lunes, 22 de junio de 2020

Simón, acorralado: el epidemiólogo de Sánchez supo 72 horas antes que la coartada para celebrar el 8-M era falsa

EL DIRECTOR DEL CENTRO COORDINADOR DE ALERTAS Y EMERGENCIAS SANITARIAS AVISÓ DE QUE HABÍA UN 53% DE CONTAGIOS LOCALES, DATO QUE INVALIDABA LA CELEBRACIÓN DE LAS MARCHAS FEMINISTAS


Salvador Illa también se cubrió de gloria advirtiendo de los riesgos de las concentraciones un 6 de marzo de 2020, pero poniéndose de perfil ante los actos del Día de la Mujer


No hay por donde cogerlos, aunque todo el pueblo español espera que la Justicia ponga a buen recaudo a Sánchez, Simón, Illa y compañía.

Carlos Cuesta, subdirector de Okdiario, cuenta este 21 de junio de 2020 una de esas informaciones que harían arder las calles en cualquier país que se precie de exigir responsabilidades a sus dirigentes.




No es el caso de España donde, día tras día, se van conociendo nuevos datos de la gestión del Gobierno socialcomunista durante la pandemia por el coronavirus y, sin embargo, nada parece suceder, judicialmente hablando.

Pero igual la baraka de la tropa de Pedro Sánchez empieza a torcerse.

Por lo pronto, al director del Centro Coordinador de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, le ha estallado un escándalo mayúsculo que terminará con él en los tribunales.

Simón se enfrenta a una querella por no haber activado las alarmas y evitar, entre otros actos, la manifestación del 8 de marzo de 2020 por las calles de Madrid y otras ciudades españolas.

El 5 de marzo de 2020, es decir 72 horas antes de las marchas feministas, el nivel de contagios locales era del 53%, un dato suficiente para suspender ese evento como ya había sucedido días antes con el congreso evangélico, tratando de evitar que se mezclasen en ese simposio religioso personas de países potencialmente peligrosos por la evolución de la pandemia.

Lo verdaderamente grave es que el propio departamento dirigido por Fernando Simón desmontó involuntariamente la coartada del Gobierno con la que esgrimía seguir con el 8-M : el Centro de Alertas había comunicado a Sánchez tres días antes del 8-M que más de la mitad de los contagios eran ya internos, no procedentes del extranjero. Por lo tanto, se debía haber actuado igual con la Iglesia Evangélica que con el 8-M.

Los datos plasmados en los Análisis Epidemiólogos del CCAES hasta el 8 de marzo reflejan los siguientes repartos de casos entre contagios locales e importados: el 20 de febrero, hubo 2 casos importados y, a esas alturas, no había casos nacionales.

EL ALGODÓN Y LOS PORCENTAJES NO ENGAÑAN

El 28 de febrero, de los 17 casos analizados, 15 (83%) fueron importados y 3 (17%) locales. El 2 de marzo, de los 33 casos analizados, 20 (61%) importados, 13 (39%) locales.

 El 3 de marzo: de los 57 casos analizados, 29 (51%) importados; 28 (49%) locales. Y el 5 de marzo cambia el reparto: de los 107 casos analizados, 47% fueron importados; y el 53% locales.




El Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha asegurado, en reiteradas ocasiones, que desconocía la gravedad del avance del coronavirus en España antes del 8-M.

Pero cada vez son más las evidencias de que su argumentario es radicalmente falso. De hecho, el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, en su reunión ante la Unión Europea el 6 de marzo de 2020 reconoció literalmente las siguientes expresiones

La situación es preocupante y entraña un riesgo serio, no debemos subestimarlo.

Sin embargo, haciendo bueno el catecismo socialcomunista de decir una cosa hoy y cambiarla al día siguiente o a las pocas horas, dos días después era él mismo quien lo subestimaba y su Gobierno permitía todas las manifestaciones feministas a lo largo y ancho de la geografía nacional.

https://www.periodistadigital.com/politica/gobierno/20200621/simon-acorralado-epidemiologo-sanchez-supo-72-horas-coartada-celebrar-8-m-falsa-noticia-689404328462/

Los Brotes Negros. Alarma en los Aeropuertos

Mostradores de facturación en el interior de la termina 4 vacía de Madrid Barajas. | Cordon Press

Como en los siniestros tiempos de Rodríguez Zapatero volvemos a oír hablar de "brotes verdes", ahora en boca de la ministra Nadia Calviño y como entonces en referencia a la economía.

Los economistas ponen en duda base real de tal optimismo, pero lo indudable es que en los países que vamos superado la primera fase de la pandemia se aprecian preocupantes brotes negros cuyo control es cuestión de supervivencia, física, social y económica.

El comportamiento del virus Sars Cov 2 es tan demoledor que tales rebrotes de la infección que provoca pueden ser inevitables, lo que es necesario es actuar inmediatamente, sin cometer negligencias ni faltar a la responsabilidad que a todos, autoridades y ciudadanos nos obliga durante la fase de reactivación, de la actividad y de la economía.

¿Para qué ha servido el confinamiento?

Los españoles hemos sufrido durante varios meses un confinamiento drástico siguiendo instrucciones derivadas de ese estado de alarma cuya constitucionalidad es más que dudosa, pero ¿realmente ha sido útil tamaño sacrificio y tal recorte de nuestras sagradas libertades?





La razón fundamental de las calamidades que hemos padecido ha sido dar tiempo al gobierno para actuar mitigando el desastre: dotando de medios a la sanidad y los sanitarios, poniendo a salvo a los más vulnerables y, muy especialmente, practicando test masivos para conseguir que, en el menor tiempo posible, el confinamiento general se fuera convirtiendo en aislamiento de puntos especialmente afectados por la enfermedad, sin tener que arruinar la economía para evitar la mortalidad masiva.

