Iowa, que en 1935 viajaba a casa con su marido y sus cuatro hijos después de pasar un fin de semana en Misuri. Durante el camino tomaron un desvió hasta un paisaje rústico. Cuando llegaron al final del pintoresco paisaje vieron a varias mujeres con sombreros de sol y faldas largas con cubos de madera llenando agua de un pozo. También había hombres con largas barbas y vestidos con ropa de épocas pasadas. Parecían estar cuidando rebaños de ovejas y cabras o recogiendo leña.

Debido a que se quedaron enamorados de la pintoresca escena, la familia preguntó a los habitantes de un pueblo cercano sobre el “asentamiento”, sin embargo, les dijeron que no existía ese lugar, en esa zona no vivía nadie. Convencidos de que realmente existía, Frances y su marido regresaron al lugar varias veces después, pero no encontraron ninguna evidencia de los inusuales lugareños en el valle. Todo esto sugería que la familia había sido transportada temporalmente algún punto poco comprendido entre las diferentes realidades.

Más allá que una aventura

Un caso interesante de viajes a otra dimensión ocurrió en 1956, cuando un cazador de tesoros llamado Ron Quinn, su hermano Chuck y algunos amigos se encontraba en las montañas del sureste de Arizona en busca de misteriosos tesoros perdidos españoles y minas de oro. Tres semanas después de comenzar su aventura, los aventureros establecieron un campamento una noche, y en esa misma noche vieron dos grandes bolas de luz de color verde azulada flotando en el cielo oscuro y estrellado. Los desconcertados aventureros determinaron que no eran bengalas, ni ningún tipo de aeronave conocida.

Las extrañas bolas de luz estuvieron revoloteando por la zona durante varios minutos antes de desaparecer detrás de algunas montañas. La noche siguiente, sucedió el mismo fenómeno. Cuando explicaron su experiencia a un vaquero llamado Louie Romero, este les dijo que las luces inexplicables eran un fenómeno muy recurrente en la zona, y llevaban apareciendo desde 1939.

En un momento durante sus viajes, el grupo de aventureros pasó por lo que parecía un arco de piedra, que destacaba por ser una especie de anomalía en el paisaje, un objeto fuera de lugar. Un nativo les explicó que el arco de piedra estaba rodeado de extrañas historias y rumores, como que si una persona pasaba a través de la puerta no volvía a salir, y que los objetos lanzados no aparecían al otro lado, ganándose el nombre “Portal de los dioses”. También había quien aseguraba que en ocasiones aparecían personas del “portal” como si fueran fantasmas.

Cautivado por todas estas historias extrañas, Quinn y su equipo decidieron volver para encontrar el misterioso arco e investigarlo. Cuando lo encontraron hicieron todo tipo de experimentos, como tirar objetos a través de él, pero no pasó nada. Cada vez más escépticos, algunos de los miembros del equipo decidieron regresar. Sin embargo, días después ocurrieron extraños acontecimientos. Un día, mientras se encontraba cerca del portal recogiendo algunas geodas, Roy y otro miembro del equipo vieron como el arco de piedra emitía unos reflejos y un calor intenso, a pesar de que era enero. El extraño fenómeno duró unos pocos minutos, tiempo suficiente para sentir una creciente presión dentro de sus oídos.

Pero el incidente más extraño ocurrió años después de que la expedición hubiera terminado. Cuatro años después Chuck Quinn decidió regresar al portal de piedra. El aventurero subió por las empinadas laderas rocosas, hacia el arco, parando para tomar un poco de aire. Fue aquí mientras miraba hacia el oeste sobre el majestuoso paisaje cuando se dio cuenta de que había un cañón que no debería estar allí. Desconcertado, descubrió que se encontraba a un kilómetro de distancia por donde había subido. De alguna manera fue transportado a un lugar diferente. El extraño suceso lo convenció de que, efectivamente, había algo extraño en el arco de piedra y se marchó para siempre de ese lugar. ¿Era el arco de piedra una especie de puerta de entrada a otra dimensión?

