Existen múltiples indicios de que occidente no solo está incendiando el frente oeste de las fronteras rusas con los acontecimientos en Ucrania, sino que está jugando la carta de agredir por diferentes zonas el vasto territorio ruso para complejizar el accionar de los dirigentes rusos en su tarea de estabilizar sus fronteras.
Desde que se separó de la antigua Unión Soviética, fue donde se incendió la chispa con el conflicto con Armenia por el pequeño territorio de Karabaj, Azerbaidzhan ha sido un candidato de fuerza para ser empleado por occidente contra su antiguo aliado, Rusia.
Para ello los occidentales aprovecharon no solo las discrepancias entre azerbaidzhanos y rusos por el tema de Karabaj, sino y la idiosincrasia de los nativos de ese país y sus aspiraciones de parecerse a los norteamericanos.
Desde la época soviética existía la tendencia de muchos en Azerbaidzhan de querer ostentar como se hace en los EE.UU; carros caros, viviendas desproporcionadamente caras y el uso de patrones que se suponía pertenecían a la cultura del chicle y la Mac Donald.
A pesar de la riqueza petrolera muchos pueden pensar que Azerbaidzhan no necesitaba de los rusos para desarrollar su país y que su asociación en el marco de la Unión Soviética trajo más desventajas que ventajas.
Quien conozca un poco el tema azerí podrá constatar con facilidad que el problema no consistía en los recursos que poseía, sino en su capacidad de desarrollarlos adecuadamente.
Al incorporarse a la Unión Soviética; Azerbaidzhan era una de las Repúblicas más pobres y atrasadas de la Unión. Su problema fundamental era cultural, pues sus fuerzas productivas estaban prácticamente en la era medieval, por no decir tribal y por ende su fuerza laboral y en correspondencia su base material no estaba en condiciones de sostener un desarrollo armónico acorde a los tiempos que se vivían en esa época.
Fue el enorme esfuerzo soviético de apoyar el desarrollo de Azerbaidzhan el que condujo a la creación de la base material necesaria para que el país progresara aceleradamente.
Pero, para nadie es un secreto que las condiciones subjetivas de desarrollo demoran más en madurar que las objetivas y la mentalidad de los azerbaidzhanos, tenía un retraso manifiesto con relación a la base material desarrollada con el apoyo soviético.
Para muchos al país era como una escenografía, detrás de la cual había actores que no tenían nada que ver con la puesta en escena.
Al producirse el desmembramiento de la Republica de la Unión, no cambiaron sustancialmente las cosas, diríamos que se agravaron, pues una elite corrupta se adueñó del país, ya en los últimos años soviéticos estaba casi instalada y comenzó a desarrollar su “modelo” azerbaidzhano.
Este modelo en principio se basa en una pequeña elite que domina el principal rubro económico del país, el petróleo y como es lógico se beneficia de sus dividendos.
Paralelamente se ha aplicado el clásico esquema subdesarrollado de las naciones emergentes, con una capital ostentosa que da la imagen de prosperidad y modernidad y el resto del país empobrecido que depende fundamentalmente de una agricultura emergente.
Aunque muchos no lo crean la principal riqueza de Azerbaidzhan no es el petróleo, sino los esturiones que en el Mar Caspio dan la posibilidad de obtener el mundialmente famoso caviar.
El problema radica en que el esturión y el petróleo son incompatibles. Si extraes petróleo del mar, por muy sofisticadas que sean las tecnologías, siempre abra vertimientos de crudo o sus desechos, considerando además que en Azerbaidzhan hay una industria de procesamiento del petróleo importante, esto hace que invariablemente se afecte el hábitat de los esturiones.
De esta forma existe la disyuntiva: o petróleo o caviar.
Cálculos desarrollados por expertos en el tema consideran que el negocio de producción de caviar es mucho más productivo y limpio ecológicamente hablando, por lo que el país se beneficiaría con esto.
Pero, para occidente el petróleo de Bakú es más importante que otra cosa y se ha impuesto la mentalidad de un país abastecedor de petróleo para occidente.
Es en este entorno que las potencias occidentales han ido poco a poco penetrando las altas esferas de poder en la nación caucásica, no solo para que sean abastecedores petroleros, sino y para que sirvan de punta de lanza contra su antiguo aliado, Rusia.
De esta forma Bakú ha dado pasos importantes en esta dirección y utiliza cualquier recurso para generar fricciones con Moscú.
El conflicto por la región de Nagorni Karabaj, aunque es con los armenios, está relacionado con Rusia, pues fueron estos los que mediaron en el arreglo y sirven de garante entre las partes.
Cualquier agudización de este conflicto repercutirá en las relaciones con Rusia.
Recientemente las fuerzas de Azerbaidzhan derribaron un helicóptero MI-24 en la frontera de Karabaj y Azherbaidzhan. Es importante señalar que este territorio en disputa apenas ocupa una superficie de 11,458 kms cuadrados. Podríamos compararla con la isla de Jamaica en cuanto a su superficie.
Es evidente que este hecho apunta a la creación de fricciones entre Azerbaidzhan y Rusia puesto que son los rusos los que garantizan el equilibrio en la región.
Pero este no es el único hecho que condimenta la interrogante que esbozamos al principio de este artículo. Anteriormente los Azerbaidzhanos habían expulsado a unidades navales rusas que mediante acuerdo y previo pago se encontraban acantonadas en Bakú, provocando que Moscú tuviera que trasladar estas unidades que servían de defensa de las zonas del Mar Caspio a Ajtrajan, mucho más al norte del gigantesco lago.
Igualmente tormentosa fue la negociación de los rusos para mantener el radar del sistema de defensa antimisiles de este país en la localidad de Gabala, en Azerbaidzhan, que a pesar de ser arrendada por un alto costo, ha provocado fricciones entre ambas naciones.
Este radar fue propuesto por los rusos para ser empleado conjuntamente con los EE.UU, a instancia de Azerbaidzhan en el increíblemente proyectado escudo antimisiles ruso-norteamericano?¿ y que sirvió de señuelo para entretener a la parte rusa mientras EE.UU instalaba su sistema propio en las narices de Moscú.
En un artículo anterior publicado en este sitio y titulado “Azerbaidzhan se convierte en nueva joya EE.UU en la región”señalamos otras aristas de este proceder por parte de la republica a la orilla del Mar Caspio.
En la actualidad las fricciones entre los dos países van en aumento y es posible que crezcan exponencialmente en la medida en que occidente necesite dispersar al gigante ruso en frentes diferentes que lo mantengan ocupado en buscar soluciones a problemas propios y disminuya con ello su influencia en otros asuntos internacionales.
Si logran esto, EE.UU y sus aliados habrán conseguido quedarse con las manos libres para seguir su orgia de desestabilizaciones y asaltos a gobiernos que no son de su agrado.
La estrategia queda clara y Azerbaidzhan puede erróneamente jugar el papel de marioneta del diablo.
¿Lo permitirá Rusia?
Por lo que aparenta, Putin está empezando a comprender la situación y ha elevado su nivel de denuncia de las maniobras imperiales. De su firmeza entre lo que dice y lo que hace depende el destino de Rusia.
Los hechos tienen la palabra.
DAVID URRA/ CONTRAINJERENCIA.
http://www.contrainjerencia.com/?p=97614
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