¿De verdad se ha hecho algo de eso? es evidente que no, especialmente en lo que se refiere a la realización de test; es difícil asumir las razones de esta inhibición, cuando se ha comprobado que los países más diligentes y activos en este sentido han sido quienes han conseguido disminuir de forma significativa el número de muertos. Nuestros responsables tendrán algún día que explicarlo, al menos no perdamos la esperanza en este sentido.

¿Llegará la segunda oleada?

Se quiere difundir la esperanza de que hasta octubre, el calor nos ofrece una tregua en la pandemia; sencillamente no es verdad, ya que el virus ha pasado por territorios de clima muy cálido sin detenerse por ello, aunque tenga su óptimo en temperaturas más bien frescas, como los nueve grados.

Los treinta o más del verano español no son un seguro de vida y como ha declarado la eminente doctora Margarita Salas, el rebrote podría producirse en el mismísimo mes de julio.

Hay que reflotar el turismo, con perdón del ministro Garzón que relega esta actividad a un plano secundario. Para salvar un sector tan importante de nuestra economía hay que permitir la entrada de extranjeros, con el peligro que esto implica; no hay más remedio.

Admitiendo lo anterior parece lógico tomar todas las precauciones, incluso pecando más por exceso que por defecto; pues bien, el protocolo establecido para Barajas no es sino una trágica pantomima que reproduce errores del pasado que han costado ya en España demasiados miles de víctimas.

Las medidas previstas se han expuesto con toda seriedad por parte del ministro Illa y no se ha hecho esperar la protesta de las autoridades de la presidenta de la Comunidad de Madrid y del alcalde de la Villa: protestas que encontramos tibias, ya que no debemos olvidar que de producirse la catástrofe se acusará a ellos de tal desastre, como ocurrió en el caso de las residencias de ancianos.

Deberían las autoridades madrileñas declarar notarialmente su declinación de responsabilidades ante un protocolo de medidas con el que discrepan de forma radical; que sea el mando único quien cargue con la responsabilidad, ya que con tanta seriedad la asume.

Dicha seriedad que nos recuerda el viejo dicho popular: la seriedad del burro a alguna gente, le da reputación de inteligente.

El protocolo de Barajas

Por mucho que se quiera revertir de seriedad, el protocolo diseñado para la recepción y admisión de turistas en Barajas no resiste las más elementales normas de desarrollo de un acto médico, y tal acto médico es en realidad lo que se necesita para garantizar la entrada viable de viajeros procedentes de otros países: el acto médico se basa en la anamnesis, que efectivamente comienza con una observación directa y una conversación con el presunto enfermo, pero debe seguir con la valoración de sus síntomas y signos.

Desde el punto de vista médico los síntomas son las señales subjetivas de la enfermedad, como las que pueden derivarse de una conversación entre médico y paciente: "me duele aquí", o "tengo escalofríos", puede decir por ejemplo el presunto afectado.

Los signos son las señales objetivas de la enfermedad, y son éstas los más importantes a la hora del diagnóstico médico: un signo es la fiebre, y en este sentido bueno está tomarla a todos los viajeros, para lo que hoy disponemos de cámaras térmicas rápidas capaces de tomas en colectivo, pero hay la posibilidad de obtener un signo mucho más importante: los test PCR.




El protocolo establecido para Barajas se basa en el absurdo de buscar, de aquella manera síntomas, cuando sabemos que pueden contagiar los asintomáticos, sin olvidar el inútil papeleo derivado de las declaraciones por escrito de los turistas, que se eternizarán en colas comprobando así cuanto nos gusta la burocracia. Insisto, con el protocolo Illa y Simón buscaremos síntomas en los asintomáticos.

Vamos pues a la solución, que es tan sencilla como asequible: o los turistas vienen con un test reciente hecho en su país de origen o se les hace, y cobra, a su llegada antes de permitirles la entrada; así de sencillo, de lógico y de sostenible para nuestras arcas y sobre todo para nuestra salud y nuestra vida. ¿Es tan complicado?


domingo, 21 de junio de 2020

La Fraternidad francesa que entierra a sus muertos desde hace 800 años


Fraternidad francesa, enterrando a los muertos después de 800 años

En Francia, una hermandad que tiene más de 800 años está ayudando a enterrar a los muertos durante la pandemia de COVID-19. Esta fraternidad, que tiene su origen en la época medieval, continúa ayudando en los entierros, particularmente de aquellos que no pueden pagar los costos del entierro. Incluso durante el apogeo de la pandemia, se han comprometido a garantizar que cada persona tenga un funeral decente.




Hermandad francesa medieval

La fraternidad caritativa de la Confrérie des Charitables de Saint-Éloi, conocida en inglés como los Hermanos Caritativos de Saint Eloi, es común en la ciudad de Béthune, en el norte de Francia. Se aseguran de que todos en el área reciban un entierro adecuado. La fraternidad tiene hasta 40 miembros y generalmente brinda su servicio en 300 funerales al año.

Está dirigido por un preboste y se espera que los miembros observen los más altos estándares. A menudo entierran a quienes no tienen hogar y tienen poca o ninguna familia. Robert Guenot, el actual preboste, dijo a The Guardian que "Nuestro papel es estar presente para asegurar que los muertos reciban un entierro correcto y digno, sean quienes sean". La riqueza, el estado o la raza de la persona muerta no importa, la sociedad les proporciona a todos un entierro decente.

Los miembros de la fraternidad son todos hombres locales de entre 40 y 80 años. Se visten con sombreros tradicionales de tricorne, usan guantes blancos y tienen capas negras. Durante los entierros, se paran "sobre la tumba, se quitan los sombreros, dicen" requiescat in pace "(descansen en paz) al unísono e inclinan la cabeza", según The Guardian.
Fraternidad de San Eloi

Según la leyenda, la fraternidad se formó en 1188, durante una plaga. Dos herreros tuvieron una aparición de San Eloi, a quien los cristianos creen que es el protector de los trabajadores del metal y otros artesanos. Ordenó a los dos hombres que comenzaran una hermandad para enterrar a los muertos.