Esto son solo algunos de los casos que parecen demostrar que hay una conexión entre las diferentes dimensiones y que por algún motivo que desconocemos, en ocasiones podemos acceder. Está claro que para algunos son simples historias, pero para otros son evidencias de la existencia de universos paralelos.

¿Alguna vez has tenido experiencias similares? ¿Te atreves a explicarlas?

MEP 25 DE DICIEMBRE DE 2016
http://www.mundoesotericoparanormal.com/extranas-personas-cambiaron-otras-dimensiones/

Las Increíbles profecías de Aberfan

En este programa vamos a estudiar lo que ocurrió el 20 de octubre de 1966 en un pequeño pueblo de Gales en donde murieron cientos de personas tras romperse el dique de contención de una mina de carbón y roca, en un hecho que fue profetizado por más de 200 personas en el Reino Unido y que tuvo como protagonista a una niña Eryl May Jones, una alumna del colegio que fue sepultado por una inmensa tromba de lodo y que vio todo aquello el día antes.



Conozca cómo hay que vestir para asistir gratis al cine, el zoo o incluso a un concierto de Coldplay

El periodista del portal Vice, David Allegretti, ha contado cómo pudo visitar gratis el cine, museos y conciertos de grupos musicales. Para ello, solo le hizo falta llevar una muy conocida prenda de vestir…

Foto ilustrativa

Los chalecos reflectantes son un verdadero pase para acceder gratuitamente a cualquier establecimiento cultural, sugiere el David Allegretti. El periodista australiano lo pudo comprobar al entrar junto a un amigo al cine, al zoológico de Melbourne o incluso a un concierto de Coldplay sin comprar una sola entrada, simplemente vistiendo chalecos de alta visibilidad. Es lo que cuenta Allegretti en su artículo, publicado en el portal Vice.


"El mundo es un lugar estratificado. La gente importante entra en lugares exclusivos(...) Pero hay una laguna para entrar en lugares de forma gratuita. Sólo tiene que fingir ser una persona importante. Y las personas que usan vestido de alta visibilidad son importantes, en el sentido de que arreglan las cosas que a nadie más le importan. Si ven a alguien en vestimenta de alta visibilidad (…) naturalmente asumen que se dirige a arreglar algo. Esto hace que un chaleco de alta visibilidad se convierta en una llave de la vida", explicó Allegretti.

El periodista y su amigo Sean comenzaron a experimentar con una visita al cine. Vistiendo sus chalecos reflectantes, pasaron directamente por enfrente del control de entradas y entraron en la primera sala que se encontraron. Allí pudieron ver la película 'Fiesta de Navidad en la oficina' ('Office Christmas Party').

A continuación, los amigos decidieron hacer lo mismo en el zoológico de Melbourne.

"Caminamos por la zona de la entrada durante unos 15 minutos fumando cigarrillos, para disimular nuestra preocupación. Ni Sean ni yo podíamos creer que todo fuera a funcionar", cuenta el Allegretti. Sin embargo, los amigos lograron entrar al zoológico, e incluso Sean se atrevió hacerlo mandando un saludo los trabajadores que se encontraban allí.

Publicado: 29 dic 2016 17:34 GMT | Última actualización: 29 dic 2016 17:35 GMT
https://actualidad.rt.com/viral/227268-vestir-asistir-gratuitamente-museos

miércoles, 28 de diciembre de 2016

Los primeros Faraones Extraterrestres

Manetón Nació en Sebennito (actual Samannud, en el Delta del Nilo) y fue sumo sacerdote de Ra en Heliópolis. Vivió durante el reinado de los dos primeros faraones de la Dinastía Lágida, que son Ptolomeo I Sóter (305-283 a.C.) y Ptolomeo II Filadelfo (283-246 a.C.). Compuso la Aigyptiaká (Historia de Egipto), en la que organizó la cronología de su larga historia en forma de dinastías desde los tiempos míticos hasta la conquista de Alejandro Magno.

