El caso despertó interés en la sociedad. No hubo nuevos hallazgos, pero solicitan que se investigue.
La aparición de animales mutilados en un campo vecino a la ciudad de Frías sigue generando conmoción en esta comunidad y sus alrededores. Ayer no hubo nuevos hallazgos, pero especialistas y gente vinculada a la actividad rural comenzaron a buscar explicaciones al extraño fenómeno.
El incidente se dio con un grupo de ovejas en el campo El Retiro. Ayer un veterinario local atribuyó le hecho al ataque de un animal de presa, inclusive no descartó la posibilidad de que fueran perros que actuaron y, luego de muertas, aves de rapiña completaron el vaciamiento.
La historia que captó la atención de propios y extraños a través de EL LIBERAL en su edición de ayer tuvo su origen el jueves último cuando Raúl Alberto Aguilera, uno de los miembros de la familia de productores dueña del campo, dejó a las ovejas en una represa que está cerrada.
Pero el sábado, cuando volvieron a verlas, hallaron sólo los cuerpos de los animales. Estaban muertos y separados pocos metros unos de otros, con la particularidad de que no había el olor que genera el propio estado en descomposición.
Según sus dueños, los restos estaban comidos en todas las partes blandas, observándose sólo un agujero como el tamaño de una moneda de cincuenta centavos, a la altura de la garganta. Tampoco descubrieron huellas de pumas u otro depredador en la zona en las inmediaciones de las osamentas.
Ayer por la mañana EL LIBERAL se comunicó con el Dr. Benancio Bonett, un experimentado médico veterinario radicado en Frías desde hace muchos años, quien ofreció su visión desde el lado de la ciencia.
‘En primer lugar se debería haber hecho una necropsia apenas se encontró a los animales, en segundo lugar si la única herida existente es en la garganta, generalmente todos los animales de presa lo hacen allí y sobre todo a la oveja porque es un animal muy indefenso’, precisó.
Agregó: ‘Cuando se produce un agujero en el animal, los caranchos o cuervos, se encargan de comerles las vísceras y lo hacen ingresando por allí y llevándose las partes más blandas y dejan el esqueleto con el cuero’.
Inclusive se animó a hacer una apreciación de la posibilidad de que estos ataques también hayan sido producidos por los propios perros, ya que una de sus característica es morder en la garganta.
Fuente: http://www.elliberal.com.ar/ampliada.php?ID=72675
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