San Eloi (también Eligius Eloy, o Loye) a los pies de la Virgen María y el Niño Jesús por Gerard Seghers (1591-1651). (Imagen: Adam Ján Figeľ / Adobe Stock)

Revolución y peste

Por lo general, durante las plagas, a muchas personas se les niega un funeral apropiado. 

El difunto a menudo sería arrojado sin ceremonias a fosas comunes, conocidas como pozos de peste. Desde el siglo XII, los hermanos han asistido a los entierros. 

En el pasado, para protegerse de la infección, los miembros de la fraternidad a menudo llevaban plantas, con propiedades antisépticas que se creía que las mantenían a salvo.

La hermandad fue brevemente prohibida durante la Revolución Francesa. Esto se debió a que estaba vinculado a la Iglesia Católica, pero los miembros continuaron secretamente desempeñando sus funciones. 

A mediados del siglo XIX, los hermanos se separaron de la Iglesia Católica y ahora son una organización completamente secular. Prestan su servicio a todas las religiones y ateos. La BBC informa que "Más de 800 años después, la Hermandad no se trata solo del folklore; es parte de la vida diaria y la muerte de la ciudad ".

Pandemia de COVID-19

La pandemia de COVID-19 ha trastornado la vida en Francia. Se estableció un bloqueo y se aplicaron restricciones rígidas a la celebración de funerales. Solo 20 personas podían asistir a un entierro a la vez y todas las ceremonias religiosas han sido prohibidas. Los miembros de la fraternidad adaptaron sus costumbres para poder continuar prestando su servicio en los funerales.

Los voluntarios han restringido sus actividades en las ceremonias. The Local cita a Robert Guenot, el rector de la asociación, diciendo que "también hemos reducido nuestra presencia: ahora solo hay cinco voluntarios por servicio, en comparación con los 11 habituales, porque no queremos penalizar a las familias".

Naturalmente, los hombres, que a menudo están en grupos de alto riesgo, debido a su edad, no corren riesgos. Todos usan mascarillas y practican el distanciamiento social. Patrick Tijeras le dijo a The Local que "Intentamos protegernos lo más posible. Cualquiera que se sienta enfermo, por supuesto, se niega a estar en el servicio".

Tradición de 832 años

Todos los miembros están comprometidos con sus roles y lo consideran un deber sagrado. Creen que están sirviendo a su comunidad y llevando a cabo una tarea importante. Tijeras le dijo a The Local que "así como una persona enferma tiene derecho a ser atendida, la persona muerta tiene derecho a este tratamiento digno". 

Muchos de los residentes de Bethune estarían de acuerdo y algunos de los que murieron en la pandemia en el la ciudad había solicitado específicamente que fueran enterrados por los hermanos.

Después del final de cada servicio, todos los voluntarios se reúnen alrededor de un círculo blanco en el suelo. Al final de un funeral para un hombre sin hogar que había muerto, el rector les dijo a los otros miembros que: "Les agradezco por aceptar esta convocatoria. En estos tiempos difíciles, es bueno poder continuar lo que hemos estado haciendo durante 832 años".

Muchos de los miembros admiten libremente que estos son tiempos difíciles. Ahora sienten que tienen una mejor comprensión de lo que tuvieron que pasar sus antepasados. Uno de los hermanos Pierre Decool, le dijo a The Local que "es una situación dolorosa, que nuestros antepasados ​​también experimentaron", y agregó "pero lo superaremos".




Parece que la peor pandemia en los tiempos modernos ha devuelto a la hermandad a su papel original en la sociedad local.

Imagen de portada: Vidriera que muestra la hermandad francesa "Confrérie des Charitables de Saint-Éloi", en la iglesia de Saint-Vaast, Béthune Fuente: CC BY-SA 3.0

16 JUNIO, 2020 - 17:41 ED WHELAN

La crítica de Alfonso Guerra contra Pedro Sánchez






La Casa de Camilla y el príncipe Carlos está Encantada (y en venta)


La mansión medieval «Bolehyde Manor» ubicada en Wiltshire fue testigo de cómo el príncipe Carlos comenzaba a cortejar a Diana de Gales y también de su relación con Camila Parker Bowles mientras ella estaba casada. 

Ahora, la propiedad se vende por 3,8 millones de libras y no es de extrañar que se encuentre encantada.

La casa, construida a principios del siglo XVI fue propiedad de los monjes de la Abadía de Glastonbury. Siglos después, en 1973 se mudaba el matrimonio Parker Bowles y se empezaba a observar el Aston Martin del príncipe Carlos aparcado fuera.




«Camilla se daba cuenta de su presencia cuando veía la televisión y el fantasma se sentaba a su lado y cambiaba de canal». Según su biógrafa Penny Junor: «Nunca lo vio, pero lo sentía a su lado y se reía de cómo ella y el fantasma siempre querían ver programas diferentes». 

La mayoría de los informes aseguran que se trataba de un fantasma «benigno» y no era una amenaza para Camilla. Sin embargo, cuando se casó en 2005 con el príncipe Carlos otro fantasma empezó a mostrarse y este era más agresivo. 

En 2007, Charles compró la entonces deteriorada pero histórica Dumfries House por 45 millones de libras esterlinas (52 millones de dólares estadounidenses) y comenzó a restaurar la finca escocesa del siglo XVIII para que él y Camilla vivieran en ella.

«Definitivamente había un fantasma, sin duda alguna. Subí las escaleras, entré en el pasillo y pensé que no podía ir más lejos. Literalmente me congelé. Recuerdo que pensé que no quería volver y no lo hice durante unos años».