Manetón escribió “La Historia de Egipto” en tres volúmenes o tomos, que en realidad ya no existen, pero nos han llegado fragmentos recogidos por distintos autores. Por un lado, las citas de Flabio Josefo (siglo I d. C.) y por otro, los escritos de los llamados “padres” (autores relacionados con la Iglesia), como Julio Africano (siglo III d. C.), Eusebio de Cesárea (siglo IV d. C.) y Sincelo, conocido como Jorge el Monje (siglo IX d. C.).


Como sumo sacerdote que era, Manetón tenía acceso a los archivos reales depositados en templos y palacios, así que es de suponer que las fuentes que utilizó fueron documentos de la misma tipología que el Canon Real de Turín, la Piedra de Palermo y las listas reales de los muros de los templos. Dinastía a dinastía, Manetón nos da una versión del nombre de cada rey, los años de duración de su reinado, y a menudo también aporta datos sobre el reinado o la personalidad del monarca.

Como hemos mencionado anteriormente, no nos ha llegado nada de la historia de Egipto directamente de Manetón, sino de numerosos autores que utilizaron su obra con diversos fines. Las cronologías que detalló Manetón encajan perfectamente con el Papiro de Turín y la Piedra de Palermo. Se recoge en la Crónica de Malalas, en torno al 500 d. C., en el que se explica que “el primer Rey de Egipto pertenecía a la tribu de Cam, el hijo de Noé, llamado también Naracó, pero anteriormente a este existieron otros antiguos reinos de Egipto, ya señalados por el sapientísimo Manetón”.Detalle del papiro que contiene la lista de regentes egipcios

Según recoge Eusebio de Cesárea , una dinastía de dioses reinó en Egipto durante 13.900 años: el primer dios fue Vulcano, el dios descubridor del fuego, después el Sol, Sosis, Saturno, Isis y Osiris, Tifón hermano de Osiris y Horus hijo de Isis y Osiris. A estos siguieron dinastías de Semidioses, héroes que reinaron durante 11.025 años, lo que hace un total de 24.925 años.

A partir de ese tiempo, aproximadamente sobre el 3.000 a. C., reinaría el primer faraón humano. Parece que oficialmente es Menes el primer Faraón hombre, también identificado como Narmer, pero seguramente hubo algunos otros anteriores. De hecho se sabe que anteriormente a Menes reinaron otros monarcas como el Faraón Escorpión y el Faraón Ka.Según transmite Sincelo (Jorge el Monje), seis dinastías de dioses reinaron durante 11.985 años. De nuevo, Hefesto, dios del fuego, Helios o Sol, Agatodemon, Cronos o Saturno, Isis y Osiris y Tifón hermano de Osiris.

Los primeros nueve semidioses que cita Sincelo son Horus (hijo de Isis y Osiris), Ares, Anubis, Heracles, Apolo, Amón, Titoes, Sosus y Zeus, abarcando entre estos nueve semidioses un periodo de unos 2.645 años aproximadamente de reinado en Egipto.

A continuación, siguen sucediéndose dinastías de semidioses, espíritus o héroes, abarcando entre todos ellos miles de años de reinados en Egipto, en unas cifras similares a las que establece Eusebio. Y todo esto, antes de que empezara a reinar en Egipto el primer faraón según la Historia oficial.

En cuanto al aspecto físico de los seres referidos en las antiguas cronologías, según refieren los escritos, se sabe que eran descendientes de los dioses; eran físicamente mucho más altos, voluminosos y fuertes que los seres humanos, por eso se les llamaba también a menudo como “Gigantes”. A este respecto se han encontrado multitud de momias y esqueletos de individuos, repartidos por toda la Tierra, que vivieron en la antigüedad, que superaban los dos metros e incluso llegando a los tres metros de altura. Generalmente solían tener el pelo rubio y ojos claros. Por ejemplo, a través de las distintas fuentes de Manetón se habla del monarca Sesocris, de quien se dice que su estatura era de 5 codos y 3 palmos (unos tres metros).