No sabemos con seguridad de si puede tratarse de Lady Di. Lo que sí se sabe es que a partir de la restauración de la propiedad se dejaron de notar las apariciones. Ahora, la lujosa mansión de 8 habitaciones y 4 baños y pista de tenis incluida se encuentra a la venta. Pero con tanta historia, ¿quién se puede atrever a adquirirla?

17 de Junio de 2020 (16:55 CET)

La Larga Ola de la Ideología: De los Escombros del Muro a Black Lives Matter


Ciudades norteamericanas en llamas. Un alcalde humillado y expulsado de una manifestación que había ayudado a organizar. Las estatuas de Churchill y Lincoln profanadas. La policía británica que huye frente a la multitud enfurecida. La criminalización indiscriminada del hombre blanco. Políticos y cuerpos de seguridad de rodillas frente a los violentos. 

Una revolución cultural en cierne en las calles del Occidente democrático. ¿Qué está pasando? Son los frutos de dos décadas envenenadas, que comenzaron oficialmente en Durban tres días antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y que fueron anunciadas por la guerrilla urbana antiglobalización de Génova en el julio de ese mismo año.

Lo que sucedió en la ciudad sudafricana con motivo de la Conferencia Mundial contra el Racismo (organizada por la ONU) fue poco comentado, a causa de la masacre de las Torres Gemelas que acaparó la atención de los medios, pero representó un paso fundamental para comprender la erosión progresiva de los principios liberal-democráticos en nuestras sociedades. 




Aunque se decidiera mitigar la declaración final después del abandono en señal de protesta de las delegaciones estadounidense e israelí, todo el proceso preparatorio de lo que debería haber sido una ocasión para el reconocimiento de los derechos de todas las minorías oprimidas se convirtió en un juicio sumario contra Israel por «el tratamiento infligido a los palestinos«, durante el cual se llegó a equiparar explícitamente el sionismo y el racismo, se habló de «limpieza étnica de la población árabe» y «nuevo apartheid«.

La mayoría «antiimperialista«, dominada por la propaganda árabe y tercermundista, logró impulsar una agenda en la que la única democracia de Oriente Medio y la democracia más importante del mundo, Estados Unidos, – tildada de único responsable histórico de la esclavitud – fueron sentados en el banquillo de los acusados ​​con una sentencia ya escrita: ironía de la historia, la Conferencia contra el Racismo se convirtió en un teatro de antisemitismo y antiamericanismo, donde los regímenes iliberales condenaron a las sociedades abiertas por sus «culpas históricas«. 

Una orgía de victimismo que, unos días después, encontró su realización más espectacular en los ataques terroristas de Nueva York y Washington, en los que se golpeó el corazón político, económico e ideal de ese Occidente que finalmente pagaba por sus abusos.

LA LARGA OLA DE LA IDEOLOGÍA DERROTADA EN 1989 CON LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN, HUÉRFANA DE SUS REFERENCIAS HISTÓRICAS, CAMBIÓ DE PIEL PERO MANTUVO SUSTANCIA Y CONSIGNAS

La indignación no tardó en dar paso a la habitual inversión de la realidad: las víctimas se lo habían buscado. La intifada de Al-Aqsa, la ola de ataques contra Israel lanzada un año antes con el pretexto de la caminata de Sharon al Monte del Templo, estaba en ese momento en su fase más caliente. 

Nuevamente, con la complicidad de una amplia porción de opinión pública occidental, en lugar de hacer frente común contra un fanatismo que utilizaba los mismos en cuyo nombre pretendía actuar como carne de cañón en su estrategia de terror, en lugar de producir anticuerpos de defensa, nuestras sociedades desperdiciaron el capital moral conquistado tras el colapso del comunismo en una dramática autoflagelación: si hemos creado la sociedad más próspera y libre de la historia, necesariamente debe haber sido a expensas de otros, que ahora se están vengando.

La larga ola de la ideología derrotada en 1989 con la caída del Muro de Berlín, huérfana de sus referencias históricas, cambió de piel pero mantuvo sustancia y consignas. 

En Génova, hoy recordada sólo por la violencia policial, asistimos a otra representación trágica de cómo las cenizas totalitarias todavía humeaban bajo los escombros de ese desastre histórico: la destrucción física de la ciudad fue nuevamente justificada como la «revuelta de los oprimidos«, los lemas y símbolos de muerte del comunismo presentados como instancias de liberación, y las demandas de justicia social revelaban su verdadera naturaleza: el ataque frontal a la democracia liberal, en sus declinaciones políticas y económicas, el verdadero enemigo de los fundamentalistas de todas las épocas, colores y procedencia.

Veinte años después nos enfrentamos a una mutación del mismo fenómeno, el eterno retorno de la ideología, tecnológicamente perfeccionado, socialmente desarrollado en múltiples facetas, pero todas caracterizadas por el mismo denominador común, a veces más sutil en sus manifestaciones pero perfectamente reconocible en sus objetivos y resultados. 

Un fenómeno más fácil de identificar cuando revela todo su potencial de destrucción material (los disturbios en las ciudades estadounidenses y los enfrentamientos en las europeas), pero aún más insidioso cuando se limita a manipular principios, conceptos y lenguaje aprovechándose de las herramientas que precisamente el sistema político liberal, que pretende transformar, le pone a su disposición. 

Una combinación explosiva de radicalismo político, retórica populista y anticapitalista y sectarismo identitario envueltos en el velo hipócrita del pensamiento políticamente correcto, es decir, el tipo de pensamiento único (o el único que se considera respetable) que invadió la mentalidad occidental después del 11 de septiembre de 2001 (pero quizás incluso antes), para convertirse en un elemento constitutivo de su involución. 

Un hijo degenerado de la democracia liberal que esta última no solo no tuvo el valor de repudiar, sino que alimentó y mimó, terminando devorada por él.

ANTES SE LLAMABA COLECTIVISMO, AHORA SE LLAMA POLÍTICA DE LA IDENTIDAD, PERO EL OBJETIVO ES SIEMPRE EL MISMO: ASIMILAR AL INDIVIDUO A UN GRUPO, QUITARLE RESPONSABILIDAD, DOTARLO DE UNA IDEOLOGÍA Y UN ENEMIGO, EVITAR EL PENSAMIENTO INDEPENDIENTE, ANULAR LAS CRÍTICAS, HOMOLOGARLO

Donde el Black Lives Matter se suelda con el llamado antifascismo militante, las ciudades arden y las estatuas son derribadas, incluso las de los antiesclavistas, las de aquellos que lucharon de verdad contra el fascismo, tomados por reaccionarios por un pueblo sin educación pero convenientemente adoctrinado.

 Antes se llamaba colectivismo, ahora se llama política de la identidad, pero el objetivo es siempre el mismo: asimilar al individuo a un grupo, quitarle responsabilidad, dotarlo de una ideología y un enemigo, evitar el pensamiento independiente, anular las críticas, homologarlo. 

Como si fuera un Pravda cualquiera, The New York Times obliga a James Bennet a dimitir por haber publicado la controvertida opinión de un senador republicano sobre las protestas callejeras, y la intelligentsia liberal no solo no se indigna sino que se une al triunfo del sectarismo: Bennet se lo ha buscado.

En Londres ensucian el monumento a Churchill, lo etiquetan como racista, y en Europa hay inmediatamente quienes, desde su teclado progresista, escuchan la llamada de la manada y se apresuran a explicar que el ex primer ministro, en el fondo, no era ningún santo. 

En Richmond (Virginia), después de la ola de manifestaciones por el asesinato de Floyd, el gobernador decide quitar la estatua del general confederado Lee, aunque sus posiciones sobre la esclavitud fueran notoriamente muy distantes del cliché que esperaríamos de un alto mando sureño. Pero más que con la realidad, la revolución cultural en ciernes tiene que ver con la imposición de su peculiar visión de la historia y de las relaciones sociales.

La furia iconoclasta que lleva a la demolición de símbolos considerados opresivos, reaccionarios o simplemente burgueses tiene como objetivo repudiar el pasado en nombre de un nuevo comienzo, de una humanidad liberada del pecado de las generaciones anteriores.




 En un intento por borrar la historia que no esté alineada con el espíritu del tiempo, se oculta la ambición eterna del hombre nuevo. No hay utopía con final trágico que no se haya inspirado en esta concepción fundamentalista de la historia humana. 

Un día las estatuas terminarán y el políticamente correcto tendrá que encontrar otros ídolos para derribar, para satisfacer las necesidades de otras minorías que se sentirán discriminadas, no importa si con razón o no.

Después de la caída del socialismo real, la izquierda tuvo que repensar su estrategia: con la lucha de clases definitivamente desacreditada, la transición a la política de identidad fue casi natural, y la defensa de grandes colectivos de «explotados» dejó espacio a la de grupos cada vez más específicos y numéricamente reducidos. 

En su ensayo Identity, Fukuyama observa que en esta aparente transición la izquierda pasó rápidamente de la exigencia de un igual reconocimiento a la afirmación de la superioridad de ciertos grupos, considerados portadores de instancias más dignas de consideración respecto a otras comúnmente aceptadas hasta ese momento. 

De aquí al revisionismo, a la memoria selectiva, a la prevaricación, al rechazo de todo lo que no se ajusta a la nueva ortodoxia, el paso es breve. Si la concepción liberal ve en la afirmación de los derechos individuales la realización de la dignidad humana, su caricatura políticamente correcta hace del reconocimiento colectivo la razón de ser de su acción.

EN UNA DERIVA INCOMPRENSIBLE SI NO SE ANALIZAN LAS PREMISAS IDEOLÓGICAS, 

LA INDIGNACIÓN LÓGICA POR EL ASESINATO DE GEORGE FLOYD PRIMERO SE CONVIERTE EN UNA REVUELTA CON CLARAS CONNOTACIONES POLÍTICAS CONTRA LA CASA BLANCA Y LUEGO SE VUELVE CONTRA LOS MISMOS LÍDERES SIMPATIZANTES DEL MOVIMIENTO

En este movimiento pendular, hecho de idas y venidas, que no es más que la repetición de la misma contienda ideológica librada con otros medios, el maximalismo se fusiona con el apogeo del populismo, erróneamente considerado en Europa exclusivamente como algo de derechas. 

En realidad, al igual que el nacional-populismo, el social-comunismo de retorno utiliza las mismas herramientas en su ataque a la democracia liberal, con el matiz esencial que, a diferencia de su aparente antagonista, goza de la aprobación social generalizada y de una impunidad casi absoluta. 

Es en la retórica pueblo vs. élites que las políticas de la identidad encuentran su sublimación: pars pro toto, solo unos pocos son realmente «Volk» y los opositores de toda clase se convierten automáticamente en «enemigos del pueblo«, no interlocutores legítimos sino obstáculos que tienen que ser eliminados.

En una deriva incomprensible si no se analizan las premisas ideológicas, la indignación lógica por el asesinato de George Floyd primero se convierte en una revuelta con claras connotaciones políticas contra la Casa Blanca y luego se vuelve contra los mismos líderes simpatizantes del movimiento, como el alcalde de Minneapolis obligado a alejarse en medio de los insultos de los manifestantes que le ordenaban desmantelar el cuerpo de policía de la ciudad.

 En las revoluciones, reales o presuntas, siempre llega alguien más puro que te purga en nombre del «pueblo«. 