Seres transformados como híbridos, mitad animales mitad humanos, imágenes representadas constantemente en la antigüedad, consideradas hoy en día como mitología,, pero que sin embargo para los antiguos era una religión muy real. Los dioses, seres reales que posiblemente eran ángeles caídos o demonios, aquellos que se rebelaron en el Cielo y que según la Biblia, descendieron a habitar en la Tierra, podían materializarse y desmaterializarse a voluntad y adoptar cualquier aspecto físico, por ejemplo, un híbrido de animal con humano…

Diodoro de Sicilia, un famoso historiador griego del siglo I a. C., que empleó 30 años en escribir una Historia Universal, para lo cual visitó todos los lugares y monumentos que mencionó, no dudó en escribir que los primeros monarcas del país del Nilo reinaban desde hacía 23.000 años. Otra vez asomaban dioses y semidioses en la cronología de Egipto, en un tiempo en el que todavía no reinaban los seres humanos…

Por Veritas Boss -27 octubre, 2016
http://www.veritasboss.com/los-primeros-faraones-extraterrestres/

La inteligencia superior de los seres humanos es fruto de una pequeña mutación genética

Una pequeña mutación en el ADN del genoma humano fue la que permitió la emergencia de la inteligencia superior en el Homo Sapiens, según una nueva investigación. Esta mutación aumentó la proliferación de células madre neurales, las cuales se transformaron en neuronas del neocórtex durante el desarrollo del embrión, implicado en funciones cognitivas como el lenguaje y la conciencia. 

© MPI f. Molecular Cell Biology and Genetics

La sustitución de una sola letra en el ADN alumbró la inteligencia superior.Una pequeña mutación genética fue la que permitió la emergencia de las funciones cognitivas superiores propias del Homo Sapiens, según un estudio publicado en Science Advances. La mutación, identificada por un equipo del Instituto Max Planck de Alemania, consistió en la sustitución de una base nucleica denominada citosina por una guanina, en el seno del gen conocido como ARHGAP11B, informa el citado instituto en un comunicado


Las bases nucleicas son compuestos orgánicos que constituyen la base de los ácidos nucleicos. Se organizan formando largas cadenas, algunas de millones de nucleótidos encadenados. Existen dos tipos básicos de ácidos nucleicos, el ADN (ácido desoxirribonucleico) y el ARN (ácido ribonucleico), que se diferencian entre sí, entre otras cosas, por las diferentes bases nitrogenadas de citosina y guanina. 

Las bases nucleicas desempeñan un papel fundamental en el almacenamiento, expresión y transmisión de información genética en virtud de su capacidad para formar estructuras complementarias. También son indispensables para el metabolismo energético de las células. 

Los investigadores observaron que la mutación de la nucleobase citosina por guanina está presente no sólo en todos los humanos modernos actuales, sino también en los neandertales, cuyo cerebro es tan voluminoso como el nuestro, así como en los denisovanos, una posible nueva especie de Homo que vivió entre un millón y 40.000 años atrás en áreas geográficas en las que también vivían neandertales y sapiens. 

Según los investigadores, la mutación de la citosina por guanina ocurrió en el seno del gen ARHGAP11B, que apareció cerca de la línea evolutiva de los homínidos cuando se separaron de los chimpancés. 

El gen ARHGAP11B que contiene la sutil mutación es el único gen conocido hasta ahora que codifica la síntesis de una proteína específicamente humana. Este gen aumenta la proliferación de células madre o progenitoras neurales, las cuales se transforman en neuronas del neocórtex durante el desarrollo del embrión. El neocórtex es la capa externa de los hemisferios cerebrales implicada en las funciones cognitivas, como el lenguaje y la conciencia. 

Los investigadores descubrieron que el gen ARHGAP11B procede de la duplicación del gen ARHGAP11A presente en todo el mundo animal. Cuando se produjo la duplicación, hace alrededor de cinco millones de años, el gen ARHGAP11B perdió 55 nucleótidos, si bien fue la sustitución de una nucleobase (C por G) ocurrida más recientemente la que le otorgó la potestad de producir células madre neurales, y en consecuencia su capacidad de procurar la expansión del neocórtex. 

Prueba experimental 

Para confirmar el papel del gen ARHGAP11B y de su mutación en la corticogénesis, los investigadores inocularon este gen humano en embriones de ratones. Constataron entonces que el gen introducido aumentaba la producción de células madre neurales, que formaban a su vez nuevas neuronas. 

En consecuencia, la superficie del neocórtex de los ratones aumentó, así como la circunvolución cerebral, elevaciones tortuosas de la superficie del cerebro producidas al plegarse la corteza sobre sí misma. Cada circunvolución controla la actividad del músculo esquelético que ocupa el lado opuesto del organismo. 

Esto es importante porque el córtex de ratas y ratones es liso, mientras que el aumento significativo de su superficie en los mamíferos superiores más evolucionados produjo la formación de pliegues para acomodarlo a la caja craneal, con volumen todavía restringido. 

Es muy probable sin embargo que esta pequeña mutación sea una entre otras muchas que dieron a los seres humanos su inteligencia, resaltan los investigadores. 

Referencia 

A single splice site mutation in human-specific ARHGAP11B causes basal progenitor amplification. Marta Florio, Takashi Namba, Svante Pääbo, Michael Hiller, and Wieland B. Huttner. Science Advances 07 Dec 2016: Vol. 2, no. 12, e1601941. 
DOI: 10.1126/sciadv.1601941

"Las Cuatro Nobles Verdades" de Buda: entrevista a Emilio Carrillo

Resultado de imagen para entrevista a Emilio CarrilloEn la tradición budista, la “iluminación” de Siddharta Gautama y su transfiguración en Buda se liga al discernimiento sobre el sufrimiento…

Realmente, entronca con una Sabiduría sin Edad y perenne que siempre ha estado ahí a lo largo de la historia de la humanidad. Pero sí, en el budismo se narra que lo primero que hizo Buda tras alcanzar la “iluminación” bajo el árbol Bodhi, hace aproximadamente 2.500 años, fue compartir las Cuatro Nobles Verdades, en las que el “duhkha” o “dukkha” ostenta un papel central.

Resultado de imagen para "Las Cuatro Nobles Verdades" de Buda: entrevista a Emilio CarrilloY aunque este vocablo abarca una amplia gama de significados en su idioma original y carece de una traducción directa en las lenguas occidentales, todos ellos giran en torno a la noción de sufrimiento: malestar, dolor, tristeza, pena, descontento, desilusión, insatisfacción, incomodidad, intranquilidad, imperfección, fricción, aflicción, padecimiento, impermanencia, insustancialidad, pesar, frustración, irritación, presión, ir contra corriente, agonía, tensión, angustia existencial…

Y ¿qué enseñó Buda por medio de esas Cuatro Nobles Verdades?

Lo expuso en su primer discurso, llamado Dhammacakkappavattana-Sutta (La puesta en movimiento de la rueda de la Verdad o Dharma). Estas son las Cuatro Nobles Verdades:


1ª. La noble verdad de dukkha: El nacimiento es dukkha, la vejez es dukkha; la tristeza, el lamento, el dolor, la pena y el desespero son dukkha; la asociación con lo que no se ama es dukkha; la separación de lo que se ama es dukkha; no conseguir lo que se quiere es dukkha. En breve, los cinco agregados del aferramiento son dukkha.

2ª. La noble verdad del origen de dukkha: El aferramiento que provoca el consiguiente devenir y que es acompañado por la pasión y el deleite, probándolo ahora aquí y ahora allí. El aferramiento al placer de los sentidos, el aferramiento a que algo aparezca, el aferramiento a que algo no aparezca.