En línea con los dogmas del pensamiento único políticamente correcto (o sea, el traje con el que el autoritarismo se presenta en sociedad), el populismo también usa el lenguaje de la democracia para corromperlo y degradarlo. Su acción es especialmente sutil porque es difícil de refutar prima facie: ¿quién puede oponerse a la condena del racismo, la injusticia social o la violencia doméstica? ¿Quién puede razonablemente no declararse «antifascista» aparte de los fascistas? 

La trampa radica en el hecho de que el populismo aspira a una conclusión definitiva, a la formulación de una pregunta final para la que solo hay una respuesta. Es por eso que en las no democracias «nosotros, el pueblo» representa una instancia de liberación, mientras que en las democracias se convierte en su antítesis.

En España, las consignas del antioccidentalismo gobiernan en la retórica populista y guerracivilista de Podemos: «La derecha ya no mandará en este país«. Es la deriva que en Venezuela ha llevado al chavismo a ocupar el poder a través de un proceso electoral para no volverlo a ceder. Las afinidades electivas no mienten: la cofundadora de Black Lives Matter nunca ha ocultado su admiración por Maduro y su régimen pauperista.

Al igual que en Durban, este antirracismo callejero se revela extremadamente racista, por lo que el asesinato de Floyd se convierte en un pretexto para exigir a toda la «raza» blanca un acto de contrición y un arrepentimiento generalizados. 

Significativo que prácticamente ninguna de las protestas tenga como objetivo la conducta criminal del policía, quien, además, se enfrenta a una posible condena de hasta cuarenta años de prisión, sino su pertenencia a un grupo, el de los «blancos«, como tales opresores por definición. 

Una vez más, nos enfrentamos a la colectivización de comportamientos individuales, incluso criminales, en un clímax ideológico en el que desaparece el principio de la responsabilidad penal personal: como ha acertadamente observado José Carlos Rodríguez en un reciente artículo para Disidentia, la rodilla de Chauvin es la de todos los «blancos«, el cuello de Floyd el de todos los «negros«.




Los problemas de esta caracterización son muchos, pero algunos destacan de inmediato. El primero es que se da por supuesto que la conducta del presunto asesino esté determinada por motivos raciales. La segunda es que ciertas muertes provocan indignación solo si los culpables pertenecen a un grupo específico: las ciudades no se queman cuando un afroamericano mata a un hombre blanco u a otro afroamericano. 

El tercero es que el hecho en si mismo no es significativo, lo que cuenta es el símbolo, en este caso que las categorías de víctima y verdugo sean el fruto —según una narrativa neototalitaria que no permite réplicas— de una superestructura social profundamente injusta, discriminatoria que, por lo tanto, hay que derrocar. 

El cuarto, el más grave, es que esta representación, fundada en la identidad grupal, que acaba promoviendo el derecho penal de autor, se convierte en la única versión aceptable de la realidad que nos rodea si no queremos ser acusados ​​de racismo, machismo, fascismo, etc. 

La genuflexión de ciudadanos simples, policías, políticos no es la expresión del respeto debido a una víctima sino la señal inconfundible de una rendición cultural y moral, un acto de humillación frente al chantaje ideológico permanente. Todos hemos visto a Trudeau con la cabeza gacha, en un auto de fe cuyas llamas tardarán en extinguirse.

Estamos delante de un culto pagano, profundamente arraigado en las experiencias totalitarias del siglo XX, con sus seguidores, sus vanguardias, sus rituales de odio y denuncia, su pretensión de «reeducar«, sus preceptos indiscutibles y, sobre todo, la legitimación de la violencia revolucionaria como catarsis, no solo perdonable sino deseable, ya que se ejerce por el bien supremo de la transformación de la sociedad. 

Ya está todo inventado en política, basta estudiar. Un culto ejercido en nombre de un antifascismo completamente vaciado de contenido. No vemos nunca a los autoproclamados antifascistas donde la opresión es real, en las calles de Hong Kong, alrededor de los campos de concentración en Xinjiang, en las cárceles de Teherán, en los centros de tortura de la policía chavista. Su campo de batalla son las democracias. 

Hay que ser claros: definirse antifascistas hoy no significa absolutamente nada. El antifascismo solo tiene sentido dentro de la categoría general del antitotalitarismo, como concepto teórico, como ideal democrático y liberal por el que luchar. Pero, mientras el comunismo sigue siendo un sistema vigente en algunos contextos políticos, el fascismo como fenómeno histórico ya no lo es desde hace mucho tiempo. 

El problema con el antifascismo actual no es que se proponga de luchar contra el fascismo (que no existe), sino que ataque todo lo que, en su incuestionable juicio, identifica con el fascismo, es decir, prácticamente cualquier cosa que no sea (extrema) izquierda.

Contra el eterno retorno de la ideología, que hoy toma las formas de la regresión identitaria, los únicos antídotos siguen siendo el Estado de derecho y la defensa de las libertades y las oportunidades individuales, y los ideales de la democracia liberal la única instancia verdaderamente revolucionaria que vale la pena perseguir, sin arrodillarse. Al igual que hizo ese borracho, racista y misógino de Sir Winston Churchill.

Enzo Reale (Twitter: @1972book)

Este artículo ha sido publicado en su versión original en http://www.atlanticoquotidiano.it/


-17 junio, 2020


Liberarán 750 Millones de Mosquitos Transgénicos en Florida, EE.UU.


Los juegos con genética siguen siendo un tema controvertido y provocan discusiones animadas. Esto se vuelve especialmente alarmante cuando los científicos crean experimentos similares a los que vimos en la película Jurassic Park.

La firma de biotecnología Oxitec está preparando el controvertido plan para liberar 750 millones de mosquitos genéticamente modificados en la naturaleza del estado estadounidense de Florida. Recientemente, la compañía recibió permiso oficial para tales actividades y el plan ya está en plena marcha preparándose para su implementación.