3ª. La noble verdad del cese de dukkha: La disminución y cese del aferramiento, la renuncia, el abandono, la liberación, el dejar ir ese mismo aferramiento.

4ª. La noble verdad del camino de práctica que conduce al cese de dukkha o “Noble Camino Óctuple”: el correcto punto de vista, la correcta resolución, el habla correcta, la acción correcta, el modo de vida correcto, el esfuerzo correcto, la atención correcta y la concentración correcta.

Pensando en los lectores menos familiarizados con el magisterio de Buda, ¿podrías acercarnos más estas Verdades?

Es muy sencillo, porque lo que Buda hace a través de ellas es describir un procedimiento médico que, siguiendo los usos de la medicina de su época, está configurado por cuatro fases principales: observación del síntoma de la enfermedad; diagnóstico de la misma; pronóstico de las posibilidades de recuperación; y prescripción de una receta o tratamiento. Eso sí, aquí no se trata de una enfermedad física, sino del “dukkha”, que es una enfermedad de más calado.

¿Cómo se concretan cada una de estas “fases”?

La observación del síntoma se recoge en la primera de las Verdades: “El nacimiento es dukkha, la vejez es dukkha; la tristeza, el lamento, el dolor, la pena y el desespero son dukkha; la asociación con lo que no se ama es dukkha; la separación de lo que se ama es dukkha; no conseguir lo que se quiere es dukkha”.

Con ello se muestra que el sufrimiento está siempre presente: la muerte de uno mismo y de los seres amados es sufrimiento; la enfermedad de nuestros seres queridos y la propia es sufrimiento; incluso la convivencia con los seres amados conlleva sufrimiento; etcétera. El síntoma del sufrimiento es la insatisfacción ante la vida; y conlleva la compresión de que toda existencia genera sufrimiento.

Tras la observación del síntoma, el diagnóstico…

Centra la segunda de las Verdades: “El aferramiento que provoca el consiguiente devenir y que es acompañado por la pasión y el deleite, probándolo ahora aquí y ahora allí. El aferramiento al placer de los sentidos, el aferramiento a que algo aparezca, el aferramiento a que algo no aparezca”.


Se pone así de manifiesto que el sufrimiento proviene de la postergación de nuestro “verdadero ser” y “naturaleza esencial” y la identificación exclusiva con el yo físico, emocional y mental y la personalidad a ello asociada. Tal aferramiento provoca la ignorancia consciencial acerca de lo que realmente Somos, de nuestra dimensión espiritual y divina. Y por esto, no percibimos la Felicidad que es nuestro Estado Natural –el “Bien-Ser” que Somos- y nos lanzamos fuera, al mundo exterior, a buscar desesperadamente un sucedáneo: el “bien-estar”.

¿La visión de un Dios exterior y la búsqueda del “bien-estar” en el exterior son la fuente del sufrimiento?

La idea de Dios aún prevaleciente en la Humanidad, que es la de un Dios exterior, y la búsqueda del bienestar en el exterior, que orienta la vida de la mayoría de la gente, son el origen y la causa del sufrimiento humano.

La idea de Dios que todavía comparten mayoritariamente los seres humanos, creyentes o no creyentes, es la de algo o alguien exterior a ellos: los creyentes creen en ese algo o alguien y los no creyentes no, pero ambos comparto idéntica percepción de lo divino, algo externo y ajeno a ellos mismos. Esta percepción sumerge a hombres y mujeres en el olvido de lo que realmente Son: en la ignorancia de su “verdadero ser” y “naturaleza esencial”. Y el olvido e ignorancia de algo tan sublime les impide, a su vez, sentir la Felicidad o “Bien-Ser” que es el Estado Natural de nuestra naturaleza divinal.

Al concebir un Dios exterior –para afirmarlo (creyente) o para negarlo (no creyente), da igual-, el ser humano se desune mentalmente de la divinidad que constituye su genuino ser y naturaleza y se contempla a sí mismo como algo separado de ella. La consecuencia directa es la identificación con un yo físico, emocional y mental, que realmente es sólo el vehículo que utilizamos para experienciar la vivencia humana. 

Es así como esa idea de Dios, que hacen consciencialmente suya la mayoría de las personas, las conduce a aferrarse a un yo y a una personalidad que no son reales, dado su carácter puramente instrumental, efímero y circunstancial, viviendo en un estado de “ensoñación” en el que no se percatan de la “naturaleza esencial” y divinal que todos, sin excepción, atesoramos y a todos, sin exclusión, nos caracteriza.

Y desde esa inconsciencia se lanzan con vehemencia hacia fuera de ellas mismas –hacia el mundo y hacia los demás- en búsqueda del “bien-estar” (placer, contento, cuidado, protección, seguridad, éxito, conocimientos, reconocimiento,...), que no es sino un pobre sustitutivo de la Felicidad o “Bien-Ser” que constituye el Estado Natural –innato, espontáneo, que no necesita ser buscado ni hallado- de nuestro “verdadero ser”.

Dios exterior y bienestar en el exterior…

La búsqueda del bienestar en el exterior es la derivación lógica de la visión de un Dios externo que impide a tanta gente percibir y constatar su “verdadero ser” y “naturaleza esencial” y divinal. Y esta búsqueda exterior de lo que de forma sublime y esplendorosa ya atesoramos en nuestro interior, se halla presidida por la inclinación vital y mental hacia el placer, que se plasma en un sinfín de deseos, anhelos, ansias, aspiraciones, pasiones y apegos.

Se pretende la satisfacción aquí y allá. Sin embargo, cuando no la conseguimos, nos frustramos y ofuscamos (“mal-estar”), lo que produce sufrimiento. Y cuando sí la alcanzamos, no nos percatamos de que esa satisfacción momentánea (“bien-estar”) es intrínsecamente origen y preámbulo de más sufrimiento, pues el “bien-estar” es siempre algo inevitablemente pasajero y vendrá seguido de “mal-estar”.

Además, por efecto de la polarización de las dicotomías, cualquier interpretación de las vivencias cotidianas en clave dual –ponerlas en un platillo (experiencias que consideramos mentalmente “positivas”) u otro (vivencias que estimamos mentalmente “negativas”)- provoca impactos en los dos bandos dicotómicos -en los dos platillos a la vez-, por lo que la búsqueda de contento crea igualmente dolor; la de cuidado, desprotección y soledad; la de conocimiento, incomprensión y desubicación; etcétera.

El “mal-estar” y el “bien-estar”, aunque para la mente parezcan experiencias muy distintas, forman parte realmente de una misma experiencia y beben de idéntica fuente: la omisión de nuestro “verdadero ser” y “naturaleza esencial” y la identificación con un falso yo. ¿Lo “ves”?

¡Lo “veo”!. Y comprendo que la ruta que nos lleva al sufrimiento es una única ruta, pero cuenta con dos vías alternativas: el malestar y el bienestar. El malestar es la vía directa, sin parada, al sufrimiento. Y el bienestar es la vía que cuenta con una estación de tránsito: tal estación es precisamente la sensación pasajera de bienestar, que es sólo la antesala del sufrimiento

La ruta única al sufrimiento, con las dos vías que mencionas, tiene un nombre: “experiencia dual”. El sufrimiento es la consecuencia automática y lógica de las actitudes y las acciones que desarrollamos en libre albedrío cuando nos apartamos de lo que Somos y buscamos en lo que no somos nuestro contento, cuidado, protección, seguridad, conocimientos, reconocimiento, satisfacción, placer,... Y aunque tales actitudes y acciones, en su desenvolvimiento, parecen seguir caminos radicalmente distintos –malestar o bienestar-, realmente parten de un mismo punto de salida –el olvido de lo que Somos- y conducen inexorablemente a un mismo punto de llegada: el sufrimiento.