Estos mosquitos transgénicos contienen una proteína especial que reduce la supervivencia de la descendencia femenina. 

Se supone que cuando los mosquitos transgénicos comiencen a cruzarse con mosquitos comunes, esta proteína se transmitirá a toda la población y el número total de mosquitos comenzará a disminuir debido a una disminución en el número de hembras reproductoras.


Estamos hablando de mosquitos de la especie Aedes aegypti (mosquito de la fiebre amarilla), que se consideran portadores de muchos patógenos peligrosos para los humanos, por ejemplo, el virus Zika y el virus de la fiebre del dengue.

La Agencia de Protección Ambiental (EPA) aprobó los planes de Oxitec en mayo, y en junio los planes fueron aprobados por el Departamento de Agricultura y Servicios Domésticos de Florida. Los mosquitos transgénicos tienen la intención de liberarse a fines del verano en el condado de Monroe, en el sur de Florida.

Muchos grupos ambientalistas creen que el plan no es razonable y que las consecuencias de tal intervención en la biología y el ecosistema de la vida silvestre no están bien calculadas. "La gente aquí en Florida no quiere que los mosquitos genéticamente modificados vuelen junto a ellos, y todo esto parece ser un experimento humano", dice Barry Ray de la Coalición Ambiental de los Cayos de Florida.

En junio, un grupo de ambientalistas presentó una demanda colectiva contra la EPA para tratar de detener la investigación. En su opinión, la EPA violó la Ley de Especies en Peligro porque los mosquitos se alimentan de muchas especies de animales, incluidas especies raras.




Jade Hanson, del Centro Internacional de Evaluación de Tecnología y el Centro de Seguridad Alimentaria, describió tales experimentos como el equivalente a un "experimento en Jurassic Park", y también dijo que la EPA se negó ilegalmente a considerar seriamente los riesgos ambientales.

Pero a pesar de todas estas objeciones, Oxitec logró obtener el permiso de la EPA para llevar a cabo un experimento no solo en Florida, sino también en Texas, donde quieren liberar aún más mosquitos transgénicos en 2021.

Si el experimento tiene éxito, Oxitec espera que sus mosquitos transgénicos se usen en aquellas regiones del mundo donde existe un alto riesgo de incidencia de dengue y virus del Zika.


             
https://www.extranotix.com/2020/06/liberaran-750-millones-de-mosquitos.html


Magia Negra y Hechicería en el antiguo Egipto

A la sombra de las grandes pirámides, la magia negra también tuvo su lugar. Si el universo de Mesopotamia está lleno de demonios, Egipto apenas los conoce expresamente. 

Allí domina más el aspecto benévolo de lo sobrenatural, el sosiego y la calma. 

Los dioses están cerca del pueblo, protegen su organización, se encarnan en el gran faraón bajo cuyo manto transcurre la vida hormigueante de los campesinos del Nilo, de los trabajadores de los monumentos. 

Hay un deseo, en la civilización egipcia, de sociedad perfecta, piramidal como sus construcciones, pero armónica, sin estridencias. 

El Sol (dios supremo) proyecta sus fecundas radiaciones sobre el pueblo desde lo alto del cielo, o desde lo alto del trono, donde se sienta en forma humana. 

En cuanto al Nilo, fuente de vida y germinador de las cosechas, acoge en sus orillas, en estrecho abrazo de muy pocos kilómetros de anchura, a todo ser viviente… Ciertamente, en esa gran casa que es Egipto apenas hay rendijas para que entren los demonios. 




Pero, en cambio, abundó la magia, la adivinación y el culto a los muertos. Como estas prácticas tomaron en ocasiones formas malignas, insinúan, si no una creencia clara en los demonios, sí al menos el convencimiento de la existencia de misteriosas fuerzas del mal a las que se podía invocar para causar desgracias al enemigo. 

Un códice egipcio de 1,300 años de antigüedad que contiene una serie de conjuros e invocaciones, incluyendo aquellos para contrarrestar una posesión maligna. Actualmente se encuentra en el Museo de Cultura Ancestral de la Universidad de Macquarie en Sidney. 

Al respecto, Frederik Koning, especialista en el tema y autor de la obra Historia del Satanismo, nos dice lo siguiente: «La magia negra no difería apenas de la de Mesopotamia. 

Los hechizos se practicaban especialmente sobre figurillas de cera. 

El faraón Ramsés III (alrededor del 1200 a.C.) fue escogido como víctima por una de sus concubinas, Tij o Tii, que quería poner a su hijo en el trono. »

Uno de los cómplices de Tij consiguió robar un libro de la biblioteca real —un libro de magia—, en el que se enseñaba el modo de cegar a una persona y matarla, sin despertar sospechas. 

Dicho cómplice modeló las figurillas de cera necesarias para el encantamiento, pero la magia no tuvo efectos. 

Entonces se decidió el atentado contra el faraón. Ramsés III fue herido, y los cómplices, así como el sujeto que cometió el acto de magia negra, fueron condenados a muerte. Momia de Ramsés III. 

El faraón murió asesinado en una conspiración. »Para matar a un enemigo, mediante procedimientos de magia, los medios son mucho más antiguos. 

En la segunda mitad del tercer milenio antes de Cristo, los nombres de los enemigos del faraón se escribían en jeroglífico sobre cualquiera de los recipientes de la cerámica real.

 Roto el cacharro en cuestión en centenares de pedazos, destruidos los nombres, se suponía que quedarían aniquiladas las personalidades a que éstos se referían». 

En cuanto a la utilización de maldiciones, las inscripciones que se han hallado en muchas tumbas son suficientemente expresivas: «Quien tome posesión de esta tumba como sepultura para él y su parentela o la trate mal será juzgado duramente por el Gran Dios». 




«Toda persona que entre en esta tumba como si fuera su propiedad mortuoria será atrapada por mí (se refiere al espíritu del muerto) como lo haría un ave de presa, y juzgada severamente por el Gran Dios». 

Cuando, en el curso de los siglos, y a consecuencia de las agitaciones sociales que periódicamente perturbaron la que parecía monolítica estructura de la sociedad egipcia, se generalizaron los saqueos a las tumbas, este tipo de maldiciones se multiplicaría y tomaría acentos más graves… 

Por David Ordaz.

El SECRETO Defensivo De los ALIENÍGENAS Ya ha Sido REPLICADO Por la ÉLITE






Una mujer Graba la Aparición Fantasmal de su Gato un año Después de su Muerte


Las mascotas dejan una huella imborrable en nuestro corazón tan pronto como nos eligen para ser sus compañeros humanos. Para algunos, el dolor por la muerte de una mascota querida es peor que perder a una persona. Nuestras mascotas confían en nosotros para todo. No les importan nuestro nivel socioeconómico o quienes fuimos en el pasado.

 Pero lo mucha gente desconoce es que el vínculo entre las mascotas y sus parejas humanas no desaparece con la muerte. Algunas personas comentan sobre recibir señales de sus amigos animales desde el más allá.

Desde canciones en la radio hasta escuchar el tintineo de su collar en el pasillo, comunicarse con las mascotas después de la muerte no es nada inusual. Tu mascota te quiere, y ​​ese amor trasciende este plano. 




Las visitas de mascotas fallecidas ocurren con frecuencia, incluso a los más escépticos. Es todo un hecho que gatos y perros regresan y visitan por sorpresa a sus amigos humanos una vez que han fallecido. Y ahora tenemos una evidencia de que es así. Un usuario de Reddit afirma haber grabado el espíritu de su gato fallecido acurrucado junto a las almohadas de su sofá favorito.

La aparición del gato fantasmal

Una mujer quedó atónita cuando vio lo que parecía ser el fantasma de su gato fallecido acurrucado en el sofá de su casa. La usuaria “Chlochan” publicó su video de la cámara de seguridad de su casa en la red social Reddit en busca de una respuesta. Explicó que su gato, Blackjack, falleció hace exactamente un año el 24 de mayo en su casa de Swindon, Inglaterra, el día en que grabó su “fantasma”.

“No estoy segura de si esto se puede explicar, pero capté lo que parece mi gato Blackjack, quien falleció hace casi exactamente un año, materializándose en nuestro sofá (a la izquierda) cuando encendí las luces de mi teléfono”, explica “Chlochan”.

De hecho, en el desconcertante video, se puede ver a uno de sus otros dos gatos salta de una cama y sale al pasillo para saludarla cuando la mujer entra en su casa. Al mismo tiempo, una sombra negra se forma en el sofá acurrucado entre las almohadas. 

Cuando enciende las luces de la habitación, “Blackjack” se hace más visible en la cámara. La usuaria explicó en los comentarios que solo había almohadas en el sofá contra el respaldo, pero nada de color negro.

También mencionó que su gato solía pasar en el sofá la mayor parte del tiempo, pero no necesariamente ese lugar en particular. “Chlochan” también descartó la posibilidad de que su otro gato estuviera en el sofá, ya que dijo que en su mayoría son blancos con manchas rojas, grises y crema.

“No había nada negro en el sofá, solo las almohadas rojas, grises y crema. Aunque soy creyente de lo paranormal, siempre quiero desacreditar antes de creer ciegamente, pero admitió que todavía no sé lo que estoy viendo en el video”, concluye la redditora.

Desde entonces, su publicación ha obtenido miles de votos y cientos de comentarios. Los usuarios han estado divididos sobre la posibilidad de que se trate actividad paranormal. Algunos creyeron que el espíritu del felino fallecido la visitó en el aniversario, añadiendo que se trata de una evidencia bastante convincente.

 Expertos en la materia dijeron todos conocemos como las personas fallecidas tienen apegos a ciertos lugares, pero nuestros amigos animales fallecidos también tienen un apego hacia nosotros, por lo que pueden aparecerse.


Sin embargo, los escépticos consideraron que no hay nada de paranormal en el video. Consideran que el gato estuvo físicamente en el sofá allí durante todo el video, no se materializó, simplemente se volvió negro cuando la cámara pasó de la visión nocturna al color. 

Otros surgieron que podría ser una bolsa o un cojín, ya que cuando la mujer entra no se mueve. Dejando aparte la opinión de los escépticos, que no aportan nada nuevo, esta no es la primera vez que alguien consigue grabar a su mascota fallecida.





Como ya publicamos en MEP, en 2016 una mujer norteamericana estaba grabando en vídeo a su nuevo cachorro llamado cuando vio la aparición fantasmagórica de su Cocker spaniel, fallecido una semana antes.

 Las imágenes parecen mostrar el destello de un espíritu en forma de perro en la habitación, mientras que el otro perro corretea alrededor. Pero en este caso en concreto lo más impactante fue que la mujer consideró que amigo canino fallecido regresó para decirle que la había perdonado por haberla sacrificado.

Ya sea que se trate de pareidolias o efectos ópticos, lo que está claro es que el amor a nuestras mascotas va más allá de lo que podamos imaginar. Supera las barreras de nuestra realidad, además de recordarnos que nuestras mascotas no son simples animales, son seres espirituales que nos acompañan en un trayecto de nuestra vida y continuará más allá del plano físico. Cuando abandonen este plano hay que recordarlos continuamente como seres que nos protegen y que continúan estando entre nosotros.

¿Qué opinas sobre el video? ¿Se trata de la aparición fantasmal del gato fallecido?