Bajo todo ello subyace el aferramiento a lo físico y material, la consiguiente percepción de la “realidad” por la única vía de los sentidos corpóreo-mentales y, derivado de ambas cosas, el encumbramiento del ego y la ignorancia acerca de la impermanencia e interdependencia de cuanto nos rodea.

Olvidamos nuestra “naturaleza esencial” y divinal, nos identificamos con una “naturaleza egocéntrica” y creemos ilusamente que algún acto, logro, objeto, persona o entorno propicio nos llevarán a la satisfacción permanente del “yo”, cuando el "yo" en sí no es más que una fabricación impermanente de la mente.

Es una pescadilla que se muerde la cola; una pesadilla que se enrosca sobre ella misma. Y responsabilizamos a los demás o a factores externos por el sufrimiento que hay en nuestras vidas, en vez de darnos cuenta y asumir que son nuestras actitudes y acciones personales las que generan ese sufrimiento y que la vida de cada uno es cien por cien responsabilidad de cada cual.

Y esta enfermedad, el sufrimiento, ¿tiene cura?

En la tercera de las Verdades, Buda afirma que sí, que el sufrimiento puede ser vencido: “La disminución y cese del aferramiento, la renuncia, el abandono, la liberación, el dejar ir ese mismo aferramiento”.

La sanación de esta enfermedad es posible por medio del recuerdo y el reencuentro con lo que Somos, lo que provocará paulatinamente la disolución del deseo, la liberación de los anhelos y los rechazos, la eliminación de los apegos y las renuncias y, en definitiva, el abandono de toda búsqueda de bienestar, no dándole acogida en nosotros.

Esto exige la auto-observación: introspección para detectar lo que nos impulsa a desear cosas y a perseguir nuestro cuidado y contento. Así hasta lograr lo que San Juan de la Cruz expone en el cierre de su Noche oscura: “Dejando mi cuidado entre las azucenas olvidado”.

Por tanto, el sufrimiento tiene cura: desaparecerá de nuestras vidas cuando dejemos nuestro cuidado y contento (la querencia de bienestar, en cualquiera de sus manifestaciones) entre las azucenas olvidado. Esto exige Confianza: dejarse fluir (“Vivir Viviendo”) con absoluta Confianza en la Providencia, en la Vida, en cuanto Es (Perfecto) y Acontece y en la Sabiduría innata –muy superior a cualquier tipo de conocimiento- que todos atesoramos en nuestro interior.

Y esta Confianza surge y se nutre, a su vez, del “cesar de ser yo”: la única forma de escapar de la insatisfactoriedad de la vida es enfrentarnos de manera directa a esta condición insatisfactoria, que siempre se dará y existirá mientras caminemos por la vida negando nuestro “verdadero ser” y con los zapatos del falso “yo”. Al mirar de frente esta realidad, entenderemos cómo es y sabremos las causas del sufrimiento y qué hacer para que no surjan.

Y llegados aquí, sólo queda la cuarta fase del procedimiento médico…

La cuarta de las Verdades. Se trata del “Noble Camino Óctuple”: 1. Comprensión correcta; 2. Pensamiento correcto; 3. Palabra correcta; 4. Acción correcta; 5. Ocupación correcta; 6. Esfuerzo correcto; 7. Atención correcta; y 8. Concentración correcta.

Este “Camino” conlleva método y atención interior para centrarnos en nuestro “verdadero ser” y “naturaleza esencial” y no volver a buscar el “bien-estar”.

La práctica del silencio y la meditación son muy importantes para esto. Y, sobre todo, conseguir que nuestras actitudes en el día a día –y las acciones que de ellas derivan- estén llenas de Amor, impregnando con su Frecuencia cualquier hecho, situación o circunstancia de la vida cotidiana. Para ello se requiere consciencia y vivir en el aquí-ahora, con nuestro componente emocional equilibrado y en armonía y con la mente a nuestro servicio y centrada en el momento presente.

28/12/16
http://emiliocarrillobenito.blogspot.com.es/2016/12/las-cuatro-nobles-verdades-entrevista.html